Los Prsonajes de esta Historia no me pertenecen son de la historia escrita po Kyoko Mizuki y Dibujada por Yumiko Igarashi,

Esta Corta historia es totalmente de mi creacion


La familia White una de las más acaudaladas de Cambridge acababa de llegar a Londres y ya estaban recibiendo tarjetas de invitación, El señor y la señora White rondaban los 50 años y no estaban para invitaciones del tipo festivo, habían asistido hace poco al entierro del hermano del distinguido señor White que fuera en extremo querido por la familia, su hijo mayor Tom estaba casado hacía poco y estaba con su esposa residenciado en Sussex, el motivo por el que la familia se había trasladado era el de establecer también a sus hijas, ya que fue imposible en Cambridge que aceptaran a algún pretendiente, ninguno les simpatizaba y creyeron que en la ciudad de Londres con más variedad de jóvenes les sería más fácil, tenían dos hijas Anny de 21 y Candice de 19, y la firme esperanza de que hicieran algún vínculo agradable con algún joven y así dejarlas debidamente casadas, los señores White sabían que esta idea emocionaba enormemente a Anny quien soñaba con casarse y tener muchos hijos, cocinar galletitas, pasteles y adorar a su esposo, muy contrario a lo que pensaba Candy a quien la idea le producía dolores de cabeza e intenso rechazo, ella no se veía como una esposa, tenía sueños, viajar por el mundo y conocer lugares asombrosos, para nada atarse a un marido mandón y cargar con niños a todos lados, socializar se le daba tan mal que siempre dejaba que Anny hablara o dirigiera una conversación, la hipocresía que abundaba en esa clase era tan convencional que le asqueaba el hecho de escuchar los cotilleos que surgían en las reuniones a las que se veía obligada a asistir, sin embargo le encontraba siempre el lado divertido regocijándose para ella misma con la opinión de que las cabezas huecas y los cumplidos baratos era lo que más destacaba a una persona, y pasaba Largos momentos analizando a sus acompañantes deduciendo o inventando historias acerca de su personalidad, muy poco la habían visto reír y la catalogaban de indiferente y poco más de odiosa, cosa que a ella no le importaba, pero a su hermana si, y se le iba el tiempo disculpándola por una cosa u otra, prefería sentarse en un rincón a leer atlas de viajeros y aventuras llenándose de fantasías pensando que su vida era en extremo aburrida y consolándose creyendo que ella misma viviría una aventura alguno de estos días, así lo haría y no perdería la oportunidad, pero era Candice White y frente a los demás, fuera de las páginas de sus historias debía comportarse lo mejor que podía, aunque su personalidad no le permitiera ser condescendiente con comentarios tan vacíos e inútiles por parte de la congregación, no caería en la grosería pero les haría sentir su oposición, era demasiado directa, demasiado clara, demasiado suspicaz y prefería mantenerse al margen

En un par de meses todos comentaban lo particularmente bellas que eran las señoritas White, una era parecida a la madre de cabello lacio oscuro y ojos azules y la otra de rizos rubios y ojos verdes, ambas esbeltas y de rasgos finos y elegantes, pronto tenían a muchos caballeros admirándolas por lo cual su madre estaba complacida, ya que sus hijas estarían casadas o al menos comprometidas al cabo de un año, habían muchos jóvenes de buena posición y simpáticos. Frecuentaban a una señorita de sociedad llamada Eliza Legan la cual era tan caprichosa como desesperante, quería ser el centro de atención siempre e iba acompañada de otras dos señoritas no muy agraciadas para sobresalir en belleza, o al menos era la opinión que tenía Candy. Eliza las invitaba a menudo a platicar con ella y a tomar el té y Anny siempre cordial hacia lo propio, la señorita Legan era tan hueca como el resto a los que su hermana siempre con una sonrisa les seguía la corriente, y ella nunca podía siquiera mantener una conversación sensata, damas, caballeros, vestidos y cotilleos, largas horas de eso solo colocaban los ojos en blanco de Candy, asistía con pereza a los bailes que ofrecían y bailaba una o dos piezas, luego alegaba cansancio y su imaginación comenzaba a volar entre los presentes con historias sobre su personalidad y circunstancias, de vuelta a casa Anny se acercó a su hermana preocupada

-Hermana nada te complace, no te he visto divertirte todo este tiempo sé que te gustaba mucho el campo pero la ciudad no está tan mal, te rehúsas a hacer amistades y se de buena fuente de que el señor Daniels está de lo más interesado en ti

-¡Por favor Anny! extraño la libertad que me daba el campo y no tengo nada en contra de la ciudad, es solo que estas personas no me divierten me enfurece su frialdad y su pensamiento básico, no me pidas que perdone tanta ignorancia... ¿Y quien es el señor Daniels? - río con burla - si te refieres al idiota que no me quita la mirada de encima ya lo he catalogado como sádico y no lo quiero ni a un metro de mi

-¿Sádico? de dónde sacas tantas cosas por dios hermana, no es un sádico, solo te admira mucho - suspiro con frustración - al menos trata de ser más... Más paciente e involúcrate un poco más

-Te prometo que ensayare mis risitas y exclamaciones de asombro

-No seas irónica, Eliza nos ha invitado a una reunión en donde asistirán todas las damas y caballeros distinguidos de Londres

-¡Qué emocionante hermana! ¡no veo la hora de asistir! ¿que vestido voy a ponerme? espero conocer a un caballero agradable que me invite a un paseo - decía con evidente teatro

-Me enfureces cuando te pones así

-Dije que practicaría, me salió francamente mal o me conoces demasiado Anny - acercándose a ella y tomándole las manos le dijo en tono serio - lo siento An no puedo más que burlarme de la situación aburrida que me espera, pero por ti prometo no actuar tan mal

-Gracias, porque estará alguien que... Bueno que me gusta y yo...

-¡Que te gusta! ¿quien es ese que ha ganado la atención de mi hermana? Cuéntame por favor - le suplicaba a su hermana

-El Señor Cornwell - suspiro y comentó con ilusión - me gusta Candy, como ningún otro, me pongo nerviosa a su lado y el tono de su voz hace que mi corazón lata deprisa

-Wow... Archie Cornwell, quien lo diría, bueno prometo comportarme ¿está bien?

El evento sería en una semana, las hermanas White fueron de compras, paseando por las calles y tiendas entraron a comprar cintas de colores para sus sombreros y Candy se empeñó en una verde del mismo tono de sus ojos, venían por la calle entre risas cuando ella le comentaba a su hermana de la cinta que tenía en la mano tropezaron con un par de caballeros, uno de ellos era El Sr. Conrwell y el otro el hermano de Elisa, la cinta cayo al suelo y la brisa la alejo de las manos de Candy, ella corrió tratando de alcanzarla pero cuando se agachó a recogerla su mano toco la de un caballero, en cuanto levanto la mirada agradeció el que detuviera su cinta favorita, se la arrancó de la mano, hiso una rápida reverencia y volvió con su hermana sin siquiera reparar en el amable señor, pero él sí, la cinta tenía el mismo color de sus ojos, un verde maravilloso como un campo en primavera, si, su perfume era de primavera olía a flores y rosas, el quedo totalmente fascinado con aquella rubia y perdido en sus pensamientos la veía alejarse y reunirse con su grupo

-¿entonces nos tomamos algo y discutimos el contrato?

-Si, claro - respondió saliendo del embeleso - viste a esa señorita George, la de la cinta verde

-Si la vi... ¿Qué pasa con ella?... No puedes ver a una cara bonita, enseguida se te van los ojos

-¿Sabes quién es?

-Alguna de las amistades de los Legan, del grupo reconocí a Neil

-¡Debo conocerla George!

-¡Claro!...Cuando no debes

El día de la reunión estaban las señoritas y los caballeros al aire libre en la mansión de los Legan cuando entro un caballero y Eliza salió disparada a recibirlo, mientras el con cortesía besaba su mano ella se prendo de un brazo del caballero e inició la presentación, el se paseaba por cada señorita presente sonriéndole y besando su mano, se movía de aquí allá dando atención a cuanta señorita se le acercaba, entonces Eliza para que no siguiera tal despliegue con las White declamó en general

-señoritas, caballeros, sé que algunos de ustedes lo conocen y es muy grato tenerlo hoy aquí les presento a Albert Andrew

-Los conozco a todos Eliza, no hace falta presentaciones más que a estas señoritas - dijo dirigiéndose a las White que le hicieron una reverencia

-¡Claro! ella es la señorita Anny y su hermana la señorita Candice White, hace unos meses que están en Londres - decía Eliza mientras él se desprendía cortésmente de la posesión de ella y besaba las manos de las chicas

-Es un verdadero placer conocer a señoritas tan bellas - beso sus manos con la misma sonrisa pícara y la mirada seductora que trató a las otras damas presentes

-Es igual para nosotras señor Andrew un placer conocerlo, habíamos oído hablar de usted - comentó Anny pero el veía fijamente a Candy y ella le devolvía la mirada con los ojos entornados

-En cuanto volvieron a tomar asiento Eliza se llevó al recién llegado y Candy pudo comentarle en voz baja a su hermana

-un coqueto para la gran variedad que tenemos, no me extraña darme cuenta de cómo es, en realidad no sé que tanto le ven y suspiran por el ¿viste cómo te coqueteaba sin conocer siquiera tu nombre? ¡Qué horrible reunión!

-¡Candy! no me estaba coqueteando estaba siendo amable

-Si tú lo dices, para mí es un coqueto mas, un hombre así soltero solo lo confirma, es un granuja las quiere a todas ¿Sabes que se habla de el como un amante perfecto….? ¡Bah! Un libertino… pero como tiene posición y es hombre le perdonan todo.

-A mi me parece simpático y agradable, quizá sea mejor tenerlo como amigo a arriesgar tu virtud con el permitiéndole otros derechos – respondió Anny a su hermana muy sonrojada

-¡Arriesgar la virtud! ¿Con ese hombre?... como si no hubiera otra forma de ser un escandalo, prefiero que me pillen vestida de hombre que ser una mas de la colección de aquel caballero

-Yo prefiero que sigas leyendo tus novelas a ninguna de las dos opciones hermana, me di cuenta que te miraba profundamente, mantente alejada de el

-Ni que lo digas, me ganaría la enemistad de las féminas de la alta sociedad, prefiero que me ignoren y no me imagino haciendo la fila por sus atenciones

La tarde transcurrió amena entre conversaciones triviales en las que todos participaban, todos menos Candy que ya estaba en su plan imaginativo sobre el señor Andrew, bien parecido, rubio, alto, de ojos azul claro, unos 8 o 10 años mayor que ella, soltero, un coqueto consagrado, por eso es soltero, tiene mucho dinero se le nota, por la manera en que todos lo rodean es importante, Eliza sueña con casarse con el, todas lo sueñan, a él le agradan todas, le va bien, sonríe y asiente a todo, pensaba en la desdicha de Eliza enamorada de un hombre así, se tendría que pelear con medio mundo o atarse a su brazo como lleva más de 15 min, en ese momento él volvió para descubrirla mirándolo y pregunto

-Señorita White, usted casi no ha mencionado palabra alguna ¿tendrá algo que decirme?... supongo

-Se equivoca señor Andrew no tengo nada que agregar a su muy animada conversación, pero sí mucho que pensar

-¡Vaya! ¿Podrá compartirnos algo de su pensamiento entonces?

-Lo siento, mis pensamientos solo los comparto conmigo misma, no suelo divulgarlos y menos sin haberlos procesado, aunque ya tengo conclusiones definidas

-¿Tendrá alguna conclusión sobre mi?

-Muchas señor Andrew pero no he de compartirlas aunque le aseguro que serán de su agrado - se levanto de su asiento y comunico a la congregación asistente - espero me disculpen pero como no he de participar ni discutir algún tema en común, Eliza me ofreció su biblioteca unos minutos, tomaré su oferta ahora, con permiso - se retiró dejando a el señor Andrew más que sorprendido y aumentó su curiosidad por conocerla

-Lo siento señor Andrew - se disculpaba Anny - mi hermana adora más leer que conversar

-No se preocupe, su hermana evidentemente es única


Hola a todas espero que les guste esta historia aun estoy en practicas asi que Mascarada tendra un poco de Pasion, no tanta... pero es tributo a los Libros de Nicole Jordan. Un Abrazo