En compensación mutua, para que todas disfrutemos, les regalo la versión alterna, todo aquel que lea este fic, debe pasar primero por saga media luna, sailor moon r, y luego del capítulo 23 puede comenzar este fic.

Los que lo hayan hecho, bienvenidos ¡y los que no! háganlo por favor.

Disfruten y gracias por su paciencia.

¡déjenme saber su parecer!¡con un buen REVIEW!

Sailor moon, es propiedad de Naoko Takeuchi, yo solo, procuro no traicionar mis creencias y combicciones.

Versión alterna.

Saga media luna, sailor moon r.

Serena se enfrenta al adivino.

Serena, estaba en su jardín especial pensando –si el gran sabio tiene al conejo en la mira, no es por su cara de princesa, hay algo mas. Dijo, desapareció a las ruinas del Milenio de Plata, entró al castillo y encontró la biblioteca.

-justo lo que pensé. Dijo tomando un libro y sentándose en las ruinas de las escaleras, a lo lejos, se perfilaba la tierra –en caso de necesidad. Leyó la princesa –el cristal puede esconderse en uno de los cuerpos de sus posibles usuarios…esconderse…entonces, cuando atacamos…el cristal…la reina, el cristal sabía que el nuestro era mas fuerte, y el…creo que ya se porqué ese maldito fantasma está interesado en el conejo, claro ¡eso es! Exclamó la princesa.

-si eso es exactamente lo que el quiere, no se lo daré, cristal de plata, elimina todo aquello que no me permita sentir el uso de cualquier cristal. Susurró la joven, vio como una energía negra desaparecía de su alrededor.

-con que si, yo te enseñaré adivino, cuando vengas por mi, donde debe estar tu lealtad. Dijo Serena con desición.

En el hospital general de Tokio, la situación no era alentadora, ya que Darien se encontraba entre la vida y la muerte, su salud era muy inestable, lo tenían en terapia intensiva y no dejaban pasar a nadie, Rini estaba muy mal, ya que sentía la enfermedad de su padre en el futuro –si tan solo, yo no hubiera desaparecido el cristal de plata, podría ayudar a Darien y a Serena, podría salvarlos a todos. La niña recordaba una y otra vez ese suceso.

FLSH BACK.

Rini había ido al salón donde el cristal de plata reposaba, le gustaba mirarlo y pensar en su futuro.

-ojalá, yo fuera tan grande y hermosa como mi mamá, ojalá pudieras hacerme grande y poderosa como mi mamá. En ese momento, una luz rosa brilló y la pequeña dio un grito de miedo, la luz la envolvió y no la dejó ver mas allá de su propio cuerpo, cuando cesó, Rini se dio cuenta que el cristal no estaba y en ese momento, resonó la primera explosión.

FIN FLASH BACK.

Rini parpadeó aturdida por su revelación –ya veo, el cristal se escondió en mi, por eso, por eso nos derrotaron. Sonrió –pero por fin, podré rescatar a mi mamá, a Darien y a Serena. Rini sonrió, cerró los ojos, y se concentró.

-cristal de plata. Susuró, una luz rosada se hizo presente y ante ella, flotando estaba el cristal de plata, Rini sonrió.

-cúralo cristal de plata. Susurró mientras el poder se hacía presente.

Serena sintió un cambio en el ambiente –no, no puede ser. Dijo, Diamante llegó a donde ella estaba –hermosa. Dijo, ella lo miró.

-Díam, ha aparecido el cristal del siglo XXX. Informó la joven al príncipe de la luna negra, el asintió.

-ya veo, yo me encargaré de buscarlo hermosa. Dijo el príncipe con calma mientras la miraba –tu, sigue recolectando energía. Indicó el.

-a la orden. Dijo la princesa mientras el, desaparecía.

El gran sabio bufó –maldición, olvidé que esa niña es capaz de sentir el cristal de plata, si tan solo hubiera puesto un campo alrededor del conejo, esto no pasaría. Dijo el gran sabio.

-no importa, colocaré un campo muy distinto al que tiene el príncipe Diamante activado, un campo que permita activar cualquier cristal y no solo los obscuros, controlaré al conejo y así, el fantasma de la muerte reinará y por fin, me desaceré de esos malditos nemesianos. Dijo el fantasma riendo malvadamente.

Rini sonrió al ver los signos vitales de Darien estables, pero se inquietó al sentir la brisa obscura que la rodeaba - ¡que! Exclamó la nñña, Diamante apareció detrás de ella.

-vaya, vaya, al fin te encuentro conejo. Dijo divertido - ¿Cómo me encontraste? Preguntó la niña, el joven alzó las cejas.

-cuando activas un cristal, es sorprendente el poder que muestras, así lo hice, ahora, dame el cristal de plata. Pidió extendiendo la mano - ¡nunca! Exclamó la pequeña.

-oh vamos, no me hagas perseguirte por todo el hospital. Dijo el joven con malicia, Rini tomó el pomo de la puerta –si lo quieres ¡tendrás que quitármelo! Exclamó, Diamante suspiró fastidiado.

-odio las escondidas, sobretodo cuando yo no las he sugerido, bueno, tu lo quisiste. El joven desprendió el broche de su camisa, lo alzó entre sus manos.

- ¡cristal obscuro!¡vuelve a todo terrestre capaz de mantenerse en pie y correr mi fiel sirviente! Exclamó, el rayo negro envolvió el lugar y Rini tembló de miedo.

-ahora, cacemos al conejo. Dijo el príncipe suavemente, Rini corrió por todo el hospital, con los doctores, las enfermeras y los camilleros detrás de ella, la acorraló por fin en la capilla.

-ajá, acá estás conejo. Dijo el príncipe Diamante con diversión - ¡nunca te daré el cristal de plata! Exclamó la niña –valiente, pero tonta. Dijo el príncipe, desplegó su ojo hipnótico, el cual, Rini se quedó viendo fijamente.

-veamos ¿Qué haré contigo conejo? Se preguntó el príncipe Diamante mirando a la niña.

-el cristal de plata de hermosa, ya es suficiente para ella y si Zafiro…si Zafiro no hubiera…tengo una idea. El príncipe se acercó a la niña y tomó el cristal de plata, lo miró y con cuidado, rompió un fragmento del cristal obscuro, el cual, se reparó enseguida, Diamante acercó el fragmento roto al cristal de plata, este se introdujo volviéndolo opaco.

-bien, bien, andando. Dijo con calma, subió hacia la habitación de Darien, entró, tomó un bisturí de una bandeja cercana y consiguió rápidamente la vena de la muñeca de Darien.

-si el conejo intenta despertar a mi princesa, la energía que usará para eso, será la tuya, tu morirás y ellas serán mías. Diamante rió con malicia, se acercó a la oreja de Darien.

-después de todo. Susurró –si tu mueres, el conejo pasará a ser mi hija. Dijo con calma, Darien se agitó en sus sueños, Diamante salió del cuarto, regresó a donde Rini seguía de pie, aclaró el cristal de plata y borró la memoria a la niña.

-mejor para todos, por si acaso. Dijo con calma mientras desaparecía de regreso al obelisco dejando a Rini despertar, quien se sorprendió al encontrarse en la capilla.

Serena estaba recolectando energía obscura, concentrada en su labor, cuando una sombra se sintió detrás de ella, la rubia se dio la vuelta, esperando lo que iba a pasar, el gran sabio la atacó, lanzó hacia ella una corriente obscura.

-princesa Serena, me servirás por sienpre. Dijo –jamás. Dijo Serena mientras tocaba su gargantilla - ¿Cómo te atreves a resistir mi poder obscuro? Preguntó el adivino.

-siempre me resistiré a tu poder, yo solo le debo lealtad a Diamante, maldito monstro ¡trueno obscuro! Lanzó hacia el gran sabio, el cual, voló para esquivar.

-niña tonta, no podrás defenderlo, Diamante morirá al igual que tu y todo será devorado por el fantasma de la muerte. Serena negó.

-no lo permitiré ¡centella obscura! Lanzó hacia el adivino, se dedicó a lanzarle rayos sencillos, hasta que el desapareció.

-debo advertirle a Diamante. Dijo la muchacha, el aludido apareció detrás de ella –hermosa. Dijo en tono apreensivo, desde que lo había perdido, la cuidaba mas que nunca.

-Díam, debes creerme, el adivino no es de fiar, mató a Zafiro porque el sabía la verdad. Diamante la miraba - ¿de que hablas? Preguntó –Díam, el gran sabio quiere acabar con nosotros, con el mundo, recuérda a Zafiro, te lo suplico, debes reaccionar, debes creernos, el adivino te está usando, tu has hecho todo el trabajo de conquista y el recogerá los frutos que con tanto esfuerzo has sembrado. Dijo la muchacha.

- ¿desde cuando sabes esto? Preguntó Diamante –desde… comenzó Serena titubeante, quería decirle la verdad, pero no podía.

-dime la verdad. Ordenó el –desde que llegué, lo he notado como te mira, lo he notado como te habla, el fue el que controló a Esmeralda e hizo que casi me matara, Zafiro me defendió de el cuando intentó controlarme y en venganza, lo mató cuando el vino a advertirte, por eso desactivó el horno de fusión ¡debes creerme!¡debes creerme! Y el le creyó.

-hermosa, está bien, tranquila, te creo, no te preocupes, lo arreglaremos, nos ocuparemos de las sailors y después de el, te lo prometo. Serena lo abrazó, con una sonrisa llena de alivio y gratitud, Diamante la besó.

-está bien, nos tenemos uno al otro, cuando conquistemos todo, regresaremos a Zafiro. Serena asintió.

-así lo haremos, mi príncipe. Dijo feliz mientras se besaban.

Las chicas se habían reunido en el templo Ikagua, las 4 asombradas al ver el cristal de plata que como un collar, lucía Rini como símbolo de su majestad y sangre real –bueno, siendo así. Dijo Amy –hay una posibilidad de regresar a Serena. Rey asintió –que alegría, que estuvo dentro de ti. Mina sonrió.

-hay una esperanza de ganar. Dijo, Lita asintió.

-gracias a dios. Dijo alegre, Luna sonrió.

-no se hable mas, mañana irán al obelisco. Todas asintieron felices con el aire de esperanza reflejado en sus rostros.

Diamante apareció en una sala secreta, tras dejar a Serena, en su dormitorio tranquila, miró su alrededor, en el fondo, había una estatua de una mujer desnuda como emergiendo de la noche, en las manos, sostenía una luna negra invertida.

-vaya, nunca pensé utilizar esta sala. Dijo el joven con calma, se acercó a la mujer y tocó la luna, de inmediato, un brillo negroamoratado se vio, dio contra la pared y dejó ver una alta silueta sentada en un sofá negro, la silueta tenía un libro en las manos.

-tenías razón. Dijo el joven a la figura, esta miró al frente –con que ahora si, tengo razón. Dijo el hombre de modo despectivo.

-lo lamento, te necesito, me he quedado solo con un lugarteniente. Explicó el príncipe, la otra figura, tomó una copa de cristal, la llenó de vino, tomó un sorbo y rió.

- ¿Qué pasó con tus lugartenientes? Preguntó -4 traidoras, 3 muertos. Informó el príncipe - ¿y dices que te queda uno? Preguntó la sombra con diversión e incredulidad –te llevaste a 9 guerreros contigo y si me dices que te queda uno, me das una cuenta de 11 ¿hay algo que no se? Preguntó –si, la princesa de la luna está bajo mi poder. Dijo el joven, la sombra se mostró sorprendida.

-vaya, ese es mi hijo, bien hecho, bueno, llegaré dentro de un día. Dijo la sombra - ¿Por qué no el día de mañana? Preguntó el príncipe.

-porque debo alistar las cosas que debo llevar. El príncipe asintió –te espero entonces…padrino. Dijo con calma –allá nos veremos hijo, no le digas al adivino que esperas tu último az bajo la manga. El príncipe asintió y la conversación terminó.

-pronto acabaremos con ustedes, sailors scouts. Dijo el príncipe Diamante con triunfo.