Capitulo 1 " en mis manos"

La ciudad era realmente bulliciosa, le chocaba andar en auto , principalmente en el tráfico, por eso siempre andaba en su bicicleta, evitaba el tráfico, y llegaba a la escuela a tiempo. Iniciaba un nuevo año, el último en la preparatorio, sus amigas Akane, y Aome estaban con ella, sabía que pronto tendría que elegir universidad pero por el momento decidió no preocuparse.

Llegó a la escuela y vio a sus amigas sentadas en la banca de siempre, sus uniformes eran los de invierno, con mangas largas y las tres tenían el cabello negro azabache. Era raro, decían que parecían hermanas, y bueno a veces, se sentían como tal.

En los tres años de preparatoria habían formado lazos fuertes, los problemas habían formado parte de sus vidas, constantemente, Aome tenía siempre problemas con Inuyasha, su novio, era algo violento, según su amiga, aunque si era algo distante con ellas y tenía un aspecto peligroso, siempre trataba a Aome bien enfrente de ellas y se preocupaba por ella. Pero bueno sus caracteres fuertes siempre chocaban y ellas estaban de amigas para escucharla.

Akane tenía un problema muy similar, Ranma, su novio, casi prometido , tenía el carácter tan fuerte como el de ella, ambos sabían artes marciales, ambos eran igual de orgullosos y eso era el problema principal. ¿Por qué tener tantos problemas cuando sabían que se amaban?, si eran tan testarudos, cuando Akane estaba enferma o en problemas, Ranma estaba ahí, dispuesto a ir a donde fuera para conseguir la medicina de su novia.

Ahora, la situación de Kaoru era muy diferente, ella no tenía ningún novio al que recurrir, nadie que se preocupara por ella como sus amigas. No le molestaba, ya llegaría alguien para ella, no le presionaría, al amor no se le presiona, eso lo sabía por que su madre se lo decía constantemente. Cuanta falta le hacía, su madre que en paz descanse, le decía tan sabios consejos, ahora no podía mas que evocar a su recuerdo y poder contar con que eso fuera lo correcto. Su padre, dueño de un dojo que impartía clases actualmente hacía lo que podía, pero era estricto y siempre buscaba la forma de hacer crecer el negocio, quería dejarle un gran legado cuando el se fuera. Aunque sinceramente a ella no le interesaba el legado, solo quería pasar el mayor tiempo posible con el.

- Hola amiga – le saludó Aome sonriendo - ¿aún dormida?

- ¡no!, totalmente despierta – contestó Kaoru sonriendo igual

- buenas Kaoru-chan – dijo Akane algo seria.

- ¿Qué sucede? ¿otra pelea con Ranma-kun? – preguntó Kaoru sentándose.

- ese baka no hace otra cosa mas que molestarme, esta mañana se molesto por que no lo desperté y no pudo desayunar a tiempo! – dijo Akane dando un golpe en el banco de cemento.

- bueno… ya sabes como es el – dijo Aome viendo el reloj

- Ranma es un baka – dijo Akane poniéndose de pie.

- ¿Quién dices que es un baka busu? – preguntó Ranma que se acerco por detrás. Kaoru sonrió, ya se acercaba una de esas peleas.

- pues tu! – dijo Akane sin intimidarse.

- ¡eres mi prometida deberías despertarme! – le gritó Ranma.

- eres un…

- se nos hace tarde! – gritó Kaoru adelantándose con Aome – no se tarden!!!

Kaoru pudo ver a todos entrar o mejor dicho tratando de entrar en el salón antes que dieran las siete de la mañana. Para cuando dio la hora casi todos estaban dentro del salón, todos incluso Ranma y Akane que habían tenido que correr a máxima velocidad, pero para ellos eso ya era más normal.

Solo había un lugar hasta en frente vació, se preguntaba quien sería el desdichado que llegaría tarde a clases el primer día.

Para cuando dio la hora de clases el profesor aún no llegaba, todos sabían que el profesor de Historia era sumamente puntual, quizás algo le había sucedido. Cuando todos estaban a punto de ponerse de pie el director entró en el salón de clases.

- buenos días a todos, como ya habrán visto el profesor de historia no se ha presentado, eso es por que este año escolar no se podrá presentar hasta nuevo aviso, es por eso que habrá un profesor sustituto, profesor Himura – dijo el director y entonces entró un hombre joven, no muy alto pero con mucha presencia, cabello pelirrojo, vestido de forma juvenil pero formal, pero lo más impresionante era la mirada ámbar que tenía, era atrayente pero inexpresiva, totalmente fría. – este es el profesor auxiliar, Himura Kenshin que nos estará ayudando en este ciclo escolar, espero y todo salga bien.

El director se marchó y todo quedo como antes, en un profundo silencio. Generalmente el silencio era motivado por el profesor y su llamado de atención, esta vez el profesor ni siquiera había abierto la boca para nada y todos estaban en silencio, la mirada de advertencia que habí8a lanzado era lo suficiente como para mantenerlos a todos al margen. El profesor Himura simplemente se volteo y comenzó a escribió su nombre en el pizarrón y después se volteo a verlos.

- Mi nombre es Himura Kenshin, les impartiré la clase de historia hasta que su profesor regrese, para alguna duda estoy a su disposición.

Estaba claro que era una mera formalidad, sus ojos y sus movimientos no invitaban a acercarse ni a un metro de distancia pero aún así las chicas pronto lo tomaron por peligrosamente atractivo.

Ese receso Kaoru estuvo a punto de gritar que se detuvieran, sus amigas, Aome y Akane estaban hablando del nuevo profesor , les provocaba curiosidad pero en sentidos diferentes a las de las demás chicas, a Akane le interesaba saber si sería un buen peleador, a Aome le provocaba más temor e inseguridad que otra cosa, y a ella, bueno a ella se le hacía indiferente, era otro chico más haciéndose el interesante para llamar la atención, pronto se sabría de una novia hermosa que consiguió gracias a su aspecto de chico peligroso, admisiones a los clubes más peleados y su carácter cambiaría de repente. No era interesante.

Con esa idea Kaoru se fue a su casa decidida a no pensar más en el profesor , era insignificante, lo que si era interesante era la junta que tendría su padre con Kanryu Takeda, un importante empresario dueño de una cadena de dojos importantes. Eso si era importante.

Era por esta razón que tendría que vestirse adecuadamente, formal, al estilo occidental por que el señor Takeda lo había especificado en su invitación.

Su padre, se cercioro que su atuendo fuera el adecuado para la cita y después partieron hacía el lugar indicado.

Al llegar la impresionante arquitectura del lugar los dejo atónitos, era una extraña y fascinante combinación entre lo moderno y lo tradicional. No tuvieron tiempo de investigar y ver el resto de la casa por que un asistente los condujo directamente hacía la oficina del señor Takeda.

- bienvenidos – les saludo nada más al verlos llegar. Era una persona de peso, con una sonrisa extraña y una mirada agradable pero que generaba desconfianza. – siéntese por favor.

- gracias por la invitación señor Takeda – dijo su padre.

- tengo asuntos importantes que atender así que iré al grano, se que usted, tiene un dojo que es reconocido por su tradicionalismo y su fuerte enseñanza en los valores, bueno me interesa comprarlo y hacer negocios con usted.

Kaoru volteo a ver a su padre, se mordió el labio para no reclamar pero la furia que sentía era demasiada ¿Cómo se atrevía a proponer algo así?, si, seguramente su padre lo rechazaría de inmediato.

- Kaoru, ve a dar una vuelta, tengo que hablar con el señor de negocios- le dijo su padre. Kaoru asintió y se puso de pie saliendo de la oficina de inmediato.

-

La llevaron a un jardín donde había un dojo, más grande que el suyo pero estaba segura que era más pequeño que el principal de esa casa. No le importo, entró de todas formas y vio el piso encerado, las armas de entrenamiento ordenadas, todo estaba como si nunca lo ocuparan, pero tendría que ser un error, por que un salón así era perfecto para entrenar, para mostrar a sus alumnos la magnificencia del lugar.

……………….

Su misión era clara: matar a Kanryu y alejarse sin ser visto. No era nada fuera de su alcance, al contrario, matar a bastardos como ese era lo que más le gustaba y lo que más hacía. No tenía problemas para irse sin dejar evidencia, era tan bueno que mataba solo a su objetivo, sin necesidad de matar a terceros.

En esta ocasión tendría que dejar inconciente a un hombre antes de poder matar a Kanry, no era ningún problema, ya los tenía identificados. Dio un saltó que lo dejó en el pasto sin hacer el menor ruido. Se acerco a la oficina y se cercioro de que los guardias estuvieran dando la vuelta y en ese instante entró en la oficina, desenfundó su espada y dejo inconciente al primer hombre, después con su gran velocidad curvó su espada para finalmente cortarle la cabeza a su objetivo.

El piso quedo manchado de sangre dejando como evidencia el asesinato del jefe. Guardó su espada por que andar corriendo y huyendo con una espada no era muy práctico. Su velocidad le aseguraba que no tenía problemas para desenfundarla si la volvía a necesitar.

Salió de la oficina con la misma precaución con la que entró, recorrió el pasillo lateral hasta llegar a un jardín trasero, desde ahí pudo escuchar como los guardias se daban cuenta del crimen y gritaban instrucciones. Vio un dojo en medio con la puerta abierta y al escuchar que lo seguían no dudo un momento en entrar a toda velocidad.

Se quedo detrás de la puerta en medio de la oscuridad cuando notó que había alguien más con el, ni siquiera vio quien era, solo sabía que era una mujer, no muy mayor. La tomó de los hombre y la puso contra su pecho de espaldas a el, le tapo la boca y se fijo en la entrada.

Creyó que la joven sería un trabajo fácil pero tenía una voluntad de hierro y quería safarse lo antes posible de su agarre. La habría admirado por eso en cualquier otro momento pero ahora solo le fastidiaba. La tomó mas fuerte y al escuchar que se acercaban la jalo de la mano corriendo hacía la puerta de salida. Por ahí estaba oscuro, no podía ver la cara de la joven pero de cualquier forma el traerla era un problema.

……………….

No sabía como se había metido en esa situación pero estaba corriendo de la mano con un desconocido que estaba huyendo de los guardias del señor Takeda. El extraño al parecer la protegía, algo, por que no podría decir que le importara de verdad su seguridad, su agarre era más fuerte que cualquier otro, ni siquiera su padre tenía esa fuerza y era joven, lo sabía por sus manos.

Le preocupaba que la quisiera tomar de rehén para negociar su seguridad, si era eso ella pelearía hasta el cansancio, no era una chica que pudiera tomarse a la ligera.

Dieron la vuelta en una esquina y la luz de los faros los alcanzaron, para su sorpresa quien estaba enfrente de ella era el estudiante nuevo, el pelirrojo.

- usted – dijo sorprendida. Al escuchar su voz el hombre la volteo a ver y mostró la misma sorpresa que ella.

- tu – dijo murmurando.

Kaoru tenía tantas preguntas que hacer pero el tipo la soltó de pronto y salió corriendo hacía la ventana más cercana, la rompió con el codo y salió por ahí, sin decir nada, solo dejándola ahí.

- ¿Qué esta sucediendo? – se preguntó Kaoru al verlo escapar.

Afortunadamente su padre estaba ileso, solo un golpe en la cabeza, no se podía decir lo mismo del señor Takeda que estaba en medio del salón sin cabeza.

La policía dejó marchar a Kaoru y a su padre después de interrogarlos, pero Kaoru no podía dormir, no estaba asustada, no era eso, era las preguntas que rondaban en su cabeza, ¿Qué hacía el profesor ahí? ¿era asesino? ¿o era un ladrón? Traía una espada entonces sabía pelear pero ¿Qué hacía en la casa del señor Takeda? Y principalmente ¿ esto habría terminado ahí?

………………….

Demonios debió de haberla matado pero el matar a una chica probablemente inocente era un crimen que no se podía justificar por la justicia como los otros, este sería un asesinato a sangre fría. Y eso no podía hacerlo, no aún.

De cualquier forma tenía que arreglarlo, sus superiores no aceptaban errores, podía chantajearla pero no sabía si sería suficiente.

Maldita sea.

…………………….

Esa mañana se fue más temprano, estaba segura que el también llegaría temprano. Tenían cosas que hablar, claro que ella no diría nada hasta saber que sucedía pero también tenía miedo, era fuerte pero el la sobrepasaba y no solo eso si el había asesinado a Kanryu entonces era una persona peligrosa. ¿Cómo podía meterse en problemas así?

Llegó a la escuela nerviosa, siendo torpe, no podía dejar que eso le afectara por que eso lo vería el.

Y así como había llegado lo vio recargado en la pared, se veía tan peligroso como el día anterior, solo que esta vez no era nada más la apariencia era la certeza que el era un asesino y que ella podía ser su presa.

Kaoru se movía lentamente pero Kenshin la acerco lo más rápido que pudo. La puso contra la pared sin nada de educación y la encarceló con sus brazos.

- dime quien eres – siseó furioso. Kaoru temblaba, odiaba sentirse así, tomó aire para poder contestar.

- Kaoru Kamiya – dijo en un susurro

- ¿trabajas para Kanryu? – preguntó el

-no, solo tengo 17 ¿Qué demonios podría hacer en su dojo? – preguntó ella olvidándose que el era un asesino.

- lava dinero ¿lo sabías? – le dijo – asesina personas inocentes….

- ¿para que me dices esto? – preguntó Kaoru asustada - ¿por eso lo mataste?

Kenshin la examino por unos instantes y después contestó.

- tu padre esta involucrado – dijo de repente. Kaoru perdió el color, frunció los labios y le aguanto la mirada.

- no es verdad.

- es cierto y si dices algo yo lo mandaré a la cárcel – le amenazó Kenshin en un murmuro tan letal que Kaoru no se atrevió a decir nada.

Kenshin se dio la media vuelta y Kaoru gritó:

- ¡entonces yo también te tengo en mis manos!

Kenshin la vio, estaba decidida, bien, no era una chica normal, acababa de amenazar a Battosai el destajador y lo hacía sin tartamudear.