LEER ESTO, IMPORTANTE (Lean todo lo de negritas): Esto es solo como el epilogo, por eso lo subí rápido por que es corto, para que puedan agregarlo a sus alertas o favoritos. La autora dice esto: "Sé que lo que leerán harán que ya no quieran terminar de leer esto. Pero no será ese tipo de historia. Tendrá drama y angustia pero aún así será divertida, como Resistiendo. Así que tengan un poco de fe en mí y no se asusten"
Disclaimer: Ni los personajes ni la historia me pertenecen
Capitulo 1. Alguien más.
Para aclarar la forma en la que será esto, cuando ponga un flash back es cuando Edward estaba lejos (ya saben, en Europa). Cuando vean el titulo centrado y en cursiva y puntitos es un flash back. Se pondrá un poco de recuerdos para que no se confundan.
COMO ADVERTENCIA, ESTA HISTORIA CONTIENE DISCUCIONES ENTRE LOS PERSONAJES DE ABUSO SEXUAL. NO HAY DETALLES ESPECIFICOS, PERO SENTI NECESARIO ADVERTIR POR ADELANTADO POR RESPETO HACIA UNAS PERSONAS QUE TAL VEZ SEAN SENSIBLES AL TEMA.
De verdad recomiendo que lean "Resistiendo a Edward" antes de que lean esto. Es una secuela que si la lees aparte no tendrá mucho sentido.
Me retendrás de forma permanente e inquebrantable. Nunca lo dudes.
*
Me pare en medio de mi habitación y moví la cara de un lado a otro mientras Alice me miraba feo desde su lugar en la puerta. Miro su reloj –bueno, de hecho solo miro su muñeca por que la pendeja ni siquiera usaba reloj- y suspiro exageradamente.
–Alice. Cállate. – estaba a nada de estrangularla.
–Tienes diez segundos para alejarte de esa maleta o comenzaremos la película sin ti. –
–Solo… espera – dije, volteando mi cabeza hacía el pizarrón de corcho que estaba arriba de mi escritorio. Quite una tachuela e hice una pequeña pila de las fotos, postales y cartas y las puse en la maleta. Sabía que ella tenía algo que decir acerca de esto, pero no me importaba. Ellos venían conmigo.
–Un enorme paso hacía atrás – masculló Alice, sacudiendo la cabeza.
–Métete en tus asuntos –
– ¿Por qué quieres esas cosas contigo? Honestamente, ¿Por qué es necesario que los tengas? Ni siquiera las ves cuando estas aquí, así que ¿Para que las llevas a casa contigo? –
Suspiré y lo pensé. No tenia una respuesta que tuviera sentido. O que no me hiciera parecer una psicópata. ¿Por qué necesitaba todos esos pedazos de Edward conmigo? Por que. Tenia que hacerlo. No había otra explicación.
–Estaremos en casa por unas semanas y yo solo… las quiero. Déjame en paz, ¿si? –
No me malinterpreten, de verdad amaba vivir con Alice. Ella hacia casi toda la limpieza y yo casi siempre cocinaba. Ella decoro nuestro departamento con su propio dinero. Me ayudo a estudiar cuando estaba estresada. No llevaba personas para quedarse, solo a Jasper claro, quien adoraba tener cerca. No hacía mucho ruido ni tenía raros hábitos ni nada. Básicamente vivir con ella el primer semestre fue muy fácil.
Así era, excepto con todo lo que tenía que ver con él. Por que Alice tenía este problemita. Se llamaba no-saber-cuando-callarse-la-puta-boca-y-meterse-en-sus-propios-asuntos. En su defensa, había estado controlando su enfermedad muy bien últimamente. Hasta hoy, al parecer.
Había esperado hasta el último minuto para empacar, por que teníamos el vuelo hasta la mañana siguiente. Por un lado estaba odiando dejar la agradable, emocionante, cálida LA para ir al odioso, frío, aburrido como la mierda Forks para navidad. Solo había una cosa que me motivaba lo suficiente para ir.
Edward.
No recordaba la última vez que había hablado con él o haber tenido cualquier tipo de contacto, había pasado mucho tiempo. Pero habían pasado seis meses y el estaría de regreso a casa. Y Alice estaba llena de consejos que no quería escuchar.
–Bien, Bella. Estaremos en la sala cuando estés lista. –
Alice me dio una mirada de lástima y cerró la puerta antes de irse. Me arrodille frente a la maleta para cerrarla y miré la postal que estaba encima de la pila de fotos que había metido. La mire por unos segundos y por un momento estaba llena de felicidad y alegría la que había sentido cuando la recibí. Cerré los ojos por un momento y abrí la maleta y tome la postal, abriéndola y releyendo la parte de atrás por primera vez en meses.
Principio de Junio
Salí de mi camioneta y corrí a la puerta principal, sacudiendo mi cabello con la mano. Todavía estaba mojado por la piscina de Alice. Había perdido la noción del tiempo y había olvidado que Charlie me había dicho que estuviera en casa para la cena a las seis, ya que teníamos que discutir algo "muy importante." No tenía idea de lo que era, pero había un auto desconocido estacionado frente a mi casa y solo Dios sabía lo que eso significaba.
– ¡Papá! –
Grité su nombre mientras azotaba la puerta. Escuche voces que venían de la sala, así que me agarré el cabello para intentar verme presentable y me dirigí al ruido.
– ¡Bella! Por fin – dijo Charlie. Mire a las otras tres personas en la habitación y fruncí el ceño.
Oh no, Charlie no lo hizo.
Ni siquiera necesito decir nada. Me mordí el labio para evitar reírme y parecer una total perra.
–Bella, esta es Sue Clearwater. Y esos son sus hijos, Leah y Seth. –
Salude con un movimiento de mano a los dos completamente desinteresados adolescentes sentados en mi sofá y le sonreí a la mujer que estaba junto a mi papá. Charlie tenía novia. ¿Quién lo hubiera sabido? Debía ser algo serio, ya que estaban forzando a nuestras familias a estar juntas. Sabía que tal vez parecía malvada, pero pensar en Charlie siendo todo romántico con una mujer… me hacía reír. Esta mujer debía estar muy, muy desesperada.
–Hola Sue. Gusto en conocerte. – parecía muy aliviada de mi respuesta, probablemente esperaba algún tipo de rabia adolescente y mala actitud pero para mi estaba bien. Es decir, no estaba muy emocionada de que Charlie tuviera novia, o que cualquier otra persona en el mundo tuviera novia o novio cuando mi novio me había abandonado una semana antes para irse a Europa, pero quería que mi papá fuera feliz. Y si esta mujer y sus dos… súper malhumorados adolescentes lo hacían, pues que pasara.
Nos sentamos alrededor de la mesa, y estratégicamente me puse entre Seth y Leah para intentar hacer conversación. Si tenía que pasar mí tiempo con estas personas, tenía que tener un aliado, ¿Verdad? Claro.
–Mmm. ¿Papá? ¿Tú cocinaste esto? – miré la comida que estaba puesta en la mesa, completamente confundida. No era posible. Charlie no podía hacer ni comida instantánea por si solo.
–No, Sue cocino – dijo Charlie, sonriéndole. Me metí una cucharada de patatas a la boca y asentí.
–Muy bueno– dije, con la boca llena. Charlie hizo una mueca y negó con la cabeza por mi falta de buenos modales.
–Bella es la que cocina aquí. A Sue también le gusta cocinar, Bell– que alguien más aparte de Edward me llamara Bell hacía que el corazón me doliera un poquito. Pasé saliva y sonreí, intentando parecer feliz para que Sue no pensara que era ella la que casi me hacía llorar.
– ¿En serio? ¿Te gusta cocinar?– me pregunto, pareciendo de verdad interesada.
–Si. Tal vez la próxima vez Charlie y yo podemos prepararte la cena– sugerí, metiéndome otra cucharada de comida a la boca para intentar amortiguar mi dolor.
–Seguro Bella, eso suena muy bien– dijo ella, sonriendo.
Hubo un silencio incómodo, así que decidí dirigirme a los otros dos. –Así que, ¿Cuántos años tienen? –
–Tengo 19– contesto Leah, sin mirarme y viendo su plato con asco. Aparentemente no estaba muy feliz con toda la situación.
–Acabo de cumplir 17. Estaré en segundo año– contestó Seth, parecía más emocionado que su hermana. –Oye Bella. Tu papá dijo que salías con Edward Cullen. Lo conozco. –
Deje caer la cuchara e hice una mueca a la mención del nombre de Edward. Todos habían sido muy cuidadosos de no hablar de él cerca de mí. Acababa de salir de la casa por primera vez en semanas el día anterior y solo había salido hoy por que Alice y Rosalie estaban intentando tanto como podían que tuviera un poco de diversión para que me distrajera. Pero este chico no sabía nada y mi papá fue el idiota que le conto de Edward en primer lugar.
–Perdón, no quise… –
–No– dije sonriendo y poniendo cara de valiente. – ¿De… de dónde lo conoces? –
–Voy a la escuela en la reserva… Edward solía ir a ayudar al entrenador de beisbol. Era muy bueno. A todos nos caía muy bien. –
–Me cuesta creerlo– murmuró Charlie desde el otro lado de la mesa. Le sonreí a Seth y lo ignore.
–Eso es raro. Le preguntare si se acuerda de ti la próxima vez que hable con él– dije, volviendo a mi plato para continuar con mi cena.
–Si es que habla…–
–Papá. Por favor metete en tus asuntos. – le entorne los ojos a Charlie y el dijo algo bajito.
–No es tan difícil tomar un teléfono, Bella– dijo él, no dejando el tema.
– ¿Cómo? ¿Dónde está él?– preguntó Seth, interrumpiendo las cosas sin sentido de Charlie. Como que ya me caía bien.
–Está en Europa, estudiando música por seis meses. Acaba de irse la semana pasada y ha estado muy, muy ocupado así que él no… ha tenido tiempo para llamarme. Mi padre solo quiere cualquier razón para crucificarlo, ¿verdad Charlie? –
–Tenemos compañía, Bella– masculló Charlie.
–Sí, bueno, tú empezaste. – tome un trago de mi vaso y me voltee hacia Seth. –Entonces, ¿Juegas beisbol? –
La cena fue un poco incomoda, algo que se puede esperar de una situación como esta. Después de que terminamos Leah y yo limpiamos la mesa y lavamos los platos, ella aún no se ablandaba para nada, y luego ellos se fueron, dejándome con Charlie con cosas que hablar. Me senté junto a él en la sala cuando él apago el juego y yo sonreí.
–Sabes, pudiste haberme dicho que íbamos a tener visitas y no darme una cena sorpresa– le dije, picándole el brazo.
–Bueno, no sabía como lo ibas a tomar. –
– ¿Cómo lo tomé?–
–Muy bien– dijo él, sonriendo. –Gracias–
–Me gusta– le dije. –Parece agradable. Los chicos también están bien. La chica tenía una actitud rara, pero…–
–Si, la han tenido difícil. Era buen amigo de su padre y él murió hace unos años. Supongo que Leah era cercana a él– Charlie suspiró y apuntó la mesa. –No quería decirte cuando ellos estaban aquí, pero recibiste algo en el correo. –
Ahogué un grito y salté hacia la mesa, tirando la pila de cuentas y sacando una postal. En el frente había una foto del Castillo de Edinburgh, el que le dije a Edward que le tomara fotos para mí si tenía la oportunidad. En la parte de atrás había una pequeña nota de él, en su perfecta letra, eso me puso nostálgica. Me mordí el labio mientras lo leía, intentando no llorar.
Bella:
He estado muy ocupado, pero vi esto y pensé en ti. Espero que estés bien. Desearía que estuvieras aquí conmigo. Te extraño más de lo que te imaginas. Cuídate y salúdame a todos. Especialmente a Charlie.
Te amo mucho y estoy contando los días.
Edward
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Suspiré y puse la postal de regreso a la maleta. Necesitaba estar ahí. Como un recordatorio de cuando todo estaba bien entre nosotros. De pronto alguien tocó la puerta y se abrió lentamente.
– ¿B-Swan?– Jasper sacó la cabeza por la puerta y sonrió. – ¿Estás bien?–
–Estoy bien– dije, cerrando la maleta y poniéndome de pie. –Termine. Podemos ver la película–
Me dirigí a la puerta y vi la cara de Jasper hacer un gesto. –Um… ¿Bella? Necesitamos hablar contigo antes de que empiece la película. –
Lo empujé hacía el pasillo y suspiré. –Si, si, lo sé. Todo esto es tú culpa, Bella. Tú decidiste esto, Bella. No esperes que él corra hacía a ti y que todo esté bien, Bella. –
Jasper me siguió por el pasillo en silencio. –Ehh– dijo él cuando llegamos a la sala. Me senté en el sofá a un lado de Alice y él se sentó al otro lado. –Bueno, esto es lo que pasa–
– ¡Espera!– Alice se agachó y me dio un bote de helado de chocolate. Y… pretzels. Comida de consuelo. Oh oh.
– ¿Se murió alguien?– pregunté sarcásticamente, tomando un pedazo de pretzel. Jasper me miró con asco.
– ¿Helado y pretzels? Eso es como… asqueroso. – dijo él mientras Alice se inclinaba sobre mí y le dio un golpe en la cabeza. –Solo bromeaba, es totalmente normal, creo…–
–Bien, Bella. No hemos hablado de esto en un rato. Y no sé como te sientes exactamente con ver a Edward, o lo que vas a hacer, o esperar, pero… hay algo que pensamos que debías saber. –
–No–Jasper dijo, haciendo una mueca. –Hay algo que Alice cree que deberías saber. Para futuras referencias, creo que tu deberías saberlo de primera mano, pero hay chantaje sexual de por medio, así que… aquí estamos. –
Mire el bote de helado en mi regazo y suspiré. –Solo díganme. –
–Esta bien- dijo Alice, apretando mi mano. Jasper giro su cuerpo hacía a mí y frunció el ceño.
–Edward… esta saliendo con alguien. –
¿Les dolió el corazón escuchar eso? A mi si, empieza el drama!!
Intentare actualizar pronto, pero no prometo mucho, el lunes empiezo mis exámenes, pero estén pendientes.
He querido responder todos sus reviews del capitulo final de Resistiendo, pero no he tenido tiempo, pero prometo que lo hare!
Reviews!!!! Quisiera empezar la secuela con el pie derecho!!
