Género: Romance/Humor
Pareja: KaraIchi
Autora: DarkAmy-chan (Amy-chan)
- Hablan
Nota: Todo está bajo el punto de viste de Ichimatsu.
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Los Personajes de Osomatsu-san no me pertenecen, son del Maestro Fujio Akatsuka
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Let me teach you
Introducción
Una basura sin combustible, siempre sera una basura sin combustible. Yo como tal siempre he tenido presente que estaré solo, que nadie se fijara en mi aún cuando lo desee. Estaba de acuerdo con eso, con solo necesitar la presencia de mis hermanos para estar completo, para no sentirme tan solo, pero...
¿Que pasara cuando ellos decidan marcharse?
La sola idea provocaba que enterrase más la cabeza entre mis rodillas, en este rincón del salón donde nos encontrábamos todos sumidos en nuestros propios mundos.
Se que lo merezco. Como la escoria que soy debería estar solo. Pero en el fondo, aunque no quisiese aceptarlo, no lo quería así. Mis amigos gatunos no iban a ser suficientes, no si no están ellos, si no hay nadie más.
Mis manos se aferraban con fuerza a la tela de mis pantalones. Estas reflejaban mis sentimientos tan incoherentes, la contradicción que yo era en si. Las detestaba. No lograba estar cerca de las personas, pero las anhelaba cerca. No quería sentirme solo, se que no podría concebirlo por más que me lo hubiese planteado mas de una vez.
Con tales pensamientos invadiendo mi ser, me puse de pie ante la vista de mis familiares, e ignorando sus preguntas de hacia donde me dirigía, salí de mi hogar con las manos en los bolsillos de mi pantalón sin rumbo fijo. Solo me quería despejar, sacar de mi estas molestas emociones.
Oh eso era lo que tenía en mente, hasta que se me ocurrió ir al centro de la ciudad. ¡¿Como mierda había olvidado que era el día de los enamorados?! Si para donde miraba destilaba amor, y por ende mis ganas de darme contra los postes de la luz llegaba. Así como iba, haría combustión espontánea en cualquier momento.
Amor mio. ¿Hacía donde te gustaría ir ahora? ─ Escuche de pronto, provocando que desviase la mirada hacía una pareja que iba saliendo de un café.
Estúpidos... ─ Murmure por bajo mientras les observaba sonreírse como tontos enamorados. ¿Debería golpearlos? Sonreí con sorna ante mi buena idea, sin poder contener la intensidad de mis carcajadas, provocando que dicha pareja junto con muchas otras, se alejasen de mi con unas expresiones llenas de pavor. ─ Tsk. Es mejor así. Se salvaron de ser enterrados en el olvido.
Y otra vez me hallaba únicamente acompañado por la soledad.
Bajando la mirada por unos segundos me dispuse a marchar de ese sitio, a dejar de atormentarme con lo que nunca podría tener. ¿Porque tenía que ser tan corto de genio?
E-Esto...disculpa... ─ La suave voz de una chica proveniente de mi espalda, causo que voltease lentamente, que me perdiese en su sonrisa. Estaba nervioso. Podía sentir el arder de mi rostro debido a mi cortedad. ─ ...P- Por casualidad...
No estaba escuchando lo que estaba diciendo esta mujer que se encontraba frente a mi. Me encontraba perdido en su mirada color zafiro, en sus labios color cereza que no dejaban de sonreír. Mis manos comenzaron a sudar al notar que había dejado de hablar, que se hallaba esperando que dijera algo. ¡¿Que se supone que iba a decir, cuando nada había escuchado?!
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Un suspiro cansado escapaba de mis labios mientras me sentaba en este callejón oscuro. Quería enterrarme vivo. ¿Porque tenía que ser así? ¿Porque tuve que ponerme nervioso e intentar cagar frente a esa chica? No tuve mas remedio que salir huyendo con los pantalones a medio poner, ya que la policía no había tardado en llegar.
¡Soy un estúpido! ─ Grite a todo pulmón, llenando con mi rabia cada centímetro de este solitario sitio ─ ...A este paso nunca podre hablar con una mujer...
¡No si tu brother puede evitarlo! ─ No podía ser verdad. Que alguien me diga que esto es una cochina pesadilla por favor. Pero por más que lo suplicaba, la imagen de Mierdamatsu seguía en la entrada de este callejón, con una de sus clásicas poses estúpidas.
Estaba preparado para lanzarme al vacío. ¿Debería buscar una cuerda con la cual colgarme?
Se que estas impactado por mi deslumbrante llegada brother ─ ¿Que? ¿En que momento este idiota se acerco, al punto de quedar frente mío? No iba a negar que estaba impactado por unos segundos. Claro. Hasta que volvía a abrir la boca, poner esas miradas dolorosas. ─ Pero vi lo que paso con esa chica, y...
¡¿Que había visto qué?!
¿Donde esta mi soga Cacamatsu?! ¡¿Eh?! ¡¿Donde esta?! ─ Le grite mientras le agarraba del cuello de la camisa. Mi futuro estaba decidido. O mejor dicho: Estaba acabado. Iba a suicidarme, no quedaba otra opción. Pero primero mataría a este estúpido por entrometido, por ser tan dolorosamente imbécil. ─ ¡¿Quieres morir?! ¡¿Eh?! ¡¿EH?!
Non non querido little kit... ─ ¡Era suficiente! ¿Que? Tuve que callarlo de un golpe en la cara. Era eso, o yo me moría de tanto dolor por sus horribles poses.
¡No! ¡¿Que hice?! Debería haber esperado a que me matase de dolor en las costillas por su irritante personalidad. En cambio lo deje inconsciente, y ahora tendré que esperar a que se despierte. Maldición.
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Ya han pasado mas de cinco minutos Mierdamatsu. ¿Hasta cuando piensas dormir, eh? ─ Mis ojos van a parar a su ser, apreciando como su camiseta con su rostro plasmada en ella se había levantado un poco. Sin darme cuenta la saliva había quedado estancada en mi boca. Debía reconocer algo de este imbécil, y eso era su físico. Él en verdad se mantenía en forma.
Antes que me diese cuenta, me encontraba hincado frente a su persona, vacilando entre acercar mi mano y ver más de su tonificado estomago, o volver a mi sitio recostado sobre una de las paredes de concreto. Tenía curiosidad, deseaba ver más, pero por otra parte estaba mi clara molestia. ¿Porque diablos quería ver el cuerpo de este tipo?
Estaba tan metido en mis disputas internas, entre mis anhelos y mi parte racional, que me sorprendí cuando de pronto fui jalado hacía el suelo, con el calor de un cuerpo sobre el mío. Estaba estupefacto al ver el rostro de mi hermano cerca del mío, sus ojos, los cuales parecían perdidos en alguna parte de su mente.
¡¿Que mierda estaba ocurriendo aquí?!
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Por más que intentaba que volviera el aire a mis pulmones, este parecía querer seguir ausente. Y es que no había logrado poder controlar mi palpitar al tenerlo tan cerca, los nervios que me había invadido por completo al percibirle cada vez más cerca. Tuve que golpearlo nuevamente para apartarle, para que se dejase de ser tan tarado y despertase de una buena vez.
¿B- Brother? ¿Que paso? ─ Tsk. ¿Y se atreve a preguntar con esa cara llena de inocencia? Quería golpearle nuevamente, en verdad deseaba patearle el trasero, pero ya no me atrevía a verle al rostro, no cuando percibía que mis pómulos aún ardían. ─ ¿Ichimatsu?
Más le valía no provocarme, que no se acercara más de lo debido, porque le partiría la cara aun cuando seguía sintiéndome de esta manera.
¿Que piensas ayudarme dices? ─ Tuve que hablar debido a que ya este idiota pensaba poner una mano en mi hombro para hacerme voltear a verle. Suerte que mis palabras causaron que se detuviese, que para variar comenzara a pavonearse por nada. No era más que un perdedor como yo. ─ No hables estupideces Mierdamatsu. ¿Como vas a ayudarme tú?
¡Claro que puedo ayudarte! Te enseñare a hablarle a una mujer, a tomar sus manos, a seducir... ─ Tenía que cortar sus incoherencias, por eso lo callé con un grito mientras lo agarraba de su chaqueta de cuero. Maldición. Estaba seguro que aún me encontraba sonrojado, pero ya era demasiado tarde.
¡Ni siquiera tienes novia estúpido! ¡Las mujeres huyen de ti! ─ ¿Eh? ¿Porque él también se sonrojaba? ¿Que estaba pasando? O no. Ahí estaban nuevamente estos sentimientos, los recuerdos de lo que había pasado unos segundos antes. Tuve que soltarle, voltear para que no viese estas extrañas emociones. No entendía que estaba pasando conmigo, y eso me ponía de malas. ─ No digas cosas sin sentido Cacamatsu. No puedes ni ayudarte a ti mismo...
Non Non My Little Kitty ─ Apretando los puños contuve los deseos de partirle el rostro por llamarme así, porque no quitaba esa dolorosa manera de ser. ─ Es que ellas quedan tan prendadas con mi belleza, que no saben como reaccionar.
¡Era suficiente! Dios es mi testigo. Trate de contenerme ! Pero él me provoco!
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Tsk. Maldito Dolorosomatsu. Tenía que meterse en donde no lo llamaban, y ahora nuevamente estoy rodeado de todas estas parejas.
Un suspiro escapaba de mis labios tras sentarme en una banca vacía en plena plaza central. Ya estaba harto de tanta dulzura por estas fiestas, pero no podía escapar de ello por más que lo intentara. Estaba condenado a esta realidad azucarada que no era para mi. Era esto o seguir escuchando las estupideces de mi hermano mayor, y definitivamente esto era más soportable. O eso creía, hasta que una pareja se sentó junto a mi mientras comían helados.
Tratare de ignorarles, eso es lo que haré.
Cariño, tienes un poco de helado en tu nariz ─ ¿Lo tengo? Era lo que consultaba todo amoroso el chico de lentes. Tsk. Como si fuera un idiota sin sensibilidad. Lo que quiere es que ella se lo limpie. Por eso hace como que no lo encuentra, lo se. ─ Dejadme. Yo te limpio.
Ahí estaba. Después de lanzarse una suave risa toda avergonzada, la mujer de cabello castaño ofrecía su ayuda, solo para finalizar en un aura llena de amor e incomodidad. ¡Pero que mierda!
Quería vomitar arcoiris al notar sus miradas llenas de dulzura, al apreciar sus pómulos sonrojados. ¿Como podían estar tan acaramelados, mientras uno estaba tan solo en este cochino mundo?
¡Era una injusticia!
¿P- Puedo b- besarte? ─ ¡Ya era suficiente por un demonio! Sin darme cuenta me encontraba dándome de golpes contra esta banca, sobresaltando de paso a la pareja, la cual me observaban con un eje de miedo mezclado con preocupación al asustarles con mi extraña reacción. ─ ...E- Esto...¿T- Te encuentras bien?
Me consulto esa mujer tras detener mis golpes, al visualizar seguramente la sangre que caía por mi frente cubriendo parte de mis ojos. Pero sus vocablos no llegaban a mi, no cuando aún los notaba tan cercanos, cuando se aferraban el uno al otro dándose fuerzas para no salir huyendo de mi.
¿Se lo están pasando bien? ─ Tuve que reprimir una macabra sonrisa que deseaba instalarse en mi rostro al apreciar sus miradas llenas de incomprensión, de este cambio tan repentino, que no reaccionaba ante mi herida que no paraba de sangrar. ─ No los escucho...
¿E-Eh? ─ Exclamo la chica para luego mirar a su pareja. Tsk. ¿Hasta eso hacen juntos? ─ ...E- Esto...
¡Buraza! ─ ¿Que pasaba? ¿Porque escuchaba la voz de mi molesto hermano? ─ ¡Hey Ichimatsu!
Instintivamente me dio por mirar hacía donde provenían tales ruidos, visualizando así la figura del idiota de Karamatsu, el cual venia corriendo hacía este lugar con una sonrisa en su rostro, como si no lo hubiera golpeado con anterioridad. Es más. Creo que el imbécil hasta brillaba cual esfera de discoteca.
Dolía, pero había algo más. No se que es, pero seguramente a estas horas no era más que hambre.
¿V- Vámonos cariño? ─ ¿Que mierda? Esa voz llena de amor volvía a invitarme a posar mi atención en estos enamorados, los cuales iban a tomarse de la mano lentamente. Claro. Antes de que yo entrara en combustión espontánea al verles, y saliesen corriendo como alma que se los llevaba el diablo.
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Maldición. Se que debo agradecerle a Mierdamatsu por traerme a casa, por prestarme su dolorosa camiseta sin mangas para cubrir mi desnudes en el camino. Incluso me cargo hasta aquí a pesar de que me negaba al comienzo por la extraña vergüenza que sentía.
Ahora que estamos de vuelta en casa, con mis ropas puestas nuevamente, no puedo evitar mirar al idiota que se encuentra como siempre mirando su figura en ese espejo de mano. Estábamos solos, lo cual lo agradezco, ya que no hubiera sabido responder a las interrogantes de mis hermanos. Pero ahora ¿debería ser el momento perfecto?
Adelante Ichimatsu. Es solo un simple agradecimiento. ¿Porque debe ser tan difícil?
¡Mierdamatsu! ─ Extrañado por mi repentino grito, su mirada se dirigió hacia mi, causando que mis nervios se acrecentaran, que desviase la mirada en un intento fallido por decir esas dos simples palabras. A pesar de que me encontraba a bastante distancia, sentado en mi lugar de siempre, ¿porque seguía sintiendo esta incomodidad?
Dime Brother, ¿Te encuentras bien? ─ ¡¿Eh?! ¿Que hace otra vez tan cerca? ¿Porque me sonríe a pesar de que siempre soy malo con él? ¿Es que en verdad es un idiota? ─ ¿Dejaras que te ayude?
¿A que te refieres? ─ ¿Que dice? ¿Otra con la mierda de ayudarme a tratar a las mujeres? ─ ¿Porque tan empeñado en eso? ─ Bajando la mirada trataba de ocultar la desgracia que soy, el caso perdido que era para todo. Más la sorpresa se instalo en mi al sentir su mano en mi mentón, invitándome a verle a los ojos. Nuevamente el calor comenzaba a reunirse en mis pómulos. ¡¿Que estaba pasando?!
...Porque si me dejas, Ichimatsu... ─ O no. Ahí estaba nuevamente esa mirada. Es la misma que la del callejón. ¿Porque mi corazón comenzaba a palpitar cada vez más intensamente?. Me estaba poniendo nervioso. ¡Si se acercaba iba a matarlo! ─ ...Yo...así...
¡Aléjate Cacamatsu! ─ Ya no había logrado aguantar más su calor, aquel que se iba incrementando a medida que acortaba las distancias. ¡Me estaba robando el aire de lo cerca que estaba!. Tuve que golpearle, apartarle de un golpe en el rostro. ─ ¡¿Que diablos te pasa, eh?! ─ Ignore por completo su mirada llena de incomprensión, la incomodidad que sus ojos reflejaron por unos segundos. E inclusive obvie el hecho de que se tocase la mejilla en la cual había impactado mi puño. Mis nervios solo lograban que reaccionara sin pensar, que hablase sin medir el daño, tal como ahora mismo. ─ ¡¿Acaso cuentas con novia?! ¡No eres más que un perdedor igual a mi!
Listo. Lo había dicho sin medir consecuencias, aun cuando sus expresiones demostraban el alcance de mis vocablos. Tsk. Este idiota siempre a sido muy sensible.
A este punto el silencio que se creo tras mis palabras, solo era llenado por los latidos de mi corazón, los cuales aún no lograba calmar.
...Tsk. L-Lo...sien... ─ God. ¿Porque debía ser tan difícil? ─ ...P- Porque...
Mejoremos juntos... ─ Me corto de pronto. Su tono sonaba tan serio, que causo mi silencio, que le viese sorprendido. ─ Practiquemos juntos Ichimatsu. ─ ¿Porque se veía tan cool a pesar de solo haberse puesto de pie? Estaba estupefacto. ─ Let me teach you lo poco que se, y lo haremos juntos, Brother.
Estaba condenado.
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Maldita sea. ¿Porque tuve que aceptar?. Ahora no sabía que decir en este ambiente tan extraño. ¿Como no serlo, si ese idiota narcisista no paraba de sonreír?
Dime Brother. ¿Prefieres mujeres u hombres? ─ Sin comprender mis ojos se centraron en los suyos, en esa estúpida mirada que ponía muchas veces. ¿A que se debía esa pregunta? ¿Porque de pronto el recuerdo del callejón comenzaba a asaltar mis pensamientos?
...E- Esa pregunta es de lo más boba, Mierdamatsu ─ Murmure tras unos segundos de completo silencio. Cabe decir que nuevamente tuve que desviar la mirada, ya que sentía que volvería a recordar su cuerpo, los deseos que tuve por ver más. Que imbécil de mi parte pensar así. Más cuando siempre lo he visto desnudo cuando vamos a los baños públicos.
Claro que no lo es little kitty ─ Les juro que si me decía una vez más así, le partiría el rostro. Era irritante. ─ Yo creo que en el amor no hay limites.
¿No hay limites? ─ Repetí por bajo, viniéndome inconscientemente a la mente una imagen, y era la cercanía de este tipo hace unas horas atrás, en sus labios cerca de los míos acortando las distancias... ─ ¡No te atrevas Narcisista de mierda!
Y es así como dio comienzo a este calvario, el cual seguramente traería muchos Mierdamatsu's inconscientes, tal como estaba ahora. O así sería si se atrevía a acercarse más de la cuenta.
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Fin Introducción:-
Notas Dark:- Espero que les haya gustado la introducción a este mini fic, el cual contara de capítulos cortos, pero espero sean divertidos, que sean de su agrado.
Nos leemos en el siguiente capítulo. Ha. Y otra cosita. ¿Que les gustaría que ambos practicaran juntos? Asi me dan ideas para ir agregando a las que ya tengo
Besitos
DarkAmy-chan