HOLA…si ya sé. Tengo varias historias en proceso.
Pero esta historia me pedía a gritos salir de mi cabeza. Aún no la voy a subir, salvo que tenga buena repercusión.
¡Dios!, deberé dejar mi trabajo y a mi familia y dedicarme solo a escribir…
La historia gira en torno al sub mundo del intercambio de pareja, será un tema tratado con delicadeza.
Pero si eres menor de edad o simplemente te sientes mal, por malinterpretar la esencia que encierra el ser swingers, tienes todo el derecho de dejar de leer.
Lo haces bajo tu responsabilidad.
CASADO, PERO… ¿DISPONIBLE?
Después de diez años regresan nuestros amigos de la infancia, Jasper y Bella, a pasar sus vacaciones en un pueblo conservador al igual que sus habitantes.
¿Cómo actuarías al descubrir, que te casaste con la mujer equivocada y que tus mejores amigos desean a tu esposa?
La palabra SWINGER, no existe en mi diccionario.
PRÓLOGO
Amigos inseparables.
Hace diez años…
Escondidos entre las raíces del gran árbol, en medio del bosque, se encontraban cuatro adolescentes jugando a un juego prohibido.
Cada noche, en el horario en donde los adultos dormían, luego de una agotadora jornada, los alocados adolescentes, descendían por las respectivas ventanas de sus cuartos y bajo la luz de la luna, como única guía en la oscuridad, caminaban hacia el bosque en busca de sus amigos a jugar con el único elemento lúdico. Una botella de refresco de vidrio.
En la verdad o reto, la única regla del juego, es que no existen reglas, si alguno de ellos se negaba a responder o cumplir el reto, se penalizaba con quitarse una prenda.
– ¡Edward!¡Alice!¡Jasper!– apenas en un susurro, Bella llamaba a sus compañeros de travesuras.
– ¡Por aquí Bella! – Alice agitaba su mano en alto, sentada en el suelo junto a sus amigos, en ronda. – Bella ¿has traído la botella?
– Sin botella no hay juego. – sacudía la botella con la mano en el aire. Al tiempo que sonreía con picardía.
– ¡Hey!, eres tramposa, traes demasiada ropa, te has colocado hasta guantes con este calor. – Edward sabía que su amiga, a la hora de responder alguna pregunta sobre el amor, huía y utilizaba todas sus artimañas ante de quedarse sin su ropa puesta.
– No, solo he sido más inteligente que todos. – todos carcajearon a la vez.
– Comienza el juego, chicos. – Jasper coloca la botella en el centro de la ronda, gira y el pico señala a Bella. – ¿Verdad o reto?
– Verdad. – responde algo frustrada, siempre el pico de la botella la señala primero.
– ¿Es verdad que estas enamorada y él aún no lo sabe?
– Si. – por el rabillo del ojo al responder, observa a Edward sonreír, lo que provoca que se sonrojen sus mejillas y palpite su corazón.
– Ahora giro la botella. – Alice desesperada gira velozmente el envase y el pico señala a Edward, quién sonríe por su suerte. – ¿Verdad o reto?
– Reto. – sus ojos se le iluminaron por la anticipación, Alice era su amiga y sabía sus sentimientos por Bella. Por lo tanto, acarició su pelo, en un gesto marca Cullen y disfrutó el momento previo a su dictamen.
– Tu reto será besar por cinco minutos a Bella, con lengua y abrazo. – al escuchar las palabras dichas por su amiga, la entrepierna de Bella palpito por la emoción y sus labios se resecaron, obligándola a humedecerlos con su lengua en un gesto erótico, mientras su amigo se acercaba a cumplir su reto.
Él, tomó de manera posesiva su rostro con ambas manos y un beso que comenzó tierno y casto, se convirtió en una audaz y lujurioso, literalmente le comió la boca. Y sus manos acariciaban su rostro o la abrazaba contra su cuerpo clavando su erección.
El corazón de Bella, tronaba en su pecho y sus bragas sufrían por poco, una combustión espontánea, mientras el succionaba, mordía y chupaba sus labios en un gesto desesperado y sus amigos le controlaban el tiempo de la duración del reto.
–¡ Cuatro minutos! – gritaba Jasper emocionado.
– Cuatro minutos y treinta segundos – marcaba Alice.
– Listo. Cinco minutos. – dijo Jasper entre risas. Ambos volvieron a sentarse en su lugar, con sus labios mojados he hinchados por el beso. Fue el turno de Edward de girar la botella, que señalo su pico a Alice.
– Alice, ¿verdad o reto?
– Verdad. – las chicas jamás elegían reto, los chicos habían impuesto la regla que el reto era un beso y nunca podían elegir dos veces seguidas lo mismo.
– ¿Es verdad que por las noches, te gusta acariciarte tus zonas intimas hasta gritar un nombre?
– Paso. Eso no lo voy a responder. – Edward le hizo esa pregunta porque una vez la escuchó que se lo contaba a Bella en plan de confesión.
– ¿Segura?– Alice realizó una mueca y le dijo que sí, con un movimiento de cabeza. – Jasper, elige la multa y no tengas piedad.– Se dibujo una sonrisa maléfica en su rostro, disfrutando del falso castigo.
– Gracias amigo, sabes que soy el mejor. – Ante la atenta mirada de Bella, tocó su mentón, a modo de parecer pensativo y hablo. – El precio por no responder la pregunta será…– Jasper posó su mirada en cada integrante del juego, iluminados por la luz de la noche. – Deberás elegir a uno de nosotros tres y darle un beso de cinco segundos en los labios.
– ¿Ese es un reto? Elijo a Edward. – era solo un juego y no era la primera vez que todos se besaban entre todos.
Solo apoyó sus labios, pero fue imposible profundizar el beso, por los escasos segundos que le dieron de multa. Alice también se sentía atraída por Edward.
– Cinco, cuatro, tres, dos, unooo. Listo. – Bella y Jasper gritaban al unísono en medio del bosque.
Esa noche jugaron unas rondas mas, todos se besaron con todos, algunas preguntas sin responder obligaron a las chicas sacarse algunas prendas, por lo que a veces los besos, se convertían en armas mortales para el roce de la piel por las manos expertas correctas.
Un par de adolescentes jugaban en medio de la oscuridad a un juego prohibido, que lo único que fomentaba era arrasar con las buenas costumbres y la moral.
Ellos en su propio mundo, disfrutaban del amor, sin tapujos y sin límites, buscando cada noche un poco de alivio a las torturadas hormonas alborotadas.
Solo eran besos entre amigos.
Esa noche, tanto Edward como Bella, no pudieron dormir a causa de ese beso, tan solo cinco minutos, uno en los brazos del otro, les vasto para sentir algo mas que amistad.
Lo único que los tomó por sorpresa a la mañana siguiente, fue que aquel beso de Edward a Bella, luego se tornaría un beso de despedida.
Una intensa, amarga y dolorosa despedida…
DISCLAIMER
Los personajes, como sus similitudes y perfiles, no son de mi invención.
Son propiedad de Stephenie Meyer y asociados.
Este fanfic es un trabajo realizado por una fan (luz de luna), creada con el único propósito de entretener y de dar vida a estos geniales personajes en otro contexto que son de su invención.
La información o algunos nombres están tomados de los libros editados en español por Alfaguara (Santillana) y por las webs de Stephenie Meyer.
Ninguna de sus historias está autorizada para reproducirse total o parcialmente en página, grupo o blog…
By Luz De Luna
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BESOTES.
