*:::* Prólogo *:::*
Qué aburrido en verdad. Mis clases de siempre y nadie aprendía bien. Algo tan simple como "paso adelante, izquierda, derecha y vuelta" era un martirio para muchos de estos chicos. ¿Cómo podía haberme metido en esto, si lo odio tanto? La respuesta es simple: Dinero, necesidad y sobre todo para no tener que pasar la noche en la calle. Sí, a mis 20 años vivo sola. Felizmente sola en realidad, pero sin unos padres que me apoyen y claro, Touya no tenía suficiente dinero para repartirlo entre su familia y yo. Así que, mi trabajo de todos los días era este: profesora de baile.
Opté por esta carrera porque en realidad era lo único en que era buena. Lengua: reprobada, biología: vacacional y matemáticas: sin esperanza. Mi promedio normal era ése y toda mi vida me había dado común e irrefutablemente lo mismo. Supongo que esa es la razón por la que no fui a la universidad, pero que mi amiga Tomoyo, la única amiga que me comprende, me dio una beca para un taller de danza. Fui tan buena que acepté que tal vez ésa era mi vocación. Y lo es, pero la mayoría de mi clase no sabe entender la belleza de bailar y normalmente entran aquí por la obligación de sus padres.
Hablando de eso… me acaba de recordar que el año está por terminar e iniciarán mis talleres de verano. Dado que, no tengo vacaciones. Nuevos niños y chicos vendrán a mi salón, el cual había expandido y agregado una barra para aquellas pequeñas que quieran aprender el ballet. Felizmente la que enseñaba eso era Tomoyo y yo no porque no les tengo paciencia eterna a los niños, que digamos. Es por esa razón que le enseño todos los que quieran pero eso si: de catorce para arriba.
Finalmente mi clase está por acabar. Faltan 10 minutos en verdad. Y lo mejor de todo es que ¡Hoy es la última clase! O al menos la última dentro de estos 7 días que tendré de descanso…una semana en realidad. No me malinterpreten. Digo que no tengo vacaciones porque ¿Quién cuenta una semana como vacaciones? Están totalmente mal si creen que es así ¡Cuántas veces le he pedido a Eriol que me dé una semana más! Pero claro, la señorita no quiere de eso. Dice que es mejor esforzarse a holgazanear.
Sí, claro.
- Bien chicos, quedan unos minutos de más ¿Qué les parece un poco de estilo libre? – les propuse a los alumnos. Éste era el momento en el que ellos bailan los que le vengan en gana y usualmente aprovecho para huir.
- ¡¡¡¡¡¡¡Siiiiii!!!!!!! – exclamó toda la clase. Coloqué un CD de Demi Lovato, le puse play, comenzó a tocar La La Land y yo desaparecí de la habitación.
En el hall, aproveché que había un sillón enorme y me tumbé en él. Mis pies me dolían. Bailar era bonito y todo, pero hacerlo durante todo el bendito día en verdad me dejaba exhausta. Hablando del fin del día… Eriol debe darme mi paga.
Pero antes de pararme y torturar más a mis pies, me saqué los tacones y me coloqué mis converse púrpuras. Genial, ahora me dolería menos. Miré mi reloj y eran las siete y treinta. La clase de hoy terminó, los padres de los peques deberían llegar ya a recogerlos y yo debo ir a reclamar mi paga del mes.
Cuando finalmente entré a la oficina de Eriol, me encontré con alguien más a parte de él. Aunque él estaba de espaldas, su cabello desordenado y chocolate resaltaba. Sus manos eran algo doradas, por lo que a la lógica pude deducir que su tez era bronceada. Su espalda cubierta por una casaca de cuero. Finalmente, mi jefe se dio cuenta de mi presencia y me invitó a pasar.
- Sakura, pasa, pasa – me animó Eriol haciendo señas con la mano.
Le hice caso y a paso paciente me adentré en la habitación observando de paso al hombre que se encontraba ahora a mi lado y que me recibió con una sonrisa…
Una seductora sonrisa…
Ahora me fijé bien en su aspecto. Parecía de mi misma edad, o tal vez dos años mayor. Su cuerpo era largo pero atlético. Se le notaba. Su tez como había deducido se encontraba bronceada, la sonrisa que me otorgó era perfecta, una que derretiría a cualquiera y yo creo que no era la excepción, era hermosa y brillante. Subí un poco más y me topé con sus ojos. Unos ámbares de los cuales no pude salir. Eran profundas, con toques dorados e igual de irresistibles que un chocolate.
- ¿Estás en este mundo, Sakura? – de pronto Eriol me sacó de mis pensamientos. Rápidamente aparté mi mirada de él, sonrojada y avergonzada. Creo que le había quedado mirando un buen rato y seguro que él ya tenía un mal concepto de mí como fisgona. Bien hecho Sakura, en realidad maravilloso. Sabes cómo espantar hombres.
- Sí… - susurré. Parecía que hablaba para mí.
- Bueno, veo que ya conoces a este joven de aquí. Es Syaoran Li, vino desde Hong Kong buscando trabajo y aquí lo encontró. Él es tu nuevo compañero de trabajo y el nuevo profesor de tu clase de danza.
Quedé con la boca abierta ¿En verdad era cierto? ¡Compartiría mi trabajo con un chico guapísimo!
Espera Sakura, cálmate. No puedes ser tan obvia.
- ¿Cómo llegaste hasta este punto? – le pregunté.
- Mmmm bueno – meditó – parece un chico de buen humor. Su carácter es genial – añadió con una sonrisa. A pesar de que sea tres años mayor que yo su mentalidad es la de un chiquillo de dieciséis años.
Le miré con una ceja alzada.
- Mucho gusto – intervino Syaoran, el cual me miraba con un rostro feliz – espero poder trabajar bien juntos, Sakura – agregó con un tono irresistible.
Sí que será interesante, querido.
- Hola – le respondí en un tono que traté hacer sonar seductor, pero salió como uno a punto de estallar en gritos y risas, como una fanática. Puaj ¿Por qué no puedo hablar así? Abuuuuu.
Él se rió ante mi estúpido intento. Genial, simplemente genial.
- ¿Cuándo inicia mi trabajo? – Me cuestionó – Estoy entusiasmado.
- En una semana…- respondí observándolo detenidamente.
- Bien.
- Okey, veo que ya se conocen. Sakura aquí está tu paga – exclamó Eriol contento.
- Siiiiiiiiiiiiiiiii – chillé. Siempre me ponía así cuando me pagaban, desde que era niña solo que ahí me premiaban, mayormente en deportes. Lo sé, es algo raro con alguien de mi edad pero que más da.
Con entusiasmo tomé los 3000 dólares y los guardé en mi bolsillo.
- Hasta luego Syaoran – le dije sonriente antes de salir corriendo - ¡Ah, y gracias Eriol, adiós!
Al llegar a la puerta de salida y poniéndome mi abrigo pude localiza a Syaoran también a punto de salir. Me acerqué rápidamente a él pero ates de llegar me detuve de pronto. ¿Qué le iba a decir si ya me había despedido? Mejor esperar. En poco tiempo traspasó la puerta de vidrio del edificio y justamente antes de subir al taxi volteó a verme e increíblemente me guiñó el ojo en señal de despedida.
Me quedé estupefacta.
Sin duda este verano sería interesante. Compañero nuevo de trabajo. Mmmm sí, definitivamente, quizá sea el mejor de mis veranos…
Olzzzz a todos ^^....quizá no me conozcan en esta caegoría así que:
Hola!!! Konichiwa!!! Me llamo Za-firE-aniLu y soy nueva en esta categoría =) espero que esta historia sea de su agrado. Así que denme su opinión en los reviews que esero me den y que si lo hace se los agradeceré mucho!!! acepto critica, reclamaciones opiniones, alabos etc etc etc =)=)=) jejejeje
Me esforcé a que salga bien espero sea asi =D
Mmmmm la verdad no tengo mucho más que decir así que ahora se darán cuenta de que puedo ser muchas veces de pocas palabras...aún así se pueden soprender con mis agradecimiento en los reviews que puedo otorgar jeje en serio =D=D=D
Me voy sin nada más que decir my frieds más que como dijen disfruten de esta historia, presionen aquel botonico de la felicidad como yo carñosamente llamé y me hagan súper, mega, híper, ultra felizZzZzZz* :)
Cuidense muxo, los keloOo!!!
BieH BieH...!!*
*/***Za-firE-aniLu***/*
=)
