¡Hola, gente! Con todos ustedes, mi nuevo fanfic: L3O. Antes de comenzar, decir que este primer capítulo es algo cursi, por la bonita situación que se va a producir. En segundo lugar, al final he decidido censurar los momentos de rating M del fanfic, porque a mi parecer eran MUY fuertes y podían herir la sensibilidad de los lectores. Eso sí, me los guardo por si acaso…
Dicho esto, espero que los fans de I.L.Y.I. también puedan seguir L3O y…
¡Que lo disfruten y dejen reviews, plis!
L3O (Las tres opciones)
Capítulo 1: La gran pregunta
El sol se alzaba sobre la ciudad de Danville en una cálida mañana de principios de verano. Los rayos del Astro Rey iluminaron poco a poco la habitación donde dormía la joven Isabella García-Saphiro, que lentamente abrió los ojos. La morena comprobó entonces la hora en su despertador. Eran casi las nueve de la mañana.
-Bueno, suerte que hoy es sábado. Además, el lunes empiezo vacaciones en el trabajo.- se dijo a sí misma.
Isa se levantó de la cama y contempló un rato una fotografía que había en su mesita de noche.
Era una foto de ella con su novio, Phineas Flynn, unos días antes, concretamente el día de su cumpleaños. La chica tenía una larga melena oscura, ligeramente ondulada. Al lado del cuello, se podía distinguir una mancha negra. Era un sugerente tatuaje de un dragón negro que comenzaba en el centro de la espalda, cruzaba su hombro izquierdo y acababa delante del mismo hombro, cerca del seno izquierdo de Isa. La chica también llevaba un bonito colgante con una perla, el cuál le había regalado su novio.
-Bueno Phineas, a ver cuál es ese regalo tan especial que me tienes que dar hoy.- dijo la chica mirando la imagen.
Isa todavía recordaba ese día como un momento especial que quizá podría haber sido algo mejor.
Flashback
-¡Sorpresa!
Fue lo que se encontró Isabella al encender la luz de su casa. Todos sus amigos la estaban esperando detrás del sofá para darle algo tan especial como una fiesta sorpresa el día que cumplía 21 años. La morena casi se puso a llorar de la emoción. Phineas intentó evitarlo.
-Isa, no tienes porque llorar, tienes que sonreír, es tu fiesta.- le dijo el pelirrojo para calmarla.
La chica se secó las lágrimas con un pañuelo al ver que su novio tenía razón.
-Lo siento, es que me he emocionado.- respondió Isabella.
-No tienes que pedir perdón, no pasa nada si te emocionas. Además, si hemos hecho esto es porque te queremos.- dijo entonces Candace Flynn, la hermana de Phineas.
-Venga, vamos.- le dijo el pelirrojo a su novia.- Oh, y antes de que se me olvide, feliz cumpleaños.
-Gracias.- contestó Isabella dándole un dulce beso a Phineas.
La fiesta fue tal y como la planearon Phineas, su hermanastro Ferb y Candace. Al ser el novio de la homenajeada, el pelirrojo tenía una llave de la casa de su pareja, para poder verse cuando quisieran. Por consiguiente, Isabella también tenía una llave del hogar de su novio. Teniendo en cuenta esta situación, la cosa era tan fácil como que Phineas utilizara su llave y solo era cuestión de esperar que Isa llegase a casa. Al final de la fiesta, llegó el momento de la entrega de regalos. Entre los muchos que recibió Isabella, había uno que esperaba con algo de ansia, el de su novio. Phineas era el último que tenía que darle su regalo a Isa, ya que todos los demás los habían dejado encima de la mesa.
-Bueno, ya he abierto todos los regalos que habéis dejado aquí encima. Creo que ya no queda ninguno más.- dijo la cumpleañera, consciente de que Phineas todavía no le había dado su regalo.
-Yo creo que todavía falta un regalo por entregar. Phineas...- dijo Candace en ese momento, mirando a su hermano algo mal.
El pelirrojo buscó el regalo entre sus bolsillos sin resultado. Luego, miró dentro del bolso de su hermana, por si acaso. Miró y remiró por todos los rincones de la casa de su novia para, al final, llevarse la mano a la cara. Aunque fuese increíble, Phineas se había olvidado el regalo de Isabella en su casa.
-Me temía que pasaría esto.- dijo Candace, algo frustrada.
-No pasa nada, ya me lo darás cuando puedas.- dijo la morena.
-Es que era un regalo muy especial.- respondió el pelirrojo, triste.- ¡Ya sé! Podríamos quedar el sábado y entonces te lo daré. Además, para este regalo será mejor tener algo de intimidad.
-De acuerdo, ya me dirás a qué hora pasas a buscarme.
Isa acababa de salir de la ducha cuando sonó su teléfono. Con la toalla encima todavía, la morena contestó:
-Aquí Isa. ¿Con quién hablo?
-Hola, Isabella. Soy yo.- era Phineas, su novio.
-Ah, hola Phineas. ¿Qué quieres?
-Llamaba para decirte que ahora salgo de casa para ir a buscarte.
-Oh, vaya. Pues ahora me pillas saliendo de la ducha. ¿Cuánto tardarás en venir?
-Supongo que tardaré una media hora.
Isabella miró el reloj que tenía en la pared. Eran las 9:40 de la mañana. Haciendo el cálculo, Phineas llegaría hacia las 10:10. Era tiempo suficiente para que la chica pudiera desayunar y arreglarse.
-De acuerdo, te espero en mi casa.
-Vale, y no te preocupes, esta vez no me olvidaré de tu regalo.
-Gracias por tu detalle, Phineas. Hasta ahora.
-Adiós.
Y ambos colgaron. Phineas estaba preparado para salir en dirección a casa de Isabella pero en la suya había recibido una visita muy especial, la de su hermana Candace.
-Bueno, que tengas suerte hermano.- le dijo al pelirrojo. -¿Llevas 'eso'?
-Por supuesto.- respondió mientras se tocaba un bolsillo que en realidad estaba vacío. Entonces comenzó a registrarse los bolsillos mientras Candace se llevaba la mano a la cara.
-Venga ya, ¿no me digas que lo has vuelto a perder?- dijo la pelirroja, bastante decepcionada.
-Era una broma. En realidad está aquí.- respondió tocando un objeto que estaba dentro del bolsillo delantero izquierdo del pantalón.
-Ay dios. Venga, ve a por Isa y dale ese regalo de una vez.
-Sí, será lo mejor.
Isabella estaba acabando de vestirse y arreglarse, cuando sonó el timbre. La morena se puso una blusa de color rosa y miró quién era a través del vídeo-portero.
-Hola, Phineas. ¿Qué estás haciendo?- preguntó Isa mientras se colocaba los pendientes.
-Pues aquí esperándote. ¿Subo o ya bajas?
-No, ahora mismo bajo.
Isa cerró la puerta con llave y bajó por el ascensor. Al salir, le dio un beso a su novio.
-Y bueno, ¿dónde vamos?- preguntó la morena.
-He pensado que podríamos ir al parque de Danville. ¿Te parece bien?- dijo Phineas.
-Ningún problema.
Y se fueron al parque de Danville cogidos de la mano. Una vez allí, Phineas buscó un sitio alejado de la gente. Al encontrar el lugar adecuado, el pelirrojo y la morena se sentaron en un banco.
-Oye, ¿por qué estamos en una zona tan escondida del parque?- preguntó Isabella, algo extrañada.
-Es porque quería entregarte mi regalo y como dije, necesitaremos un poco de intimidad.- respondió Phineas.
-¿Pero de qué se trata?- volvió a preguntar Isa, cada vez más nerviosa.
Phineas agarró a Isa para ponerla en pie, entonces él se agachó y sacó del bolsillo de su pantalón una cajita muy pequeña. Isabella estaba al borde del infarto. ¿Tan importante era que Phineas tenía que arrodillarse? El pelirrojo abrió la cajita y descubrió un anillo de oro con un diamante incrustado en él. Entonces, Phineas hizo 'la gran pregunta':
-Isabella, ¿quieres casarte conmigo?
La morena quedó en estado de shock, se esperaba cualquier cosa excepto una proposición de matrimonio. La cara de la chica poco a poco fue cambiando, de impresión a enorme felicidad. Entonces gritó a los cuatro vientos la respuesta:
-¡Oh Phineas, por supuesto que quiero!
Y se abalanzó sobre el pelirrojo haciendo que los dos cayeran al suelo mientras se daban un apasionado beso. Una vez recuperada la normalidad, Phineas le puso a Isabella el anillo en el dedo anular de su mano derecha. La chica no paraba de mirárselo.
-¿Te gusta?- le preguntó el pelirrojo.
-Es el mejor regalo de cumpleaños que me han hecho nunca.- respondió de lo más contenta Isa.
-Bueno, si no te importa tengo que hablar con una persona sobre la boda. ¿Vamos?
-Por supuesto... cariño.
Ese apodo resonó en la cabeza de Phineas, haciendo que se sonrojara. Al final, se fueron a la casa de esa persona, mientras Isabella se abrazaba al brazo de Phineas.
La boda ya está marcada en el calendario y ahora vienen los preparativos para la ceremonia. Una ceremonia que quizá no esté muy bien vista por una persona. ¿Quién será? Lo sabremos en el próximo capítulo, 'Preparando un momento muy especial'.
