Capítulo 1: No quiero aceptar la noticia…
Fuera estaba nevando, las temperaturas eran bastante bajas. Poco común a finales de Octubre, pero si contábamos con que era la ciudad de Nueva York no era tan extraño. Shane Mcmahon aún descansaba en la cama y tenía el despertador programado para dentro de media hora.
No le apetecía levantarse a las 7 de la mañana pero tenía cita con el neurólogo y necesitaba llegar puntual. Shane se estiró en la cama, desde que se había divorciado podría decirse que vivía mejor.
Su esposa no le quería a él y él no le quería a ella así que no le había molestado tanto. Pasó la media hora que le quedaba de sueño despierto, mirando la nieve por la ventana de su ático. Cuando sonó el despertador se duchó, desayunó y se vistió con unos de sus mejores trajes para ir al médico.
Cogió su Ferrari negro y partió hacia la consulta del Dr. Burton. El mejor médico de la ciudad para que le dijera que tal iba su hiperactividad. Padecía esa enfermedad y últimamente se sentía como si los antibióticos no le hicieran efecto. Aparcó en el parking que poseía la clínica y subió a la consulta.
Gracias a dios llevaba tanto tiempo en aquella ciudad y se la había recorrido tanto que la gente al verle no le decía nada a pesar de reconocerle como el hijo de Vince Mcmahon, el "gran" empresario de lucha libre. Y era algo que Shane agradecía.
- ¿Shane B. Mcmahon? - preguntó la enfermera
Shane dejó la revista que había empezado a leer y la dejó sobre la mesa para seguir a la enfermera, en realidad estaba algo nervioso.
- Hola Tim - saludó Shane pues ya le tenía confianza al médico
- Hola Shane, ¿qué tal? - preguntó el médico
- Bien supongo, hace tiempo que llevo notando que los antibióticos que tomo no me hacen efecto, o sea, me relajan pero no tanto como lo solían hacer... - explicó Shane
- A lo mejor necesitas algo más fuerte, como estás envejeciendo y eso... - explicó el Dr. - De todas maneras, para asegurarme te haré un escáner cerebral y un Test para ver que control tienes sobre tu enfermedad, ¿qué te parece? - dijo el doctor
- Me parece bien. - dijo Shane sonriendo
- Bien... Tómate esto, que anularán los efectos del antibiótico para que la prueba nos pueda ser más rentable. - dijo el médico
- ¿Será buena idea? - preguntó Shane haciéndolo y recordando que la última vez salió de la consulta y corrió 10 kilómetros seguidos en cuanto su médico se despistó y al final lo encontró la policía y el médico tuvo que ir a por el a comisaría
- No hay otra manera de hacer la prueba Shane... - susurró el médico
Shane suspiró, entró en una sala aparte donde se desvistió por completo y se puso una bata para poder hacerse el escáner.
- ¿Has tenido ataques de ira? - preguntó el médico mientras Shane se tumbaba en la mesa del escáner dejando que el médico le pusiera el suero que haría que su cerebro se iluminara
- No. - respondió Shane poniendo las manos sobre su vientre
- ¿Exceso de placer sexual o disminución del mismo? - preguntó de nuevo el doctor
- No. Me divorcié hace unos meses de mi mujer y desde entonces no he tocado a ninguna hembra. - explicó
- Pero, ¿has tenido erecciones con frecuencia?
- Como todo el mundo... ¿No? - preguntó Shane nervioso
- Supongo. - dijo el médico - Bien, parpadeas demasiado y no dejas de mirar a los lados y rotar los ojos. Por favor, intenta quedarte lo más quieto que puedas, te prometo que intentaré acabar enseguida.
- Vale, vale, vale, vale. - dijo Shane nervioso y apretándose los dedos
El médico se sentó en frente al ordenador y puso en marcha el escáner, sabía que debía acabar con ello en la mayor brevedad posible pues Shane con su TDAH no podría aguantar ni dos minutos así.
A pesar de ser adulto, Shane Mcmahon tenía los mismos síntomas que los que tienen los niños con esa enfermedad, además también de los síndromes adultos cosa que le provocaba tener menos control sobre sí mismo.
- ¿Falta mucho? - preguntó Shane con voz infantil
- No mucho Shane, no muevas la cabeza. - pidió preocupado
- Vale. - dijo Shane con la misma voz que antes
El médico miró los resultados de las pruebas no cuadraban con lo que el creía, necesitaría los Test para poder certificar lo que no creía posible.
- ¿Ya? - preguntó Shane en parte, desesperado
- Sí. - dijo el médico, sacó a Shane de allí y este se sentó con rapidez - Por favor, ¿me puedes dar mi medicación? - pidió Shane moviéndose
- Sabes que no puedo, que aún tengo que hacerte más pruebas. - le contestó el médico
- La necesito.
- Shane, se que la necesitas, soy tu médico y lo sé pero no puedo dártelas. Son 15 minutos...
- Eso es mucho tiempo... - dijo Shane balanceándose
- Ya verás que pasará rápido.
- Si usted lo dice... - dijo Shane mirando el techo nervioso
El médico cogió de la mano a Shane y lo sacó de la habitación para llevarlo a otra donde le harían varios tests. Sentó a Shane en una silla cómoda y pudo observar como este se retorcía en el asiento nervioso.
Salió de la habitación y miró a través del espejo que tenía esa habitación, solo quería comprobar cuanto tiempo tardaba Shane en levantarse y comenzar a caminar por la habitación.
Si tardaba más de cuatro minutos era bueno, si tardaba menos era malo. Y si tan solo tardaba un minuto en hacerlo, era muchísimo peor de lo que podía creer. Tardó eso. Un minuto justo en levantarse del asiento y comenzar a dar vueltas por la habitación. El médico suspiró preocupado y entró en de nuevo con un de cuentos infantiles en la mano.
- Has tardado mucho, demasiado en mi opinión. - dijo Shane al verle
- Solo he tardado un minuto. - dijo el médico
- Vaya... ¿Me siento? ¿Tengo que sentarme?
- Si por favor, hazlo.
Shane lo hizo y comenzó a mover el pie derecho.
- Bien Shane, escúchame. - pidió el médico y cuando Shane lo miró leyó dos frases del libro - "El lobo sopló y sopló intentando derribar la casa de paja. George, el hermano menor corrió a la casa de madera de su hermano mayor y la casa de paja se derrumbó" - leyó el médico
Shane miraba el techo mientras parpadeaba con estrés.
- Shane, repíteme lo que te he dicho por favor.
- Algo sobre un cerdo que se le caía la casa encima, ¿o era un oca? - dijo Shane haciendo espavientos con la mano izquierda
- No. Por favor, atiéndeme. - dijo el médico
Shane le miró durante 14 segundos y luego centró su vista de nuevo a su pie que se movía
"Pierde la atención demasiado deprisa." apuntó el médico en un cuaderno
- Toma Shane. - dijo cambiando a otro capítulo del libro - Lee esto
Shane cogió el libro y miró el principio del capítulo.
- "Caperucita era una niña que vestía..., fue a la casa de su abuela a... Se encontró a un cazador..." - dijo leyendo partes del texto
"No presta atención a lo que lee y quiere llegar al final del texto rápidamente, sin espera." apuntó nuevamente el médico en su cuaderno "Puede que la enfermedad haya pasado al punto más crítico." escribió subrayando esta última palabra.
- Vamos Shane. - dijo el médico sonriendo
- Me vas a dar la medicación, ¿sí verdad? - preguntó Shane al médico
- Claro, sí. Vamos a mi consulta, pero antes. Vístete. - pidió el médico
Shane se metió corriendo en la habitación donde tenía su ropa y sin cerrar la puerta, se quitó la bata y comenzó a vestirse con muchísima rapidez. El médico esperó en la consulta pensando en como podría explicarle a Shane lo que tenía que explicarle.
- Toma. - le dijo dándole los antibióticos a Shane
Este se los tomó y esperó nervioso a que le hicieran efecto. Poco a poco se fue relajando, se sentó y comenzó a mover el pie. Cuando dejó de hacerlo fue cuando el médico decidió hablar.
- Bien Shane, creo que no tengo buenas noticias... - empezó
- ¿He empeorado? - preguntó
- Sí. Y creo que has empeorado muchísimo. - reconoció el médico
- ¿Cómo...?
- Verás. La TDAH que padeces a empeorado respecto a como estabas el año pasado. Como puse en los informes hace un año tus periodos de espera eran mayores, podías aguantar sin medicación cinco minutos sentado antes de pasear tranquilamente por la habitación, hoy no has aguantado ni un minuto y además has paseado como un auténtico histérico por ella. Respecto al párrafo que te pido que memorices siempre me lo puedes contar pon encima y sin equivocarte. Y sobre el texto que de hago leer hace un año lo leías muy rápido pero lo leías entero. Hoy no has hecho eso, has ido saltándote párrafos sin nisiquiera poner atención a lo que decías... Tus tics nerviosos han aumentado y has tardado 3 minutos más que lo de costumbre para poder relajarte con la medicación. Tienes los mismos síntomas que un niño de cinco años, y los antibióticos no te hacen efecto por lo mismo. No deberías de tener esos síntomas así que no te hacen efecto para ellos. Y no puedes tomar los antibióticos infantiles porque no están hechos para tu peso. Y grandes dosis no serían buenas. Para lo único que te están sirviendo los antibióticos es pera controlar tu ira, tus impulsos sexuales y el que puedas tener una gran depresión. He de decir que tendrás más problemas en el trabajo a sí que yo que tu volvería a luchar para estar entretenido en algo he intentar controlarte así. Y tengo una mala noticia quedarte... Esta creo que es la peor…
- ¿Me voy a morir? – preguntó Shane sin apenas voz
