Esa mañana estaba Iroha en el laboratorio de la escuela como (casi) siempre estudiando química.
Tenía dos tubos de ensayo, uno con un líquido rosa y otro con un líquido azul. No sabía qué estaba mezclando. No leyó las propiedades de los químicos. Todo el mundo la rodeaba, excepto por Kaito, Len, Piko y el profesor. Ella tiene unos lentes de experimentación, guantes de látex y una bata blanca.
-Voy a mezclar estos componentes y haré un nuevo compuesto: El Irohanio!
Toda la gente la apoya gritándole "Hazlo, hazlo, hazlo, hazlo!".
. . .
BOOM!
Una explosión monumental. Sólo dejó rastros de quemaduras en la clase y no la destruyó como Iroha pensaba.
-Creo...que lo llamaré Explotonio...- Los tubos de ensayo se reducen a cenizas.- Auch...
El profesor salió sin intención de volver. Risas generales.
-Esta Iroha...nunca usa el razonamiento...lógico...- Piko se cuestionaba a si mismo intentando no morirse de la risa.
-Pero es súper chistosa! Me encanta!- Dijo Len.
Piko le dirigió una mirada reprobatoria.
-¿No eres un poco...menor, para ella?
-Vamos, Piko, admítelo, te gusta Iroha!- Le dijo Kaito con un poco de picardía y camaradería.
Si Piko hubiera tenido un refresco, lo hubiera escupido. Si hubiera comido una galleta, se habría atragantado. Si hubiera estado desequilibrado sobre la baranda de un barco, se caería al mar. Pero
sólo se limitó a gritar:
-¿QUÉ QUÉÉÉÉÉÉÉ?
Todos se dieron vuelta. Piko estaba rojísimo. Negó con la cabeza y se volvió a sentar, mientras los demás hablaban.
-Iroha NO me gusta!
-¿En serio? No se nota~
-Si, que suerte.
-¿No notaste el sarcasmo en las palabras de Kaito?
-Si, Len.
-Bueno, estos 3 puntos lideran la lista de por qué te gusta Iroha. Primero, el dia miércoles de la semana pasada...- Comenzó a enumerar Gakupo, quien recién llegaba de reirse un rato.
"Flashback, contado por Gakupo, despues de la escuela...
-Estos libros están muy pesados para mis brazos!- Iroha venía bajando las escaleras con unos libros que debía cuidar como presidenta de la clase. De repente dio un pequeño tropiezo y casi cae
de las escaleras.- Ah!
-Te tengo, Iro-chan!- Entonces viniste y le sujetaste un brazo y los libros cayeron al suelo.- ¿Estás bien? ¿No te torciste un pie ni nada?
-Estoy bien...gracias...- Iroha se sonrojó a más no poder y se agachó al segundo a recoger los libros.
-Yo te ayudo!- Te ofreciste y llevaste la mitad de los libros.- Te acompañaré a casa, ¿Si?
-Gracias, Piko!- Y los dos se fueron conversando."
-Eso no significa que me guste! Soy caballeroso con las chicas!
-Ejem...segundo punto...- Dijo Kaito.- El invierno pasado~
"Flashback, contado por Kaito, en invierno, casa de Iroha Nekomura...
Se oyeron unos golpes en la puerta de la habitación de Iroha.
-Adelante!
-Hola, Iro-chan.
-Ah, Piko-kun...
-Supe lo de tu resfrio y vine a cuidarte, me preocupabas...
-Gracias, de veras!"
-Bueno, era verdad que estaba preocupado por Iro!
-Y último punto...- Dijo Len.- El verano del año pasado...
"Flashback, contado por Len, verano, prado en las afueras de la ciudad...
-Esto es lo mejor!- Iroha reía y corría, vestida con un lindo vestido blanco, sin zapatos y sin el casco.
-Si, lo mejor!- Piko estaba sentado frente al lago, mirando sin un punto fijo a la distancia. Decidió levantarse y correr junto con Iroha. Le tomó las manos y empezaron a girar, riendo como niños. De repente, por un mal movimiento, Iroha cayó encima de Piko. Los dos quedaron lo suficientemente cerca como para que por un solo error surgiera un beso por la unión de sus labios. Se levantaron, enrojecidos a mas no poder, sin decirse nada."
-Eso fue solo un accidente!- Reclamó Piko.
-Hmm...- Kaito se quedó pensativo. Sonó el timbre de salida.
Iroha salió sola del edificio. Miki se acercó a ella a conversar y Lily la siguió.
-Hola, Iroha! Buen show el de hoy!- Dijeron las dos.
-Gracias! ¿Como están?
-Muertas de la risa! Gracias por aportar el chiste del dia, Iro!- Dijo Miki.
-Es mi especialidad, chicas! No me agradezcan!
-Bueno...nos vemos entonces!- Dijo Lily.
-Bueno...nos vemos, Bye Bye!
-Bye Bye!- Se despidieron las dos.
Piko iba tras Iroha. Tenía un mal presentimiento acerca de la pelirosa de ojos ambarinos.
De repente, dos hombres aparecieron en una esquina.
-Hola, niña.
-¿Eh?
-¿Quieres venir con nosotros?
-NO!
-Ven, gatita bonita...- Un hombre la agarró por debajo del pecho y otro por las piernas para evitar que escapara.
Iroha solo atinó a gritar.
-AYUDENME! POR FAVOR! AYU...!- Quien la agarró por debajo del pecho le tapó la boca, callando a Iroha.
La voz de Piko se hizo oír entonces.
-SUELTALA, DESGRACIADO MALDITO!
Se dirigió donde el hombre que la sujetaba por debajo del pecho y le golpeó las manos. Iroha mordió la mano que le tapaba la boca con unos colmillos en desarrollo que tenía.
-Cuidado, Iro, esto puede dolerte...- Piko pateó las manos de quien agarraba por las piernas a Iroha, provocando así un pequeño golpe en las piernas de Iroha. Luego la ojidorada pateó el rostro del hombre con el único pie que tenía libre.- Ven conmigo, Iro-chan!- La aludida se subió a la espalda de Piko, quien echó a correr apenas ella estuvo sobre su espalda. Cuando hubieron perdido a los hombres de vista, Piko bajó a Iroha.- ¿Estás bien?
-Si...gracias, Piko, gracias!- La chica se echó a llorar y abrazó a su salvador. Él correspondió el abrazo.
-¿No te robaron nada? ¿Estás bien?- Registró la mochila de Iroha y no había nada que faltara o nada fuera de lo común.
-Si...Piko...sentí el miedo de mi vida! Pensé que iban a violarme o a matarme!
-Calma, Iro, todo está bien...ya pasará...
-¿Puedo quedarme en tu casa hoy?
-Por supuesto...cálmate, nada puede dañarte si conmigo estás, pues prometo protegerte hoy y siempre.
-Gracias...Piko...Te debo la vida...
-No, no es nada...
Y así, los dos se fueron a casa de Piko a pasar la noche. El albino se preguntaba mil veces quién pudo haber sido tan cruel como para tratar de atacar a Iroha. No pudo pensar en ninguno de los profesores o sus compañeros de colegio. La duda resonó en él y en la mente de Iroha tambien.
¿Quien pudo haberla tratado de matar?
