Vida

Siempre le había costado, desde el comienzo de su profesión, dar tales noticias. Simplemente era una cuestión de ver como la vida de la otra persona se derrumbaba ante tus ojos, resquebrajada como un débil cristal, tras el susurro de aquellas vitales palabras. No. Pronosticar los suspiros que les quedaban a otros no era agradable, y él siempre habría cambiado su considerable sueldo e incluso su extensa sabiduría por no tener que hacerlo. Sin embargo, aquella tarde habría dado incluso su vida por no vivir aquella situación.

- Cáncer –repitió la mujer.

- S-si… -murmuró él, con la garganta seca, sintiendo que corroborar aquello era lo más semejante a un asesinato.

El silencio se hizo tan pesado como el plomo, incluso ambos tuvieron la sensación de tener los pulmones llenos de metal. El aire cansaba, incluso al respirarlo.

- No fue… detectado a tiempo…

Ella no contestó y el doctor se atrevió, por primera vez en todo aquel día, a mirarla a la cara. La mujer de cabello castaño y corto, común en las mujeres de su edad, mantenía la vista sobre ningún lugar, y en su rostro no había expresión alguna. Indiferencia. Quizá aún no lo asimilaba… él tampoco lo había conseguido, pese a saber los resultados de las pruebas desde hacía dos días.

- Se ha extendido muy rápido, ha sido como… como…

- Como un veneno –finalizó ella en un susurro.

Veneno. Sí. Había sido exactamente así, como el amor que aún él sentía por ella. Se había extendido por todo su ser, por toda su alma, camuflado bajo su piel, y con el paso de los años había infectado sus palabras, su día a día y hasta lo había llevado a hacer cosas que ni él mismo comprendía. Ninguno de los remedios que él había intentado ponerle había servido para nada. No había antídoto para el amor.

Así de sencillo.

Se trataba de una enfermedad vigente hasta el lecho de muerte. Su muerte.

- A… además… -continuó informando él, bajando nuevamente la cabeza- el tumor que en un principio estaba instalado en tu pecho se ha extendido hasta llegar a… a…

Sin embargo, no pudo continuar. Las palabras no querían salir, únicamente pujaban por bajar y arañar su garganta. Desgarrarla. Ella tampoco dijo nada más.

El susurro de las cortinas añadió a la situación una banda sonora tenue, suave como el algodón. Se contoneaban con la brisa que intentaba colarse por la ventana de la habitación del hospital, y parecían estar llena de vida. La vida que le faltaba a ella.

- Yo… -murmuró el doctor, mientras apretaba los puños con rabia- yo…

Ella lo miró, y él la enfrentó, contactando inmediatamente con aquellos ojos azules. Vacíos, pero hermosamente azules.

- ¡Yo no puedo evitar sentirme culpable, no estuve a tu lado cuando me necesitabas! –gritó el hombre, mientras su voz se quebraba con cada palabra- Cuando me necesitabas… cuando me necesitaste… ¡Yo no estuve ahí¡Y para cuando he querido ayudarte todo lo que sé no ha valido una mierda!

Estaba rompiendo el protocolo. Estaba echando a perder el código deontológico de su profesión y dándole una patada, pero aquello ya le daba lo mismo, y si tenía que gritar a su paciente, lo haría; y si tenía que llorar ante ella, como estaba haciendo en aquellos momentos, también lo haría.

Y tampoco dudaría en abrazarla.

- ¡Perdóname por dios, perdóname!

La mujer no se opuso a aquellos brazos. No comentó nada sobre aquellas lágrimas. Es más, se sentía agradecida, porque a ella no le quedaban más.

- Haibara… perdóname Ai…

Hacía tanto tiempo que no escuchaba aquel nombre, exactamente dieciocho años. Tanto había sufrido desde entonces, y tantas eran las cosas de las que se arrepentía en aquellos momentos…

Y mientras el doctor se desahogaba sobre su hombro, la mujer comenzó a recordar aquella mañana en la que, casi por casualidad, la vida de ambos se volvió a reencontrar en aquel mismo hospital…


Nota de la autora:

Aquí vuelvo yo con nuevo fic n.n! Es un regalo de cumpleaños para un gran amigo mio, Shinmei, quien adora a estos dos personajes. ¡¡¡Muchas felicidades!!!

Bueno, como habrán notado al acabar, la pareja es un tanto peculiar, pues no es una sobre la que se suela escribir (o por lo menos yo no he leido sobre ella xD)

Aún así espero que les den una oportunidad, me esforzaré mucho en hacerlo lo mejor posible, auque sé que me costará un poco más porque este fic transcurrirá con los personajes cuando ya son adultos (a ver que sale xDD).

¡Hasta la próxima!