~Solo, déjame amarte~

"Te conquistare como nadie lo hizo, te amare con la misma intensidad con la que amaste y no te heriré como lo hicieron muchos una vez…"

Blaine Anderson es dueño de una empresa muy exitosa, era un hombre bien parecido, con cabello rizado el cual no dejaba ver gracias a las cantidades de gel que se untaba diariamente, ojos color miel, que hechizarían a cualquiera, tez bronceada, cuerpo trabajado y una estatura algo pequeña, claro, eso no impedía que dicho chico robara suspiros.

Kurt Hummel es un diseñador que trabajaba en VOGUE una revista muy exitosa en Nueva York, a pesar de que dicen que los diseñadores a causa del estrés tienen un aspecto horrible, bueno, este no es el caso de Kurt, ya que, es un chico de piel blanca como la porcelana, unos ojos que se podrían decir, son el mismísimo cielo, cabello castaño muy bien moldeado, este chico roba miradas tanto de chicas como de chicos.

"Quien diría que dos personas tan diferentes se encontrarían una vez, quien diría que una persona con el corazón herido encontraría a alguien que lo quisiera reparar…"

Una mañana como otras en las calles infestadas de pies agitados hacia el trabajo, un chico de cabello rizado y uno de cabello castaño se tropezaron, el más bajo cayó al suelo con todo y su portafolios y el más alto rápidamente le ofreció su mano para ayudarlo pero el otro la rechazo, parándose solo y sacudiéndose su traje.

"Emm… yo, lo siento es que soy muy distraído me dejarías invitarte un café?" – pregunto muy preocupado el ojiazul.

"Ni siquiera se tu nombre y fíjate antes de caminar" – respondió furioso el ojimiel, todavía sacudiéndose.

"Oh! Que tonto! Lo siento! Me llamo Kurt, Kurt Hummel" – extendió su mano de nuevo.

"Blaine Anderson, y ya no te disculpes, me quitas más el tiempo, que te vaya bien" – camino volviendo a ignorar su mano.

"Pff uno queriendo ser amable y la gente siendo totalmente estúpida" – al terminar la frase Kurt emprendió de nuevo su camino.

Minutos después ya estaba en su trabajo, saludando a sus compañeros como cada mañana hasta que vio a su jefa, Isabelle una mujer muy bonita de pelo rubio y ojos azules hablando con su mejor amiga Mercedes una chica de tez morena y algo rellenita.

"Wow! Parece que alguien despertó con el pie izquierdo" – comento su amiga.

"Jaja cuéntanos que te paso Kurt, por que traes una cara de muerte?"

"Pues porque cuando venía para acá me tropecé con un tipo del horror! Le quise dar una mano para ayudarlo a levantarse y me ignoro, y cuando quise invitarlo a un café me dijo que no le quitara el tiempo y solo se fue! Dios!" – exclamo levantando los brazos.

"No te preocupes por él, tal vez solo estaba de mal humor, venga! Vayamos a trabajar" – le dijo Mercedes.

K&B K&B K&B K&B K&B K&B K&B

"Hey Blaine! Por qué más molesto que de costumbre?" – le pregunto Wes, su mejor amigo, es un chico de aspecto filipino con piel morena clara.

"Si Blaine cuéntanos!" – le dijo Jeff un chico rubio, el cual también era mejor amigo de Blaine.

"Lo que pasa es que un idiota tropezó conmigo cuando venía para acá! Y me quito parte de mi valioso tiempo!" – El ojimiel estaba casi gritando.

"Ok, tranquilo quieres? Tal vez lo hizo sin querer, te ofreció una disculpa?" – cuestiono de nuevo Wes.

"Si, pero eso no borra los minutos que me quito"

"Oye hermano, está bien, solo fue un accidente" – lo tranquilizo el rubio mientras le tocaba el hombro.

"Saben qué? Mejor empecemos a trabajar"

Y así cada uno se fue a su respectiva oficina a empezar su trabajo.

K&B K&B K&B K&B K&B K&B K&B

"Cuando dos almas necesitadas de amar se encuentran es imposible que no piensen una en la otra"

Ni Kurt , ni Blaine pudieron dormir esa noche, ya que aunque los dos se maldijeran mutuamente ese día, uno pensaba en unos ojos azules que apenas tuvo tiempo de ver y otro pensaba en unos ojos color miel que se tomó el tiempo de observar muy bien.

K&B K&B K&B K&B K&B K&B K&B

Ala mañana siguiente como por arte del destino, unos curiosos ojos azules y otros heridos ojos miel se volvieron a encontrar.

"Blaine! Hola!" – dijo un entusiasmado Kurt a un agitado Blaine.

"Ah, eres tu… cómo te llamas me dijiste?"

"Kurt Hummel, crees que ahora si me puedas aceptar mi mano cómo saludo?" – extendió su mano hacia el ojimiel y este la estrecho sin animo.

"Crees que puedas dejarme pasar ahora que ya te salude?" – hizo un ademan con su mano como diciendo que se quitara de su camino.

"No entiendo tu actitud sabes? Me dejarías invitarte de nuevo el café que te ofrecí ayer?"

"Si con eso hago que me dejes en paz, entonces sí, vamos"

Blaine seguía a Kurt, sabe Dios a donde lo llevaría este chico insoportable.

"Ok, llegamos, tal vez no sea una cafetería muy lujosa como imagino sueles visitar, pero venden un buen café, pasa" – le dijo mientras le abría la puerta.

"No era necesario que la abrieras por mí, y que te hace pensar que yo voy a cafeterías lujosas?" – cuestiono levantando una ceja.

"El comienzo, es difícil, siempre es así, pero ya verás que poco a poco, haré que te enamores de mi"


Ya se que aun no he terminado mi otro fic pero dicen que si te llega una idea debes hacerla asi que aquí les traigo una mini historia como la que hice hace un tiempo & espero la disfruten :D

besos

~Miichy