Viendo desde un punto lejano lo que sucedía en el escenario, su concentración fue interrumpida por el sonar de su celular, le sacó de la bolsa y en seguida contestó.
-¿Si?- preguntó interrogante
-Kuro, hazme un favor- una voz femenina se oía a través del móvil.
-¿Ayana eres tu?-
-Si, soy yo- respondió secamente la joven.
-Dime ¿En qué te puedo ayudar?-
-¿Aún eres amigo del jefe de departamento de policías?-
-Si claro- respondió desconcertado.
-¿Podrías explicarle quie es el culpable de la lamentable pérdida de memoria de Tetsu?- preguntó maliciosa.
-Claro que sí, todo sea por ti-
-Gracias, Adiós-
Colgó la chica sin esperar la respuesta de Kuro, quien a su vez también había colgado para llamar al susodicho, quien a la brevedad envió varias unidades al lugar que le indicó su amigo, todos los conductores de estas con un solo objetivo: arrestar al culpable.
Se separaron por segunda vez para tomar un respiro.
-Besáme otra vez Tet-chan- le pidió Hyde.
El bajista hizo caso a su amante, se acercó lentamente a sus labios, disfrutando de cada roce entre ellos, fundiéndose en un delicado pero apasionado beso segundos después, la imagen presenciada por todos los que se encontraban frente al escenario, les parecía escandalizante, nadie sabía como reaccionar, si tomar a bien o a mal la situación, no sabían si sorprenderse, alegrarse o asustarse, la mezcla de sentimientos les mantenía inmóviles, con una mueca inexpresiva en el rostro, fueron instantes después, cuando un sentimiento en común invadió la mente y corazón de todos, el desconcierto se apoderó de ellos, al ver como uno de sus ídolos era separado del amor de su vida, dos oficiales de policía le habían tomado por los brazos a Hyde, intentaban colocar unas esposas en las muñecas del mismo, lo cual no les era del todo sencillo, los forcejeos del vocalista eran enérgicos, aún cuando este era de estatura pequeña, sabía defenderse a la perfección, las clases de Kung-fu que su padre le había hecho tomar servían de algo ahora.
-Tet-chan- gritaba Hyde desgarradoramente, mientras forcejeaba para quitarse de encima al uniformado, que le mantenía tomado por los brazos –Tet-chan no dejes que me lleven, Tet-chan ayúdame- le suplicaba a gritos al ser arrastrado fuera del escenario.
-Suéltenlo, malditos, suéltenlo de una buena vez- Les gritaba el bajista, pero sus súplicas eran en vano, los oficiales no pensaban soltar a Hyde –déjenlo en paz- se encontraba a punto de correr hacia su amante, cuando fuer detenido por otro par de policías –suéltenme idiotas, les digo que me suelten ¿Por qué hacen todo est?- preguntaba furioso, agitando fuertemente los brazos.
-Porque es lo correcto- respondió uno de los uniformados.
-¿Qué tiene de correcto? ¿Qué ha hecho el, como para que le hagan esto?- interrogaba furioso.
-Me parece increíble que defiendas a ese hombre, personas como el no deberían existir-
-No le permito que hable a si de él, usted no sabe como es él- le gritó fulminándole con la mirada.
-No necesito conocerlo, me basta con saber que estuvo a punto de asesinarle para saber el tipo de persona que es Hyde- respondío un tercer uniformado que entraba por la puerta.
-¿De qué me están hablando? El no ha intentado tal cosa, el nunca me mataría- defendía fieramente a Hyde –suéltenme ya- gritaba desesperado.
Fuera del Tokyo Dome, Hyde era empujado dentro de una de las unidades de patrullaje, perteneciente a la pareja de policías que le había arrestado.
-Pero... ¿Por qué me hacen esto? ¿Por qué? Tengo derecho a saber el porque- preguntó a punto de llorar de desesperación.
-¿Cómo te atreves a preguntarlo?- le preguntó con desprecio el oficial más alto, quien le metía bruscamente dentro del auto –Estuviste a punto de asesinar al hombre que besabas hacía unos momentos, vaya que eres sínico- le reprochó.
-Yo... yo no hice eso- titubeaba.
-Eso dícelo al Jue- le ordenó la pareja del alto.
Al terminar de hablar, el hombre cerró la puerta del auto, azotándola fuertemente, tomó su lugar al mando del volante, encenció el auto y comenzó a conducir con dirección al departamento de policías-
Ken y Yukki llegaron al Tokyo Dome, justo a tiempo para presenciar en carne propia el arresto de Hyde.
-Ken ¿Qué sucede?- preguntó Yukki atónito.
-Arrestaron a Hyde- Tetsu llegó corriendo a responder a Yukki, llegaba por las espaldas de estos, en quienes apoyó cada una de sus manos al terminar su recorrido. -¿Dónde estaban?- preguntó casi sin aliento.
-Tet-chan, Hola ¿Cómo estás?- preguntó Ken.
-Hola Tet-chan ¿Tet-chan? ¿Tú no estabas muerto? ¡Ken-chan un fantasma sálvame!- gritó Yukki saltando a los brazos del guitarrista.
-Ningún fantasma, estoy vivo ¿Qué no lo ves? Además deberías dejar de preocuparte de si soy un fantasma o no, a Hyde lo arrestaron por ser culpable de mi supuesta muerte, que alguien me explique eso- reprendió a sus amigos.
-Ken-chan ah... Ken-chan…- gemía Yukki.
-Tu pedazo de guitarrista pervertido deja de besar y meterle mano a Yukki y comienza a explicarme ¿Dónde estaban mientras mi novio fue arrestado?- exigió Tetsu.
-Estab...-
-Estábamos persiguiendo un ratón- se adelantó a responder Yukki, antes de que Ken abriera la boca cerrándola poniendo su mano encima.
-¿Si como no?, a mi me parece que Jugaban al gato y el ratón-
-No, no como crees- dijo Yukki con inocencia.
-Bueno en dado caso me da igual, ¿Ken?- llamó al guitarrista dirigiéndole una mirada seria.
-¿Si Tet-chan?- preguntó este soltando a Yukki para dejarlo de pie frente a el.
-¿Por qué todos creen que estoy muerto? ¿Por qué dicen que Hyde quizo asesinarme?- preguntó cabizbajo.
-Pues verás, es una historia larga-
-No importa quiero saber, comienza a explicar- le ordenó Tetsu.
-Todo empezó el día que viajarías de Japón a China, sufriste un accidente y digamos que el culpable fue Hyde, pero el no recuerda nada de eso-
-¿Cómo que no lo recuerda? ¿Por qué no lo recuerda? Es imposible que no lo recuerde, si me violó la noche anterior, con el pretexto de hacerme recordar nuestra relación- explicó Tetsu.
-¿Te violó?- preguntó Yukki sorprendido.
-S... si- respondió Titubeante comenzando a sonrojarse –pero ese no es el punto, explícame a que te refieres con que no recuerda nada-
-Bueno después del incidente, Hyde quedó un poco traumado...
-¿Un poco?- preguntó Yukki sarcástico –Pero si parecía loco-
-Cállate Yukki- le ordenó Ken – Bueno la cuestión es que estaba mal a nivel mental, después de creer que el te había matado, la noche anterior a la de tu viaje, el soñó que tu avión se estrellaría, te pidió que no abordaras, pero no hiciste caso, al sentir que su sueño era una premonición, hizo lo imposible por detener tu vuelo, así que pagó a una de las jóvenes que trabajaban en control de vuelo para que ordenara un aterrizaje forzoso, cuando el capitán del avión perdió el control de ese aterrizaje, el avión explotó, fue entonces cuando creyó que te había matado. Tiempo después de ello, su locura había crecido, casi no comía, tampoco dormía lo suficiente, estuvo apunto de perder la vida en varias ocasiones, por suerte para él, Gackt estaba siempre pendiente de sus acciones y lo salvó en todas y cada unas de esas veces. En ese tiempo Gackt le ofreció su amor, apoyo, protección y cariño, Hyde veía en él un sustituto de ti, pero eso no evitó que siguiera con sus intentos de suicidarse, Gackt ya harto de ello, decidió llevarlo con un amigo suyo llamado Jun, él es psicólogo, le pidió que le diera una extraña terapia de hipnosis, el amigo de Gackt aceptó y Hyde empezó a tomar estas terapias, a petición de Gackt, Jun borró la mayoría de los recuerdos de Hyde a través de esa hipnosis, no dudo que por su mente hubiera cruzado el borrarte de su mente pero supongo que no se atrevió a pedir que te quitaran de su memoria, después de todo Gackt sabe que eres una persona demasiado importante para Hyde y que eres parte de su vida, por lo que Hyde recuerda que sufriste un accidente en el avión, mientras el estaba comiendo en el restaurante "Evergreen" con Gackt, por eso te dedicó la canción de "Evergreen", porque fue en ese lugar en el que se supone se enteró de tu accidente, después de olvidarse de aquel sueño que consideró una premonición y por el cual tu estabas supuestamente muerto, su vida volvió a ser tranquila, eso no evitaba el que se sintiera triste ante el hecho de haberte perdido en un accidente de avión, Gackt continuó a su lado e hicieron un viaje juntos a través de Japón, cuando me enteré de que habían regresado fui a buscar a Hyde, pero ya era demasiado tarde, él ya se había ido a inglaterra para comenzar las grabaciones de su Disco, yo quería hablar con el acerca de L'Arc~En~Ciel, le hablaría de la desintegración del grupo, visité el lugar donde Gackt ensayaba, pero al decirme que no se encontraba le pedí un favor, que en cuanto Hyde volviera a Japón me avisara, ese mismo día, yo debía atender algunos asuntos relacionados a S.O.A.P, caminando por el lugar donde trataría los asuntos, me encontré con Hana, me dijo algo de ti que no logré entender del todo por lo que le pedí me explicara, fue cuando ella me dijo que estabas vivo, que estabas con Ayana, pero que nadie se podía enterar, así que me prohibió hablar sobre el tema con cualquiera, sólo le podía decir a Hyde, así que así lo hice, justamente en el primer encuentro con él, le expliqué lo que sucedía y de ahí en adelante tu eres parte de esa historia, así que no necesito explicar más- terminó jalando un poco de aire y soltando después de ello un gran suspiro.
-Lo ves, lo ves, a Hyde lo quieres más que a mi, a el si le dijiste y a mi no, que desconsiderado- le reclamó Yukki cruzándose de brazos y dándose media vuelta en dirección opuesta a Ken.
-Yukki no empieces, fue por órdenes de Hana-
-¿Ahora eres el perro de esa mocosa o que? Porque como para seguir sus órdenes...- continuó con sus reprimendas.
-Yukki no es eso, ven aquí amor mío, no te enojes, a ver ¿Quién te quiere, quien te quiere?- le preguntaba meloso, abrazándolo por la cintura y acercándolo a el.
-Ken- le nombró melosamente y se dio media vuelta para quedar de frente al guitarrista.
-Yukki-
-Ken-
-Yukki-
-¡Tetsu!- gritó al sentir como le habían propinado un fuerte golpe en la cabeza.
-¿Cómo que Tetsu?, primero Hyde, luego Hana y ahora también Tetsu, no me hables Ken-
-No, Yukki espera- le rogaba Ken mientras veía a su amado alejarse de él.
-¡Déjense de juegos y vámonos ya!- les gritó energicamente Tetsu.
-Si Tet-chan- respondieron los dos al unísono.
Sus dos compañeros le siguieron fielmente hasta el auto de Ken.
-¿Por qué en mi auto?-
-Porque eres el único que tiene auto en este momento déjate de quejas y conduce- ordenó el bajista.
-Si Tet-chan- respondió Ken resignado.
Encendió el auto y comenzó a conducir con dirección a la estación de policías que le había indicado Tetsu.
Cuando sus derechos le habían sido leídos, uno de los oficiales le empujó dentro de una habíatación completamente cerrada, sin embargo lo que parecía ser un espejo por dentro y una ventana por el exterior se encontraba en una de las paredes más grandes.
Un hombre de tez blanca, cabello corto de color negro, vestido con una camisa blanca, pantalones de vestir y zapatos negros, le esperaba dentro, de pie recargado en la pared que hacía frente a la entrada.
-Tome asiento por favor- le invitó a sentarse, haciendo un además con su mano para indicar el lugar que tomaría.
-Gracias- respondió el vocal.
-Soy el Detective Uchimura- se presentó seriamente.
-Mucho gusto soy Hide...-
-Se quien es usted, no hace falta decirlo, lo que si deberá decirme es el porque de que lo haya hecho- le preguntó con una fría mirada.
-¿Hacer qué?- preguntó el vocalista.
-No juegue conmigo, hablo del hecho de intentar asesinar a Ogawa Tetsuya-
-Yo no hice tal cosa- se defendió de inmediato.
-Claro que si-
-No, es mentira, yo no intentaría hacerle daño a la persona que más amo en este mundo-
-Exijo la verdad señor Takarai, negando los hechos sólo provoca que el proceso se prolongue-
-Pero es la verdad, yo no hice nada-
-Tenemos fundamentos- Levantó la voz y dio un golpe sobre la mesa con el puño cerrado.
-¿Cómo puede tener fundamentos de algo que nunca sucedió?-
-No me cuestione a mi Señor Takarai, el que hace las preguntas aquí soy yo, no tengo que darle razones- le respondió prepotente.
-Lo ve no tiene pruebas con las que pueda basarse, por eso no las expone ante mi-
-Tenemos testigos si es lo que le interesa saber, confiese de una vez- levantó aún más la voz, levantó la mano y golpeó el rosto del vocalista.
-No tengo nada que confesar, soy inocente- respondió este conteniendo las ganas de golpear al detective o la situación se tornaría aún peor.
-Diga la verdad de una vez- levantó la mano nuevamente, estaba dispuesto a golpear de nuevo a Hyde pero su mano fue detenida por una mano que le era desconocida.
-Si le toca una sóla vez más, no responderé por mis actos y le demandaré por abuso de autoridad ¿Me entendió?-
-Pero si es la manzana de la discordía- le miró de abaho hacía arriba con indiferencia -¿Cómo puede defender a su agresor de esa forma?- preguntó indignado.
-Él no me ha hecho nada, el no podría agredir ni a una mosca-
-El amor entre ustedes debe ser mucho como para que le defienda de ese modo-
-Eso es algo que a usted no le interesa- respondió cortante-
-Tal vez no o tal vez si, eso usted no lo sabe-
-Imbécil- le dijo con desprecio –Libérelo de una vez o de lo contrario...-
-¿O de lo contrario que? A mi no me manda señor Ogawa, además este hombre es culpable- le apuntó con un dedo al vocalista.
-Inocente hasta demostrar lo contrario- Le defendió Tetsu.
-No hay nada que demostrar, las cartas ya están sobre la mesa y han sido jugadas-
-Aún falta mi jugada, exijo que esto se lleve a Juicio-
-Como usted quiera, de todos modos lo perderá, pero el se quedará bajo arresto domiciliario- ordenó aún alpuntando al culpable.
-Se queda en mi casa entonces-
-Haga lo que quiera- le respondió girándose sobre su eje para darle la espalda a Tetsu.
-Hyde amor vámonos- caminó hacia su amante, le tomó de la mano para conducirle hasta la salida sin soltarle.
-Si Tet-chan- respondió con la cabeza baja y las mejillas un poco sonrojadas -¿Tet-chan?- le llamó Hyde.
-¿Si?-
-¿Trajiste tu auto?-
-No-
-¿Entonces como nos iremos de aquí?- preguntó el pelilargo.
-No te preocupes por eso, Ken y Yukki esperan afuera en el auto-
-Que bien- dijo cabizbajo.
-Ah ken ah- se podía oír la voz de Yukki a unos cuantos metros del auto.
-Yukki estás tan tenso, yo te lo quitaré- se escuchó la respuesta de Ken.
-Ken tus manos son tan maravillosas-
Hyde y Tetsu quedaron pasmados ante lo escuchado, Tetsu preiendo lo que encontraría al abrir la puerta, cerró los ojos antes de hacerlo, tomó la manija y le jaló para abrir la puerta del auto.
-Dejen de hacer...- comenzó a reprender sin si quiera mirar a sus amigos.
-¿Dejar de hacer que?- preguntó Ken, quien masajeaba los delicados hombros de Yukki.
-No, nada sólo vámonos- suspiró aliviado al no encontrar lo que creía que encontraría.
Ken obedeció enseguida y tomó el control del volante una vez más, encendió el auto y le echó a andar.
-¿A dónde los llevo?- preguntó Ken mirando al decaído Hyde.
-A casa de Tet-chan- respondió desganado el vocalista.
-Picarones ¿Qué harán?- preguntó con tono malicioso.
-No haremos nada, estoy bajo arresto domiciliario y me quedaré en casa de Tet-chan- respondió Hyde aún más decaído que antes.
-¿Qué?- se exaltó el guitarrista.
-Que estoy...-
-Si escuché pero... ¿Por qué?-
-Porque soy culpable-
-Entonces Tetsu ya te dijo-
-¿Decirme que Ken-chan?- preguntó con duda el vocal.
-Pues que...- Ken sentía la mirada de Tetsu fulminándole desde el asiento trasero –Nada-
-Ken dime, quiero que me digas- exigía berrinchudo.
-Está bien- Los músculos faciales de Tetsu se tensaron por completo al escuchar esas palabras de Ken –Que Tetsu ya te dijo todo y quiere llearte a su casa para acostarse de nuevo contigo, ¡Ay!- se quejó al sentir un golpe propinado por el puño del bajista.
-Idiota- le dijo su líder.
Tetsu suspiró por lo bajo aliiado de que Ken no hubiera arruinado todo.
Después de aquella por poco revelada verdad por parte del guitarrista, todos continuaron callados, hundidos en un profundo e incómodo silencio, ni si quiera Ken, quien hablaba hasta por los codos y hacía que los momentos más frustantes se convirtieran en los más divertidos, pronunciaba palabra alguna, aquel silencio no tardó mucho en ser interrumpido.
-Ken detente- gritó Tetsu asustando al guitarrista.
-¿Qué sucede?- preguntó Ken estacionando el auto a las orillas de una de las aceras con un brusco mavimiento.
-Lo que sucede es que recordé que primero debemos ir a casa de Hyde por su ropa y algunos objetos personales- explicó el líder.
-Viviendo bajo tu mismo techo no creo que le sea muy necesaria su ropa y obje... ¡Ay!- se quejó al recibir un golpe por parte de su líder.
-Imbécil, yo no soy un adicto sexual como para vivírmela metido en la cama con Hyde, como tu comprenderás-
-Pero sólo lo hemos hecho una vez- se defendió el guitarrista.
-Si claro- dijo Tetsu con sarcasmo.
-Bueno... no pero... estoy seguro que ustedes lo han hecho más veces- les acusó en seguida.
-Eso es algo que a ti no te importa, tu sólo maneja-
-Si jéfe- obedecío Ken derrotado.
Ken encendió alto, dio vuelta en dirección a la casa de Hyde y condujo tranquilamente hacia la misma.
-Bien llegamos- avisó el guitarrista deteniendo el auto.
-Vamos Hyde, hay ke ir por tus cosas- le dijo el bajista.
-hm- asintío moviendo afirmativamente su cabeza.
Los dos bajaron del auto, entraron al conjunto departamental, esperaron al elevador y subieron hasta el hogar del vocalista. Ya dentro del departamento, Tetsu sacó dos valijas del armario de Hyde, comenzó a llenarlas con ropa doblada adecuadamente, mientras Hyde sólo observaba con nostalgia su hogar, sería la última vez que estaría ahí hasta que el proceso de su juicio se acabara y fuera declarado inocente, en su defecto de ser declarado culpable, pasarían años antes de volver a poner un pie ahí, por lo que quería grabar en su memoria hasta el más mínimo detalle de su hogar.
-Ya empaqué tus cosas Doiha-chan- le indicó Tetsu.
-Hm- asintió una vez más con la cabeza.
-No te quiero ver así- le dijo dejando las maletas sobre la cama.
-Pero Tet-chan...- intentó hablar sin conseguirlo.
-Nada de pero Tet-chan, todo saldrá bien, ya verás- le expuso tomándolo por la barbilla y terminando su frase con un beso, le rodeaba con su brazo por la cintura, pegándolo a su pecho –Confía en mi- le dijo con la mirada más tierna y consoladora que podría habitar en el rostro del bajista.
-Está bien Tet-chan- le dijo regalándole una fingida sonrisa en sus labios.
Salieron del departamento con dirección al auto de Ken.
-¿Ken-chan me prestas las llaves para abrir el portaequipajes por favor?- preguntó Hyde acercándose a la ventanilla de Ken.
-Si claro- respondió Ken, tomando las llaves y entregándoselas a Hyde a través de la ventanilla.
-Gracias Ken-chan- Terminó de hablar y se dirigió a la parte trasera del auto para abrir el portaequipajes.
-Yo meteré las maletas Doiha-chan, sube al auto- le ordenó Tetsu.
-Hai- acató Hyde. –Toma tus llaves Ken-chan- le dijo Hyde, entregándole el llavero al guitarrista, mientras cerraba la puerta del auto.
-Gracias Hyde- Tomó las llaves y volvió su vista al frente.
-Listo, vámonos ya Ken-chan- indicó Tetsu cerrando la puerta trasera del auto.
-Si- obedeció Ken, encendió el auto y comenzó a conducir. -¿Saben? Esta situación me hace pensar en algo gracioso- comentó Ken.
-¿Ah si, en que?- preguntó Hyde curioso.
-Pues como explicarlo... un chiste tal vez lo explicaría todo; Tetsu y Tú iban de vacaciones en el automóvil junto con Megumi, Megumi gritaba, gritaba y gritaba. Tan insoportables eran sus gritos que sufrías para conducir y se estaba poniendo muy nervios, así que detuvo el auto; se baja; abre el maletero y le dice a Megumi:
"¡Está bien Megumi, ven adelante y sientate con nosotros!"
Hyde no pudo evitar reír, Ken se sentía feliz de haber arrancado aquella sonrisa del rostro de Hyde, le era difícil soportar el ver así a su amigo.
-Espera, espera, tengo otro; En un carro iban Megumi y tu pero iban peleados, al pasar frente a una granja Megumi vio unos cochinitos y te preguntó:
¿Familiares tuyos?
Y tu contestaste:
¡Sí, mis suegros!
-Ken... son muy bue...nos- comentó entrecortadamente debido a la risa
Asi, durante el resto del camino, Hyde ciontinuó riendo ante las espontáneas ocurrencias de Ken, Tetsu sonreía feliz al ver que Hyde ya no pensaba en las malas cosas de aquel día.
Ya había oscurecido y los cuatro integrantes de L'Arc~En~Ciel no lo habían notado, habían perdido la noción del tiempo, después de haber pasado la tarde lideando con policías, recoger las pertenencias de Hyde, entre otras cosas.
-Bien por fín llegamos- dijo Tetsu con tono de triunfo. –Despierta Hyde- le llamaba a su tierno vocalista, quien se encontraba dormido con la cabeza sobre sus piernas. –Hyde amor, despierta, hemos llegado- le avisó Tetsu susurrándole cerca del oído.
-¿Nani?- preguntó Hyde un poco adormilado.
-Hemos llegado levántate-
-Hai- Afirmó Hyde con un bostezo al final.
Ken bajó del auto, abrió el maletero y sacó las maletas de Hyde mientras el último y su pareja salían del vehículo.
-Aquí tienen- les entregó Ken las maletas a sus dos amigos.
-Gracias Ken-chan- le dijo Tetsu, tomándo las dos maletas.
-Hasta luego- se despidió de sus dos amigos y entró al auto para conducir hasta su hogar junto con Yukki.
-Entremos Hyde-
-Si claro, ¿Te ayudo?- preguntó Hyde haciendo un además para que le entregara una de las valijas.
-No, puedo solo, gracias- Rechazó la oferta gentilmente. –Vamos adentro-
-Si vamos- tomó las llaves del bolsillo de Tetsu y se acercó hasta la puerta de su hogar para abrirla.
Entraron, Tetsu indicó a Hyde que subiera hasta su cuarto para ayudar a instalarse.
Aún dentro del auto, acompañado por Yukki, Ken seguía conduciendo hasta su casa.
-¿Te llevo hasta tu casa Yukki?-
-En realidad pensaba que podría quedarme en la tuya ¿Si no te molesta claro?-
-No, en absoluto- respondió Ken.
Concentró su atención una vez en el camino hasta llegar a su hogar.
Casi una hora después llegaron por fín a su destino, Ken estacionó el auto y le apago.
-Bajemos ya, aquí es, estoy muy cansado- comentaba mientras caminaba hacia la puerta y abrirla.
-¿Tan cansado como para dormirte?- preguntó Yukki con un tono poco común en el.
-Si supongo- respondió Ken, quien había abierto la puerta por completo, hizo pasar a Yukki y después pasó él.
-Ya veo ¿Eso significa que no haremos nada hoy?- preguntó seductoramente, mientras se abrazaba a la espalda de Ken, pegando su cabeza contra la espalda del guitarrista.
-Yu...Yukki- le nombraba Ken nervioso.
-¿Si?- preguntaba haciendo cada vez su tono de voz más seductor.
-¿Qué haces?-
-Nada, sólo creí que no estarías tan cansado como para jugar un rato- le provocaba con palabras y caricias por debajo de su camisa.
-Yu... yukki-
Ken no se contuvo más, se giró para quedar de frente a Yukki, le tomó por la cintura, besó aquellos labios que tanto le gustaban, caminaba hacia el frente llevando consigo al baterista, le posicionó contra la pared, se separó un momento de él para tomar sus piernas y hacer que rodearan sus caderas, le presionó más contra la pared, para que Yukki pudiera sentir la excitación de Ken. Besaba su cuello, le marcaba, esa piel era demasiada tentación para Ken, ningún cansancio iba a impedir que disfrutara de ese cuerpo.
-Ah…- Yukki gimió cerca del oído de Ken, provocando que el guitarrista se excitara aún más.
Por su parte, Ken comenzaba a desabotonar la camisa del baterista, mientras le mantenía preso contra la pared, moviendo ligeramente sus caderas para hacer gemir a Yukki, esos gemidos eran como palabras celestiales para alguien tan pervertido como el guitarrista. Yukki dejaba al descubierto aquel cuello que tanto le excitaba a Ken, dejaba que le besara, mordiera, disfrutaba tanto de aquellos momentos.
-Vamos a la habita…ción Ken- le propuso Yukki.
-Está bien sube, en un momento te alcanza- le respondió Ken, bajando delicadamente las piernas de yukki para que este no cayera al ser soltado por el más alto.
-Ken-chan- reclamó el rubio haciendo un puchero con sus labios.
-Anda, no seas berrinchudo, ya verás que te va a gustar el que me haya tardado- le espetó el guitarrista.
-Si tu lo dices- respondió sin animo.
Ken veía como su amante se dirigía hacia la habitación, al desaparecer de su vista, entró a la cocina y comenzó a buscar en la alacena lo que necesitaba.
-Veamos ¿Dónde lo puse?- se preguntaba así mismo abriendo y cerrando las diferentes puertas de los compartimentos del mueble -¡Aquí está!- exclamó con aires de triunfo. Corrió hasta su habitación, donde Yukki le esperaba recostado sobre la cama, con los brazos detrás de la cabeza, las piernas colgando por la parte delantera de la cama y la camisa semiabierta. –He llegado amor- le avisó con un tono de voz seductor, tenía las manos detrás de la espalda ocultando algo.
-¿Qué traes ahí?- preguntó Yukki.
-Nada-
-Dime que es- exigió el rubio.
-Nada de verdad, es un sorpresa, después te la mostraré, cierra los ojos mientras la dejo junto a la cama-
Yukki obedeció y cerró los ojos, segundos después sentía como algo o alguien, se posicionaba sobre sus caderas, apretándole con su pecho contra la cama, abrió los ojos, Ken ya le tenía aprisionado de nuevo, le rodeo por el cuello para acercarlo hacia él, le besó tiernamente en el cuello, mientras el guitarrista le terminaba de desabotonar la camisa para quitársela. Habiéndose desecho de la prenda superior, comenzó a besar el pecho del baterista bajando lentamente hasta su abdomen, llegó a su ombligo, jugó con su lengua dentro de él, bajó un poco mas hasta los pantalones del rubio, bajó el cierre con los dientes y desabotonó con sus manos, Yukki levantó un poco las caderas para que Ken pudiera sacar la estorbosa prenda, lo siguiente sería quitar la ropa interior, pero aún no lo haría, quería que ese momento transcurriera lento, quería que durara aún más que las veces pasadas, se concentró en besar a su amante mientras se quitaba el mismo la ropa, quedando así en las mismas condiciones que el rubio, únicamente en ropa interior, besaba la entrepierna de Yukki aún por encima de la roba, besos tiernos que hacían que el baterista gimiera sonoramente, le encantaba oír esa voz excitada de Yukki, era su droga.
Empezó a quitar la ropa interior de Yukki, quien se aferraba fuertemente a la cama debido a la excitación, Ken estiró un brazo fuera de la cama recogiendo aquella sorpresa que le tenía preparada al rubio, una botella de jarabe de chocolate ¿Qué tipo de sorpresa era esa? Se preguntaba el baterista, pronto su pregunta fue contestada, Ken vertió un poco del jarabe en sus dedos, le esparció por sus labios y comenzó a besar los ajenos, la combinación del chocolate con los labios de ambos era una combinación exquisita para los dos, se separó lentamente del rostro del rubio, vertió un poco más del jarabe sobre el cuerpo de su amante, formando un camino desde pecho del baterista hasta su entrepierna, lamió el chocolate hasta el lugar deseado, tomó la entrepierna de Yukki, la bañó con chocolate, lamió la punta lentamente, saboreando el dulce sabor que le ofrecía el dulce, le metía y le sacaba de su boca, le rozaba suavemente con los dientes, saboreando el chocolate que le cubría.
-Ah… Ken… Ah… estoy a punto de…-
Yukki no pudo terminar su frase antes de que sucediera lo que preveía, se vino dentro de la boca de Ken, aferrándose fuertemente a las sábanas, arqueando la espalda de placer y respirando entre cortadamente, Ken saboreaba dentro de su boca el chocolate mezclado con la esencia de Yukki, era doblemente delicioso, lo tragó y se acercó nuevamente a Yukki para besarle, repasaba con su lengua los finos labios del rubio, les disfrutaba, metió su lengua en la boca del mismo, exploraba hasta el último rincón de la cavidad bucal, se separó para tomar un respiro, besó su cuello una vez más, bajó por su pecho, por su abdomen, besaba tiernamente la piel del baterista, haciendo que se estremeciera de placer, sentía los escalofríos del cuerpo de Yukki, podía sentir como le hacía vibrar, se sacó la ropa interior, se acercó a las caderas de más bajo, le abrió las piernas e hizo que las colocara alrededor de sus caderas, entró lentamente en el cuerpo del rubio, con un movimiento lento pero firme, comenzó a moverse lentamente, no tenía un ritmo constante, hasta minutos después, comenzó a moverse más rápida mente, constante y preciso, sentía como las uñas de Yukki se enterraban en su espalda, como le rasguñaba al sentir sus movimientos, el rubio se pegó más al cuerpo del guitarrista, acercó su boca hasta su cuello, le comenzó a besar tiernamente, eran besos suaves, besos de amor.
-Ah…Ah…- Ken gemía al presentir que se vendría en unos momentos dentro de Yukki.
-Ken-chan… te… te… amo- le dijo entrecortadamente el rubio.
-Yo… también… te… ah… amo- correspondió el más alto.
Detuvo por un momento sus movimientos para relajarse, quería que el momento durara más, sólo un poco más, un puchero en el rostro de Yukki se hizo presente, Ken le compensó con dulces besos en los labios, jugaban entrelazando sus lenguas, disfrutaban tanto el uno del otro. Cuando Ken se sintió apto para continuar, comenzó a moverse rápida y rítmicamente hasta llegar al momento del clímax, se vino dentro del cuerpo de su amante, salió lentamente de él disfrutando cada roce de piel entre ambos, se colocó a un lado de él, Yukki le dio la espalda y Ken le abrazó rodeándole por la cintura para continuar besando la delicada piel del baterista.
