Hola! :D este es mi primer fic de este fandom, espero que les guste :3 en serio, a mí me gustó...so, there.
Esto es slash, BL, Shonen-ai MxM, les aviso ahora, porque no lo haré de nuevo. Entendido?
No me pertenecen ninguno de estos personajes y bla bla.
Disfruten. :)
Empieza
Todo comenzó en quito grado. Era el primer día de primavera, y la profesora Ashley les había pedido un informe de tema libre. Realmente no se era algo difícil, oh, no por supuesto que no. Al fin y al cabo, era una tarea para niños, pero Jack Spicer debía de hacerlo a su manera, difícil o no.
El primero en pasar fue Raimundo Pedrosa. El chico moreno era enérgico y travieso, su trabajo lo gritaba por todos lados. Ashley no estaba sorprendida. Raimundo habló de cómo planeaba ser un gran jugador de football y qué tan bueno era en ello, mencionó quiénes le inspiraron a esa meta y quiénes le apoyaban. Después de ser felicitado por la maestra por el trabajo, se retiró a su asiento. Al fin de cuentas, un informe puede ser elaborado de muchas maneras diferentes.
El siguiente en pasar, por como estaban sentados en el salón, fue Clay Bailey, un chico grande para su edad con los ojos de un brillante azul y el cabello dorado, un poco intimidante, pero se notaba que era de buen corazón en esa bella sonrisa en su rostro. El joven habló de su trabajo en los ganados de su padre, de que era sorprendentemente grande y que adoraba estar ahí y el porqué. Según la maestra Ashley, fue adorable.
Por siguiente, estaba la pequeña Kimiko Tohomiko, la niña era adorable en su imagen, delgada, blanca y de cabello como la oscuridad, pero con un carácter medio pesado por su trato con los otros jóvenes, pero se veía en su manera de caminar y de hablar, que seguía siendo una verdadera señorita, hecha y derecha. Su tema del reporte, fue meramente de su sueño de sacar una línea de videojuegos en la compañía de su padre y que tenía varías ideas para el futuro, mencionó cuales eran los juegos que manejaban y cuales planean lanzar para nuevo semestre. Todos estaban encantados.
La clase de la señorita Ashley prosiguió de misma manera, en sus palabras, adorables. Por último, pero no me nos importante, quién debía de pasar era Jackson Spicer, o como le decían todos, simplemente, Jack. Para agregarle a su individualidad, Jack, no era como otros niños, una de las grandes cosas que lo hacían resaltar, era su albinismo, de piel y cabellos blancos como la misma nieve y unos enormes ojos rojos. A algunos chicos les intimidan esa apariencia, mientras a otros les extrañaba; los profesores se sorprendían y otros se fascinaban, pero lo más sorprendente de ese niño, era su gran ingenio. Tenía las mejores calificaciones, las que nadie podía esperar ver, e incluso, sus trabajos de temas libres eran los más curiosos por ese genio individual, la última vez, había hecho con tan solo un par de baterías AA y un celular, un comunicador de muñeca en dónde era de video, tenía un alcance de treinta kilómetros, nada mal para haber sido hecho a mano y por un niño de tan solo once años de edad.
-¿De qué se trata tu trabajo, Jack? –preguntó la señorita Ashley al ver que Jack se dirigía al frente jalando un carrito detrás de él, estaba con una manta encima para ocultar lo que contenía, parecía interesante.
-Verá, maestra –comenzó con tono orgulloso mientras tomaba la manta –, ¡les presentó el comienzo de una vida más sencilla con la ayuda del Jack-Bot! –dijo al retirar la manta de un jalón revelando lo que contenía. Parecía una especia de lámpara mientras de cada lado tenía lo que parecía dos ganchos.
-¿Jack-Bot? –preguntó Raimundo al hacerse para atrás en su asiento, en su rostro estaba escrito la sorpresa y confusión. – ¿Qué es eso?
-Admiren. –dijo el albino para que con un control, lo activara y se encendiera dos ojos rojos en la cabeza de la extraña lámpara.
Para la sorpresa de todos, era un robot que había comenzado a florar y a observar alrededor, y qué una vez había terminado de ver el salón, se volteo a Jack. – ¿En qué puedo servirle, amo? –preguntó con voz robótica.
Todos en el salón, incluyendo la maestra, soltaron un "Oh" implantado de fascinación.
-Por favor, preséntate a la clase. –le dijo Jack con una expresión llena de calma.
El robot en seguida quitó la vista de encima de Jack para voltear a ver al grupo de niños en frente. –Soy la unidad 1, asistencia general. Jack-Bot 0.1. Un placer. –dijo con una reverencia.
-¡Impresiónate, Jack! –soltó la señorita Ashley. – ¿Qué cosas puede hacer?
-Las necesarias. –dijo con la misma calma. –Jack-Bot está diseñado para facilitar las tareas diarias, puedes pedirle trabajos manejables, simples, pesados o simplemente que auxilie las tareas que uno realiza. –explicó mientras el robot sacaba de sus ganchos, materiales de limpieza, trabajo, contracción, juguetes y demás.
-Ah, eh, un ejemplo? –soltó Ashley.
Jack se volteo al robot para verle a las lámparas rojas y decir firmemente. –Jack-Bot, limpia el pizarrón.
-En seguida. –afirmó para que en seguida sacara de sus ganchos artefactos para limpiar y para la sorpresa de todos, acabó satisfactoriamente dejando un pizarrón de color verde oscuro, que por cierto, parecía nuevo.
Todos estaban maravillados con lo que el robot podía hacer, no dejaban de felicitar a Jack por su trabajo, no dejaban de observar el artefacto que se no dejaba el lado de Jack.
-¡Oh, no! –se escuchó en un lado del salón.
-¿Qué ocurre, Kimiko? –preguntó Ashley al ver a Kimiko preocupada.
-Se me rompió la liga de mi coleta. –dijo triste al mostrar la hermosa liga, rosa con una piedrita de cristal de un rosa más claro, la liga estaba rota mientras la mitad del cabello de la niña estaba completamente suelto.
-Oh, cariño, veremos si podemos repararla. –dijo para que de repente apareciera el robot de Jack frete de ellas.
-Señorita Kimiko. –llamó el aparato. – ¿Me permite acomodar su cabello? –pregunto mientras sacaba de sus ganchos sepillos para el cabello.
-¿Estará bien? –preguntó Ashley a Jack.
-Por supuesto, solo Kimiko debe contestar. –le explico el niño.
La niña al principio se puso nerviosa al ver al robot acercársele, pero el que le preguntara le calmo un poco para entonces soltarse la otra coleta y ver al robot. –Por favor, arregla mi cabello. –dijo tranquilamente.
-En seguida.
Todos se pusieron a ver el trabajo del robot para estar fascinados con la tarea que hacía, cepillaba el cabello negro de Kimiko con tanta delicadeza que ella se relajó por completo, hasta que entonces la soltó, revelando una cola de caballo con trenzas, utilizando la liga que tenía de sobra.
Kimiko se vio en un espejo que le mostró el robot para entonces voltear a ver a Jack.
-¡Jack, muchas gracias! –dijo la chica tomando las manos del albino, para que entonces el niño se sonrojara. – ¡Me encanta! –dice con fuerza mientras Raimundo los observaba con el ceño fruncido.
De repente de puro impulso, el moreno, en seguida sacó su zumo del almuerzo para exprimirlo justo en frente de la maquina y le diera justo en las varillas de ventilación para que no se calentara. Justo entre todos los del salón, el robot comenzó a temblar y lanzar chispas. Jack reaccionó antes.
-¡FUERA TODOS! –gritó empujando a Kimiko y a la señorita Ashley por la puerta. Todos le siguieron y el último en salir fue Jack para que de repente estallara en medio del lugar.
Jadeando del susto, Jack se acercó a la puerta dónde todo estaba negro quemado, y con una expresión de horror suspiró: –Mi trabajo.
-¡JACK! –le llamó Raimundo para que este volteara con los ojos abiertos como platos. –¡TU ESTÚPIDO TRABAJO CASI NOS MATA A TODOS! ¿Por qué no puedes ser normal como todos los demás? –pregunto mientras le golpeaba el hombro.
-Y-yo no quise –comenzó pero fue interrumpido por sus compañeros afirmando lo que había dicho Raimundo.
-¡SI! ¿POR QUÉ NO PUEDES SER COMO NOSOTROS?
-TIENES QUE ARRUINARLO TODO, VERDAD?
-Y-yo…. –comenzó al sentir una lágrima deslizarse por su mejilla para buscar ayuda a la señorita Ashley, pero ella estaba ocupada consolando a Kimiko que lloraba sin control.
Estaba solo.
Jack huyó.
XXXXXX
Siete años después.
Si tuviera que expresar la preparatoria en tan solo una palabra, Jack Spicer diría: horrible. Aunque, esa es la respuesta que ha dado a lo que se refiere con todos sus ciclos escolares. ¿Por qué? Jack simplemente contesta que todo comenzó con el incidente del quinto año, pero ya lo ignoraba, decía que eso fue tiempo atrás y que ya no importaba. Pero, aunque dijera lo que dijera, lo que pasaba en el exterior no se podía negar. Con el tiempo, sus compañeros le comenzaron a ignorar y a molestar, le llamaban nombre raros por su albinismo y se burlaban de sus trabajos. Sus profesores trataron constantemente de hablar con sus padres, pero por causa del trabajo y de sus viajes al extranjero, no podían, el niño estaba solo siempre. Jack se había comenzado a aborrecer, hasta el punto de odiar el color blanco.
Un día que repentinamente, su madre regresó de uno de sus largos viajes. Y buscando a Jack por toda la casa, lo encontró en el baño pintándose el cabello de rojo vivo. La mujer se llevó un susto espantoso, puesto el chico estaba manchado en rojo por todos lados y no dejaba de llorar por lo que parecía coraje. Su madre en seguida lo llevó a un salón dónde le arreglaron el cabello, y se lo pintaron correctamente.
Jack comenzó a llevar el cabello rojo desde segundo de secundaria.
Para entonces, el chico se encontraba solo a diario. No hablaba con nadie y nadie le hablaba, pero de vez en cuando era molestado por otros, al chico no le importó. Todo ese cambio en su vida, no afectó en sus calificaciones ni en su habilidad con la creación robótica, de hecho, había mejorado bastante. Sus profesores estaba sorprendidos, y lo único en lo que pensaba Jack era en salir pronto de la escuela y ponerse a trabajar. Todo eso hasta que llegó a su último año de preparatoria.
Nada más.
El albino, ahora pelirrojo, bestia un suéter negro con mangas rojas y pantalón negro, sus uñas estaban de negro también y tenía un arete de metal oscuro en su oreja izquierda. Estaba saliendo al estacionamiento de la escuela con intención de irse a casa, pero no pudo cuando de repente un balón de football le rebotó en la nunca para tirarlo al suelo para que todos sus libros salieran volando.
-Ah, lo siento cerillo. –soltó Raimundo en una carcajada con su uniforme del equipo puesto. –No te vi parado ahí. –Jack era el único en el estacionamiento. Se levantó lentamente para sacudirse el polvo de su suéter y comenzar a recoger sus libros. – ¿Qué no me oíste, cerillo? Te pedí disculpas. –dijo en mal tono.
Jack se enderezó para ver al moreno a los ojos, y tranquilamente le contestó. –Acepto tus disculpas.
Raimundo en seguida frunció el ceño para que lo empujara y de nuevo los libros cayeran al suelo. Jack no dijo nada, solo se volvió a agachar para tomarlos, pero de repente hojas comenzaron a caer de esos libros.
-¡Oh! ¿Qué es esto? –preguntó el jugador al tomar una de las hojas de Jack mostrando unos pequeños planos para un robot. – ¿Sigues construyendo bombas, Jack?
-¡No es una bomba, estúpido! –escupió al arrancarle la hoja de sus manos.
-¿Cómo me llamaste? –preguntó Raimundo indignado.
-Te llamé por lo que eres. –pronunció con lentitud. –Bueno, o es qué no sabes lo que eso es? –preguntó entonces.
-A ver, Spicer. –dijo con fuerza para tomarlo por la camiseta y acercarlo a él, y extendiendo el brazo para atrás, Jack solo se cubrió el rostro cuando se escuchó a lo lejos la voz de una mujer.
-¡RAIMUNDO! –ambos jóvenes voltearon a la entrada. En un traje de porrista, estaba Kimiko viendo al jugador de mala manera. – ¡Rai! ¡Ven para la cancha, ahora!
Raimundo al ver a Kimiko en seguida soltó a Jack con brusquedad –No tendrás tanta suerte a la próxima. –afirmó para caminar hacia la cancha con mala actitud.
Jack se incorporó murmurando una muy mala palabra para que se topara con Kimiko de frente. – ¿Qué? –preguntó viéndola con el ceño fruncido.
-Lo siento, Jack. –murmuró para sorprenderlo, y antes de que pudiera decir cualquier cosa, ella ya había salido corriendo.
Definitivamente, Jack no sabía qué pensar. Estaba confundido, y después molesto. Y de mala manera comenzó a recoger las hojas que le había tirado Raimundo. Una por una, hasta que al tomar una de las hojas, alguien más tomó la misma hoja.
Jack volteo a ver quién le había ayudado para encontrarse con un par de ojos dorados, enigmáticos, que al verlos no pudo evitar sentirse por completamente vulnerable. No pudo evitar el sonrojarse hasta las orejas, y con su blanca piel, era imposible ocultarlo.
-¿Todo bien, Spicer? –preguntó entonces el hombre agachado en frente de él.
-N-no. E-es decir, sí. Gracias, Profesor Young. –soltó tomando sus hojas rápidamente y ver al hombre sin expresión alguna en su rostro.
-Ya veo. –dijo al enderezarse y darle la hoja al joven.
-Gracias. –suspiró.
-Hasta la siguiente clase. –dijo con una sonrisa e irse.
Jack no pudo dejar se suspirar, su corazón tampoco le dejaba, palpitaba con tanta fuerza, que su rostro ya competía en color con sus ojos y cabello.
El profesor Young, quién le daba su clase favorita, Física, Jack no le quitó de encima la mirada, el ver como le quedaban esos trajes negros, tan almadeados a su espalda, el como con tan solo su mirada lo penetraba sin sentirlo, el como con su voz le derretía. Jack no podía dejar de verlo.
Cosa, que la mayoría de las chicas no le culpan, puesto el profesor Chase Young, era el hombre más atractivo en toda la escuela, serio, maduro, calculador, un hombre, por dios. Y Jack no dejaba de suspirar por él.
Pero, para qué soñar? –pensó el albino al suspirar. –Esto es solo platónico y pasajero. –admitió para dejar de ver a lo único que le veía la pena el regresar a la escuela.
Bien! espero que les haya gustado! sí así fue, por favor R&R! :D
sean gentiles, es mi primero en este fandom XD
Bueno, no les molesto más, y espero leernos pronto. :D
Besos,
Manny H.
