Hola y gracias por leer.
Antes de nada, debéis saber que esto es un fanfic inspirados en el mundo de Harry Potter, pero enfocado en cuatro personajes totalmente inventados.
La forma en la que escribo fanfics suele diferenciarse bastante de mi forma de escribir otro tipo de historias. Por alguna razón me suelen salir con más diálogos que las historias originales. Espero que os guste y que les cojáis el mismo cariño a mis personajes que les tengo yo (o, al menos, parte).
Recordad que El mundo de Harry Potter así como sus personajes es propiedad de J.K Rowling y esta historia está escrita sin ánimo de lucro.
1. Regreso a Hogwarts
El anden 9 y 3/4 estaba abarrotado de alumnos y padres, carritos, maletas y mascotas. El típico 1 de septiembre de todos los años para los magos y brujas de Reino Unido. Entre todo ese barullo de gente había una familia. Una madre que daba indicaciones a sus tres hijos con energía.
— ... Y recordad escribir al menos una vez a la semana...— decía clavando sus ojos marrones en una de sus hijos. — Kayla, me estás escuchando?
La pequeña de los Doyle miró con aire distraído a su madre, intentando retomar el hilo de una conversación que había perdido hacía ya rato. Abrió un par de veces la boca, pero no logró decir nada. finalmente, habló.
— Lo siento mamá, puedes repetirme la pregunta? — dijo, al fin. Llevaba el cabello castaño recogido en dos coletas bajas, llevaba una gorra, vestía unos vaqueros y una camiseta normal, de color rojo, y calzaba unas zapatillas de deporte. Sus ojos de color castaño claro irradiaban falsa inocencia.
La mujer puso los ojos en blanco y suspiró pesadamente. Definitivamente su hija jamás cambiaría.
— Sólo no des problemas este año — le advirtió — Tu hermana acaba de ser nombrada prefecta y lo último que necesita es que...
— Si, si lo entiendo...- contestó la muchacha con tono relajado — De todas formas da igual, Ellie está en Hufflepuff ¿no? No tiene que ver con Gryffindor...
— Te recuerdo que me iré el curso anterior sacándote de líos con los profesores — replicó la aludida, entrecerrando sus ojos dorados y cruzándose de brazos. Llevaba su larga y lisa melena de color castañoo claro atada en una cola de caballo y vestía vaqueros y una sudadera de las Hollyhead Harpies.
— Eleanor, por favor... — Comenzó a decir la señora Doyle
— Si, mamá , lo sé, "cuida de ella"...
— No, Eleanor, este a o procura no meterte en líos por culpa del quidditch. —Sentenció la bruja, con voz firme.
Kayla se aguantó la risa como pudo, escondiendo la boca tras las manos.
— ¡Mamá! como puedes pensar eso? - dijo la chica, casi ofendida, frunciendo el ceño.
— El año pasado le rompiste la nariz a uno del equipo contrario! — le recordó su madre, enfadada y escandalizada
— Era Marcus Flint. Ese idiota no cuenta. — replicó Eleanor, torciendo la boca y evidentemente disgustada ante tal recuerdo.
Kayla fue incapaz de contener más la risa y ocultó una carcajada tras una exagerada tos. Jack ni se molestó en disimular, soltando una sonora carcajada ante las palabra de su melliza. De hecho, fue bastante escandaloso.
— Eleanor... — repitió su madre, advirtiéndola. Jack seguía riendo con ganas — Y tu no te rías Jack.
— Si, mamá, lo siento... — El chico abrazó a sus hermanas a la vez — Os voy a echar mucho de menos en Beauxbatons — dijo en un perfecto francés y alargando la palabra "mucho".
Jack era muy alto y casi idéntico a Eleanor. La única diferencia entre los mellizos era que Jack era chico, mucho mas masculino, y tenía unos profundos ojos de color azul. Además tenía un humor mucho más marcado, más risueño y abierto que la joven, que era algo mas huraña, aunque ambos poseían una dulzura curiosa y atípica, cada uno a su modo.
— Jack... suéltanos... — pidió Kayla con un hilo de voz.
— Jack...nos asfixias... — dijo Eleanor. El chico las soltó entre disculpas y risas y ayudó a sus hermanas a meter las cosas en el tren, mientras las dos chicas abrazaron a su madre a modo de despedida.
— Bueno... ¿que tenéis pensado hacer? — preguntó la mujer, deshaciendo el abrazo de su hija menor.
— ¡Yo me voy a buscar a Lee Jordan! — Dijo Kayla, tremendamente animada — Sanders dice que se ha traído una tarántula gigante ¡Una tarántula gigante, mamá! Yo tengo que ver eso. — Y dicho esto, la chica salió corriendo.
— Yo voy a buscar a las chicas y a Cedric... sobre todo a Slytare, antes de que saque de quicio a alguien... — dijo la mayor de los tres hermanos resignada.
— Dales recuerdos de mi parte — dijo Jack, sonriendo. — Y dile a Rox que le enviaré por lechuza el libro que me prestó, aún no lo terminé de leer.
Eleanor asintió y abrazó por última vez a su hermano, mientras le revolvía el pelo.
— Lo haré, descuida — La joven Doyle salió corriendo y se perdió entre la multitud.
— No me van a hacer caso, Verdad? — dijo, al fin, Ariadna Doyle, con un tono de evidente resignación
— Emmm...No, lo siento mamá ...
— Bien... Vamos, que tienes que irte a Beauxbatons tu también...
Eleanor caminaba entre la multitud, mirando hacia todos lados, cuando algo llamó su atención. Algo no, alguien. Una joven de cabello multicolor y ojos violetas que vestía un kimono japones y la saludaba enérgicamente con la mano. Todos la miraba mas cuando empezó a gritar su nombre.
— ¡Ele! ¡Aquí! — Gritaba, haciendo aspavientos. La aludida puso los ojos en blanco, suspiró resignada y fue hasta ella con evidentes signos de algo similar a la vergüeenza ajena. ¿Por qué debía de tener una amiga tan sumamente escandalosa?
— Sly, no podrías intentar llamar menos la... atención? — le dijo con prudencia
Slytare Strong neg en rgicamente la cabeza. La chica era metamorfomaga, excéntrica e hiperactiva. Amante de las bromas, la fotografía y famosa por saberlo todo de todos y no contar nada de nadie. Entre el alumnado de Hogwarts era conocida como "la rarita de Gryffindor".
— Entonces ya no sería yo, querida amiga...- dijo, sonriendo ampliamente — Por cierto ¡Mira esto!
Slytare rebuscó en sus bolsillos hasta dar con algo pequeño y brillante. a continuación se lo enseñó orgullosa a su amiga, casi como un trofeo. Eleanor se quedó a cuadros cuando vi la insignia de prefecto de la chica. Abrió y cerró varias veces la boca antes de lograr hablar con propiedad
— ¿¡TU PREFECTA!? — dijo al fin, con voz chillona — PERO ¿¡EN QUE ESTABA PENSANDO DUMBLEDORE CUANDO LO DECIDIÓ?!
— Quien sabe... — dijo Sly, con un tono que Eleanor interpretó como "le chantajeé un poquito".
— ¿Que has hecho? — Le preguntó, insegura, tragando saliva y temiendo la respuesta.
— No quieras saberlo, queridísima amiga, No quieras saberlo... — La castaña no dijo nada, solo se resignó ante la forma de ser de su mejor amiga.
— En fin...Vamos a buscar a Roxy y a Amy...
— Por cierto, tu tambien eres prefecta no? — parecía ilusionada con ese hecho.
— Emm... si. — Eleanor no sabía a donde quería llegar.
— ¡Estupendo! Eso, sumado a tu capitanía de quidditch te hace prácticamente intocable con los profesores.
— ¡Ja! que te lo has creído. Eso hay que ganárselo con buena reputación, esforzándose, trabajando y no metiéndose en líos... — Enumeró ella.
— ¡Bah! Vosotros los Hufflepuffs siempre le quitáis el lado divertido a todo...
— Eso no es cierto!
—Si que lo es, Ellie...si que lo es...
Eleanor estaba a punto de replicar cuando una voz cantarina hizo que se girase con rapidez.
— ¡Ellie!¡Sly! — Quien las llamaba era una chica muy mona, de ojos verdes repletos de inocencia y cabello rubio, a media melena. Vestía un conjunto de blusa y falda de tonos rosados e iba acompañada de una chica alta y seria, de piel blanca, ojos azules y pelo largo y negro que contrastaba poco con su vestido negro veraniego. Amy Dylan y Roxanne Moon. La primera una siempre alegre Ravenclaw. La segunda una seria y reservada Slytherin.
— ¡Amy, Roxy! os estábamos esperando — dijo Sly alegremente. — ¡Ahora el cuarteto está completo!
— Con lo tranquila que estaba yo en casa... — murmuró Eleanor, suspirando y sonriendo también.
FIN DEL CAPÍTULO 1
Hasta aquí el capítulo uno.
