Aclaraciones: Este es un AU donde Percy jamás fue encontrado por Grover ni llevado al campamento, razón por la cuál no pudo ser el héroe de la profecía, siendo el héroe de la profecía Nico, quien fue liberado del casino lotus justo cuando todo comenzó, de igual manera Nico tomó el lugar de Percy en la profecía de los 7.
Los héroes del olimpo y el príncipe del mar.
Capítulo 1: Héroes, profecías y cosas perdidas.
Annabeth miró el mapa con indicaciones de ataque que reposaba inocentemente sobre la mesa del comedor del Argo ll. Suspiró, sus manos agarraron su cabello rubio y lo ataron a una coleta de caballo como siempre que estaban a punto de ir a una misión.
Después del último año y medio donde no solo tuvo que vérselas junto con sus amigos a los titanes también habían tenido que vérselas contra los gigantes, estaba exhausta.
Pero no podía renunciar ahora, no cuando estaba tan cerca de descifrar aquel misterio que la había tenido con el corazón en un puño durante todo este tiempo. Sabía que no era su responsabilidad, que ni siquiera entendía exactamente lo que había pasado, pero se lo prometió a Luke en su lecho de muerte.
Todo había comenzado con el fin de la guerra contra los titanes.
—Ethan. Yo. Todos los no reclamados. No permitan…No permitan que vuelva a suceder— Luke se encontraba pálido mientras sostenía la mano de Thalia y miraba a Nico y Annabeth.
—No lo haremos— Contesto Nico, Annabeth tenía los ojos llorosos mientras miraba al que había sido una de las personas más importantes de su vida desangrándose mientras la vida se escapaba de sus ojos.
—Podemos conseguir ambrosía, y… — Grover lloraba abiertamente mientras se arrodillaba a lado del rubio.
—Grover, eres uno de los sátiros más valientes que existen.— Luke soltó un suspiro de cansancio— No hay nada que hacer por mí.
Annabeth sentía una opresión en el pecho mientras sus manos estaban completamente frías, no sabía cómo podía seguir mirando esa imagen mientras las fuerzas abandonaban a Luke. Los ojos del rubio comenzaban a cerrarse,— díganle que lo siento.
—¿A quién?— preguntó Thalia, su mirada a diferencia de los otros no se encontraban cubiertos de lágrimas pero su voz sonó un poco fracturada.
Luke esbozo una última y pequeña sonrisa mientras sus ojos se cerraban. —Percy.
Durante meses Annabeth y los demás buscaron a un chico llamado Percy, era un nombre extraño, incluso llegó a pensar que se trataba de una chica, pero Luke dijo "sálvenlo" así que eso reducía sus posibilidades. Indagaron entre las filas de Kronos y preguntando a dioses, no obstante, ninguno supo darles respuesta, o tal vez no querían.
Al final, después de un año y medio y de los acontecimientos con Gaia, lograron obtener una pista. Un extraño encuentro de palabras con uno de los dioses con los que menos hablaron en sus vidas, Poseidón.
El salón del Olimpo se encontraba festejando, aun en contra de todo pronóstico, los semidioses ganaron, la madre tierra se encontraba dormida nuevamente, y el Olimpo se encontraba a salvo…otra vez.
Los romanos quedaron fascinados al contemplar el Olimpo, aunque fue difícil para ellos el tener que concentrarse lo suficiente como para lograr que los dioses no tuvieran un desequilibrio de personalidad, todo estaba saliendo bien.
Las ninfas bailaban, los dioses cantaban y los semidioses disfrutaban de un momento de paz, por primera vez en meses.
El sol estaba posado en el horizonte haciendo las nubes a su alrededor de un color rosa cálido, el sonido de las olas parecían hacer eco a las voces de los chicos de Apolo y todos los campistas parecían estar pasando un buen rato junto.
Annabeth se encontraba con Jason, Leo, Piper, Nico y Thalia sentados en el suelo recargados en una de las paredes del gran palacio hablando de lo que harían una vez que regresaran y el cómo podrían mantenerse en contacto. Todo bien hasta ese momento. Fue entonces cuando el dios del mar se acercó con sus típicas bermudas y un vaso de néctar en la mano.
—Debo decir, que ha sido sorprendente el cómo ha resultado todo.— Los ojos verdes intensos del dios del mar eran intimidantes, y a pesar de que parecía disfrutar de la tarde las palabras que decía sonaban como si estuviera cansado.
—Umm, ¿gracias?— Jason respondió alzando la mirada había el dios. Poseidón parecía tener ojeras resaltando sus ojos verdes y algunas canas se asomaban en su cabello.
—No me mal interpreten, por supuesto me alegra que todo este embrollo terminara,— Poseidón les dedico una pequeña sonrisa— pero me temo que la paz no será por mucho tiempo.— El dios paso su vista por cada uno de los presentes, pero Annabeth pudo jurar que cuando les miró a Nico, Jason y Thalia duró más.
— Disculpe, ¿a qué se refiere?— interrumpió Thalia poniéndose de pie siendo seguida por los demás.
—Lamento que sea justo después de todo lo que ha pasado pero, supongo que tengo que decirles algo respecto a la misión que les espera una vez salgan de aquí.
Annabeth pudo escuchar el quejido reprimido de varios de sus amigos, seguro que Poseidón también las había escuchado pero simplemente no les prestó atención.
—Necesitaran esto.—Poseidón tomo la mano de Annabeth y depositó un silbato para perros en ella.— Necesitaran ayuda. Pueden llamar a uno de mis hijos con esto.
—Wow wow, espere un momento.—Leo dio un paso al frente.—Ni siquiera sabemos de qué nos está hablando y ¿ya necesitamos ayuda?
Poseidón lo vio con molestia y después suspiró.—Necesito que encuentren algo, algo importante. Si no lo hacen y cae en manos equivocadas…—el dios negó con la cabeza.
—¿Que se supone que perdió?— pregunto Piper.
—Más que perder,— el dios del mar hizo una mueca de disgusto— se podría decir que fue robado.
Annabeth tuvo ganas de golpearse la cabeza contra uno de los muros del Olimpo, ¿Por qué los dioses siempre perdían así sus cosas?
—No importa lo que es, lo sabrán cuando lo encuentren.
—Pero…- intentó replicar Annabeth.
—Sé que lo encontraran, después de todo, el ladrón fue el niño de Hermes.
Y antes de que si quiera alguien pudiera decir algo más el dios había desaparecido dejando atrás un suave susurro que sonaba a algo similar a "Percy".
Annabeth seguía sin saber que era lo que Luke (porque estaba segura de que había sido Luke) había robado, sin embargo, estaba segura que si buscaba lo que sea que se le había perdido al dios del mar acabaría encontrando respuestas.
Miró el silbato que reposaba sobre el mapa que habían estado usando para buscar el tesoro de Poseidón. La rubia no estaba segura de cómo usar esa cosa pero decidió no pensar en ello en el momento. Ya le dolía suficiente la cabeza por repasar una y otra vez las palabras de Rachel una vez habían llegado al campamento. Como siempre una profecía lista para destrozar los pocos nervios que le quedaban.
El tesoro robado jamás encontrado
atrapados en los recuerdos sin fin siguiendo su canto
la sangre derramada del cielo y la tierra son la llave
liberando la destrucción necesaria.
Annabeth suspiró por lo que parecía la milésima vez del día mientras tomaba asiento y apreciaba el paisaje del campamento a través de la proa del barco. Nada como salvar al mundo una tercera vez.
/-/-/
Thalia Grace odiaba los sueños, para ella ya había tenido suficiente con los años que fue convertida en un árbol, tenía sueños bastantes raros algunos incluían ardillas, pero, cuando eras un semidiós no te podías dar el gusto de tener un descanso tranquilo. Y ahora mismo, los sueños se habían puesto peor que antes.
Se encontraba en medio del princesa Andrómeda, el cielo era oscuro y truenos dorados aparecían en el cielo retumbando en sus oídos, el mar se agitaba violentamente y en frente de ella se encontraba un sarcófago dorado, el sarcófago de Kronos . No se podía mover, sentía sus extremidades pesadas pero tenía su lanza y escudo a la vista, sabía que era un sueño, debía serlo, después de todo Kronos fue derrotado gracias al sacrificio de Luke. Y, sin embargo, ahí estaba ese maldito sarcófago.
—Hey, cara de pino,— Thalia había estado demasiado concertada en el sarcófago como para prestar atención al chico frente a ella.—llegas tarde.— Era alto y un poco musculoso, tenía el cabello negro al igual que ella pero con un mechón blanco y los ojos más verdes que jamás hubiera visto. Vestía unos jeans un poco rotos, tenis azules, una camiseta azul claro con un dibujo cómico de quien parecía Poseidón, una chamarra blanca con azul que parecía ser de alguna escuela y un chocker negro en su cuello del cual colgaba una perlita de cristal. Iba armado con un escudo que tenía diferentes dibujos intrincados y un tridente plateado con grabados en lo que parecía ser algún tipo de piedra preciosa.
Antes de que Thalia pudiera contestar algo el sarcófago de Kronos comenzó a emitir una luz dorada intensa.
—Aquí viene.— El chico dejo de mirarla para concentrase en el sarcófago dorado poniendo en guardia.
Thalia prontamente siguió su ejemplo y se puso a la defensiva. No entendía que pasaba pero si realmente lo que estaba en ese sarcófago era Kronos no podía hacer nada más que luchar, aun si fuera un sueño. —Oye, cara de pino. Uno de los dos tendrá que salir de aquí.
—¿Quién…— justo cuando Thalia había volteado para mirar al chico el sarcófago se abrió estrepitosamente, antes de que la peligra pudiera reaccionar rayos de oscuridad salieron de este y se enredaron en el cuerpo del chico intentando jalarlo hacia el abismo de oscuridad que mostraba el sarcófago mientras la misma risa escalofriante que Thalia recordaba años antes hacía eco por toda la habitación.
—¡No!—Thalia gritó comenzando a atacar a los tentáculos de oscuridad.
—Thals— el chico le dirigió una sonrisa llena de tristeza que hizo que el corazón de la chica se estremeciera. —Estaré bien, corre.— Una onda de oscuridad la mando a volar mientras el de ojos verdes era tragado por el sarcófago.
—¡PERCY!
Thalia despertó con la sensación de haber sido despertada por su propio grito, estaba bañada en sudor, la lagrimas recorrían sus mejillas, la opresión en su pecho no desaparecía y el eco de la risa de Kronos seguía presente en su mente.
—¿Teniente?— algunas cazadoras se asomaban en la entrada de su tienda con caras preocupadas.
Thalia les miró, no estaba segura de que había sido eso, pero estaba segura de que tenía que ir al campamento mestizo en cuanto antes.
Quiero aclarar que nadie conoce a Percy aún, y la razón por la que Thalia sabe su nombre es la misma razón por la cuál Percy sabia el suyo en los libros sin siquiera conocerla.
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