Primer capitulo y... ¡primer escrito! De momento empiezo con historias cortas para ver que aceptación tiene mi estilo e intentaré lanzarme a algo más completo más adelante. Si sois de alguna comunidad de escritores de fanfictions en español, me gustaría que me recomendarais ya que, ¡quiero unirme a alguna! (si existen).
-ABOUT-
He elegido a una de las parejas más carismáticas del juego, Katarina y Garen en su particular historia de amor, que me parece bastante cañera (risas). Espero que os guste, cualquier crítica es bien recibida, ¡gracias por leer!
Los personajes no me pertenecen, propiedad de RiotGames.
-Me desafías noxiana?- preguntó el demaciano mientras se quitaba los guantes de soldado.
Katarina se quedó helada con el tono de esas palabras, seguidas de las manos de Garen en su cubre-pecho, descendiendo. Cuando se quiso dar cuenta, el demaciano la estaba despojando de todo lo que cubría su parte superior. La pelirroja bufó en intento de deshacerse de sus ataduras.
Garen desabrochó los cinturones laterales y la placa pectoral de Katarina se desprendió, libre, dejando ver un pequeño top negro que contrastaba con la nívea piel de la asesina noxiana. Las manos de Garen acariciaban sin cesar el vientre de Katarina, su cadera, su cintura, en un leve ascenso que tenía encuentros ocasionales con la zona de debajo del top, sin llegar al preciado lugar.
La sangre de la pelirroja bullía y su corazón latía desbocado bajo el mando del sinuoso baile de manos por todo su cuerpo. Quería más, quería chillar 'tócame por favor', pero su orgullo no se lo permitía.
De repente las manos del demaciano se retiraron, solo para atacar con irreverencia el cierre del top.
En los segundos que duró la escaramuza con el único broche que mantenía a salvo su cordura, Katarina recobró el sentido común e intentó propinarle una patada al joven soldado que este detuvo mecánicamente. Garen salió por unos segundos de su éxtasis y se incorporó observando a la noxiana, ruborizada completamente, que se cubría con sus delgados y fibrados brazos el top negro que protegía su piel de las rozaduras de su armadura. Sonrió levemente y asió su extremidad izquierda por la muñeca con rudeza, apartándola, esperando un derechazo de la pelirroja con su puño libre que detuvo fácilmente cuando sucedió. La situación estaba nublando los sentidos de Katarina y esta no peleaba con la frialdad habitual.
Aprovechó esta vulnerabilidad para maniobrar y tiró del cuerpo fino y elástico de la chica, levantándolo de la silla donde había estado sentada segundos atrás. Con un brazo atrajo a Katarina hacia sí y mientras esta se estremecía por el contacto de su piel, tibia y desnuda, contra su armadura, agarró sus dos muñecas por detrás y las ató con el cinturón que usaba para aguantar su arma cuando estaba envainada. La noxiana se revolvió y Garen volvió a empujarla hacia la silla, sentándola de golpe y arrodillándose a su altura de nuevo.
Katarina volvió a sentir el contacto de las calientes y ásperas manos del general en su cintura, moviéndose hacia su espalda, de nuevo, hacia el cierre de tu top de batalla. Cerró los ojos y un leve chasquido le indicó que estaba mostrándose completamente al guerrero, quien no cesaba de pasar sus pulgares por su clavícula, cada vez más cerca de sus senos. Volvió a estremecerse cuando el contacto se detuvo y, aún con los ojos cerrados, escuchó el sonido de los cubrehombros de Garen caer al suelo.
Para Garen, tenerla a su merced de esa forma era delicioso. Su rebelde Julieta, ruborizada, parecía dócil y pequeña, con su pecho subiendo y bajando de excitación, rápido y rítmico, y su cabello retirado hacia atrás, dejándole ver la hermosa estampa de su torso desnudo.
Como un lobo hambriento se acercó al cuello de Katarina y lo mordisqueó. Un gemido escapó de la boca de la pelirroja, excitándolo. Descendió rápidamente con la boca por el pecho de ella y lamió lentamente su pezón duro, formando círculos sinuosos. La noxiana se estremecía con cada nueva caricia y jadeaba de placer. No podía aguantar más, quería todo, pero pedirlo era un precio muy caro a pagar.
-Garen…- susurró
-Dime.- respondió, divertido, el guerrero.
El silencio se hizo en la garganta de Katarina, ¿acaso se estaba riendo de ella? El demaciano castigó la ausencia de palabras haciendo descender una de sus manos por el vientre de la pelirroja, rozando el pantalón de cuero, probando la férrea voluntad de la asesina con cada centímetro ganado a su piel. Viendo que su compañera estaba apunto de enloquecer de ganas, la mano de Garen descendió hasta el sexo de ella, separando sus muslos.
El general situó estratégicamente su pulgar y empezó a moverlo arriba y abajo suavemente, frotando y alternando con movimientos circulares. La pelirroja, acalorada, gimió de genuino placer y con los ojos entornados se relamía los labios y jadeaba, intentando apretar los muslos, cosa que garen le negaba con sus fuertes manos. El demaciano atacó de nuevo su pezón derecho con la lengua para más tarde aprisionarlo levemente con los dientes y acariciarlo suavemente con estos. Katarina se retorcía, su límite estaba cerca pero se resistía a acabar en manos de su enemigo. Garen se sonrió para sus adentros y traslado la mano que agarraba uno de los muslos de la noxiana a su seno desatendido, acariciandolo orbicularmente. El continuo placer y ser tocada en tantos sitios de manera tan precisa y experta puso en jaque a Katarina que, temblando levemente y gimiendo, con el corazón desbocado y el cuerpo sometido a aquel hombre que la masturbaba, alcanzó un intenso orgasmo.
Garen observó a su exhausta y deseosa asesina, mirándole y pidiendo más con su mirada y su cuerpo. Algo más de él. Se colocó de nuevo los cubrehombros y deshizo las ataduras de Katarina.
Desprendió su capa de los broches y cubrió a la noxiana con ella.
-La próxima vez que vengas a matarme… piénsalo mejor- dijo Garen, dejando la estancia que era su habitación y dándole a entender a la noxiana que, la dejaba libre.
Cuando volvió no había rastro de su amante pero el olor a sudor entremezclado con la fragancia particular de Katarina, envolvían la habitación.
"Volverá…"
"Pienso vengarme."
