Kaitou Saint Tail no me pertenece.
Romance
-Meimi, ¿tus padres saben sobre…nosotros?-le preguntó una tarde Daiki a su novia.
-Solo mi mamá, aunque no sabe que eres tú-le respondió la chica.
-¿Y tu papá?-
-No sé cómo decírselo-
-Ya veo. Y él ¿está en tu casa?-
-Sí-
-¿Y me estás llevando ahí aun así?-eso le preocupaba mucho. Conocer al padre de su novia, aunque en realidad ya lo conocía.
-Solo vamos a estudiar-
-Lo sé, pero aun así…-
-¿Acaso le tienes miedo a mi papá?-se burló.
-No es eso, pero no creo que le guste que su hija llegue a casa con un chico-
-No le va a gustar nada-
-¿En serio?-sus miedos fueron confirmados. Iba a morir.
-Sí, pero tranquilo, no pasará nada. No creo que mi papá te asesine, al menos no ahora-
-¿No ahora? Eso no me da ánimos-se quejó el pobre peliverde.
-Cuando se entere de la verdad, pues…no sé qué es lo que vaya a hacer-
-Eres experta dándome ánimos-
-De nada Daiki-siguió burlándose.
-¿Te burlas?-
-No, ¿cómo crees?-
Al llegar a la casa de la ex ladrona, invitó a su novio a entrar.
-Ya llegué-anunció.
-Meimi, hija bienve-el mago dejó la frase a medias al ver a ese chico tan conocido-¿y él?-
-Buenas tardes-saludó él.
-Él es Daiki Asuka Jr.-
-Lo sé, lo conozco bien, pero ¿qué hace aquí?-
-Tenemos tarea qué hacer-explicó la chica.
-Ah…tarea…-
-Meimi, ¿trajiste a alguien?-preguntó su madre-oh, pero si es…-
-Buenas tardes, soy Daiki Asuka Jr.-
-Oh…Daiki-sonrió.
Meimi sabía perfectamente que su mamá bien que se dio cuenta de quién era.
-Pero qué grata sorpresa, ¿van a hacer tarea?-
-Sí mamá-
-Pues entonces llévalo a tu habitación, les prepararé té mientras hago la cena-
-No se preocupe-dijo Daiki.
-No es ninguna molestia, Daiki. Meimi, llévalo-
-Gracias-
Meimi hizo lo que su mamá le pidió, en especial para escapar de la mirada de su padre.
-Pasa-
-Gracias. Meimi, eso fue muy difícil-le comentó por lo que acababa de suceder.
-Exageras Daiki-
Ambos se pusieron a estudiar y un rato después la mamá de Meimi les llevó té y galletas.
-Aquí tienen-
-Muchas gracias-
La señora Haneoka se le quedó mirando a Daiki con una sonrisa en el rostro.
-Así que tú eres el novio de Meimi-dijo alegre.
Ambos chicos se sonrojaron por aquel comentario tan repentino.
-¡Mamá!-se quejó la joven.
-Tiene usted razón-le dijo Daiki aún nervioso.
-Se nota que miras a mi hija de una forma especial y ella también lo hace-
-¿Eh?-mencionó Daiki confuso.
-¡Mamá! ¡No digas esas cosas!-no podía faltar la costumbre de las mamás de avergonzar a sus hijas frente al enamorado.
-No he dicho nada malo, pero mejor me voy antes de que me saques. Disfruten y estudien mucho.
-Mamá, no le vayas a decir nada a papá aún-
-Por ello no te preocupes hija-
La señora Hanoeka se dirigió ahora a la cocina para preparar la cena junto con su esposo.
-¿No se suponía que tu mamá no sabía que se trataba de mí?-
-No. No le había dicho quién era el chico-
-Pero ya se dio cuenta-
-Creo que es muy perspicaz-
Ambos terminaron sus labores, así como las galletas y el té.
-Bajaré la bandeja-se ofreció el peliverde.
-No te preocupes Daiki-
-Tranquila, yo lo hago-
Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, pero se detuvo al escuchar una conversación de los padres de Meimi.
-Ya se tardaron mucho-decía el mago.
-Están estudiando-
-¿Por qué con un chico?-
-¿Qué tiene de malo? Además ya está en esa edad-
-Eso no es cierto-
-Pero ahora que lo dices, ¿recuerdas cuándo éramos novios?-
-Sí, qué bellos recuerdos-
-Y te sigo amando con la misma intensidad-
-Y yo a ti cariño-
A ese par casi casi le salían corazoncitos de los ojos.
Daiki sonrojado por tales muestras de afecto, decidió esperar un poco antes de entrar a la cocina.
Cuando regresó a la habitación de Meimi estaba muy pensativo.
-¿Daiki?-lo llamó la chica al verlo todo distraído.
-¿Ah?-
-¿Qué ocurre?-
-Nada-
Sin embargo, Daiki se quedó observando fijamente a Meimi.
-Daiki…me intimidas…-
-Lo siento-
-No parece que lo sientas-
-Es que tus padres son muy románticos-
-No me digas que los viste-eso era lo único que le faltaba a Meimi para estar más avergonzada.
-Así fue-
-¡Oh no! Ignóralos, por favor-
-¿Siempre son así?-
-Sí, siempre…-suspiró la chica al recordar tantas de las ocasiones en las que sus padres la ignoraron por andar de melosos.
-Ya veo-
Un silencio se extendió en la habitación.
-Meimi-
-¿Sí?-
-Te quiero-Daiki lo dijo tan seriamente que Meimi se sonrojó totalmente.
-¿Por qué dices eso ahora?-
-Me he dado cuenta que solo te lo he dicho una vez. Y tus padres me hicieron darme cuenta que soy muy poco romántico-
-Pero ellos exageran-
-Pero se ven tiernos-
-Cierto, pero es raro escucharte decir eso-
-¿Acaso no te gusta?-
-No es eso-explicó la chica antes de generar un malentendido.
-Entonces puedo seguir haciéndolo-
-Si eso es lo que quieres…-y Meimi que no quería…
Daiki se acercó a su novia y se sentó frente a ella.
-¿Daiki?-le preguntó nerviosa con su cercanía.
Pero él se iba acercando cada vez más, cuando estaba a pocos centímetros de distancia se detuvo.
La observó. Se veía tan linda estando confundida y sonrojada por la situación. Y sin pensarlo más, le dio un pequeño beso. Se separó de ella inmediatamente.
Era cierto que ya habían tenido su primer beso cuando Meimi fue a visitarlo para pedirle disculpas, después de Navidad, pero en ese momento era Saint Tail, por lo que se sentía más extrovertida y además en esta ocasión fue Daiki quién se lo dio.
La pobre niña se sonrojo aún más.
-Daiki…-
-Debo empezar a ser por lo menos un poco romántico, ¿no crees?-
Meimi sonrió tímidamente.
-Meimi, Daiki, bajen a cenar-les llamó la señora Haneoka desde la cocina.
-¡Sí!-dijeron ambos.
Daiki tomó la mano de su novia y fueron juntos a la cocina –aunque le soltó la mano antes de llegar por precaución- y disfrutaron de una rica cena en familia, la primera de muchas.
