Ikuratemo Itsudemo
*Este es un proyecto pensado y dirigido por Ann de Shinomori y realizado por Kunoichi Karla.
*Los personajes le pertenecen al Sr. Nobuhiro Watsuki.
Capítulo I: La Tormenta
La lluvia golpeando en la ventana sobre su cabeza la aterraba, intentaba controlar los temblores de su cuerpo, pero los refucilos y truenos no ayudaban demasiado.
"Maldita tormenta"-, pensó con los ojos brillando por las lágrimas que se resistía a dejar caer.
Aún hecha un ovillo y sin destaparse tomó de la mesa de luz el retrato de un hombre vestido de piloto. Un nuevo relámpago le permitió ver la sonrisa que le surcaba el rostro y lo verde de sus ojos, igual que los suyos.
Recordó entonces cuando el avión aterrizó en la pista envuelto en llamas. Era una noche como esa. Ella estaba en brazos de su madre, que la apretó con fuerza contra su pecho para que no viera a través del cristal de la torre de control. Pero por encima del hombro que la protegía vio que la pista era televisada en un monitor.
Lo vio todo. Los bomberos intentando apagar el fuego, la lluvia que desparramaba el combustible y extendía el fuego… el sollozo de su madre…
-Papá...-murmuró acariciando el retrato, pero entonces oyó el grito acallado de su madre. Sin pensarlo, sin darse cuenta siquiera, bajó de la cama por el lado más alejado de la puerta y estando ya en dirección a ella vio salir del cuarto al otro lado del corto pasillo a un tipo. Cargaba en la mano derecha una espada japonesa. La luz del relámpago que llegó desde la ventana del comedor le permitió ver sangre en la hoja, y el suelo por donde había andado.
El asesino volteó en dirección a ella, manteniendo la vista fija, buscando...
Misao contuvo la respiración sintiendo el corazón golpear con fuerza en su pecho. Ese era el fin, los ojos oscuros del tipo le decían que no había salvación…
Entonces el trueno que había sido anunciado un instante antes golpeó la tierra haciéndola vibrar, exaltando al portador de la muerte. Miró hacia el comedor, desierto, silencioso, y sin volver la vista atrás se marchó.
Misao continuaba inmóvil, aferrada al respaldo de la cama. Solo el sonido apagado de la puerta del frente al cerrarse la hizo reaccionar.
Medio tambaleante y temblando caminó hasta la habitación de su madre. Se asomó con temor, no quería ver, preveía el dolor, pero lo hizo.
Las sábanas blancas, grises en la penumbra, guardaban charcos de sangre. Sangre de su padrastro que yacía con los ojos abiertos y el pecho atravesado por una mortal herida. Sangre de su madre que dejaba colgando de la cama un brazo surcado por la que corría desde su garganta lacerada por el filo frío de la espada.
Ahogó con sus manos un grito de horror mientras se dejaba caer al suelo. Deseaba que todo aquello fuera una pesadilla, deseaba despertar pronto… la mano que la sujetó por el hombro le dijo que era el final.
---------Fin del Capítulo I---------
Fue difícil, muy difícil ponernos de acuerdo… No es fácil escribir las ideas de otro y mucho menos hacer que otro escriba lo que se nos viene a la cabeza, pero bueno… lo intentamos, juro que así fue.
El próximo capítulo prometemos que será algo más largo y aparecerá, entre otros personajes, Aoshi.
Aceptamos todo tipo de críticas, tomatazos, o reviews- bomba, así que no duden en dejar su comentario, todo será bienvenido.
Un beso grande, Ann de Shinomori y Kunoichi Karla
