Capítulo I

Harry sentía que el cielo se venía abajo. La molesta y hasta incluso atemorizadora lluvia se cernía sobre el equipo de Quidditch de Gryffindor, amenazándolos con cancelar la práctica. Harry pensaba que si no paraba dentro de cinco minutos, tendría que suspenderla.

Un trueno rugió, a lo que Ron casi se cae de la escoba. Ya no habían pasado cinco minutos cuando Harry llamó a todo el equipo, les ordenó que bajaran, y les habló casi gritando:

- ¡Estuvieron muy bien, chicos! - gritó - Pero con esta lluvia no iremos a ningún lado. Sí, ya se... lo siento mucho. Pero no podemos seguir. Ahora, ¡a las duchas, equipo!

Corriendo para no empaparse, todo el equipo de Quidditch se metió dentro de los vestuarios. Sin embargo, las chicas dijeron que los verían luego y se fueron corriendo a Hogwarts, pues tenían clase de Adivinación.

Los chicos se metieron en el vestuario, cuyo interior estaba cálido y ahí se secaron la ropa (entre estornudos) y se cambiaron. Ahora calentitos, Harry habló:

- Bueno, chicos, estuvieron excelentes. Si seguimos así, les ganaremos a esos Slytherins locos - dijo, y todos se rieron.

- Hey, Harry, ¿sigues saliendo con Cho? - preguntó Fred, encima de todas las voces. Se notaba que estaban dispuestos a quedarse, pues afuera hacía frío.

- Bueno, pues... - Harry dubitó. Su estómago se había contraído. ¿Es que nadie lo podía entender? - ...no, he cortado con ella.

Todos abrieron la boca de tal manera que casi se les desprende la mandíbula.

- ¿Pero... no... por qué cortaron? - preguntó esta vez George.

- Cosas que pasan - respondió simplemente Harry.

Ron se veía en cierto punto un poco feliz, lo que sorprendió mucho a Harry. Nunca le habría cabido en su cabeza que Ron no quería esa unión.

- Bueno, chicos, nos vamos - dijo luego de un gran rato una gran parte del equipo, dejando solos a Ron, Fred, George y Harry. Los Gryffindor no tenían clase de nada después del entrenamiento, así que se quedaron.

Harry se sentó. Estaba muy cansado y le dolían todos sus músculos.

- Bueno - dijo Ron luego de un rato -, ¿alguno de ustedes dos tiene novia? - preguntó, señalando con la cabeza a los gemelos.

- Pues... no, hermanito - dijeron los dos al unísono.

- ¿Nada, nada? - inquirió Ron.

- Nada - dijeron los gemelos, y sonrieron.

Harry no aguantaba la situación.

- ¿Se puede saber de qué se rien? - les preguntó a Fred y George.

- Por favor, Harry - dijeron - es obvio lo que está sucediendo. Ninguno de nosotros está interesado en chicas, ¡y lo sabes muy bien!

Todos se callaron. Ron estaba con las orejas coloradas, y Harry sonrosado. Luego de un rato, rompieron el silencio:

- Bueno, tienen razón - admitieron.

Los gemelos se rieron.

- ¿Y... quién les mola del colegio? - preguntaron descaradamente.

Ni Ron ni Harry respondieron enseguida. Los dos sabían una verdad incómoda; no se atrevían a mirarse.

- Bueno, chicos, ¡creo que estamos ante un dilema! - dijo Fred.

Harry levantó la mirada y vio a Ron. Sus ojos azules, tiernos, hermosos, flamantes, que tanto había amado durante años y años, estaban observándolo amorosamente. Sin embargo, Fred y George parecían por alguna razón saber todo lo que pasaba.

- Hey, dejémosnos de amor - dijeron -. Ahora, ya sabemos que ustedes dos se aman. No nos molesta en absoluto. Es más, si quieren, pueden besarse...

Esa parecía su intención. Y también la de Harry... sí, el quería besar a Ron y tenerlo cerca por siempre. Ron lo estaba mirando, como esperando algo. Y Harry quería ese algo...

Se acercó lentamente a Ron, mientras Fred y George los miraban. Sus labios estaban húmedos y tiernos... No se podía resistir... No supo cómo, pero se acercó a sus labios y los besó.

Ron parecía complacido por el beso; tanto que se lo devolvió, jugando con sus labios, probando su lengua... Luego de un rato, se separó.

- ¿Qué te sucede? - preguntó Harry.

- Ellos - dijo Ron, señalando a los gemelos.

Harry no se había percatado de los mismos. Estaban observando, sus ojos con expresión graciosa.

- Vamos, chicos... nosotros los seguimos - y les guiñó un ojo a Harry y a Ron.

Harry se acercó de vuelta a Ron, le besó todos sus labios y volvieron a besarse con la lengua. Harry sentía el calor subiendo por su cuerpo, prendiéndole los sentidos, agudizando su amor... Podía sentir las mejillas de Ron, calentitas, cubriéndolo del frío. Por primera vez, Ron habló.

- Te amo, Harry... desde hace tanto tiempo... - y volvió a besarlo.

Se estaban entrelazando cuando Harry se acercó a la remera de Ron y se la sacó, dejando al descubierto un hermoso pecho musculoso, con algunos pelos, blanco y suave. Era tan masculino... Harry no se podía resistir al ver semejante cuerpo hermoso. Bajó hasta su pecho y se lo besó, aprovechando cada centímetro de este para darle placer a su mejor amigo. Continuó bajando hasta sus pantalones, cuando los desabrochó y se los sacó.

Ron estaba en ese momento en unos calzones blancos, que marcaban su paquete. Harry se relamió en la idea de probarlo; pero antes de que pudiera hacer nada más, Ron lo desnudó a el también, dejando a ambos en boxers. Mirando de reojo, Harry podía ver a Fred y George besándose pasionalmente, solo en pantalones.

Harry empezó a frotar su pene contra el de Ron, provocando que ambos empezasen a jadear descontroladamente, presas de una adrenalina furiosa. Harry empezó a bajar hasta el boxer de Ron y, lentamente, se los quitó, tirándolos al suelo.

Se quedó boquiabierto. Ante él tenía el pene de su mejor amigo, que era francamente ¡enorme! Sus testículos eran rosas y tiernos, y su equipo largo y suave. Harry no daba más. Se acercó a la punta del miembro de Ron y empezó a lamerla. Ron gemía cada vez más mientras Harry empezaba a metérselo todo en la boca. Podía sentir el calor de el miembro adentro de su boca, cómo se endurecía cada vez que lo lamía más y más... Ron le puso una mano en su nuca y presionaba, haciendo que Harry succionara cada vez más y más rapido.

Luego de un rato, sacó su boca del pene de Ron y éste respiró profundamente.

- Quiero tenerte, Harry... - dijo entre respiros.

- Pues ténme - dijo Harry, sonriendo y poniéndose en cuatro patas.

Ron sonrió y jugueteó con el culo de Harry tiernamente, metiéndole dedos de vez en cuando. Le encantaba que fuera tan redondo, perfecto y tierno... Masturbándose, metió su pene en el ano de Harry, penetrándolo. Harry gimió fuertemente. Le encantaba. Ron se lo metió hasta el fondo, gimiendo y gritando a su paso. Empezó a penetrarlo rítmicamente, gimiendo en sintonía con Harry, que gritaba el nombre de Ron.

Estaba sintiéndose en el cielo cuando miró a su costado. Fred y George estaban haciendo lo mismo. Ante la idea de ello, se excitó el doble y penetró a Harry más fuertemente. Un hilo de pre-semen se deslizó fuera de su pene, excitándolo. Penetró mas rápida y fuertemente, fundiéndose en uno solo con Harry.

Luego de un rato, sacó su pene de el culo de Harry y se masturbó, provocando que se viniera en el pecho de éste. Harry gemía; le encantaba lo que estaba haciendo Ron. Ahora le faltaba a él... Ron se acercó a su pene, lo lamió hasta el fondo, mientras Harry gritaba su nombre a los cuatro vientos. Luego de unos minutos, sintió todo su líquido dentro de su boca, disfrutándolo como un néctar. Fue hasta la boca de Harry y se besaron, compartiendo el jugo de Harry. Ambos estaban sumamente felices.

- Te adoro, Ron - dijo Harry, y sonrió -. Espera...

Y miró a su costado. Fred y George estaban masturbándose ambos a la vez. Harry fue hasta ellos y le lamió el pene a Fred, mientras Ron lo hizo con George. Ambos se vinieron a la vez sobre la cara de los chicos.

- Chicos, son geniales - dijieron los gemelos.

Los cuatro se rieron. Había sido la mejor experiencia de su vida.

- ¿Cuando es el próximo entrenamiento? - se rió Fred.