Disclaimer: Por más que quisiera, Kaichou Wa Maid-Sama! no me pertenece.


El mundo se lamentó de la muerte de una pareja tan extraordinaria: un prodigio de la medicina y una diplomática. Tan jóvenes, tan talentosos, tan prometedores y tanto potencial aún por demostrar...

Sus muertes frustraron el deseo de todas aquellas personas que querían ver lo lejos que llegarían; de verles cumplir sus sueños. Les faltaba sueños por cumplir, sí, pero algunas ya los habían cumplido, otros ya estaban casi a su alcance.
Muchos de los que estaban presentes en el funeral recordaban a la joven pareja diciendo que para ellos ser exitosos era haber cumplido algunos de sus sueños y estar en camino de cumplir más y que lo más importante era tener algo siempre a la cual aspirar. Nunca más volverían a oír esas palabras de su boca.

Cuando su enterramiento finalizó, la atención mediática no tardó en buscar otro tema del que hablar: el matrimonio Usui había dejado atrás a dos preciosos hijos, Sara y Rui.
Ya desde un principio sus padres buscaron la forma de protegerlos de las cámaras y periodistas, así que poco era sabido de ellos. Tras años sin saber nada de ellos y con la reciente muerte de sus padres, su interés por los dos niños se vieron acrecentados y intentaron acercarse a ellos. Pero fueron intentos fallidos. Tanto la familia Walker-Usui como la familia Ayuzawa se esforzaron para mantenerlos alejados de la prensa.

Pocos días después del enterramiento se hizo la lectura del testamento de los dos. La custodia de los niños pasaba a ser de Gerard y los bienes de la pareja se repartían entre sus hijos equitativamente, cuando estos hubieren cumplido la mayoría de edad.

No hubo objeciones pero Misaki, en una carta que había confiado al notario y dirigida a su hermana, pedía que Suzuna también tuviera la custodia de sus hijos. El notario explicó que no se había formalizado su petición debido a que ella aún lo tenía que discutir con su marido y en su momento no tuvieron prisa porque... ¿quién iba a saber que todo aquello iba a ser ejecutado tan pronto?

Ante esta revelación ambas familias decidieron tener una discusión. La custodia seguía siendo de Gerard porque la carta de Misaki seguía sin tener valor jurídico alguno, pero era cierto que ante la ausencia de una figura materna para los niños a partir de esos momentos no daba más que razones a Suzuna para quedarse con ellos. Los abuelos, Minako y Sakuya, y Edward tenían en cuenta sobretodo la cercanía que había con cada uno de ellos y estaba claro que Suzuna salía vencedora. En visto las cosas, Gerard y Suzuna llegaron a un acuerdo: Suzuna se quedaría en Inglaterra para estar cerca y cuidar de Sara y de Rui.
Lo más importante en aquellos momentos era crear un ambiente adecuado para los niños y darles apoyo emocional.

El notario, que había quedado olvidado durante unos momentos mientras esperaba a que la familia se pusiera en de acuerdo, continuó con la lectura del testamento de la pareja.

- Y por último, en el caso en que Gerard Walker no cumpla o no pudiera cumplir con sus deberes, la custodia pasará a James Kane.

Los presentes de la sala se quedaron sorprendidos ante este anuncio. Todos se preguntaban quién era James Kane y qué relación tenía con la pareja. El notario tampoco les pudo proporcionar más información sobre esta persona y explicó que en su momento no preguntó a la pareja quién era porque dio por supuesto que ya le conocían todos. Gerard, sobretodo, se negaba a creer que Misaki y Takumi fuesen a dejar a sus hijos con una persona que, por lo que veía, ni la familia de Misaki conocía. Se dijo mentalmente que más tarde ordenaría a Cedric que investigara quién era, pero ahora solo quería que se acabara todo. Habían sido semanas de exhaustación físico y emocional. Como siguiera así los esfuerzos de su hermano en curarle se irían por la borda.

Pero él tampoco era el único así. Dio un vistazo a Suzuna, que hablaba con sus padres. Ella tampoco debía de haber tenido descanso con tantos quehaceres durante aquellos días. En las ocasiones en las que se cruzaban, ella estaba cuidando de los niños; recibiendo las condolencias de parte de su familia y amigos de Misaki o estaba hablaba por teléfono con alguien. Esta vez la observó con detenimiento: a juzgar por lo que había visto por ahora ella era una mujer más serena y más pasiva que su hermana. Le llamaba la atención el hecho de que tanto él como ella eran los únicos que no habían llorado por la muerte de sus hermanos. No sabía cómo interpretar eso. Esperaba que esta mujer no le causara tantos quebraderos de cabeza como lo hizo su hermana en su día.

Antes de despedir a Cedric también pidió a este que se encargará de proveer todas las necesidades de Suzuna y de hablar con ella con todo lo que necesitase. Aún tenía muchos asuntos que atender, pero ya tendría plenitud de tiempo para conocerla más tarde pues nuevamente el Castillo de Raven volvería a abrir sus puertas para otra persona que venía a quedarse con su familia.


Nota de la Autora:

[Esto solo afecta a los primeros lectores de este fanfic, pero siéntese libre de leer esto también, querido lector ;-) ]

Publiqué este fanfic hace unos 4 años y fue mi primero, por eso, aunque ha habido momentos en que lo he querido borrar simplemente no he podido.

He cambiado muchas cosas respecto a la original, pero la esencia continuará siendo la misma.

El rumbo de este fanfic ya no será el mismo que el que tenía pensado al principio. Como sabréis, el año 2017 salió un tomo llamado Yuki Ochimura ni Ojou-sama! En este capítulo el autor nos presenta los hijos de Misaki y Usui, Sara y Rui. ¿Y qué significa esto? Pues que los personajes inventados por mí los borraré o tendrán otro papel, con tal de respetar el canon.

Espero que al igual que recibisteis el original, le deis la misma acogida y amor.
Eso es todo. ¡Muchas gracias!

Editado 28/12/2018