Una habitación pequeña y blanca, era bastante limpia y discreta con un olor que en otras circunstancias me resultaría agradable pues estaba acostumbrada a este tipo de lugares, después de todo estaba estudiando medicina, los hospitales serian como mi segundo hogar, pero en estos momentos una infinidad de emociones negativas rondaban en mi cabeza, a pesar de saber de lo que constataba el procedimiento seguía allí, quería terminar con todo de una buena vez. Mire la mesita que se encontraba a lado mío, en ella se encontraban varias revistas con aquellas imágenes grotescas y dolorosas las mire con tristeza pero al segundo después los recuerdos pasados hacían que la tristeza se convirtiera en odio y la urgencia de ser atendida crecía.
-Señoritas Utonio acompáñeme por favor- me levante con pesadez, tenía miedo pero la seguí hasta otra habitación donde me ayudo a prepárame, me ordeno recostarme en aquella camilla-primero haremos un ultrasonido en tiempo real-me hice de oídos sordos no quería saber nada del intruso que estaba en mi cuerpo, de repente escuche un débil tamboreo no pude evitar mirar a hacia aquella pantalla y contemplar la figura de la criatura a la que le llamaba parásito.
-ese es…-
-si señorita Utonio ese es su bebe-me dijo de manera fría y acusadora, mis labios comenzaron a temblarme mire por la pantalla como aquella pequeña criatura acercaba su mano a su boquita para chupar sus dedos, mis ojos se empaparon en lagrimas ese pequeño no tenía la culpa de nada, el era inocente en todos los sentidos y yo estuve a punto de matarlo, mi llanto se hizo más profundo y estaba segura que mis gemidos podían escucharse hasta la sala de espera, pase mis manos repetidamente por mis ojos tratando de secar mis lágrimas pero era inútil era una asesina, la imagen de ese hombre no desaparecía de mi mente después de todo no era diferente a él.
Unas caricias sobre mi cabeza me hicieron reaccionar-Blossom me alegro que hayas cambiado de opinión-la mire con insistencia estaba segura de haber visto esos enormes ojos verdes antes.
-Ce…Cedu- antes de terminar cubrió mis labios
-shhhh ese es mi otro nombre, en este lugar puedes llamarme Annie-asentí sorprendida y seguí llorando me sentía mal no podía hablar del tema con nadie si hubiese tenido una madre tal vez hubiese sido más fácil afrontar esta situación pero no tuve la suerte.
-Fuera de aquí podemos ser las peores enemigas pero en este lugar esa rivalidad se termina de acuerdo-me guiño un ojo-después de todo somos mujeres-dijo y acarició su barriga acto seguido trato de hablar conmigo sobre el padre de mi bebé o de cómo había sido concebido lo único que le dije es que no había sido con mi consentimiento.
Ella me ayudo a cambiarme y a cancelar aquel contrato relacionado con el aborto de mi bebe, después de eso me dio el nombre de un hospital en que trabajaba como enfermera y obstetra se despidió de mi diciendo que esperaba mi visita.
