Este fic participa en el reto "Drabbles, drabbles y más drabbles" del foro Multifandom is the new Black
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, todos son propiedad de JK.
Palabras:500 exactas
Porque Remus sabe que lo peor viene al final de la batalla, cuando se hace el recuento de los daños...
La batalla en el Departamento de Misterios ha terminado, pero Remus Lupin sabe que lo peor apenas está comenzando. Porque aunque el peligro ha pasado y los ataques han cesado, el verdadero infierno empieza cuando los recuerdos de lo que sucedió hace apenas unas horas, aparecen como fantasmas que lo atormentan una y otra vez en la oscuridad en la que ha caído desde el momento en que vio al último de sus amigos cruzar aquel velo que se lo llevó para siempre.
Ese velo maldito que se llevó al único amigo que le quedaba y a la única persona que le podía hacer recordar su pasado. Un pasado que sin duda fue mucho mejor que su presente y del cual ya no queda nada.
Le duele y mucho, porque a pesar de que Sirius ya no era el mismo chico alegre y despreocupado de su juventud, seguía siendo su amigo, seguía siendo la única persona con la que podía hablar de James, Lily e incluso Peter. Le duele porque con Sirius no solo se fue un amigo, se fue un hermano, se fue lo último que quedaba de su familia, esa familia que estableció con sus amigos en Hogwarts y a la cual James lo integró desde el primer momento.
Pero eso no es lo único que le duele a Remus, es una parte más no lo es todo. Porque aunque lamenta en lo más profundo de su corazón la reciente perdida, también está destrozado por el estado actual en el que se encuentra Tonks, su Tonks, su Dora que es como le gusta decirle cuando nadie lo oye.
El verla así es algo que lo rompe por dentro y es que, por más que sus sentidos se lo digan, la mujer que está recostada en esa cama, inconsciente y ajena a todo lo que pasa a su alrededor simplemente no es ella. No puede ser ella, porque Tonks es demasiado alegre, hiperactiva, escandalosa y parlanchina como para estar acostada a las cuatro de la tarde, completamente quieta y sin pronunciar palabra alguna. Es imposible que sea ella, porque la chica que él conoce siempre tiene el cabello de un color rosa chillón, jamás de un color café tan oscuro y apagado como lo tiene la chica que está frente a él.
Es imposible, se repite una y otra vez, pero sabe que aunque se resista a creerlo es la verdad, Tonks está en coma, en un coma provocado por una maldición desconocida que le lanzara Bellatrix Lestrange; a la cual hay que sumarle múltiples cortes y heridas que tiene en todo el cuerpo.
Los sanadores han dicho que a pesar de todo hay muchas probabilidades de que ella se recupere, pero a Remus eso no le sirve para nada porque podría pasar mucho antes de que Tonks despierte y él no sabe cuánto tiempo podrá soportar verla así, dormida, sumida en ese sueño eterno que digan lo que digan todos es un estado tan parecido a la muerte.
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