EJECUCIÓN

Para Dan, con todo el amor del mundo

Sumary: La guerra terminó hace ya once meses. Harry intenta rehacer su vida, alejarse de aquello que lo torturó en un pasado. ¿Qué pasará cuando Ron y él se vean obligados a abogar en el juicio contra los Mortífagos? Harry/Ginny Ron/Hermione

Disclamier: Todos los personajes son de Jotaká, y ni ellos ni su universo son de mi propiedad. Yo solo los uso para divertirme un rato.

Clasificación: M


Prefacio

Sus ojos recorrían la sala, buscando afanosamente una salida. Las manos le temblaban, y el corazón golpeaba furiosamente contra su pecho. Se pasó la lengua por los labios, humedeciéndolos, y se llevó una mano al cabello, apartándoselo de la cara, en un gesto nervioso.

Caminó unos pasos vacilantes, moviéndose en la oscuridad del pasillo. El eco de sus pisadas chirreaba escalofriantemente contra el sucio suelo y su sonido se apoderaba de la oscuridad del lugar. Respiró hondo, intentando calmar su agitada respiración, y aferró la varita que llevaba en su mano.

Casi sintió que se le paraba el corazón cuando una mano salió de la espesa oscuridad que lo rodaba, y se aferró a los barrotes de la celda. Su voz soltó un grito que sus labios no alcanzaron a emitir, y alzó la varita, que temblaba entre sus manos, iluminó a la figura que aferraba los barrotes como si se le fuera la vida en ello. Su cabello rubio, sucio y sudado, emitió un escalofriante esplendor cuando la varita lo alumbró. Unos ojos grises lo observaban fijamente, clavándose en su mirada. Aquellos orbes opacos, sin vida, parecieron adherirse a los ojos verdes. Una mirada… parecía suplicante. Era una mirada que clamaba a voces silenciosas auxilio.

—¿Malfoy? —la voz le salió ahogada, y el ritmo de sus latidos se aceleró hasta resonar contra sus oídos. Se sintió desfallecer, y si no fuera porque él también había aferrado los barrotes de la celda, se hubiera desplomado como un muñeco poseído por la culpa, en el sucio suelo de la celda.

Pero nada, absolutamente nada, habría podido impresionarlo más, nada podría haber sido más devastador, que la voz de Malfoy, que parecía surgir desde las profundidades de un poso oscuro y sin fondo. La voz ronca pareció raspar su garganta, y resonó fantasmagóricamente contra las paredes de la celda, perdiéndose en medio de la más absoluta oscuridad. El nombre que alcanzó a pronunciar resonó, multiplicado en miles de sonidos, por toda la celda.

—Potter.