Hola a todos, en este fic pondré un capítulo sobre alguna idea loca que tenga y que quiera sacarla de mi mente. Esta por ejemplo, se me ocurrió hoy: 18 de marzo del 2013. Espero les guste, ya que fue más largo de lo que esperaba.
-¿Estás bien?- esto es de recuerdo.
ESTA IDEA YA TIENE DUEÑ0.
Lo escrito en negritas lo dice el narrador.
¿Mala suerte?
Hoy es un día como cualquier otro en la vida de un adolescente de no más de 15 años de edad. Hoy es mi primer día de escuela, de seguro que todos tienen flojera de este día aunque un poco de curiosidad y emoción, ya que es una escuela nueva de la que nunca había escuchado jamás. Mi alarma del celular suena para hacerme saltar de la cama y levantarme para prepararme e ir a la escuela. Mi nombre es Aono Tsukune, tengo 15 años, el cabello de color café, ojos del mismo color, una altura promedio y… bueno, no sabría decirles si soy apuesto o no, aunque mi madre me dice que sí, ¡Pero oigan! Toda madre le dice a su hijo que es guapo, ¿No? Pues yo creo que sí. Continuando con la descripción de mi vida, creo que no hay nada fuera de lo común, a excepción de un dato importante.
Hace unos años atrás, tuve un accidente de auto con mis padres. Mi mamá me dice que me faltaba mucha sangre y que lo más probable es que moriría, pero algo sucedió, ¡Uno de los doctores me dio de su propia sangre para la transfusión! Él o ella me salvo y por eso no morí. Después de eso, mi cuerpo comenzó a tener ciertos cambios que, por obvias razones, no les dije a mis padres.
Me acuerdo que un día, con tan solo 12 años de edad y por culpa de mi prima, me caí de un árbol. Me raspe los dos brazos y me abrí la cabeza, posiblemente hubiera necesitado unos puntos y un poco de alcohol, pero esto no ocurrió así.
-¡Tsuki! ¿Estás bien?
-no… ¿¡Cómo voy a estar bien?!
-¡Perdón! Iré a buscar a Kasumi-san, solo quédate aquí- ella se fue y yo me quedé viendo mis codos y la herida de estos se estaba curando solo y muy rápido.
-"¡Qué genial! ¡Tengo la regeneración aumentada!"- en esos momentos tenía el pensamiento de un niño, no podía ser más inocente.
Pero ese no fue todo lo que descubría esa edad. Muchas cosas influyeron para que descubriera los demás cambios en mi cuerpo. Como a la edad de 13 años en mi escuela secundaria, justamente en Educación Física, descubrí otras de mis habilidades.
-¡Tsukune!- era un partido de baloncesto y alguien me pasó el balón -¡Anota por el equipo!
-¡Lo intentaré!- yo salté para soltar el balón, pero llegue hasta el aro y al meter el balón, ¡Los cristales del marcador se hicieron pedazos!
-¡Woooow! ¡Eso fue genial!
-¡De lujo!- dijeron los demás compañeros del equipo, pero yo sabía que eso no era normal.
-eh, ¿Alguien me ayuda a bajarme?
Pronto descubrí que tenía súper poderes como los que veía en mis historietas o en la series de televisión. Podía regenerarme más rápido que un humano normal, tenía mucha fuerza, mucha energía y como un sexto sentido que me avisaba de las malas intenciones de las personas. Recuerdo que cuando tenía 13 años y como era fan de Spider-man, mi deseo más grande era ser un héroe y ayudar a las personas que me necesitarán, ya que Spider-man siempre hacia lo correcto, salvaba a la gente en peligro y no pedía nada a cambio. ¡Mi sueño era ser como él!
Pero eso fue hace mucho y nunca pude hacer mi sueño realidad, eso fue por una experiencia en mi escuela secundaria en mi último año. No quiero acordarme de eso, ya que por esa anécdota mi sueño quedó solo como eso: un sueño.
Ya me he bañado, cambiado, mis dientes están cepillados, los libros están listos, mis zapatos están lustrados, en pocas palabras, estoy listo.
-Tsukune. Asegúrate de ir con cuidado a la escuela
-sí mamá. No hay ningún problema- respondí con una sonrisa. Ella no debería de preocuparse tanto, si yo no fuera tan tonto a veces. –bueno, me voy.
-¿No se te olvida algo?- esa oración solo significa una cosa: despedirte de tú mamá con un beso en la mejilla. No me pregunte por qué, pero creo que todas las madres hacen eso o algo parecido.
-adiós, mamá- le di el beso y ella también me dio el mío y finalmente me fui. Ya estoy en la parada de autobuses, esperando el bus que me llevará a esa escuela llamada Yokai. El nombre está raro y nadie la conoce, pero lo más raro es cómo entre. Y no piensen que la solicitud me cayó del cielo o algo parecido.
Como cualquiera sabe, para entrar a una preparatoria tienes que tener un buen promedio y ser uno de los 400 mejores en el examen para poder ingresar a la escuela que quieras, el cupo puede variar dependiendo de la escuela, pero eso no importa. El caso es que aunque tenga súper poderes, estos no traían súper inteligencia o algo así. No soy bueno en la escuela, siempre he sido así; mi promedio fue de 8, ¿Bueno, no? Pues para la escuela en la que quería entrar no lo fue, ahí te piden un promedio de 8.5 y yo no tengo eso, así que ya era un caso perdido, pero aun así hice el examen con todo mi esfuerzo.
Mis esperanzas bajaron cuando fui a ver el correo, donde sabría si entre o no. Con manos temblorosas, abrí el sobre y vi lo que me temía: no logré entrar.
-"maldición, ¡Maldición! Tendré que repetir año… ¿¡Por qué?!"- quería estallar pero desde el principio ya sabía que esto sería el resultado. Desde el accidente que tuve he sido muy optimista y me gusta ayudar, pero esto hace desplomar a cualquiera. –estoy acabado… ¡Mi mamá va a matarme!- le tenía más miedo a mi mamá que a mi papá. Sobre todo por qué es mi madre. -…estoy perdido… ¡Ah!- en eso, mi suerte cambió para siempre. Ahí, no lo había visto, pero ahí había otro sobre con el nombre de una escuela -¿Y esto? "felicidades, has sido seleccionado para entrar a la academia privada Yokai".- el papel decía mucho más, pero eso no me importaba -¡Sí, esto es genial! ¡No repetiré año!- no sé lo que pasó exactamente, pero debió de haber sido un grave error por qué de alguna forma, logré entrar a una preparatoria.
Y es por eso que estoy aquí, esperando el bus. Después de unos momentos, el bus llega.
-disculpe, ¿Es el bus que va a la academia Yokai?
-sí, sube muchachito- el conductor luce raro, va fumando su cigarro y sus ojos se ven tétricos, pero a lo mejor y estoy un poco dormido, es el primer día de escuela y claro que hay flojera.
-gracias
-debes tener cuidado, joven. La academia Yokai es un lugar espeluznante.
-y que lo diga, para mí todas las escuelas son iguales.
-¿A qué te refieres?- esa pregunta era básica para mí.
-ya sabe, todas tienen a la chica más bonita, la chica más sexi, el más guapo, el más inteligente, el más organizado, los profesores malos, los que son buena onda, etc. –dije con tranquilidad y como si fuera lo más obvio del mundo –lo demás puede variar, pero lo que dije siempre es cierto, eso es de ley.
-jajaja. Me caes bien, ¿Y tú cual eres de todos los que mencionaste?- en ese momento, cruzamos un túnel y pensé que este señor era alguien amable y no raro como yo pensaba.
-¿Yo? Estoy con los normales, el promedio. Una de las presas fáciles de gorilas bravucones que hay en todas las escuelas- veo que el bus se baja y la puerta se abre.
-ya veo. Nos vemos, chico y suerte.
-gracias, creo que la voy a necesitar- el lugar se ve raro. Los árboles se ven muertos, el cielo está nublado, el lago es… ¿Rojo? -¿Qué clase de lago es este? Pareciera que hubieran vaciado algún deshecho tóxico o algo así- yo sigo mi camino hacia la escuela. Se ve rara pero eso no significa que sea espeluznante. En eso, siento que algo se aproxima además de una como descarga eléctrica en mi espalda, era mi sexto sentido avisándome de que algo malo va a pasarme. Hago un giro a la derecha y una chica en bicicleta se estrella contra un árbol.
-uh… ¡Hey!- fui a ver como estaba ella, al parecer no estaba herida.
-lo siento, es que estoy algo anémica y por eso no pude ver bien- esta chica era hermosa, más hermosa que cualquier otra chica que haya visto. Su cabello es rosado y largo, tiene unos ojos verdes esmeralda, una linda cara, el cuerpo es muy bonito y ese sonrojo en sus mejillas la hacía ver aún más linda de lo que ya era.
-um… yo, eres… linda- lo último que dije fue un voz baja
-¿Qué dijiste?
-¡Digo! ¿Estás bien? ¿No te hiciste daño?
-no, estoy bien. Soy Akashiya Moka, es mi primer año en esta escuela
-yo soy Aono Tsukune, y es mi primer año también.- ella se empezó a poner nerviosa o al menos así se veía.
-esto… ¿Te desagradan los vampiros?
-¿Eh?- ¿A qué viene esa pregunta? Los vampiros son ficción, pero no debo de meter la pata con esta chica, podría convertirme en su amigo -¡Claro que no! Ellos son geniales, pueden vivir por mucho tiempo y todos tienen muy buenas habilidades, quisiera ser un vampiro alguna vez.
-¿De verdad? ¡Qué bien!- ella me dio un abrazo y después me soltó -¿Quisieras ser mi amigo? No conozco a nadie, así que…
-claro- le interrumpí –Moka-san- hice mi mejor sonrisa y nos fuimos a la ceremonia de nuevo ingreso. Después fuimos a clases, todos entraron antes que nosotros y nos quedamos hasta atrás en la fila que esta junto a la ventana. Eso ayuda a no aburrirte, al menos en mi caso.
-bienvenidos a la academia Yokai, antes de iniciar la clase, hay algunas reglas que deben de saber- dijo la profesora de literatura, parece alguien muy amigable. Y como es Literatura, sin duda me irá bien en esta materia, siempre he tenido promedio de 9 en esta materia. –esta escuela es solo para monstruos, pero en ella aprenderán a como convivir con los humanos, así que queda prohibido mostrar su verdadera forma…
-jaja- di una risita ante esto, la sensei debe de ser algo bromista. Los monstruos no existen, es solo ficción.
-heh, no entiendo por qué tenemos que convivir con ellos- dijo alguien que justamente estaba a mi lado, su lengua era bastante larga y tenía el aspecto de un delincuente o un psicópata, en pocas palabras, el que me molestaría hasta el fin de mis días de escuela –¿Y si algún humano apareciera por aquí?
-eso sería imposible, además de que no sobreviviría mucho- ante esto, trague saliva, esto ya no parecía una broma.
-"¿En qué estoy pensando? ¡Yo tengo súper poderes! No por nada quebré el tablero de baloncesto a los 13 años, ¡No señor! Pero…"- agache la cabeza, tenía mucho miedo, todos eran monstruos y de seguro que todos son malos. En eso volteo a ver a la única persona amable que he visto: Moka-san. Ella no parece una mal persona –"quiero irme de esta academia, pero mis padres han trabajado mucho por mi educación, por darme lo que quiero. No puedo fallarles, lo que quiero es que ellos estén orgullosos de mi".
Después de eso, yo y Moka-san vamos por los pasillos, todos se quedan viendo a Moka-san como morbosos y hacen comentarios entre ellos, pero la mayoría me ve con una mirada asesina. Lo sé por qué mi sexto sentido me lo advierte.
-Tsukune, ¿Estás bien?
-sí… solo me duele un poco la cabeza, no es nada- esto solo me ha pasado cuando una vez me asaltaron, salí victorioso pero la cabeza me dolía mucho.
-hmm. Eres muy hermosa, ¿Tú eres Akashiya Moka? Yo soy tú compañero, Saizou Komiya, ¡Encantado!- esa maldito grandulón me agarró de mi camisa y me alzó, la electricidad de mi sexto sentido empezó a recorrer todo mi cuerpo –dime algo, ¿Qué hace una chica hermosa como tú con este tipo?
-¡Es Saizou! Dicen que ha causado muchos alborotos en la sociedad humana y lo trajeron aquí para que regule su comportamiento
-"¡Rayos! Si eso es cierto, este chico no es más que un bravucón. Pero yo tengo poderes, este idiota no sabrá quién lo golpeo"-más vale que me bajes en este instante
-jaja, ¿O si no qué?
-"sonríe mientras puedas, tonto. ¡Te voy a dar tú merecido! Sí, eso haré…"- pero entonces recordé mi comic favorito y decidí hacer lo correcto, en vez de lo que pienso en realidad –bueno… ¿Me podrías bajar? Jeje
-que tonto es ese chico, Saizou va a matarlo- él me azotó contra el suelo, quebrándolo con mi cuerpo.
-¡Tsukune!- Moka-san grita mi nombre, mientras esa electricidad vibra por todo mi cuerpo
-¿Crees que estoy jugando, idiota? ¡Vas a pagar por esto!- me levantó rápidamente y el empieza a darme de golpes, pero logró esquivarlos gracias a mis buenos reflejos.
-¡Ten cuidado, Tsukune!- en ese momento hice lo más tonto que pude haber hecho: cerré los ojos y empecé a lanzar golpes a lo idiota y el único que acertó, ni fue una caricia para Saizou
-¿Pero qué pasó? ¡Ya deberías de estar derrotado!
-jajaja, golpeas como una niña, jaja- él me dio un golpe que me sacó volando hasta la pared y un montón de sangre salió de mi boca –así es como golpea un hombre- Moka fue a moverme, pero yo ya estaba noqueado, pero podía escuchar todo.
-¡Tsukune! Lo siento, todo es mi culpa, perdón.
-¡Ahora te haré mi mujer, Akashiya Moka!
-¡Kyaa!
-"¡No! Moka-san… perdón. Soy tan estúpido, pero ¿Qué paso con mis poderes? Ese golpe debió de ser suficiente, pero no salió nada de nada"-por lo que escucho, Moka-san debe de estar en problemas. ¿Y así quería ser un héroe cuando era niño? Si mi héroe favorito estuviera aquí, estaría decepcionado de mí. Si ese doctor o doctora que me salvo me viera ahora… si mis padres me vieran, estarían decepcionados de mí.
Pero en ese momento, en todo ese remolino de sentimientos que tenía el chico. Un sentido de protección por su nueva amiga lo invade y hace que se levante con un aura poderosa y con los ojos rojos con un corte en medio.
-Saizou…- al levantarme, me siento increíble, siento que puedo hacer lo que sea y… ¡Me siento tan ansioso! –solo diré esto una vez, déjala ir.
-jaja, ¿Quieres más, eh?- él soltó a Moka-san y se puso en frente de mí, ya convertido en un monstruo muy grande y feo.
-no, no quiero más. En vez de meterte con Moka-san, ¿Por qué no te metes con alguien de tú talla, o eres marica para meterte con una mujer?-"no sé de dónde saco tantas buenas frases, pero de algo sirve jugar tantos videojuegos"
-¡Maldito!- solo tuve que agacharme y darle un buen golpe en la quijada para romper el techo con el cuerpo de Saizou.
-"je, de algo sirvió jugar tanto el Street Fighter 4, jaja"-Moka-san, ¿Estás bien?
-sí, Tsukune. Gracias.
Creo que mi vida aburrida de estudiante promedio dará muchos cambios en esta escuela. Así como muchos problemas, será… ¿Mala suerte?
¿Les ha gustado?
Nota: Si alguno de los que leyo esto sigue mis otras historias, pido una disculpa por no actualizar. Las ideas no me llegaron esta vez. Mañana pondré conti de mis otras historias.
Saludos.
