Hola a todos, bueno aquí les traigo un nuevo intento Ichihime, el cual espero que sea de su agrado.
Disclaimer: Ni los personajes ni el título de la historia ni el de los capítulos me pertenecen, sino al gran Tite Kubo y a a sus correspondientes grupos/cantantes
Capítulo 1: Remember
By High and Mighty Color
~ Orihime's POV ~
Caminaba lentamente hacia mi colegio, recordando cómo fue mi primer día de clases, no sabía porqué lo recordaba tan frecuentemente, ¡ah, si!, era porque desde que ingresé, era lo mismo de siempre, burlas y más burlas.
Unos cuantos meses atrás, yo, Inoue Orihime, de 17 años, una chica casi solitaria debido a las constantes burlas por parte de los demás, fui transferida al instituto Mashiba en la ciudad de Karakura debido al trabajo de mi padre, no era la primera vez que pasaba por ello ya que tiempo atrás, tuve la suerte de pasar por lo mismo.
Para cualquiera que ingresara a un nuevo centro de estudio era difícil pero siempre para mí, lo era aún más.
Con un par de libros es mis manos, me detuve por un instante en frente del edificio para verlo por fuera, como si fuera la primera vez que lo miraba.
-Aquí vamos – me dije a mí misma antes de caminar, dejando salir un suspiro
Con mi paso lento, sujetando más fuerte mis libros, comencé a ingresar al edificio, no sin antes respirar hondo ya que siempre me ponía nerviosa, esperando como de costumbre algún tipo de comentario por parte de los jugadores de football americano del instituto o por las porristas o ambos, todos eran detestables.
Yo por ser alguien tímida, no tenía muchos amigos, sólo un par si se podía decir pero no pasaba mucho tiempo con ellos, los únicos eran los libros en los que me encerraba constantemente para poder olvidar lo sucedido en el día, prefería meterme en el mundo imaginario que narraban las páginas que recordar lo real.
La razón por la que siempre se burlaban de mí era por mi loca y talvez extrema afición por la lectura y mi anticuada forma de vestir, si, lo sé, anticuada, siempre eran faldas largas, con suéter holgados, medias y tenis, dejando de lado mis enormes lentes los cuales utilizo desde niña y mi peinado sin estilo de dos trenzas bajas y con mi flequillo, para alguien en una escuela en la que contaba mucho la apariencia física, era completamente anticuado, lo admito pero no me importaba, yo era feliz.
Entré algo cansada, aunque fuera lo mismo, nadie lograría acostumbrarse a lo de siempre y menos cuando era recibida por uno de los jugadores, talvez, el más detestable de todos: Grimmjow.
Ese chico insoportable, engreído, vanidoso y totalmente molesto era quien más se burlaba de mí, seguido de Nnoitra, su mejor amigo e igual de insoportable que Grimmjow, por ello los detestaba a más no poder, ¿Quiénes se creían que eran?, sólo porque eran jugadores y eso los hacía popular, no les daba el más mínimo derecho de decirme o tratarme como quisieran, por suerte estaban en el último año.
Con una rápida mirada, vi que estaba allí – Grimmjow, Nnoitra estaba esperándolo algo aparte –, junto a una de las porristas, tratando de seducirla, a Neliel, ella era una chica hermosa y popular no sólo por ser porrista, sino que también era una chica inteligente pero eso no era lo que buscaba Grimmjow, sólo buscaba a las más hermosas y creerse el 'macho alfa'.
Por suerte Neliel era inteligente y siempre lo rechazaba, ella sabía la clase de 'hombre' – si es que se le puede llamar así – que era, todo un mujeriego, si…, no había duda de ello, no sólo por ser jugador era famoso, sino por andar detrás de las mujeres, a veces agradezco ser así como soy y no tener que lidiar con alguien como él pero a la vez terminaba metiéndose conmigo y yo, sin poder defenderme, una vez lo intenté y fue peor, por ello preferí quedarme callada y tragarme todo lo que sentía, era mejor si se puede decir.
Me les quedé mirando por un breve momento, no sé porqué pero cada vez que Neliel lo rechazaba, me sentía feliz, sé que no hay que burlarse de los demás, yo mejor que nadie lo sé pero ¡es Grimmjow!, así que no hay problema, es lo que siempre me digo.
Sonreí al ver como Neliel lo apartaba de ella con su mano, ella sí que era genial en todo sentido, no por ser popular e inteligente, sino también por ser una persona muy agradable, tuve la suerte de hablar en una oportunidad con ella y pude ver que no era la típica chica material y superficial que sería cualquier otra porrista, al contrario, conmigo fue muy amable, hasta hay ocasiones en las que me saluda, a veces pienso en ella como mi modelo a seguir pero todo queda en mi mente.
Vi cómo se iba, dejando a Grimmjow molesto y Nnoitra acercándosele, a veces me preguntaba cómo se sentiría hacerle eso a él principalmente, aunque fuera tan sólo ignorarlo pero no, era algo completamente ridículo viniendo de mí, sólo lo podía hacer en mi mente pero no era lo mismo imaginándolo que viviéndolo y menos siendo dos contra uno.
Aparté mi vista de ellos antes de que se dieran cuenta de que estaba en primera fila observando todo, en el fondo feliz por ver como era rechazado, para que aprenda lo que se siente por una vez en su vida, me dirigí a mi casillero en busca de mis cosas para ir a mi clase de matemáticas, todo había estado bien hasta que ellos se aparecieron a mi lado, para molestar.
-Pero si es la fea – me dijo Grimmjow sonriendo – hace tiempo que no nos vemos, ¿nos extrañaste?
-Nunca – le dije sin siquiera mirarlo, buscando lo que me hacía falta
-Estás seria, ¿acaso tus amiguitos los aliens te robaron algo para que lo estés? – seguía ahora Nnoitra molestándome
No sé cómo los soportaba, y eso que era apenas comenzando el día…
-No – decidí ignorarlos, era tiempo de actuar… talvez
-O talvez ¿los enanitos azules te hicieron algo? – Grimmjow riendo
Esta vez me quedé callada, no les seguiría el jueguito, quise probar hacerles lo mismo que le hizo Neliel a Grimmjow, ¡era mi oportunidad!, así que terminando de buscar mis cosas, cerré mi casillero con fuerza y comencé a caminar, dejándolos atrás
-¡Oye! – gritó molesto, al parecer lo logré
No les hice caso y los ignoré por completo, por primera vez los hice sentirse molestos, sé que no es común que yo haga esto, la verdad no tengo a quien hacérselo y no me gusta meterme con las personas tampoco pero me sentí bien ¡se los hice a Grimmjow y a Nnoitra!, como lo dije antes no debería burlarme pero ¡no importa!, en mi mente casi hago un baile de felicidad por haberlos ignorado, nunca lo pensé pero lo hice, hoy era un buen día, tendría que apuntarlo o marcarlo en el calendario para recordarlo por siempre.
Marcador: Orihime: 1, Día: 0
El día comenzaba bien…
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Las clases habían terminado, todo salió bien por suerte, la verdad es que siempre he sido buena para los estudios, no por nada soy la tercer mejor promedio del colegio y la mañana se pasó rápidamente y ya era hora del almuerzo, así que tomé mis cosas y comencé a retirarme del salón, sin hablar con nadie, bueno sólo con Tatsuki.
Ella es con la única que me llevo prácticamente, ella me trata bien, es bueno contar con alguien más aunque no somos muy cercanas, ella tiene a su grupo de amigos, los cuales son agradables pero no soy buena socializando, me asusta un poco.
Muchas veces me he preguntado cómo sería tener una verdadera amiga, una a quien pudiera contarle mis cosas, poder hablar con ella, reír juntas, ir por un helado o visitar el centro comercial pero era obvio, ¿Quién querría tener de amiga a una 'ratón de biblioteca'?, si, así es como muchos me llaman, a pesar de ser alguien que no tiene amigos, podría decirse que soy popular pero de cierta forma.
Me dirigí de nuevo al casillero para dejar mis cosas pero adivinen qué, para mi mala suerte ahí estaba el grupo de Rukia, la chica más odiosa que puede haber en el colegio junto con su grupito de amigas: Lolly y Menoly, que son como dos clones de Rukia pero en cuerpos diferentes.
Suspiré antes de seguir con mi camino.
-Aquí voy de nuevo
Allí estaban 'las Hollows', así es como les llamo, no hay cosa o tema que no trate de porrismo, sólo se fijan en la apariencia, ver quién viste ropa de marca, cómo combinan los demás sus ropas, si los zapatos están de moda, o de los chicos más populares, cuan superficiales y materialistas eran, tengo razón, completamente vacías.
Traté de no verlas o al menos de hacerme la que no las vi pero ellas parecían que me tenían rastreada, no me había ni acercado cuando ya se me iban acercando, lideradas por Rukia – como siempre – no tuve de otra que continuar con mi camino.
-Hola feita – me saludó Rukia como de costumbre
Si, ese era el otro apodo por el que era conocida en el colegio
-Te ves peor de lo usual – Menoly me miró de forma superior
Las otras dos rieron.
Rukia siempre se creía la gran cosa sólo porque provenía de una familia bien acomodada creía que eso le daba el derecho de insultar a los demás, yo simplemente me quedé en silencio, como solía hacerlo.
Alcé mi mirada y me encontré con la de ella y de las otras dos mirándome, tratando de intimidarme, me decía si no se cansaban de hacer siempre lo mismo, ¿Qué no podían aprovechar el tiempo mejor hablando de otra cosa en lugar de meterse conmigo?
Al parecer no.
-Déjame en paz – traté de seguir mi camino pero ella se interpuso
-Lo siento pero es imposible ignorarte, es raro ¿no crees? – Aquí venía su sarcasmo – que alguien como tú llame tanto la atención, sobretodo por esa ropa – señalándome
Ya sabía que mi ropa no era la adecuada pero para mí lo era, ¿Qué había de malo con ello?, yo no me metía con la suya, ella no tenía porqué meterse con la mía, pero hablamos de Rukia, el otro ser más molesto del colegio.
-Podría traerte ropa de mi abuela si quieres…feita – siguió ahora Lolly quien se daba una vuelta a mi alrededor, como si me estuviera analizando
Las tres comenzaron a reír, los que estaban a los alrededores lo escucharon y las risas aumentaron.
Sólo pude mirar de lado apenada, no podía decir nada, ¿Qué podría decir en contra de ellas?, siempre vestían bien, lucían bien, claro, con dinero y el materialismo en sus mentes, ¿Cómo no?
Me quedé callada, siempre que lo hacía y veían que no reaccionaba o hacía algo, terminaban yéndose, era lo que funcionaba, por ello lo aplicaba todo el tiempo.
Marcador: Orihime: 1, Día: 1
Si, se fueron pero no sin antes, seguir burlándose de mí, al igual que los demás, yo continué con mi camino, sin prestar atención a los demás, por desgracia, el día había vuelto a ser el mismo de siempre pero lo de Grimmjow no cambia, lo apuntaré de todas formas.
Llegué a mi casillero y coloqué las cosas para buscar otras e irme a almorzar no sin antes buscar un libro para leer, no hay nada mejor que almorzar y leer un buen libro al mismo tiempo, sí, sé que suena extraño pero me gusta leer mientras como.
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Bueno, aquí estoy bajo un árbol, tomándome mi jugo y con mi libro a un lado, preferí mirar el cielo ya que está despejado, tan azul y hermoso como siempre me gustaba verlo, me recosté al árbol y cerré mis ojos, todo estaba tan tranquilo, no había nada mejor que eso, yo alejada de la – molesta – sociedad bajo un árbol, y con una fresca y suave brisa, me dejé llevar simplemente, era imposible no hacerlo, al menos para mí.
Así me quedé por varios minutos hasta que alguien me llamó y me sacó de ese mundo perfecto, ahí venía corriendo mi hermana hacia donde yo estaba, se veía alegre, como era usual en ella, tenía una vida casi perfecta, era hermosa, popular, pertenecía al equipo de porrismo, siempre se veía bien sin importar lo que se pusiera, tenía amigos, lo único que no hacía de ella un ser perfecto eran sus estudios, lo que a ella le faltaba, yo lo tenía y viceversa…¿irónico no?
Corría hacia mí, se veía bien con su uniforme de porrista, su cabello se movía con gracia, ella se encargaba siempre de que luciera así de todas maneras.
-Orihime – me volvió a llamar ya estando más cerca de mí - ¿Qué haces aquí?
Como si no fuera obvio…
-Rangiku-san – le dije al verla con una sonrisa
La verdad es que ella y yo no somos hermanas biológicas, mi papá se casó con su mamá hace muchos años atrás, eso es lo que pasa, desde muy pequeñas vivimos juntas como cualquier otra familia, ella y yo desde que nos conocimos nos llevamos muy bien, por eso la considero como mi hermana, además que siempre se ha comportado como una conmigo.
-Pues estaba almorzando y leyendo un poco – tomé de mi jugo
-Me lo imaginé – suspiró cansadamente – deberías hacer algo nuevo ¿no crees? – me lo dijo como si me hubiera regañado, colocando sus mano sobre su cadera mientras que con la otra, me apuntaba a mi frente, sólo cerré mis ojos
-Así estoy bien – le dije con una gota en mi frente
Esta vez ella frunció su ceño, sabía que habían ocasiones en que lograba molestarla un poco con mi actitud, ella siempre buscaba la manera de integrarme a sus actividades o a su grupo de amigos pero no me sentía cómoda, sabía que yo no pertenecía a ese mundo al que pertenecía ella, mi mundo y el de ella eran mundos completamente diferentes, así de sencillo.
-¡Claro que no! – Lo dijo con fuerza, de nuevo cerré mis ojos – siempre estás metida en los libros y no haces nada, necesitas probar algo nuevo
Tenía razón, mi mundo eran los libros y la soledad pero con ellos estaba bien.
-Así que vamos – me tomó de la mano y me jaló – hoy me acompañarás al entrenamiento – me sonrío
-P-Pero yo…
-Pero nada – por lo visto estaba decidida, cuando algo se le metía a la cabeza, no había nada ni nadie que se lo sacara de ahí
Yo, no tuve de otra que ir con ella, siempre me vencía, que falta de voluntad la mía ¿no?, suspiré y resignada, me levanté y tomé mis cosas, si no lo hacía por mi voluntad, ella buscaría la manera de hacerme ir, a veces era muy tenaz y por ello, lograba lo que quería.
Ella me hablaba de quién sabe qué cosas, yo no le prestaba atención como lo solía hacer.
Como dije antes, no quería ir, no era porque me desagradara tener que verlas entrenar, se me hacía divertido en ocasiones ver qué tanto hacían pero por lo que no quería ir era porque ahí estarían mis dos enemigos naturales: Rukia entrenando con las porristas y el tonto de Grimmjow con el equipo de football, ante esa idea, de verlos ahí a los dos juntos en el mismo lugar, me deprimí más, sería como el doble de mi 'sesión de burlas'.
Llegamos, ella me llevaba todavía de la mano, nos acercamos a un grupo de chicas que estaban hablando entre ellas, por suerte no estaba Rukia y sus amiguitas – cómo me molesta tan sólo pensar en ellas – pero me sentí un tanto aliviada aunque estuvieran, nunca se metían conmigo si estaba mi hermana conmigo, no sé porqué pero era bueno.
Saludé tímidamente a las chicas y vi que ahí estaba Neliel, la miré un momento, ella me miró también y me sonrío, ella me hacía sentir mejor, era bueno saber que había pocas personas amables y agradables como ella en ese lugar y en el colegio.
La entrenadora Soi Fong se venía acercando, sabía que estaban a por comenzar así que me fui directo a las bancas que estaban a unos cuantos metros de ahí, tomé asiento y apoyé mis brazos sobre mis rodillas mientras que en mis manos apoyé mi cabeza, quería irme pero mi hermana quería que estuviera ahí y así lo haría, al menos por un breve tiempo.
Y ahí estaban ellas, recibiendo las órdenes que la entrenadora les daba, luego comenzaron a calentar un poco antes de comenzar con el entrenamiento, yo las miraba simplemente, ignorando a Rukia y las demás, más que todo me enfoqué en mi hermana, verla hacer todo lo que hacía era increíble, a veces me cuestionaba cómo era capaz de hacer esas cosas, parecía mentira.
Seguía pensando en ello hasta que dirigí mi mirada más allá, donde estaba el equipo entrenando ya que pronto sería la final, debían esforzarse lo más que podían si querían ser los campeones del torneo.
Sin querer, enfoqué mi mirada donde estaba Grimmjow haciendo una jugada peligrosa y arriesgada como siempre – que animal pensé – por ello lastimó a un compañero pero al parecer no fue nada grave ya que se levantó rápidamente, fruncí el ceño y aparté mi vista hacia otro lado y sin querer pero para mi suerte, la enfoqué hacia donde estaba Kurosaki-kun y me le quedé mirando.
Él era parte del equipo pero desde un tiempo para acá, se convirtió en uno de los jugadores clave, era muy bueno jugando, siempre estaba en el momento y en el lugar indicado – según lo que he escuchado – él sabía lo que hacía, al contrario de Grimmjow que siempre actuaba a su manera, Kurosaki-kun si era un jugador.
Desde hace un tiempo, comencé a mostrar interés hacia él, era un chico agradable también, siempre que lo veía era rodeado de amigos pero lo malo, era que tenía fama de delincuente pero por lo visto eso no le molestaba a las chicas ya que era perseguido por sus admiradoras.
Lo de delincuente es porque muchas veces se ha visto envuelto en peleas, a pesar de ser un chico tranquilo, los demás se metían con él – según a lo que sé – por su color de cabello, lo cual no le agradaba a los demás por ser diferente pero eso era lo que más lo caracterizaba, su color naranja, a mí me parecía un lindo color.
Continué mirándolo por un tiempo, de forma disimulada, mi mente había pasado de las porristas hacia él y no podía evitarlo, me llamaba mucho la atención, la verdad era que estaba enamorada de él pero ese era mi más grande secreto, el cual nunca saldrá de mi mente…creo, no estoy segura que nunca saldrá ya que no tengo a quien decírselo, podría ser a mi hermana pero ella no creo que me ayude mucho, buscaría la forma de acercarme a él sin importar cómo fuera y creo que sería peor y vergonzoso, no sólo para mí, sino para él también.
Un pito sonó y eso me sacó de mi ensoñación, era el entrenador Zaraki quien indicaba un descanso, la verdad lo merecían ya que él era un tanto impulsivo con los entrenamientos y más ahora que se acercaba la final.
El equipo comenzó a dispersarse, así que decidí que lo mejor era irme de ahí, ya había pasado mucho tiempo en ese lugar y no me sentía cómoda, recogí lo que traía conmigo y comencé a caminar.
Fue un buen tiempo si se puede decir, mi hermana me llevó con ella a la práctica, allí estaba Neliel y aunque estuviera Rukia, no me molestó, al igual que Grimmjow y tuve la oportunidad de ver aunque fuera un momento a Kurosaki-kun, no sabía qué pasaba con el día pero no estaba mal lo que iba de él.
La entrada estaba cerca de donde se encontraban los hombres descansando, así que apresuré mi paso, no quería que comenzaran a molestarme, caminé más rápido y cuando estaba a punto de salir, alguien gritó, llamando mi atención.
Volteé a ver hacia un lado y vi que el balón venía en dirección mía, abrí mis ojos, sabía que me golpearía de todas formas y los cerré al instante, pensé que si lo hacía el impacto sería menor, o fue por puro instinto, lo único que recuerdo fue que alguien gritó de nuevo, no sabía quién y después, sentí que caí pero alguien más cayó conmigo.
Abrí mis ojos cuando estaba en el suelo y vi que alguien estaba junto a mí, levanté mi mirada y me llevé una gran impresión al ver que era nada más y nada menos que Kurosaki-kun, me quedé mirándolo y sentí como mi cara se volvía roja de un pronto a otro y ¿cómo no?, ¡era Kurosaki-kun!
Él me miró directo a los ojos, eso hizo que me pusiera más nerviosa, su mirada era algo intensa pero tranquila, sé que me dijo algo pero no supe qué fue, estaba tan concentrada en sus ojos que no le presté atención, fue que reaccioné cuando me volvió a decir algo.
-¿Estás bien? – fue lo que me dijo
-¿Eh? – Lo seguí mirando – s-si
Yo no creía que fuera capaz de decirle ese 'si', menos en la posición en la que estábamos, al parecer él no se incomodó ya que se veía tranquilo pero yo, eso era otro asunto.
-Que bueno – sonrío antes de recoger mi libro y entregármelo
Él sonrío al saber mi respuesta, era una sonrisa como nunca antes vi, me sentí feliz porque me sonrío, no sé si era para mí pero quise hacerme la tonta y pensar que si, él comenzó a levantarse, en cuanto lo hizo me ofreció su mano, lo miré por un momento, pensé que estaba en uno de mis sueños despierta pero reaccioné rápido, dudé por un momento el aceptar su ayuda pero la terminé aceptando, no todos los días tenía la oportunidad de encontrarme con él y menos de esa forma, me sonrojé más al pensar en ello.
Tomé su mano y me levanté, no pude decir nada más, a cambio, él fue quien habló.
-Ese imbécil – miró hacia el lado donde provino el balón
Miré también hacia donde él miraba y para mi mala suerte, estaba Grimmjow y Nnoitra de pie, pero Grimmjow estaba mirando todo con una enorme sonrisa llena de maldad, no me extrañó, cómo lo detestaba pero no sabía si estar feliz o no por eso ya que Kurosaki-kun fue quien me salvó.
-Debí imaginarlo – lo dije sin pensarlo, él volteó su mirada hacia mí
Se me quedó mirando por un momento, sentí su mirada en mí y miré, se veía ahora serio, como si esperara a que dijera algo.
-¿Por qué lo dices? – me preguntó igual de serio
No sabía si responderle o no, no quería molestarlo con mis problemas pero era talvez mi oportunidad de hablar un poco con él.
-Porque siempre están buscando la manera de cómo molestarme – le dije agachando la cabeza
Levanté mi vista sin mover mi cabeza, por suerte mi fleco cubría mi mirada y pude ver que frunció el ceño y luego lo miró de nuevo con molestia, por lo que pude deducir de ello, tampoco le agradaba.
-Prometo que buscaré la forma de cómo vengarte – me dijo antes de sonreírme
Como lo seguía mirando, pude ver esa sonrisa, ¡esa si que era para mí!, levanté mi cabeza y estoy segura que mi expresión era de completo asombro, sentí como mi cara comenzaba a arder.
-G-Gracias – fue lo que pude decir solamente
El pitó se escuchó de nuevo, él miró hacia donde estaba el entrenador Zaraki, la práctica comenzaba otra vez, maldecía en mi mente que hubiera terminado tan rápido, – me hubiera dejado al menos disfrutar el momento – pensé pero no, todo terminó para mi mala suerte ¿o fue buena?
Seguí debatiendo eso en mi mente hasta que él me habló de nuevo.
-Ten cuidado para la próxima – me dijo
-S-Si – le respondí antes de que él saliera corriendo hacia donde estaban todos los demás
Me quedé como tonta viendo como se iba, sujeté con fuerza mi libro, seguía pensando en mi mente pero la voz de Rangiku-san me sacó de allí.
¡Cómo odiaba que me sacaran de mi mente cuando había algo bueno dentro de ella!
Venía corriendo, seguro se dio cuenta de lo que me sucedió, esperé a que llegara hasta donde yo estaba.
-Orihime – se detuvo para respirar – ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? – me tomó de mis hombros
-Si supieras – me dije mentalmente un tanto alegre – si, estoy bien – le dije como si no hubiera pasado nada
-No me digas que fue el idiota de Grimmjow – una voz detrás de ella habló, me moví un poco para ver quién era y me llevé una gran sorpresa
-Neliel-san – pronuncié su nombre al verla, se veía algo molesta en lo que miraba al idiota que mencionó
-Fue él ¿cierto? – no lo preguntaba, lo afirmaba
Yo me quedé en silencio, no quería causar problemas, por ello no dije nada
-Ese idiota me las va a pagar – Rangiku-san estaba dispuesta a ir a reclamarle pero la detuve
-N-No fue nada Rangiku-san, estoy bien
Ella se detuvo y se me quedó mirando seria, era raro cuando lo hacía.
-¿Segura? – me preguntó dudando
-Si – le dije mirándola para que viera que era cierto
-No te preocupes Orihime – decía Neliel – yo me encargaré de él después – me sonrío
-Gracias – le sonreí – pero ya alguien más se encargará de él –- deseaba que lo supiera – tengo que irme, mis clases comienzan dentro de poco – comencé a correr
-Te cuidado – me gritó mi hermana
-Nos vemos – Neliel se despedía de mí
Corrí rápidamente, era cierto, mis clases comenzaban dentro de poco y no quería llegar tarde pero después de lo sucedido, no me importaba mucho, primero Kurosaki-kun me salvó de un golpe y después Neliel me hablaba, como lo dije antes, no sé qué pasa con el día de hoy pero me gusta.
Marcador: Orihime: 3, Día: 2
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Mi última clase del día fue la de Estudios Sociales y ahora me dirigía a mi casillero, las clases por hoy habían terminado, sólo iría por mis cosas y me iría a casa, iba feliz después de lo que pasó antes, nadie podría borrarme esa sonrisa de mi cara, poco me importaba si parecía tonta riéndome sola pero era mi día de cierto modo.
Caminé hasta llegar a mi casillero, guardé lo que tenía que guardar y saqué lo que tenía que sacar, mis libros, ¿Qué más?, en cuanto estaba a punto de irme, ahí estaban Rukia y las demás 'esperándome', las miré de forma cansada, ¿querían arruinarme el día? ¡Ja!, no lo lograrían.
-¿Estás feliz porque Ichigo te salvó de un golpe? – me dijo directamente y seria, al parecer estaba molesta
La verdad era que Rukia siempre había estado interesada en él pero Kurosaki-kun no mostraba interés en ella aunque se hablaran y fueran amigos, siempre le molestaba que él hablara o tratara con alguien más que no fuera ella y por lo visto, el que me hay hablado hoy le molestó.
-¿Te molesta? – no sabía cómo fui capaz de decirle eso pero me agradó
Lo extraño fue que sonrío al momento, cruzada de brazos.
-No, para nada – atinó a decir – ya que nunca serás rival para mí – dijo confiadamente
Las otras rieron como de costumbre.
Lo sabía, para qué me lo recordaba, sé que Kurosaki-kun nunca me verá como una chica hermosa, ni en sus sueños pero ¿Qué tenía de malo que me hablara si ella decía que no le molestaba?, ah, ya sé, sólo quería molestarme, cómo no lo pensé – sarcasmo – ¿Qué otra cosa sería?
-Disfruta tu momento porque no se volverá a repetir – comenzó a caminar no sin antes tirarme los libros que tenía en mis manos
Retrocedí un poco pero para mi mala suerte, choqué con alguien, derramando lo que estaba bebiendo encima de esa persona y parte en mí, rápidamente me disculpé con esa persona pero cuando la volteé a ver, nuevamente mi sorpresa era grande, era nada más y nada menos que Kurosaki-kun.
Me sentí muy apenada por regarle encima lo que fuera que bebía, él me miró, tenía el ceño fruncido, me sentí nerviosa por esa expresión.
-Ten más cuidado Rukia – fue lo que dijo en lo que se 'sacudía' su camisa
¿Por qué le hablaba a ella si fui yo quien la derramó?
La miré a ella y se veía molesta y cómo no si la culpaba a ella.
-¿Por qué yo? Si fue ella quien derramó el agua encima de ti – sonreía
-Deja de molestarla de una buena vez ¿quieres?
-¿Qué? – nos sorprendimos todas – pero Ichigo…
Él la ignoró.
-Déjame ayudarte – comenzó a recoger mis libros, yo lo miré con asombro
Primero regañaba a Rukia, luego le dice que me deje en paz y después me ayuda, demasiado para un solo día, ¿quieren matarme acaso?
Ella nos miró molesta porque Kurosaki-kun prefirió ayudarme con mis libros, me miró a mí con enojo y prefirió irse, las tres la siguieron como de costumbre.
-¿Estás bien? – me volvió a preguntar, yo sólo asentí en lo que lo miraba en pie – Ten – entregándome los libros – deberías defenderte de vez en cuando, no es bueno que te dejes de los demás – me dijo ya tranquilo
-D-De acuerdo – le dije una vez que terminó de hablarme
-Bien, nos vemos después Inoue – me dijo antes de que siguiera su camino
¡Recordaba mi nombre!
¿Cómo no? Si éramos compañeros de clase pero el que tan sólo lo recordara, me alegró más el día.
Yo me sonrojé, lo miré irse mientras sujetaba fuertemente mis libros, aún no podía creerlo, todo lo que sucedió en un mismo día, de seguro que es un sueño, estoy segura y para confirmarlo me pellizqué pero dolió, me jalé el pelo y también dolió, creo que sólo me faltaba golpearme la cabeza contra la pared pero no lo hice, dos de tres eran suficientes.
Sonreí, no era un sueño después de todo, un día extraño totalmente pero me gustaría que el resto fuera así, con un marcador positivo para mí al final del día.
Marcador: Orihime: 4, Día: 3
Bueno, así es como está la historia, pueden hacerse una idea más o menos de como va..., ¿Qué tal?, como dije antes, quería tener varios capítulos adelantados para poder subirla y después de 7 terminados pensé que era tiempo de hacerlo
El fic lo considero un gran reto porque es la primera vez que escribo en primera persona y hacer las transiciones de un personaje a otro y adaptarlas, para mí es algo difícil pero estoy contenta por el resultado y además que los POV's van dirigidos a Ichigo y Orihime nada más, sé que pude haberlo adaptado mejor pero me gustó más así .
Pues la idea salió en una tarde mientras pensaba en algo Ichihime y salió así como así, de la nada y con fluidez, lo cual me extrañó mucho pero bueno, y pues el título estuve pensándolo y no sé porqué se me vino a la mente mi querido Gackt y recordé que él tiene una cancion titulada así y la tomé ^^, así es cómo comenzó todo.
Gracias a todos los que se tomaron un pequeño tiempo para leer y dejarme sabido qué tal está el fic, eso es energía para poder seguir con el resto.
Eso es todo por ahora, todo depende de cómo lo vean, si vale la pena seguirlo o no, así ustedes dirán...
Que el Ichihime esté siempre con ustedes.
