--Alas de tormento--

By Kazumi Shiunsai

-Hablar-

'Pensamientos'


Capítulo 1: Extraño encuentro: El ladrón de corazón.

Lo que les voy a contar puede que suene extraño. Puede que simplemente crean que he caído en una especie de cavilación incoherente que seguramente parecerá locura por haberme tomado la mitad de ese frasco de pastillas para dormir. Aún estoy esperando, aquí sentada en mi cama a aquél Señor Oscuro que se supone debería llevarme pronto. Así que por mientras les relataré mi historia, por muy poco cuerda que suene


Mi vida no tenía en realidad nada de relevancia (ahora que me pongo a recordar). Iba a la escuela, estudiaba, salía con mis amigos, estudiaba de nuevo, dormía. Todos los días era la misma rutina, a excepción de los fines de semana, en los que iba a lo que quizá antes era el centro de mi vida: clases de ballet. Amaba cada segundo que me paraba en la sala de prácticas y en que la profesora me exigía cada vez más, hasta que todas en la clase aplaudían mi gran desempeño en el esquema presentado. Era usualmente la elegida para las grandes presentaciones en el Teatro Domino, y sin ser muy modesta, creo haber sido la mejor de mi clase. Lo puedo decir, sí, YO ERA FELIZ.

Sucede que para mí, lo mundano y rutinario tenía significado, un real significado. Seguramente fue porque sabía que no tenía nada más que hacer, nunca imaginé que podía haber algo más allá de lo comprensible, algo que los seres humanos ordinarios estaban vedados a presenciar. La pregunta de si Dios o incluso el mismo demonio existían podía sonar vagas y perezosas en mi vida de antes. Es que nadie le daba real importancia, por lo menos la mayoría. Hasta que lo conocí.

Él apareció en mi vida de forma inesperada. Yo iba saliendo del cine junto a mis amigos, caminando por una desierta calle (era casi la medianoche), hasta que llegó el punto donde las calles se bifurcaban y mis amigos se fueron por un lado y yo por el otro. Me había quedado sola. No tenía miedo ni nada por el estilo, mi casa no estaba muy lejos, pero créanme, si hubiera sabido lo que iba a pasar, hubiera entrado en pánico.

No muy lejos de mí, mientras caminaba, escuché un extraño sonido proveniente de algún lugar. Miré a mi alrededor, pero claramente no había nadie. Sólo la luz de la luna reflejada en las ventanas de los negocios y alguno que otro gato. Decidí proseguir mi camino, ya sintiéndome algo nerviosa por el hecho de que podía haber alguien por ahí, quizá algún pervertido. Caminé más rápido. Y lo curioso fue, que el sonido volvió a oírse, ahora cada vez más cercano. En ese momento pensé en algún halcón batiendo sus alas, al menos a eso se parecía aquel extraño sonido.

'Pero...¿halcones en Domino City?' La verdad que es que no era nada coherente.

Repentinamente, el batir de alas se detuvo. Y justo detrás de mí. Con temor, detuve mis pasos y volteé un poco para descubrir que había un hombre mirándome fijamente con sus ojos azules, vestido completamente de negro. Pero tenía algo bastante peculiar. De su espalda, nacían dos majestuosas alas de plumas negras, y, para horror mío, dos cuernos en la cabeza, que sobresalían de entre su cabello castaño.

¿Era el Demonio?

En lo único que pensé, fue en salir corriendo lo más pronto de ahí, alejarme de aquella pavorosa visión. Pero increíblemente la 'visión' alzó una de sus manos y tocó mi mejilla, con delicadeza.

-¿Tú eres...la que he estado buscando?- Me preguntó con una voz titubeante, como si no estuviera seguro de lo que estuviera haciendo.

Yo temblé ligeramente, aún no podía moverme. Pero tenía mis ojos fijos en aquellos zafiros azules, sentía que me perdía en ellos, que me hundía en el profundo océano de su mirada.

Así fue como lentamente perdí el conocimiento, y todo se volvió negro.

oOo

-¿Ya has despertado?- Me preguntó una voz extrañamente familiar, en medio de la oscuridad de mis ojos cerrados. Los recuerdos de aquel encuentro se agolparon en mi mente y lo único que pedía, era que por favor hubiera sido tan sólo un sueño. Pero lástima. Cuando abrí los ojos, lo primero que vi fueron aquellos ojos azules que me hipnotizaban hace un rato. Pero... ¿cuánto rato había pasado?

-Han pasado 3 horas...- Me contestó aquel extraño hombre, como si hubiera leído mis pensamientos.

-Y sí, leo tus pensamientos...-

Definitivamente eso me estaba asustando, y cuando traté de salir corriendo, me di cuenta del lugar donde estábamos. Al parecer, era lo alto de una torre, lo que parecía ser la azotea o algo así. ¿Cómo habíamos llegado hasta allí arriba? La ciudad se veía realmente hermosa con todas sus luces en medio de aquella agitada noche, pero el temor me carcomía mi interior.

-Obviamente que volando...y sí, yo también creo que es hermosa...-

Le dirigí una mirada de desprecio.

-No debes temerme...-

-¿Quién dijo que te temo?-

Y él rió. Rió de una forma tan hermosa, tan intrigante que sentí que me iba a morir. Claro está, que en ese momento aún no lo admitía.

-¿Que demonios eres? Digo...esas alas...y esos cuernos...-

-Exactamente, soy un demonio. Fue difícil, no?- Dijo sarcásticamente, sonriendo levemente sin desviar sus ojos de los míos. Eso se estaba volviendo demasiado intimidante.

-Bieeen, creo que ya es hora de irme Sr. Demonio, mucho gusto en conocerlo, adiós!- Me puse de pie y me dispuse a irme, cuando él me agarró del brazo y me empujó hacia él, atrapándome en un abrazo. Con mi cabeza contra su pecho, podía oír los latidos de su corazón. O al menos eso parecía, en realidad no sabía si los demonios tenían corazón.

-No puedo dejar que te vayas.- Dijo casi susurrante, con voz repentinamente autoritaria.- Necesito saber si de verdad eres la chica que estaba buscando...-

-Mira...- Le dije tratando de separarme, mas era inútil, me tenía fuertemente apretada contra él.-Creo que eso deberás saberlo tú, porque en primer lugar no tenía la más mínima idea de que algo como tú podía existir. ¿Me podrías soltar por favor?-

-No me trates como si fuera un animal o alguna cosa que se pueda tratar sin el menor respeto. ¿Sabes que si quiero puedo matarte ahora mismo?.- Él me miró enfadado, y tomando mi rostro con una mano, me obligó a mirarlo.-Hace tiempo que te he estado buscando, y ahora que te encontré, es hora de comprobarlo.-

-¿Y cómo lo vas a comprobar?-

-Haciéndote el amor, obviamente...- Respondió como si fuera la cosa más obvia del mundo.

Yo me quedé de piedra. ¿Que haciéndome el quéeeeee...?

-JAMÁS!- Exclamé dándole una bofetada como respuesta. En ese momento, pude separarme de él y empecé a correr, pero no veía ni puerta ni escaleras que me llevaran hacia tierra firme. Genial, un demonio pervertido quería aprovecharse de una pobre chica como y quitarle su virginidad con la estúpida excusa de que así comprobaría que yo sería la chica que él estaba buscando, y estaba atrapada con él en ese lugar. No podía sentirme más angustiada.

-Ajá, no hay salida aquí. Debes poder volar para poder salir de este lugar.-

No sabía qué hacer realmente. Era guapo, bien, era tal como podría ser el chico de mis sueños, en realidad era exactamente el chico de mis sueños, pero era un demonio! Y además un completo pervertido. No podía llegar y darle mi virginidad como si se diera un dulce.

-No soy un pervertido para tu gran información...-

Ya me estaba hartando que pudiera leer mi mente. Para ganar tiempo, le pregunté:

-¿Y para qué estabas buscándome?-

-Hace un tiempo...he tenido unas visiones...- Le dijo volviendo su mirada a la ciudad repleta de luces que contrastaban con el oscuro cielo.-He soñado con una chica...una humana. Ella sería la que me salvaría de mis pecados...-

-¿Pecados...¿Y có...?-

-Se supone que...si la encuentro...y ella hiciera el amor conmigo con sus más sinceros sentimientos, aquel amor, si es real, purificaría mi corrupto corazón y podría dejar de ser un demonio y convertirme en un humano.

-¿Pero cómo sabes que soy yo? Puede ser cualquier chica...-

-No! Tienes que ser tú!.- Él se acercó a mí, sin embargo no retrocedí. Ya no sentía miedo. De pronto mi corazón latía apresuradamente al oír aquellas palabras de él, no quería, no quería seguir escuchando. Sin darme cuenta, empecé a sentir el exquisito dolor de lo que es el amor.

-No quiero oírte...- Dije sin pensar.

-¿No me digas que tu corazón ya es mío?- Él sonrió.- Pensé que te conquistaría rápido, pero no tan rápido. ¿Hacemos el amor?.-

-¡NO!- Respondí dirigiéndole una mirada llena de furia. –Ni si quiera sé tu nombre!-

-Seto Kaiba...- Me dijo aún sonriente, mirada fija en la mía, para variar.

Yo emití un bufido, no dije nada.

-Mucho gusto...Anzu Masaki.-

Yo lo quedé mirando con sorpresa.

¿Cómo sabía mi nombre!


Bueno. Este es un fic que he querido hacer de hace tiempo. Quería hacerlo Oneshot, pero se me fue alargando y alargando...xDD...así que tendrá que ser un pokito más largo, pero no creo que más allá de dos o tres capítulos. Espero les haya gustado. Dejen reviews plis nn