Notas de autor: Hola a todos~ Se supone que iba a subir esto el día de ayer aprovechando el cumpleaños de Kise, pero con la celebración del día del padre pues ya no me alcanzó tiempo Dx en fin...
Sí, es otro KiKuro, espero que les guste. Nos leemos al final. Enjoy!
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Capítulo 1: Pasado y Presente
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Secundaria Teiko - 10 años atrás
-Lo siento, Kise-kun, pero no puedo corresponder tus sentimientos –soltó con algo de pesar un joven peliceleste mientras se inclinaba en un gesto de disculpa frente al joven enfrente suyo cuyo corazón acababa de romper en pedazos-
-E-Entiendo... no te preocupes, Kurokocchi, solo olvidemos lo que dije, ¿sí? –hizo un intento de sonreír para aligerar el momento, pero fracaso terriblemente; sus ojos lo delatan, se notaba que estaba haciendo un esfuerzo por no llorar delante del chico del que se había enamorado y que lo acababa de rechazar.
-Kise-kun... -el de ojos azul cielo quiso decir algo para reconfortar al rubio, pero sabía que no había nada que pudiera decir que cambiara la incómoda situación que estaban viviendo.
-Estaré bien, solo... solo sigamos siendo amigos como siempre, ¿está bien? Y si... -hizo una pausa, dudoso de si debía continuar, pues no quería empeorar las cosas- si algún día tú cambiaras de opinión solo dímelo, yo... yo te estaré esperando... siempre...
Aquellas palabras oprimieron el corazón del más bajo a tal punto que, aun cuando siempre era directo, esta vez no tenía el valor de destrozar aún más el corazón del otro joven, así que prefirió dejarlo vivir con aquella pequeña esperanza, al menos por ahora, después de todo ya lo olvidaría con el tiempo, ¿no?
-Está bien, Kise-kun.
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Presente – Ciudad de Tokio
Había sido un viaje agotador, volar hacia Londres ida y vuelta con solo un breve periodo de descanso de algunas horas entre ambos vuelos no había sido fácil, pero no se podía quejar, así era el trabajo a veces. Además, gracias a él podía darse una vida cómoda económicamente hablando y, sobretodo, podía ofrecerle lo mejor a su mayor tesoro, a aquel ser que hacía que cada día despertara con una sonrisa en los labios y por el que daría la vida sin dudarlo.
Después de despedirse de sus compañeros y salir del lugar, decidió tomar un taxi desde aeropuerto hasta su casa. El viaje se le hizo eterno, pero al fin, en poco más de media hora, ya se encontraba delante de su departamento. Saco las llaves de su saco dispuesto a entrar y darse una larga ducha; estaba cansado y eso lo ayudaría a relajarse, después de todo sabía que su amor no estaría en casa en estos momentos... o eso supuso, pues antes de que girara la llave para entrar la puerta se abrió de golpe dejándolo frente a frente con aquella persona que iluminaba su día a día, haciendo que una sonrisa boba se hiciera presente en su rostro.
Un choque de miradas se hizo presente, sus dorados ojos frente a los de su amor, los cuales eran de un precioso azul... metálico.
Ahí, delante de él estaba su mayor adoración... su hijo. Un lindo niño rubio como él y de apenas 4 años de edad llamado Kise Kouta.
Se agacho a la altura del pequeño, abrazándolo contra su pecho mientras las manitas del pequeño intentaban separarle un poco de él. No es que no quisiera abrazar a su padre, lo extrañaba mucho cuando salía de viaje, sobre todo cuando eran viajes largos como este, pero le apenaba un poco tantas muestras de afecto, algo que heredó de su madre según las palabras de su padre.
-Bienvenido a casa, papi –dijo casi en un susurro el niño mientras al fin lograba poner algo de distancia entre él y su progenitor.
-Gracias, Koutacchi~ -canturreo alegremente el rubio antes de tomar la manita de su hijo y adentrarse en el departamento en que ambos vivían- Es lindo ser recibido en casa, pero dime, ¿qué no estabas con tus tías el día de hoy? –preguntó ya que según le habían dicho sus hermanas este día se la pasarían con Kouta porque querían "tiempo de calidad con su sobrino favorito", por lo que no esperaba encontrar al pequeño en casa a esas horas, sino que esperaba tener que ir a recogerlo por la tarde- por cierto, ¿con quién estas? No creo que mis hermanas hayan sido tan irresponsables de dejarte aquí solito sin compañía adulta, ¿no?
-Ryo-chan, ¿cómo puedes pensar eso de nosotras? Me decepcionas, creí que tenías un mejor concepto de tus hermanas mayores que incluso cuidaron de ti de pequeño –hablo con fingido dramatismo una voz femenina que Kise reconoció al instante, era la mayor de sus hermanas, Kise Yuki.
-Lo siento, es que no te escuche
-Sí, ya lo vi, cuando ves a Kou-chan te quedas embobado y ni te fijas en tu abnegada hermana que se tomó la molestia no solo de traer a tu hijo a casa para que te recibiera, sino que además ya preparo el almuerzo para ambos –hizo una pose exagerada, como si estuviera muy enojada, que a Kise se le hizo muy graciosa; era típico de su hermana, por algo eran familia, ¿no?
-Ya, ya, ya dije que lo siento, ¿no? Además, ¿cómo querías que me diera cuenta de tu presencia si estabas escondida en la cocina sin decir nada? Por cierto, no veo a Shimizu, ¿acaso sigue adentro? –preguntó por su otra hermana-
-No, ella tenía que salir, así que solo me acompaño a traer a Kou-chan y se fue, pero te envió saludos.
-Ya veo... pero me queda una duda, ¿cómo sabían que iba a llegar a estas horas?
-No fue muy difícil, solo llamamos al aeropuerto y preguntamos a qué hora llegaba tu vuelo desde Inglaterra, eres bastante popular entre los trabajadores del lugar así que con solo preguntar por ti y decir que la que llamaba era tu hermana me dieron la información.
-Al parecer los del aeropuerto son algo bocafloja, quizá debería darles una reprimenda por arruinar la sorpresa de mi llegada –hizo un gracioso puchero con fingida molestia-
-Jaja... Ryo-chan, deja de hacer eso, ¿Qué clase de padre se comporta más infantil que su hijo? –mirando de reojo al niño que se encontraba tranquilamente sentado en la sala viendo las caricaturas que pasaban en la televisión.
-¡Déjame! No es mi culpa que Koutacchi sea tan tranquilo, ya sabes que eso lo saco de su madre.
-Lo sé... -por un momento se formó un silencio incómodo entre ambos adultos ante la mención de la madre del niño- Oye, Ryo-chan, ¿mañana irás a verla? Digo, sabes que mañana es...
-No necesitas recordármelo, sé que día es mañana, por eso acepte este vuelo, a cambio me darán el día de mañana libre y entonces podré... ir a verla...
-Ryo-chan, creo que... -no pudo continuar porque el sonido de la tetera al hervir el agua los distrajo, trayéndolos de vuelta a la realidad- cierto, olvidé la comida, que descuidada que soy; anda ve por Kou-chan, no es bueno que un niño coma a deshoras
-Y luego el distraído soy yo –vio la mirada nada agradable que le dirigió su hermana- bueno, ya, iré por Koutacchi –y sin decir más salió en busca del rubio menor.
Luego del almuerzo, Yuki tuvo que retirarse puesto que tenía que terminar de preparar una campaña publicitaria para el día siguiente, nada fuera de lo común en su trabajo de diseñadora gráfica –y una muy buena según Ryouta-. Así el piloto se quedó a solas con su hijo, con el cual estuvo coloreando un rato a pesar de su cansancio luego de tan largo viaje, hasta que el niño empezó a bostezar, era hora de su siesta por lo que cariñosamente lo cargo y lo acuno contra su pecho hasta que el menor se quedó profundamente dormido y pudo llevarlo hasta su habitación para dejarlo descansar.
-Dulces sueños, Koutacchi –susurró antes de darle un suave beso en la frente y salir de la habitación.
Pensó en aprovechar ahora que su hijo estaba dormido para darse el baño relajante que deseaba desde que llego y luego descansar un poco el también, pero recordó la breve conversación que tuvo con su hermana... aún tenía algo que hacer.
Se dirigió a su habitación, en la cual había dejado su maleta poco antes de almorzar y de ella saco un estuche con una hermosa rosa blanca en su interior. Suspiro aliviado al ver que la flor se había conservado en perfecto estado pese al largo vuelo –ya que la había traído desde Inglaterra-, de lo contrario seguro "ella" se enojaría y tendría que ir a buscar una florería por los alrededores para compensarlo aunque sea un poco.
Con la flor en mano, ya fuera del estuche en que se conservaba, se dirigió a paso lento hacia la sala de estar, más específicamente a una de las esquinas en la cual se encontraba un pequeño altar en el cual reposaba la fotografía de una mujer de largos cabellos azabaches, cejas algo gruesas –pero aun así hermosas para el rubio-, piel clara y unos hermosos ojos azul metálico, justo como los de su adorado hijo. Con delicadeza coloco la rosa en un florero al costado de la foto y luego, mientras observaba el rostro de la mujer en la fotografía, casi de manera inconsciente acarició el anillo que llevaba en su dedo desde hace ya 5 años y que por nada del mundo se sacaba, aun cuando a diferencia de la primera vez que lo tuvo en su mano este ya no le causara infinita felicidad, sino nostalgia y en ocasiones –como esta- un enorme vacío en su pecho.
-Hola, lamento no haberte saludado en cuanto llegue como suelo hacer, pero ya sabes, esta vez Koutacchi estaba presente y él es prioridad, eso hasta tú solías decirlo... -calló un momento antes de continuar- ¿Sabes? Él se parece demasiado a ti, de seguro eso te hace feliz, ¿no? –hizo un amago de risa, pero no le resulto como esperaba- Creo que es hora que descanse un poco, realmente estoy agotado, pero no quería dormir sin antes haberte saludado y dejado tu regalo y... -nuevamente hizo un pequeño silencio- y aunque sé que el día aun es mañana en realidad, quería felicitarte, así que...
A veces, aun con el pasar de los años, hay cosas que son difíciles de superar, más aún cuando hay ocasiones, fechas especiales que te recuerdan que no todo en la vida es felicidad y que a veces se pierden cosas que jamás se pueden recuperar.
-Feliz aniversario, Yukiocchi...
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Notas finales: ¿Qué tal? La verdad ya tenía esta idea desde hace mucho tiempo (incluso antes que mi anterior fic KiKuro), solo que no me animaba a publicarla por varias razones (falta de tiempo, no me terminaba de convencer algunas partes, etc.)
Desde ya quiero hacer algunas aclaraciones que serán importantes a lo largo del fic:
- No es un fic con mpreg (así que no esperen un Kuroko embarazado, no lo habrá, sorry)
- Kise no es homosexual, sino bisexual (así que no se hagan a la idea de que no amo a su esposa y que solo estuvo con ella para olvidar a Kuroko, no fue así)
- Por si no se han dado cuenta, la difunta esposa de Kise es Fem! Kasamatsu (creo que es obvio por el nombre, pero igual lo aclaro. Pensé en cambiarle el nombre pero no se me ocurrió otro, así que lo deje tal cual... y si, soy una malvada por matar a sempai, pero era necesario porque sino no habría trama u.u)
En fin, espero que les haya gustado, nos leemos hasta la próxima actualización. Ah, y si leen mi otro fic KiKuro "On the Ice", no lo he olvidado, estoy trabajando en la continuación a ver si la subo pronto ;)
Espero dejen comentarios, me gustaría saber sus opiniones y con gusto responderé cada una de ellas. Bye~
