Yo sé que es algo que no te diría; palabras que mi boca no van a pronunciar, no por testarudez, ni por orgullo o poca confianza, si no que porque no hay necesidad.
Mis labios no articularan palabra alguna, simplemente porque yo no necesito decirte esto.
No dependo de que sepas cuanto yo te quiero, te amo y me gustas.
No me hará mejor ni peor persona, el que te enteres de cuanto me encantan tus besos, tus espontáneos halagos y esas simples frases que me expresan el cariño que, en tu corazón, tienes por mi.
Simplemente te adoro.
Me encantas y me apasiona que seas como eres, que seas extrovertido, humilde, atento, sincero, divertido, apañador y, por sobre todas las cosas, que tengas esa coqueta sonrisa dibujada en tu rostro.
Aun mas, me encantan tus chistes sin sentido de gracia, tu cabello desordenado y el roce de tu barba; pequeños detalles que no había aceptado en otros hombres.
Y, con todo mi corazón, quiero destacar que me enorgullece totalmente cuando abres tus miedos ante mí y me dices en pocas palabras que quieres serlo todo para mí, darlo todo, entregarte por completo y hacer cuantas maravillas estén al alcance de tu mano, para conseguir mi atención y llenarme de orgullo.
Dices eso porque a veces dudas de ti mismo, pierdes tu sonrisa y dejas que tu corazón se llene de miedos infundados. Sueles cegarte o no ver puerto, interrogarlo todo y formular mil y un hipótesis; es una conducta molesta, pero la entiendo. Completamente, te comprendo. Todos hemos dudado en esta vida, perdido rumbo y desconfiado de nosotros mismo; por eso, puedo decir que se lo que se siente...
Aunque tú, te recompones rápidamente y dejas esas vacilaciones oscuras de lado. Talvez por eso simplemente me haces sentir así, orgullosa, capaz de todo, especial y una mujer coqueta ante la vida.
Tú, me encantas.
Pero repito, yo no deseo que sepas cuan especial eres para mí.
No quiero pronunciarlo; aún menos gritarlo y susurrarlo…
Porque sé que, con una simple mirada y un beso sobre tus labios, puedo hacerte sentir los dulces sentimientos que mi corazón atesora y siente por ti.
Simplemente, las palabras sobran.