Nuevo, fic, espero que guste... estoy terminando el capitulo 13 del otro, no desesperen...
Besotes
Lu
Los ojos de Lily Evans brillaron mientras ella corría para encontrarse con su mejor amiga, Susan March.
Lily tenia 17 años, el pelo rojo enrulado, unos ojos verde esmeralda en los que cualquier chico podría ahogarse, piel blanca como la nieve y el cuerpo perfecto. Era Premio Anual de la casa de Gryffindor y sin duda, una de las más populares chicas de Hogwarts. Tenía un temperamento bastante fuerte, que reservaba para sus enemigos: Lucius Malfoy, James Potter y Severus Snape. Su mejor amiga, Susan March era todo lo contrario a ella, su pelo era de color trigo y le llegaba hasta la cintura, tenía la piel morena y los ojos grises, era buena con todos...bueno, con "casi" todos, excepto Potter. A las dos gryffidors no les faltaban motivos para odiarlo, había mas corazones rotos en Hogwarts por el que por es resto de los chicos. Lo de Lucius Malfoy era simple: era un idiota y Severus Snape más que un enemigo era un títere, algo con lo que las amigas se divertían cuando y como quisieran. Porque esa era, precisamente, la otra cualidad en común que las dos tenían: las bromas. Las amaban mas que a nada en el mundo.
Mientras ellas charlaban en la mesa sobre la próxima broma que le iban a hacer a Snape, James se acerco con los merodeadores y una chica de Ravenclaw, que probablemente estaría llorando en su cama la semana entrante, preguntándose que pudo salir mal y culpándose del termino de esta "relación" con Potter.
James Potter tenia 18 años, un cuerpo de atleta, pelo negro enmarañado, con mechones rebeldes que le caian sobre los ojos, de color miel. A esta altura, Potter podía acostarse con quien quisiera era lo que en el mundo muggle llamamos sex symbol, claro que, Lily y Susan eran de las pocas chicas que se habían resistido a sus encantos.
-Entonces- dijo el aludido sentándose- ¿Dime quieres salir una de estos días...Sandy?
-Sandra
-Sandra
-Si estaria bien
-¿Qué tal Hogsmeade este sábado a las siete?
-Genial
-Bien- James se levantó y besó a Sandra en la boca. Lily miro a Susan y levantó una ceja en señal de "Ah eso lo he visto antes".
Los chicos se sentaron.
-¿Va a ser algo serio esta vez James?- preguntó Sirius untando una tostada con mermelada de frambuesa. James rió.
-Claro que no
-Porque eso no me suena a nuevo- murmuro Lily a su amiga.
-¿Qué dices?
-Nada Jamsie...¿Nueva novia?¿Qué paso con... como era su nombre... o si Holly?
-No lo sé, decía cosas raras sobre Tu-Sabes-Quien
-Oh, ¿Enserio?¿Holly Nott hablando del Señor Tenebroso? No puedo creerlo- replicó Susan, pero Potter no entendió su ironía, porque dijo.:
-Aunque no lo creas, es verdad.
Susan le dedico una mirada cortante tomo a Lily de la mano y las dos se fueron a Pociones.
Los Merodeadores era un grupo bastante diverso, primero estaba Potter que era el jefe, y el mas popular de todos ellos. Sirius Black era casi tan popular como Potter y además era su mejor amigo, tenía el cabello marrón claro y los ojos color azul oscuro, buen físico y aunque no era tan descarado como Potter, salía con chicas de vez en cuando. Remus Lupin era el miembro final de los merodeadores, tenía ojos verdes, no tan brillantes como los de Lily y el cabello color arena, era el más estable de los tres, cuando tenia novia era fiel y muy dulce. Probablemente por eso era el que mejor se llevaba con las chicas.
Mientras caminaban, las muchachas hablaban de la próxima broma que le iban a practicar a Snape.
-Se me ocurrió una idea brillante...- comenzó Susan- ¿Qué tan gracioso te parece Snape vestido con un lindo vestidito rosa con puntillas?- las dos amigas rieron.
-¡Y dos colitas! - agrego Lily.
-Si y zapatos haciendo juego.
-Pero... Sus, ¿Cómo se supone que vamos a hacer eso? Ya se que Snapy no se mira a la espejo y gracias por eso, un espejo roto en la superstición muggle son 7 años de mala suerte..., de cualquier manera, el castillo esta lleno de armaduras y se podría reflejar en alguna- Lily vio el brillo en los ojos de su amiga- A menos que...
-Exacto- confirmo Susan- Será algo genial, todos se reirán de él y ¿Sabes que es lo mejor?, nadie va a sospechar que fuimos nosotras...
-Lo se, somos demasiado...¿inocentes?
Las dos amigas estallaron en carcajadas nuevamente. Cuando Susan y Lily entraron en la sala común luego de pociones, e encontraron con un espectáculo bastante patético, James con una chica sentada sobre el... podrían asegurar que esa chica no era Sandra. Se besaban apasionadamente.
-Oh por favor, consíganse un cuarto- grito Lily- Acabo de comer, esto es asqueroso Potter.
-Bueno...¿Nos vemos luego...Kelly?
-Cindy
-Cindy
-Si eso esta bien- lo beso de nuevo- Nos vemos.
-Por dios...¿Y yo tuve que presenciar ese desagradable e irreal espectáculo?- replico Susan.
-Ahhh, c'est la vie, parfois nous devons compter nous sur les conséquences - contestó Sirius desde una mesa- ¡Jaque mate!- le grito a Remus a continuación.
-Basta Sirius, no voy a jugar mas contigo si sigues haciendo trampa, no es justo.
-Yo juego- dijo Lily- Sirius ¿Desde cuando sabes francés?
-Desde que me la pase en Francia con mis padres...- Lily le dirigió una mirada significativa- Bueno desde que Cosette enseño...Cosette... la extraño.
-Ohhh ¿El pequeño Si se puso melodramático?- dijo Susan con voz melosa
-Oh ya cállate, así que James, ¿Otra más?
-Por favor Sirius pareces mi madre
-No se que pensara Sandra.
-¿Quién?
-La chica de Ravenclaw con la que vas a salir el sábado- aclaró Remus.
-Oh ella... no tiene por que enterarse.
-Jaque Sirius.
-¡Hiciste trampa!
-Por favor, mira quien habla, el Señor Sirius "nunca jugué limpio en mi vida" Black.
-Eso no es verdad.
-¿Ah no?
-Juego limpio a la botellita.
-Es difícil creerte Black.- replicó Susan- Muy difícil.
-Si lo sabrás March.
Era verdad, en quinto, jugando a la botellita, un juego muggle que consiste en una ronda de chicas y chicos y una chica tenia que empezar tirando la botella y al chico que señalaba tenia que besarlo y así sucesivamente, si la botella te apuntaba eras el próximo en tirar. Cuando le toco a Susan, tuvo la mala suerte (N/A: mentira!!) de que apuntara a Sirius, así que Sirius la beso, pero no fue solo un besito, él lo convirtió en un beso apasionado, en el que Susan se dejo besar.
-Ya basta Black, cada vez que hablamos sacas ese tema a relucir, no es necesario ¿Sabes?.
-Claro que lo se.
-¿Habrá alguna forma de que te calles de una buena vez y te quedes con tus pensamientos?
-Si la hay, pero no va a gustarte.
-¿Cuál?
-Una noche con Sirius "Don Juan" Black.
-Antes muerta- con esto Susan se levanto rápidamente de su asiento y subió al cuarto de las chicas.
-Ahora si la armaste Sirius- comentó Lily mientras cogía su mochila y la de Susan.
-Claro que no, fue solo una broma.
-No fue así y lo sabes- Remus parecía enojado con Sirius también y cuando Lily subió las escaleras agrego- hace años que te gusta Susan, desde que la besaste en quinto.
-Lo se, pero no puedo acercarme, ¿Sabes?, me huye.
-Me preguntó porque- contestó Remus con tono irónico.- Me voy arriba, tengo tarea de Pociones que terminar.
-Bien, yo quiero dormir, ¿Vienes James?- cuando Sirius se dio vuelta lo vio abrazado a Juliet, una chica de segundo, muy cerca de ella. Sirius puso los ojos en blanco y murmuro: "No puedes enseñarla trucos nuevos a un perro viejo".
-Mejor vamos Sirius, dejemos al Casanova solo...
-Va a ser lo mejor.
-Es un idiota- dijo Susan entre lagrimas- Lo odio.
-Sabes que no es así- Lily tenía la cabeza de Susan en su falda y le acariciaba su largo pelo castaño.
-Si lo es, ¿No te das cuenta que es igual que Potter?
-Sabes bien que no hay nadie tan idiota como Potter.
-Si lo hay... Snape- las dos amigas rieron.
-Pero Snape... bueno, la única mujer que ha tocado es su madre...- rieron de nuevo.
-No te conté esto, pero el otro día lo encontré encerrado en un armario con Holly Nott y me hizo jurar que no se lo dijera a nadie sino me echaría una de sus pociones en el jugo de calabaza.- Susan seguía llorando, pero mas calmadamente ahora.
-¿Y tu le creíste?
-Claro que no tonta, pero no te encontré para contártelo y luego me olvide del asunto.
-Ya veo...¿Y que hacían?
-Jugaban a las cartas- dijo Susan con ironía - ¿Tu que crees?, él casi le había sacado la camisa a Holly y ella, bueno, se puede decir que vi a Snape con el torso desnudo.
-¡Que asco!¿Y no te descompusiste?
-No...Aunque no parezca tiene buen físico.
-Las cosas que te puedes enterar después de tantos años.
-Lo se
-¿Se te paso la bronca?
-Si gracias, ¿Nos ponemos en marcha para el plan Snape con tutu?
-Claro
Las dos amigas pasaron los ratos libres de los cuatro días siguientes haciendo pociones, probando encantamientos contra los espejos y siguiendo a snape, para verificar el camino que seguía todas las mañanas, la noche del viernes Susan salió a hechizar todos los espejos y armaduras del camino que hacia Snape cada mañana para llegar al comedor para que cuando este pasara se viera como siempre con su asqueroso pelo negro grasiento y su toga negra que parecía ser la misma todos los días y asombrosamente, no lo era y Lily fue hasta las mazmorras de Slytherin con la capa invisible que le robaban a James para hacer las bromas y hecho la pocion en el te que Snape se sirvió para estudiar. La poción tardaba cuatro horas en actuar, así que Snape estaria durmiendo placidamente a la hora de la transformación. Esa noche las dos Gryffindor no pudieron dormir imaginándose la cara de Snape cuando se viera en el espejo del gran comedor. La mañana siguiente era sábado y por lo tanto los alumnos podian no tener puesto el unifor
me, así que las dos chicas se pusieron lo mas sexys que pudieron y salieron al gran comedor. A los quince minutos entro Snape con cara de amargado, al parecer no tenia un buen dia y mientras caminaba, la gente se seguía riendo de el... que raro.
-¿Qué tengo monos en la cara?- grito.
-Ojala los tuvieras- dijo Susan en voz baja, tratando de aguantarse la risa, mientras todos los demás se reían.
Por fin el momento había llegado, Snape se dio vuelta en el espejo del Comedor y no pudo reprimir un grito de desesperación, él, Severus Snape el mejor alumno de Pociones, prefecto y Premio Anual de Slytherin estaba vestido, no con sus togas negras, sino con un vestido rosa con flores y puntillas, unos zapatos rosas también y dos colitas en el pelo...
-Esto no esta sucediendo- se dijo- Es sólo un sueño...
En eso se escucho otra risa, mas potente que las demás, era la de Albus Dumbledore, el director del colegio.
-Severus, ¿Esto fue idea tuya?- le pregunto al anonadado Snape.
-Claro que no señor- Dumbledore se puso serio de nuevo
-En ese caso, Sirius y James a mi oficina, inmediatamente.
Dumbledore parecía disgustado y las chicas se tronchaban de la risa ahora que Potter iba a ser castigado, era el día perfecto.
-Suerte con el castigo muchachos- consiguió decir Susan cuando los chicos ya se iban.
-¿Ustedes hicieron esto?- pregunto Remus con media sonrisa.
-¿Nos vas a delatar?
-¡Claro que no!, son geniales chicas, yo odio a Snape con toda mi alma no se que tiene contra el mundo pero siempre gana, menos hoy...
-No le cuentes a nadie que fuimos nosotras y... SIEMPRE fuimos nosotras...
-Un momento, ¿Se refrieren a la pintura, la goma de pegar, la grasa de ballena y la escoba rota?- las chicas asintieron con la cabeza mientras sus sonrisas eran mas grandes- Son realmente geniales, hubiera dado mi brazo derecho por que esas ideas eran de Sirius y James.
-Lo de la escoba rota fue de ellos un 100 por ciento, bastardos, nosotras pensábamos hacer lo mismo a la semana entrante, no fuimos lo suficientemente rápidas.- dijo Lily entornando los ojos.
-Pero... ellos no te incluyen en sus bromas.
-En la mayoría, pero hay algunas en las que no me atrevo a participar.
-Ya...
-Pero ellos vienen llevándose su crédito hace meses...
-Y los castigos también, preferimos reirnos y saber, muy adentro que nosotras somos las verdaderas "merodeadoras".
-En verdad lo son- les dijo Remus. Los chicos volvieron abatidos.
-No sé quien hace estas cosas- dijo Sirius- Pero cuando lo agarre...
Lily y Susan sonrieron, "Nunca nos atraparas, Blackie", pensó Lily.
Los días siguieron sin mayores complicaciones que los habituales encuentros fortuitos de Potter con diversas damas y las peleas de Susan con los chicos de Slytherin. Y ese fue precisamente el día en el que Susan cambio todo su pensamiento sobre Black.
-Oh aquí vienen las niñitas de Gryffindor, la prefecta, Premio anual, Reina del Universo Evans y su amiguita la mimada "hija del Ministro" March...- Frederik Hunter era el chico mas adinerado, guapo e insportablemente creido de Slytherin.
-Para que sepas idiota, no soy ninguna mimada.
-Para que tu sepas, ni siquiera tienes padre, tienes un robot que se la pasa en la oficina y "para que sepas", se sabe que tu madre murió de angustia, así que March "para que sepas" no tienes ni una familia que te cuide- a esta altura los ojos de Susan estaban llenos de lagrimas, como solía pasar cada vez que hablaban de su madre. Y en vez de irse corriendo como otras veces se abalanzo contra Hunter y lo golpeo con todas sus fuerzas, ni siquiera McGonagall pudo separarlos, tuvo que venir Dumbledore en persona para frenar la furia de Susan.
-Ya, ¡Basta!- gritó tan fuerte que todos los que habían formado una ronda alrededor de la pelea se callaron y Susan se pudo de pie junto con Frederik, que tenia el labio cortado, un ojo morado y un feo rasguño en el cuello. La respiración de Susan era agitada y sus ojos estabas rojos y su cabello hecho un desastre, nadie había visto a Susan así de enojada. - Señorita March, Señor Hunter y Señorita Evans a mi despacho ahora- se dirigió a los demás- todos ustedes vuelvan a sus clases no hay nada mas que ver aquí. Profesora McGonagall acompáñeme por favor.
Lily caminó con Susan por largos pasillos, sin hablarle, su amiga seguía llorando de rabia y su respiración era mas agitada que antes, definitivamente esa fue la peor pelea de Susan y tenia sus razones, nadie había insultado la memoria de su madre de esa manera. La verdad era que su madre se había muerto dos años antes de una extraña enfermedad muggle y él padre de Susan era el actual Ministro de Magia, lo cual no ayudaba mucho, ya que todos (en realidad, los Slytherin) creían que era una mimada con un padre poderoso mas.
Luego de una larga caminata por los pasillos de Hogwarts, llegaron a una gárgola con aspecto feroz, a la que Dumbledore le gritó "Beethoven" y ésta se abrió. Susan estaba perdida en sus pensamientos "Me van a expulsar, estoy segura", pero no estaba preocupada por ella misma, nada de eso. Se preocupaba por su amiga "Lily va a pasar sola la fiesta de Graduación y no podría jugar mas bromas, siempre quedan Sirius y Remus, pero no es lo mismo". Cuando Susan volvió su atención a la realidad, ya se encontraban en el despacho de Dumbledore y ella le hecho una mirada, había un flamante fénix color rojo sobre una varilla de oro y varios artefactos que ella no reconocía.
-Señorita March
-Si señor
-¿Dígame que la impulso a pelearse que este.... caballero?
-Él... bueno el me dijo cosas horribles señor, usted sabe... bueno mi madre...
-Si Susan, conocí a tu madre.
-Yo no puedo... es decir...
-Deje que yo hable profesor- interrumpió Lily- Para ella es muy difícil señor...
-Bien
-Lo que hizo Hunter fue insultar la memoria de Catherine, dijo... bueno dijo que su muerte fue por culpa del padre de Susan y eso no es verdad y usted sabe que Susan y su madre eran muy unidas y espero que recuerde como estuvo ella cuando... bueno cuando Catherine falleció- dos gruesas lagrimas corrieron por la cara de Susan y ella no hizo nada para detenerlas y clavo la mirada en sus zapatillas.
-¿Es eso verdad, profesora?
-Si señor, yo estaba ahí cuando el señor Hunter dijo exactamente esas palabras.
-¿Qué tiene para decir en su favor, señor Hunter?
-Que todo lo que dije lo hice consciente de mis palabras y no me arrepiento de nada... y que a ella- señalo a Susan- deberían encerrarla en un loquero- Susan le dirigió una mirada asesina.
-Bien, si eso quiere, debo añadir que se lo buscó, señor Hunter se descontaran cien puntos de Slytherin y habrá doble detención para usted. Puede retirarse.
-Pero señor, usted no puede...
-Como usted dijo "todo lo que dije lo hice consciente de mis palabras y no me arrepiento de nada", retírese- Susan seguía derramando lagrimas cuando Dumbledore se dirigió a ella- En cuanto a usted señorita March, se que lo que hizo Hunter fue horrible, pero nada justifica que se haya peleado con el en un pasillo, así que se descontaran diez puntos de Gryffindor y habrá una detención para usted.
-Se... ¿Señor?- Lily levantó la mano.
-¿Si?
-Podría acompañarla en la detención, sabe, nosotras nunca hacemos nada solas y creo que ella no esta en cond...
-Si puede señorita Evans, creo que la cumplirán con Potter y Black... si eso es, la cumplirán todos juntos...
-Pero Profesor, a lo que yo me refería era...
-Está decidido Señorita Evans, puede retirarse, usted también profesora déjeme hablar con Susan a solas.
Cuando Lily y la Profesora se marcharon, Dumbledore invitó a Susan a sentarse con un movimiento de la mano y con otro de la varita hizo aparecer un juego de té con dos tazas y scons.
-Ahora Susan, podemos hablar francamente, ¿Por qué lo hiciste, si sabías como iba a terminar?, Sussie querida, te considero una de las personas más criteriosas e inteligentes que conozco y esta vez odio admitir que me he equivocado.
-Profesor, yo no quería decep...
-No me has decepcionado, linda, sólo que yo pensé que eras un poco más criteriosa.
-Lo siento, pero él insultó a máma y eso es algo que no puedo tolerar, ella lo era todo para mí y odio que la recuerden como la persona que sufrió toda su vida...
-Lo sé, Sussie...
-¿Por qué me llama Sussie?, Mamá me llamaba Sussie.
-Yo quería mucho a Cathy, era una gran persona- Dumbledore miró por la ventana con melancolía- puedes retirarte si quieres.
-Sí, gracias.
-Oh, sólo una cosa más... dile a Lily que el rosa no es el color para el Señor Snape, la próxima vez elijan otra tonalidad de ser esto posible.
-Si señor- contestó Susan reprimiendo una carcajada.
Cuando Susan llegó a la sala común todas las miradas se clavaron el ella, aunque estaba tan sonriente como siempre, todavía tenía los ojos rojos y llorosos. La mayoría se apartaron a medida que ella pasaba, sólo los merodeadores y Lily no le prestaron atención. La tensión crecía y Susan no sabia muy bien que decirle a los chicos, todo iba bastante mal hasta que Sirius interrumpió el silencio.
-Buen gancho, Sus, ¿Crees que algún día podrás enseñármelo?- toda la sala común rió.
-Con todo gusto Black.
-Ya te dije que es Sirius...
-Sirius entonces...
Susan sonrió, después de todo Black no es tan desagradable...
Besotes
Lu
Los ojos de Lily Evans brillaron mientras ella corría para encontrarse con su mejor amiga, Susan March.
Lily tenia 17 años, el pelo rojo enrulado, unos ojos verde esmeralda en los que cualquier chico podría ahogarse, piel blanca como la nieve y el cuerpo perfecto. Era Premio Anual de la casa de Gryffindor y sin duda, una de las más populares chicas de Hogwarts. Tenía un temperamento bastante fuerte, que reservaba para sus enemigos: Lucius Malfoy, James Potter y Severus Snape. Su mejor amiga, Susan March era todo lo contrario a ella, su pelo era de color trigo y le llegaba hasta la cintura, tenía la piel morena y los ojos grises, era buena con todos...bueno, con "casi" todos, excepto Potter. A las dos gryffidors no les faltaban motivos para odiarlo, había mas corazones rotos en Hogwarts por el que por es resto de los chicos. Lo de Lucius Malfoy era simple: era un idiota y Severus Snape más que un enemigo era un títere, algo con lo que las amigas se divertían cuando y como quisieran. Porque esa era, precisamente, la otra cualidad en común que las dos tenían: las bromas. Las amaban mas que a nada en el mundo.
Mientras ellas charlaban en la mesa sobre la próxima broma que le iban a hacer a Snape, James se acerco con los merodeadores y una chica de Ravenclaw, que probablemente estaría llorando en su cama la semana entrante, preguntándose que pudo salir mal y culpándose del termino de esta "relación" con Potter.
James Potter tenia 18 años, un cuerpo de atleta, pelo negro enmarañado, con mechones rebeldes que le caian sobre los ojos, de color miel. A esta altura, Potter podía acostarse con quien quisiera era lo que en el mundo muggle llamamos sex symbol, claro que, Lily y Susan eran de las pocas chicas que se habían resistido a sus encantos.
-Entonces- dijo el aludido sentándose- ¿Dime quieres salir una de estos días...Sandy?
-Sandra
-Sandra
-Si estaria bien
-¿Qué tal Hogsmeade este sábado a las siete?
-Genial
-Bien- James se levantó y besó a Sandra en la boca. Lily miro a Susan y levantó una ceja en señal de "Ah eso lo he visto antes".
Los chicos se sentaron.
-¿Va a ser algo serio esta vez James?- preguntó Sirius untando una tostada con mermelada de frambuesa. James rió.
-Claro que no
-Porque eso no me suena a nuevo- murmuro Lily a su amiga.
-¿Qué dices?
-Nada Jamsie...¿Nueva novia?¿Qué paso con... como era su nombre... o si Holly?
-No lo sé, decía cosas raras sobre Tu-Sabes-Quien
-Oh, ¿Enserio?¿Holly Nott hablando del Señor Tenebroso? No puedo creerlo- replicó Susan, pero Potter no entendió su ironía, porque dijo.:
-Aunque no lo creas, es verdad.
Susan le dedico una mirada cortante tomo a Lily de la mano y las dos se fueron a Pociones.
Los Merodeadores era un grupo bastante diverso, primero estaba Potter que era el jefe, y el mas popular de todos ellos. Sirius Black era casi tan popular como Potter y además era su mejor amigo, tenía el cabello marrón claro y los ojos color azul oscuro, buen físico y aunque no era tan descarado como Potter, salía con chicas de vez en cuando. Remus Lupin era el miembro final de los merodeadores, tenía ojos verdes, no tan brillantes como los de Lily y el cabello color arena, era el más estable de los tres, cuando tenia novia era fiel y muy dulce. Probablemente por eso era el que mejor se llevaba con las chicas.
Mientras caminaban, las muchachas hablaban de la próxima broma que le iban a practicar a Snape.
-Se me ocurrió una idea brillante...- comenzó Susan- ¿Qué tan gracioso te parece Snape vestido con un lindo vestidito rosa con puntillas?- las dos amigas rieron.
-¡Y dos colitas! - agrego Lily.
-Si y zapatos haciendo juego.
-Pero... Sus, ¿Cómo se supone que vamos a hacer eso? Ya se que Snapy no se mira a la espejo y gracias por eso, un espejo roto en la superstición muggle son 7 años de mala suerte..., de cualquier manera, el castillo esta lleno de armaduras y se podría reflejar en alguna- Lily vio el brillo en los ojos de su amiga- A menos que...
-Exacto- confirmo Susan- Será algo genial, todos se reirán de él y ¿Sabes que es lo mejor?, nadie va a sospechar que fuimos nosotras...
-Lo se, somos demasiado...¿inocentes?
Las dos amigas estallaron en carcajadas nuevamente. Cuando Susan y Lily entraron en la sala común luego de pociones, e encontraron con un espectáculo bastante patético, James con una chica sentada sobre el... podrían asegurar que esa chica no era Sandra. Se besaban apasionadamente.
-Oh por favor, consíganse un cuarto- grito Lily- Acabo de comer, esto es asqueroso Potter.
-Bueno...¿Nos vemos luego...Kelly?
-Cindy
-Cindy
-Si eso esta bien- lo beso de nuevo- Nos vemos.
-Por dios...¿Y yo tuve que presenciar ese desagradable e irreal espectáculo?- replico Susan.
-Ahhh, c'est la vie, parfois nous devons compter nous sur les conséquences - contestó Sirius desde una mesa- ¡Jaque mate!- le grito a Remus a continuación.
-Basta Sirius, no voy a jugar mas contigo si sigues haciendo trampa, no es justo.
-Yo juego- dijo Lily- Sirius ¿Desde cuando sabes francés?
-Desde que me la pase en Francia con mis padres...- Lily le dirigió una mirada significativa- Bueno desde que Cosette enseño...Cosette... la extraño.
-Ohhh ¿El pequeño Si se puso melodramático?- dijo Susan con voz melosa
-Oh ya cállate, así que James, ¿Otra más?
-Por favor Sirius pareces mi madre
-No se que pensara Sandra.
-¿Quién?
-La chica de Ravenclaw con la que vas a salir el sábado- aclaró Remus.
-Oh ella... no tiene por que enterarse.
-Jaque Sirius.
-¡Hiciste trampa!
-Por favor, mira quien habla, el Señor Sirius "nunca jugué limpio en mi vida" Black.
-Eso no es verdad.
-¿Ah no?
-Juego limpio a la botellita.
-Es difícil creerte Black.- replicó Susan- Muy difícil.
-Si lo sabrás March.
Era verdad, en quinto, jugando a la botellita, un juego muggle que consiste en una ronda de chicas y chicos y una chica tenia que empezar tirando la botella y al chico que señalaba tenia que besarlo y así sucesivamente, si la botella te apuntaba eras el próximo en tirar. Cuando le toco a Susan, tuvo la mala suerte (N/A: mentira!!) de que apuntara a Sirius, así que Sirius la beso, pero no fue solo un besito, él lo convirtió en un beso apasionado, en el que Susan se dejo besar.
-Ya basta Black, cada vez que hablamos sacas ese tema a relucir, no es necesario ¿Sabes?.
-Claro que lo se.
-¿Habrá alguna forma de que te calles de una buena vez y te quedes con tus pensamientos?
-Si la hay, pero no va a gustarte.
-¿Cuál?
-Una noche con Sirius "Don Juan" Black.
-Antes muerta- con esto Susan se levanto rápidamente de su asiento y subió al cuarto de las chicas.
-Ahora si la armaste Sirius- comentó Lily mientras cogía su mochila y la de Susan.
-Claro que no, fue solo una broma.
-No fue así y lo sabes- Remus parecía enojado con Sirius también y cuando Lily subió las escaleras agrego- hace años que te gusta Susan, desde que la besaste en quinto.
-Lo se, pero no puedo acercarme, ¿Sabes?, me huye.
-Me preguntó porque- contestó Remus con tono irónico.- Me voy arriba, tengo tarea de Pociones que terminar.
-Bien, yo quiero dormir, ¿Vienes James?- cuando Sirius se dio vuelta lo vio abrazado a Juliet, una chica de segundo, muy cerca de ella. Sirius puso los ojos en blanco y murmuro: "No puedes enseñarla trucos nuevos a un perro viejo".
-Mejor vamos Sirius, dejemos al Casanova solo...
-Va a ser lo mejor.
-Es un idiota- dijo Susan entre lagrimas- Lo odio.
-Sabes que no es así- Lily tenía la cabeza de Susan en su falda y le acariciaba su largo pelo castaño.
-Si lo es, ¿No te das cuenta que es igual que Potter?
-Sabes bien que no hay nadie tan idiota como Potter.
-Si lo hay... Snape- las dos amigas rieron.
-Pero Snape... bueno, la única mujer que ha tocado es su madre...- rieron de nuevo.
-No te conté esto, pero el otro día lo encontré encerrado en un armario con Holly Nott y me hizo jurar que no se lo dijera a nadie sino me echaría una de sus pociones en el jugo de calabaza.- Susan seguía llorando, pero mas calmadamente ahora.
-¿Y tu le creíste?
-Claro que no tonta, pero no te encontré para contártelo y luego me olvide del asunto.
-Ya veo...¿Y que hacían?
-Jugaban a las cartas- dijo Susan con ironía - ¿Tu que crees?, él casi le había sacado la camisa a Holly y ella, bueno, se puede decir que vi a Snape con el torso desnudo.
-¡Que asco!¿Y no te descompusiste?
-No...Aunque no parezca tiene buen físico.
-Las cosas que te puedes enterar después de tantos años.
-Lo se
-¿Se te paso la bronca?
-Si gracias, ¿Nos ponemos en marcha para el plan Snape con tutu?
-Claro
Las dos amigas pasaron los ratos libres de los cuatro días siguientes haciendo pociones, probando encantamientos contra los espejos y siguiendo a snape, para verificar el camino que seguía todas las mañanas, la noche del viernes Susan salió a hechizar todos los espejos y armaduras del camino que hacia Snape cada mañana para llegar al comedor para que cuando este pasara se viera como siempre con su asqueroso pelo negro grasiento y su toga negra que parecía ser la misma todos los días y asombrosamente, no lo era y Lily fue hasta las mazmorras de Slytherin con la capa invisible que le robaban a James para hacer las bromas y hecho la pocion en el te que Snape se sirvió para estudiar. La poción tardaba cuatro horas en actuar, así que Snape estaria durmiendo placidamente a la hora de la transformación. Esa noche las dos Gryffindor no pudieron dormir imaginándose la cara de Snape cuando se viera en el espejo del gran comedor. La mañana siguiente era sábado y por lo tanto los alumnos podian no tener puesto el unifor
me, así que las dos chicas se pusieron lo mas sexys que pudieron y salieron al gran comedor. A los quince minutos entro Snape con cara de amargado, al parecer no tenia un buen dia y mientras caminaba, la gente se seguía riendo de el... que raro.
-¿Qué tengo monos en la cara?- grito.
-Ojala los tuvieras- dijo Susan en voz baja, tratando de aguantarse la risa, mientras todos los demás se reían.
Por fin el momento había llegado, Snape se dio vuelta en el espejo del Comedor y no pudo reprimir un grito de desesperación, él, Severus Snape el mejor alumno de Pociones, prefecto y Premio Anual de Slytherin estaba vestido, no con sus togas negras, sino con un vestido rosa con flores y puntillas, unos zapatos rosas también y dos colitas en el pelo...
-Esto no esta sucediendo- se dijo- Es sólo un sueño...
En eso se escucho otra risa, mas potente que las demás, era la de Albus Dumbledore, el director del colegio.
-Severus, ¿Esto fue idea tuya?- le pregunto al anonadado Snape.
-Claro que no señor- Dumbledore se puso serio de nuevo
-En ese caso, Sirius y James a mi oficina, inmediatamente.
Dumbledore parecía disgustado y las chicas se tronchaban de la risa ahora que Potter iba a ser castigado, era el día perfecto.
-Suerte con el castigo muchachos- consiguió decir Susan cuando los chicos ya se iban.
-¿Ustedes hicieron esto?- pregunto Remus con media sonrisa.
-¿Nos vas a delatar?
-¡Claro que no!, son geniales chicas, yo odio a Snape con toda mi alma no se que tiene contra el mundo pero siempre gana, menos hoy...
-No le cuentes a nadie que fuimos nosotras y... SIEMPRE fuimos nosotras...
-Un momento, ¿Se refrieren a la pintura, la goma de pegar, la grasa de ballena y la escoba rota?- las chicas asintieron con la cabeza mientras sus sonrisas eran mas grandes- Son realmente geniales, hubiera dado mi brazo derecho por que esas ideas eran de Sirius y James.
-Lo de la escoba rota fue de ellos un 100 por ciento, bastardos, nosotras pensábamos hacer lo mismo a la semana entrante, no fuimos lo suficientemente rápidas.- dijo Lily entornando los ojos.
-Pero... ellos no te incluyen en sus bromas.
-En la mayoría, pero hay algunas en las que no me atrevo a participar.
-Ya...
-Pero ellos vienen llevándose su crédito hace meses...
-Y los castigos también, preferimos reirnos y saber, muy adentro que nosotras somos las verdaderas "merodeadoras".
-En verdad lo son- les dijo Remus. Los chicos volvieron abatidos.
-No sé quien hace estas cosas- dijo Sirius- Pero cuando lo agarre...
Lily y Susan sonrieron, "Nunca nos atraparas, Blackie", pensó Lily.
Los días siguieron sin mayores complicaciones que los habituales encuentros fortuitos de Potter con diversas damas y las peleas de Susan con los chicos de Slytherin. Y ese fue precisamente el día en el que Susan cambio todo su pensamiento sobre Black.
-Oh aquí vienen las niñitas de Gryffindor, la prefecta, Premio anual, Reina del Universo Evans y su amiguita la mimada "hija del Ministro" March...- Frederik Hunter era el chico mas adinerado, guapo e insportablemente creido de Slytherin.
-Para que sepas idiota, no soy ninguna mimada.
-Para que tu sepas, ni siquiera tienes padre, tienes un robot que se la pasa en la oficina y "para que sepas", se sabe que tu madre murió de angustia, así que March "para que sepas" no tienes ni una familia que te cuide- a esta altura los ojos de Susan estaban llenos de lagrimas, como solía pasar cada vez que hablaban de su madre. Y en vez de irse corriendo como otras veces se abalanzo contra Hunter y lo golpeo con todas sus fuerzas, ni siquiera McGonagall pudo separarlos, tuvo que venir Dumbledore en persona para frenar la furia de Susan.
-Ya, ¡Basta!- gritó tan fuerte que todos los que habían formado una ronda alrededor de la pelea se callaron y Susan se pudo de pie junto con Frederik, que tenia el labio cortado, un ojo morado y un feo rasguño en el cuello. La respiración de Susan era agitada y sus ojos estabas rojos y su cabello hecho un desastre, nadie había visto a Susan así de enojada. - Señorita March, Señor Hunter y Señorita Evans a mi despacho ahora- se dirigió a los demás- todos ustedes vuelvan a sus clases no hay nada mas que ver aquí. Profesora McGonagall acompáñeme por favor.
Lily caminó con Susan por largos pasillos, sin hablarle, su amiga seguía llorando de rabia y su respiración era mas agitada que antes, definitivamente esa fue la peor pelea de Susan y tenia sus razones, nadie había insultado la memoria de su madre de esa manera. La verdad era que su madre se había muerto dos años antes de una extraña enfermedad muggle y él padre de Susan era el actual Ministro de Magia, lo cual no ayudaba mucho, ya que todos (en realidad, los Slytherin) creían que era una mimada con un padre poderoso mas.
Luego de una larga caminata por los pasillos de Hogwarts, llegaron a una gárgola con aspecto feroz, a la que Dumbledore le gritó "Beethoven" y ésta se abrió. Susan estaba perdida en sus pensamientos "Me van a expulsar, estoy segura", pero no estaba preocupada por ella misma, nada de eso. Se preocupaba por su amiga "Lily va a pasar sola la fiesta de Graduación y no podría jugar mas bromas, siempre quedan Sirius y Remus, pero no es lo mismo". Cuando Susan volvió su atención a la realidad, ya se encontraban en el despacho de Dumbledore y ella le hecho una mirada, había un flamante fénix color rojo sobre una varilla de oro y varios artefactos que ella no reconocía.
-Señorita March
-Si señor
-¿Dígame que la impulso a pelearse que este.... caballero?
-Él... bueno el me dijo cosas horribles señor, usted sabe... bueno mi madre...
-Si Susan, conocí a tu madre.
-Yo no puedo... es decir...
-Deje que yo hable profesor- interrumpió Lily- Para ella es muy difícil señor...
-Bien
-Lo que hizo Hunter fue insultar la memoria de Catherine, dijo... bueno dijo que su muerte fue por culpa del padre de Susan y eso no es verdad y usted sabe que Susan y su madre eran muy unidas y espero que recuerde como estuvo ella cuando... bueno cuando Catherine falleció- dos gruesas lagrimas corrieron por la cara de Susan y ella no hizo nada para detenerlas y clavo la mirada en sus zapatillas.
-¿Es eso verdad, profesora?
-Si señor, yo estaba ahí cuando el señor Hunter dijo exactamente esas palabras.
-¿Qué tiene para decir en su favor, señor Hunter?
-Que todo lo que dije lo hice consciente de mis palabras y no me arrepiento de nada... y que a ella- señalo a Susan- deberían encerrarla en un loquero- Susan le dirigió una mirada asesina.
-Bien, si eso quiere, debo añadir que se lo buscó, señor Hunter se descontaran cien puntos de Slytherin y habrá doble detención para usted. Puede retirarse.
-Pero señor, usted no puede...
-Como usted dijo "todo lo que dije lo hice consciente de mis palabras y no me arrepiento de nada", retírese- Susan seguía derramando lagrimas cuando Dumbledore se dirigió a ella- En cuanto a usted señorita March, se que lo que hizo Hunter fue horrible, pero nada justifica que se haya peleado con el en un pasillo, así que se descontaran diez puntos de Gryffindor y habrá una detención para usted.
-Se... ¿Señor?- Lily levantó la mano.
-¿Si?
-Podría acompañarla en la detención, sabe, nosotras nunca hacemos nada solas y creo que ella no esta en cond...
-Si puede señorita Evans, creo que la cumplirán con Potter y Black... si eso es, la cumplirán todos juntos...
-Pero Profesor, a lo que yo me refería era...
-Está decidido Señorita Evans, puede retirarse, usted también profesora déjeme hablar con Susan a solas.
Cuando Lily y la Profesora se marcharon, Dumbledore invitó a Susan a sentarse con un movimiento de la mano y con otro de la varita hizo aparecer un juego de té con dos tazas y scons.
-Ahora Susan, podemos hablar francamente, ¿Por qué lo hiciste, si sabías como iba a terminar?, Sussie querida, te considero una de las personas más criteriosas e inteligentes que conozco y esta vez odio admitir que me he equivocado.
-Profesor, yo no quería decep...
-No me has decepcionado, linda, sólo que yo pensé que eras un poco más criteriosa.
-Lo siento, pero él insultó a máma y eso es algo que no puedo tolerar, ella lo era todo para mí y odio que la recuerden como la persona que sufrió toda su vida...
-Lo sé, Sussie...
-¿Por qué me llama Sussie?, Mamá me llamaba Sussie.
-Yo quería mucho a Cathy, era una gran persona- Dumbledore miró por la ventana con melancolía- puedes retirarte si quieres.
-Sí, gracias.
-Oh, sólo una cosa más... dile a Lily que el rosa no es el color para el Señor Snape, la próxima vez elijan otra tonalidad de ser esto posible.
-Si señor- contestó Susan reprimiendo una carcajada.
Cuando Susan llegó a la sala común todas las miradas se clavaron el ella, aunque estaba tan sonriente como siempre, todavía tenía los ojos rojos y llorosos. La mayoría se apartaron a medida que ella pasaba, sólo los merodeadores y Lily no le prestaron atención. La tensión crecía y Susan no sabia muy bien que decirle a los chicos, todo iba bastante mal hasta que Sirius interrumpió el silencio.
-Buen gancho, Sus, ¿Crees que algún día podrás enseñármelo?- toda la sala común rió.
-Con todo gusto Black.
-Ya te dije que es Sirius...
-Sirius entonces...
Susan sonrió, después de todo Black no es tan desagradable...
