Aquí yo con otra historia:

Julián tiene 15 años, es medio sobrino de Tess, quien lo ha cuidado los últimos 4 años, tiene el cabello castaño y largo, los ojos marrones, lleva un chaleco blanco con capucha con una camisa de cuadros azul y unos pantalones vaqueros y unas zapatillas planas color negras. Se estaba quedando con Joel porque esta estaba afuera.

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!

¡Ya voy! – dijo Julián.

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!

¡YA VOY! – volvió a decir.

El abre la puerta y una mujer que se parecía algo a el entro. Fue a la cocina y se sirvió un trago.

¡Hey Joel! La tía Tess está aquí y se ve bastante mal – dijo Julián.

El viejo se queja al levantarse.

¿Cómo estuvo tu mañana. Julián? – dijo Tess.

Aburrida, supongo… y la tuya parece bastante bien – dijo irónicamente por los cortes y heridas de su tía.

Si, supongo que lo fue… realmente tenemos que cortarte el pelo – dijo Tess comentando el cabello de su sobrino.

¿Qué pasa con él? – pregunto tocándose tu pelo.

Se está haciendo muy largo es que – dijo Tess.

Justo en ese momento entra Joel.

¿Un trago? – ofreció Tess.

No, no, no quiero – rechazo Joel.

Bueno, tengo algunas noticias para ti – dijo Tess.

¿Dónde estabas Tess? – dijo Joel yendo al grano.

Distrito West End. Oye teníamos que hacer una entrega – dijo Tess.

NOSOTROS, teníamos que hacer una entrega- refuto Joel.

Si, bueno, querías estar solo, ¿recuerdas? – comento la mujer.

Julián comenzó a atender las heridas de Tess con un trapo.

Bueno, podrías haberlo llevado contigo – dijo Joel señalando a Julián.

No quiero que se lastime – respondió Tess.

El chico puede manejarse solo…en esas situaciones – dijo Joel y recibo una mirada de Tess.

Joel entendió y decidió cambiar el tema.

Entonces, el trato se canceló y el cliente se escapó con las pastillas ¿no es así? – dijo Joel.

La trato se concretó sin problemas, suficientes tarjetas de raciocinio para un par de meses – dijo Tess arrojando unas tarjetas sobre la mesa.

Y ¿quieres explicar eso? – dijo Julián indicando su cara.

Estaba volviendo a mi casa y me atacaron estos 2 imbéciles sí, me golpearon un par de veces pero… mira me las arregle, pero no importa lo que importa es que Robert los envió – explico Tess separándose de Julián.

¿Nuestro Robert? – pregunto Joel.

Sabe que lo estamos buscando – dijo Tess.

Ese hijo de perra es inteligente – comento Julián.

Ambos lo miraron seriamente.

¿Disculpa? – reclamo Tess.

¿Qué? Es la verdad – se defendió el chico.

No, no lo es y cuida tu lenguaje – regaño Tess dándole una mirada furibunda, el solo levanto las manos en forma de rendición.

¿Sabes dónde se esconde? – pregunto Joel.

El viejo deposito en el Área 5… pero no sé por cuanto tiempo – respondió Tess.

Bueno, estoy listo ahora. ¿Sí? – dijo Joel.

¡Vamos entonces! – dijo entusiasmado Julián.

Tess lo miro.

¡NO! – dijo Tess.

Vas a empezar con eso de nuevo , no puedo quedarme aquí para siempre, un niño no sobrevive en este mundo y ya he salido con Joel un par de veces – decía Julián con un tono grave.

El chico tiene un punto – dijo Joel dándole su aprobación.

Bien, pero quédate detrás de mí y haz lo que decimos cuando lo decimos – dijo Tess.

¿Esas son las condiciones? – dijo Julián irónicamente.

Tómalo o déjalo – volvió a advertir Tess.

Bien lo tomare – acepto el chico encogiéndose de hombros.

El trio salió del departamento y comenzaron a caminar por la ciudad.

El punto de control sigue abierto – dijo Tess.

Solo nos quedan unas pocas horas antes del toque de queda – dijo Joel.

Apurémonos entonces – agrego Julián.

¡ATENCION! Se requiere que los ciudadanos lleven identificación en todo momento. El cumplimiento con todo el personal de la ciudad es obligatorio – dijo la mujer del altavoz.

Mira eso. La línea de racionamiento aún no se ha abierto. Debe volver a agotarse – dijo Tess.

Parece que más personas están infectadas – dijo Julián viendo como mataban a una mujer infectada.

Eso solo significa que más personas tratan de escabullirse – agrego Joel caminando hacia el punto de control.

Tenemos papeles nuevos, no deberíamos tener ningún problema – dijo Tess mientras se acercaba al punto de control.

Déjenme ver sus identificaciones – dijo el guarda de ahí.

Eso es – dijo Joel entregándole sus ID.

¿Qué vienen a hacer aquí? – pregunto el guardia.

Me tome el día libre, voy a visitar a un amigo – respondió Joel.

Bien, pueden avanzar – dijo el guardia.

Gracias – agradeció el viejo.

¡BOOOM!

¡Salgan de aquí vayan! – gritaron los guardias cerrando la reja.

El trio corrió del lugar, hasta un apartamento para refugiarse en él.

Hasta ahí con el camino fácil – dijo Tess mientras Julián cerraba la puerta detrás de ellos – van a cerrar todos los puntos de control, tendremos que rodear el exterior.

¿Fuera de la pared? – pregunto Joel.

O podríamos dejar que Robert se vaya – opino Tess.

Caminaron por el pasillo, dando vuelta a la izquierda. Había muchas puertas bloqueadas, departamentos que no estaban habitados y que los militares designaban a los nuevos habitantes, que llegaban a la ciudad.

Un hombre se levantó de una silla al fondo del pasillo y se acercó a ellos

Ey Tess, ¿ves esa basura? – dijo aquel hombre.

Estuve allí. Oye- dijo Tess ¿Qué tal el túnel del este?

-Despejado, pase por ahí, sin patrullas, ¿A dónde van?

-Voy a visitar a Robert.

-¿Tú también?

¿Quién más lo está buscando? – pregunto Joel.

-Uh, Marlene. Ha estado haciendo preguntas, tratando de encontrarlo.

¿Marlene? Que quieren las luciérnagas con Robert – pregunto Julián sorprendido.

-¿Crees que me diría chico?

-¿Y qué le dijiste? – pregunto Tess al hombre.

-La verdad, no tengo ni idea.

Bien hecho. Ey, mantente lejos de los problemas, ¿sí? – Le dijo Tess – los militares aparecerán pronto.

Claro nos vemos – se despidió el hombre.

Marlene está buscando a Robert - comento Tess - ¿Qué piensas sobre eso?

No me gusta – respondió el viejo – Será mejor que nos demos prisa y encontrarlo antes que las luciérnagas.

Al final del pasillo, una de las puertas estaba abierta permitiendo el paso, un hombre se encontraba sentado en el sofá viejo y gastado justo a una chimenea.

Somos nosotros – anuncio Tess.

Ey, amigos ¿cómo están? – saludo, Julián levanto su mano en forma de saludo.

Las cosas están agitadas allí afuera – dijo Joel.

¿Cómo está todo aquí? – pregunto Tess.

Estuvo tranquilo. Sin señales de militares ni infectados.

Algo bueno al parecer – comento Julián sonriendo.

Joel se acercó a un mueble, con TV y varios libros encima.

Ey, Julián ayúdame con esto – pidió, colocándose a un lado del mueble y Julián al otro extremo para empujarlo.

Tras mover el mueble, revelaron un gran agujero en el muro, con un hoyo hacia abajo.

Cuídense allá afuera, chicos – se despidió Pete.

Tess fue la primera en saltar, luego Joel y al final Julián.

Ugh , dios este lugar es horrible – dijo Tess quejándose por el mal olor – deben ser más cuidadosos con lo que arrojan aquí.

Tess luego ve y enciende un generador.

Que se haga la luz – dijo Tess – nuestras cosas deben estar por aquí.

No hay mucha munición – dijo Joel recogiendo sus cosas.

Si quieres puedes tomar la mía– ofreció Julián mientras se colocaba unos suspensores para llevar la pistola (Holster).

Joel estaba a punto de aceptarlo, pero Tess lo interrumpió.

¡Julián! – dijo Tess.

¿Si tía? – dijo el sonriéndole.

-¿Cómo conseguiste un arma?

Tal vez mate a alguien y se la robe – dijo Julián riendo.

Tess miro a Joel.

Podrías haberle dado una… - dijo Joel.

¿Qué? – pregunto incrédula Tess.

Oye, tía, no hay problema, Joel me dijo que solo es para emergencias – dijo Julián tratando de defender a Joel.

Bueno hagan que cada tiro cuente – propuso Tess hacia los 2.

Está bien, Texas, impúlsame – ordeno Tess.

Si señora – dijo Joel juntando las 2 manos para levantarla y luego a Julián.

Vamos – dijo Tess.

Los 2 levantan a Joel y salieron del lugar.

Vamos por la tabla – dijo Joel, agarrando esta.

La tengo – dijeron Tess y Julián.

Luego la ponen para pasar por ella.

Ten cuidado – advirtió Joel.

¿Cuándo no lo tengo? – pregunto Tess.

Es una pregunta con trampa – dijo confundido Joel.

Luego caminan hacia un barrio descuidado.

No he estado aquí en mucho tiempo – comento Joel.

Es como una cita – dijo riendo Tess.

Soy del tipo romántico – dijo Joel.

Tienes tus métodos – dijo Tess.

Consíganse un motel ustedes 2 – comento Julián ganándose una sonrisa de la pareja.

¿Dónde está la escalera? – pregunto Tess.

Tiene que estar por aquí en alguna parte. La tengo – dijo Joel.

Genial, tráela – dijo Julián.

Damas primero – dijo Joel haciéndose a un lado de la escalera.

¿Damas? Debes estar pensando en alguien más – dijo Tess subiendo la escalera con una sonrisa.

Todo es relativo – dijo Joel también con una sonrisa.

Me van a dar diabetes ustedes 2 – murmuro Julián.

Todos suben al complejo apartamento.

Por aquí, ¿crees que Robert aún tiene las armas? – pregunto Tess.

Es confuso, por lo que he oído de Robert – dijo Julián.

Por su bien… que así sea – murmuro el viejo.

Mira, una vez que recuperemos las armas, debería ser fácil de descargar – dijo Tess.

¿Cuándo va a ser el próximo envió? – dijo Joel.

Bueno, nos encontramos con Bill el próximo mes, más pastillas, munición – dijo Tess

Si, bueno, siempre aparece con algo. Deberíamos mantenernos ocupados por un tiempo – dijo Joel.

Mientras caminaban, encuentran un pasaje lleno de esporas, los 3 se colocan sus máscaras de gas.

Un momento esporas – advirtió Tess.

¿De dónde diablos vienen estas? El lugar estaba despejado – dijo Joel.

Deben estar saliendo de algo… o alguien – dijo Julián.

Mantente alerta – dijo Tess.

Mientras se mueven por el pasadizo, encuentran un cuerpo en el piso con esporas emanando de él.

Y ahí está nuestro culpable – dijo Julián pasando al lado del cadáver.

El cuerpo no es tan viejo. Es mejor mantener tus ojos y oídos abiertos – aconsejo la mujer.

Julián, aléjate de eso – ordeno Joel.

¿Qué? No voy a tocarlo, solo lo estoy viendo de cerca – Se excusó el chico ya al alejarse del cadáver.

Bien, vamos, deberíamos poder pasar por aquí. Oh mierda – dijo Joel mientras se derrumbaba el cielorraso.

¿Estás bien? – pregunto Julián.

Si, el cielorraso se cae a pedazos cuidado –dijo Joel ya al recuperarse y atravesar el espacio de ahí, iban pasando tranquilamente hasta que…

Ayúdame… mi mascara se rompió no… no dejen que me convierta – suplico aquel hombre.

¿Qué piensas hacer? – le pregunto Julián.

Joel no lo pensó 2 veces y sacó su arma y le disparo en la cabeza matándolo.

Pobre tipo – murmuro el chico.

Siguieron avanzando hasta oír un ruido frente a ellos.

Adelante. ¿Oyes eso? – susurro Tess

Shh, shh, shh – murmuro Joel.

¿Cómo quieres manejar esto? – le susurro Tess.

Joel mira al pelicastaño y le hace señales que lo siga. El mira a Tess para obtener su aprobación. Ella piensa por un momento y decide que necesita aprender este tipo de cosas, por lo que le levanta el pulgar.

Oye, ves a eso – susurro Joel señalando a los infectados cerca de ellos.

Los veo – susurro de vuelta.

Mira lo que hago, y luego hazlo a la de allí – susurro Joel señalando al otro infectado - Agárralo con fuerza del cuello y se lo rompes.

Lo tengo – entendió el chico.

Joel se colocó detrás del infectado y comenzó a estrangularlo hasta matarlo, Julián se dirige a la otra infectada y logra estrangularla.

Bien, eso es todo de ellos – dijo Tess.

Ojala – dijo Joel acariciando el hombro de Julián, lo que hizo que este sonriera bajo su máscara.

Volvamos a la ciudad – propuso Tess

El resto fue camino al aire libre en su mayoría, hasta llegar a los sectores olvidados por los militares, donde la gente vivía casi en la miseria y también se alimentaban de lo que encontraban.

Vieron peleas callejeras en lo escondido, y varios matones. Hasta que pasaron al muelle.

Aquí vamos – suspiro Joel, cuando 3 sujetos se interpusieron en su camino.

Déjenos pasar – dijo Tess.

Ustedes tienen que dar la vuelta y regresar, si saben lo que les conviene – dijo el líder del grupo.

No tenemos asuntos con ustedes – dijo Tess – solo queremos a Robert. No queremos hacer esto.

Den la vuelta y lárguense ahora – volvió a decir más enojado el líder.

¡Ey! ¡No le hables así! – grito Julián dirigiéndose al matón.

Pendejo, te partiré el cráneo a menos que des la vuelta y saques tu trasero de aquí – dijo el empujando a Julián.

¡A mi sobrino no hijo de perra! – dijo Tess disparándole en la cabeza.

Los otros 2 se alarmaron y se cubrieron.

¿Listo? – pregunto Tess a Julián.

Por supuesto – respondió serio el.

¡Los voy a matar, malditos! – grito uno de ellos.

Te cubriremos Joel – dijo Julián.

Tess y Julián se asomaron levemente por sobre la caja, con las pistolas por delante, apuntando cuidadosamente. El golpe de adrenalina hizo que todo pareciera ir lento, uno de ellos se asomó y Tess apretó el gatillo matándolo, mientras que Joel se encargaba del otro.

Bien hecho Texas – felicito Tess.

Ustedes también. ¿Cómo demonios contrato a todos estos tipos? – pregunto Joel.

Si en algo es bueno Robert, es en escribir cheques en blanco. – respondió Tess atravesando el callejón.

Dieron la vuelta en una esquina y se toparon con una reja cerrada con llave junto a un muro no tan alto. Joel les impulso para trepar y luego ambos lo ayudaron a subir, siguieron a trote por el callejón, hasta llegar a un sitio rodeado por cercas metálicas en mal estado, Tess tiro del alambre para pasar.

Ustedes primero – dijo ella.

Joel salto primero y Julián lo siguió agachado. Más adelante 2 hombres de Robert saliendo de un almacén.

¿Cómo sabes que están en camino? – pregunto uno de ellos.

2 de los nuestros murieron tratando de matar a Tess – le respondió el otro – estoy seguro de que ella y Joel están en camino ahora mismo para capturar a Robert.

Dios. No debimos aceptar este trabajo – se quejó el otro.

No es nuestra decisión. Separémonos y asegurémonos de que nadie este por aquí – aconsejo el otro tipo.

Los 2 tipos se dirigieron por caminos diferentes, dentro del mismo patio, para registrar el lugar.

Espera aquí Julián – susurro Tess – lindo y en silencio Texas.

Ella y Joel se dirigieron a cada 1 y los eliminaron sigilosamente. Luego Tess le hizo una seña a Julián para seguirla.

Avanzaron un poco más y se apoyaron de espaldas contra la pared, uno a cada lado de la puerta, con las pistolas listas.

Quería decírtelo – dijo un sujeto que entro en la oficina – estaban en Jordán Street y todos eso soldados aparecieron con un grupo de 5 civiles, todos esposados.

Adivinare, ¿luciérnagas? – pregunto otro.

-Si. Los alinearon contra la pared y bang, bang, bang. Los ejecutaron a todos.

-Oh. Dios.

-Esta así por toda la ciudad. Están tomando medidas extremas con ellos.

A Julián le dio un escalofrio esa confesión y vio a Joel entrar silenciosamente por una ventana y estrangulaba al tipo en frente de él, por otro lado Tess mato al otro que estaba allí.

Revisemos el área – dijo Tess.

Julián busco entre los cajones y estantes pero nada útil.

Nada – informo.

Sigamos adelante – dijo Joel.

Luego de atravesar el muelle y encargarse de los matones del lugar y llegar a donde estaba Robert.

Ahí parece haber una oficina – Tess apunto hacia una puerta – Robert debe haber entrado en ella.

Terminemos con esto – dijo Joel.

El viejo abrió la puerta y apenas fue capaz de cubrirse tras la pared antes de que un disparo que vino del interior.

¡Retrocedan! – Grito Robert - ¡retrocedan, maldición!

¡Solo queremos hablar, Robert! – grito Tess.

¡No tenemos nada de qué hablar!

¡Suelta el arma! – grito Tess.

¡Vete al diablo! – grito Robert, arrojando el arma vacía.

¡Está huyendo! – grito Julián detrás de ellos.

Corrieron hasta alcanzarlo.

Robert se cansó y se volteo a mirarlos.

Hola Robert – saludo Tess.

Tess, Joel ¿Julián como estas? Sin resentimientos ¿verdad? – dijo Robert.

En absoluto – dijo Tess, recogiendo una tubería metálica junto a sus pies.

Bien… - Robert sonrió y luego intento escapar pasando entre ellos.

Idiota – murmuro el chico cuando Tess golpeo una de las piernas con el tubo, haciéndolo caer.

¡Ah… mierda! – grito Robert desde el piso.

Te extrañamos – dijo Tess, soltando el tubo y acercándose a él.

Robert la miraba con el miedo que debía tener.

Miren, lo que sea que les hayan dicho no es cierto, ¿Si? – Dijo Robert – yo solo quiero…

Las armas – lo interrumpió la mujer - ¿Quieres decirnos dónde están?

Sí. Si, seguro. Pero… - jadeo Robert, sosteniéndose la pierna. – es complicado, ¿de acuerdo? Bien… solamente, escuchen esto. Tengo…

Joel se acercó y pateo el rostro de Robert con fuerza, haciéndolo gritar.

Mierda… - jadeo Robert. Joel se había agachado junto a él y había sujetado uno de sus brazos, extendiéndolo hacia atrás – basta. ¡Alto!

Deja de lloriquear – dijo Tess rodeando a Joel para ver la cara de Robert -¿Decías?

Las… vendí – siguió Robert.

¿Qué dijiste? – pregunto Julián acercándose a él también.

¡No tuve mucha elección! – Explico Robert, sonando más desesperado – estaba en deuda.

¡Nos debes a nosotros! – Le recordó Tess – diría que apostaste al caballo equivocado.

Necesito… más tiempo – pidió el – denme solo una semana más.

¿Sabes? Quizás lo hubiéramos hecho si no hubieras tratado de matarnos – dijo Tess.

-Vamos, no fue así…

-¿¡Quién tiene las armas!?

Robert jadeó varias veces.

No lo sé – respondió.

Tess y Joel se miraron el 1 al otro mientras Julián rodaba los ojos.

-Solo denme un par de días y…

Las palabras de Robert fueron acalladas por un terrible crujido. Joel había aplicado fuerza y le rompió el brazo.

¡Mierda! – se quejó Robert, rodando hacia un lado.

¿Quién tiene las armas? – volvió a preguntar Tess.

Las luciérnagas – dijo, entre gemidos – les debía a las luciérnagas.

Que… maldito – murmuro Julián.

Ey… están casi todos muertos – dijo Robert – Podemos… podemos ir hasta allí y acabar con todos. Obtenemos las armas. ¿Qué dicen?

El pobre Robert se iluminó de esperanza. Tess y Joel se levantaron y los 3 se miraron.

Vamos ¡Al diablo con luciérnagas! – Animo Robert, desde el piso - ¡Vayamos por ellos!

Esa… es una estúpida idea – dijo Tess como si nada y disparándole matándolo.

¿Y ahora qué? – pregunto el chico.

Vamos a ir por la mercancía – dijo Tess.

¿Cómo? – preguntó Joel.

No lo sé – admitió Tess – se los podremos explicar de alguna forma… primero… busquemos a las luciérnagas.

No tendrán que buscar muy lejos… - habló una mujer desde un callejón a pocos metros.

Aquí está la reina luciérnaga – dijo Joel.

¿Por qué están aquí? – pregunto Marlene.

Negocios – respondió Tess – no te ves muy bien.

¿Dónde está Robert? – pregunto Marlene, haciendo caso omiso del señalamiento de su lesión. Tess simplemente se hizo a un lado y dejo ver su cadáver – lo necesitaba vivo.

Las armas que te entregó… ni eran de él para venderlas – explico Tess – las queremos de vuelta.

-No funciona así, Tess.

-Claro que no.

Pagué por esas armas – Marlene se acercó - ¿Las quieren de vuelta? Tendrán que ganárselas.

¿De cuántas tarjetas estamos hablando? – pregunto Tess.

No me interesan las malditas tarjetas de racionamiento – afirmo Marlene – Deben pasar algo fuera de la ciudad. Si lo hacen, les devuelvo las armas y algo más.

¿Cómo sabemos que las tienes? – Pregunto Joel – por lo que sé, los militares los han estado limpiando.

Tienes razón en eso – concedió Marlene – te mostrare las armas.

Los 4 Escucharon un ruido fuerte, proveniente de no más de unos pocos callejones más hacia el muelle.

Revisen el área… - dijo una voz.

Soldados – murmuro Julián.

Hora de partir – dijo Marlene, apresurada - ¿Qué van a hacer?

Quiero ver esas armas – dijo Tess.

Pues, síganme – dijo Marlene comenzando a alejarse.

Después de encontrar algunos soldados y pasar a hurtadillas o dispararles, se encuentran en la trastienda de un almacén cuando Marlene tropezó.

Ey, ey, ey… ¿estás bien? – dijo Julián mientras iba a alcanzarla, pero una chica lo empujó hacia atrás.

¡Aléjate de ella! – grito la chica mientras amenazaba a Julián con un cuchillo.

Hey, hey, hey – dijo Tess deteniéndola.

Suéltala – dijo Marlene.

Reclutas cada vez más jóvenes, ¿no? – dijo Joel.

No es una de los míos – dijo Marlene, poniéndose de pie con dificultad.

Mierda – dijo la niña, ayudando a Marlene a caminar - ¿Qué sucedió?

No te preocupes. No es nada – dijo Marlene – conseguí ayuda… pero no puedo ir contigo.

Bueno, me quedaré – dijo la chica.

-Ellie, no tendremos otra oportunidad como esta.

Oye… ¿la estamos pasando de contrabando? – dijo Joel.

Hay un grupo de luciérnagas que te encontrarán en el edificio del Capitolio – dijo Marlene.

Eso no está muy cerca – dijo Tess.

Pueden hacerlo – animo Marlene – la entregan, vuelven y las armas serán suyas. El doble de lo que Robert me vendió.

Hablando de armas… ¿Dónde están? – pregunto Tess.

-En nuestro campamento.

Los 3 se miraron, la incredulidad patente en los adultos.

No haremos un carajo hasta no verlas – dijo Tess.

Tú me seguirás. Podrás ver las armas… -Marlene suspiró – y yo atenderé mi herida. Pero Ellie no cruzará esa parte de la ciudad, quiero que ellos la cuiden.

Whoa, whoa. No creo que esa sea la mejor idea – dijo Joel.

¿Por qué? – pregunto Julián mirando a Joel.

¡Mierda! No voy con el – dijo Ellie señalando a Joel.

Ellie… - dijo Marlene.

¿Cómo los conoces? – preguntó.

Era amiga de su hermano – dijo Marlene, señalando a Joel con la cabeza – Tommy dijo que en caso de problemas, podría confiar en él.

¿Fue antes o después de dejar tu grupo de milicianos? – pregunto Joel.

Él también te dejo – le recordó Marlene – era un buen hombre.

Tess los llevo a Joel y su sobrino a un lugar más apartado.

Bien, solo llévenla al túnel norte y espérenme ahí – dijo.

Dios santo – murmuro Joel.

-Ella es solo carga, Joel.

Marlene… - dijo Ellie.

No digas más. Estarás bien – dijo Marlene a la pelirroja.

No tardes mucho Tess y ustedes 2 quédense cerca, vámonos – ordeno Joel.

Los 3 partieron juntos e inmediatamente encontraron cadáveres de luciérnagas.

Whoa… escuché los disparos, pero… ¿Qué paso? – pregunto Ellie.

Las luciérnagas. Lo mismo nos pasara a nosotros si no salimos de la calle – respondió Joel.

Tú eres el profesional. Yo solo te sigo – dijo Ellie.

Mientras caminaban, Ellie se acercó a Julián.

Mira, lo siento por… ya sabes… intentar apuñalarte – dijo Ellie en un tono de disculpa.

No te preocupes por eso, soy Julián – dijo el con una sonrisa extendiendo su mano.

Ellie – dijo ella estrechándole la mano.

Atención. Albergar o ayudar delincuentes buscados se castigara con la muerte. No se arriesguen. Informe cualquier actividad sospechosa inmediatamente – dijo el altavoz.

Aquí abajo – dijo Joel indicando una escalera al lado de la calle.

Lo estamos – dijeron los jóvenes.

Entran en un patio de apartamentos desierto.

¿Entonces a dónde vamos? – Pregunto Ellie-

Aquí arriba, eso nos llevara al túnel de la parte norte – respondió Julián.

¿Cómo se supone que llegaremos ahí? – pregunto Ellie.

Solo dame un minuto - dijo Joel moviendo un contenedor de basura.

Este túnel… ¿lo usas para contrabando? – pregunto Ellie.

Si – dijo Joel.

-¿Cosas ilegales?

-Algunas veces.

-¿Ya pasaste una niña de contrabando?

No, es la primera vez – dijo Joel – entonces ¿Cuál es trato entre tú y Marlene?

No lo sé. Es mi amiga, supongo – respondió Ellie.

Tu amiga, eres amiga de la líder de las luciérnagas. ¿Qué tienes 12? – pregunto confuso Joel.

Conoció a mi madre, y me ha estado cuidando. Y tengo 14 y eso no tiene nada que ver con nada – respondió Ellie.

14 eh, tienes suerte Julián – dijo Joel, causando que Julián se sonrojara.

Se lo que hago, muchas gracias – dijo Julián.

¿Dónde están tus padres? – pregunto Joel cambiando el tema.

¿Dónde están los padres de todos? Murieron hace mucho tiempo – respondió Ellie con pena.

Hm, en lugar de seguir en la escuela, decidiste huir y unirte a las luciérnagas, ¿no es así? – dijo Joel.

Mira, sé que no debo decirte por qué me pasaras de contrabando si eso es lo que buscas – dijo Ellie molesta.

¿Quieres saber la mejor parte de mi trabajo? No tengo que saber porque. Para ser honesto me importa un bledo lo que estés tramando – dijo Joel.

Ya al llegar.

Eso es todo – dijo Joel mientras se recostaba en un sofá y cerraba los ojos.

¿Qué estás haciendo? – le pregunto Ellie.

Mato el tiempo – dijo Joel en un suspiro.

Bueno, ¿Qué se supone que debamos hacer? – pregunto Ellie

Estoy seguro de que algo se les ocurrirá – respondio sin inmutarse Joel.

Tu reloj está roto – dijo Ellie sin obtener respuesta.

Tu reloj… - volvió a decir pero fue interrumpida por el chico colocando su mano sobre su hombro y sacudiendo su cabeza.

¿Qué? – pregunto Ellie confundida.

Es personal, no te preocupes. Vamos, juguemos o algo asi por mientras – dijo Julián.

Ya en la noche, Joel se despierta más tarde. Ellie y Julián miran por la ventana cuando se dan cuenta de que el viejo despertó.

Murmuras en tus suños, odio las pesadillas – admitió Ellie.

Si yo también – dijo Joel dirigiéndose a la puerta

Sabes, nunca he estado tan cerca al exterior. No hay nada peor ahí afuera, ¿verdad? – dijo Ellie a su compañero.

¿Qué quieren las luciérnagas contigo? – pregunto cambiando el tema el chico.

Justo en ese momento Joel abre la puerta dejando entrar a Tess.

¿Cómo esta Marlene? – pregunto Ellie.

Vivirá, vi la mercancía es mucha ¿Quieres hacer esto? – dijo una Tess entusiasmada.

Si – respondió Joel.

-Ok vamos.

¿No crees que es un poco extraño que nos hagan pasar su contrabando? – dijo Joel al encender el generador del lugar.

Marlene quería hacerlo ella misma. No fuimos su primera opción. Ha perdido a muchos hombres – dijo Tess.

Solo espero que haya alguien vivo para pagarnos – dijo Joel.

Los 4 caminan al elevador y comienzan a decender.

Continuara…