Hola mis estimados lectores. Este es el primer fanfiction de Vampire Knight que escribo, espero y les guste. Creo que el fic se dividirá en tres partes, la primera que nos contará sobre el pasado de Kaname, la segunda en donde leeremos sobre su presente con Yuuki y, la tercera, algo sobre su futuro.

(Suspiro) sin más ¡al fic!

Disclaimer: Vampire Knight y sus personajes no me pertenecen, de lo contrario le hubiera inventado un final feliz para Zero u.u.. ó creo que hubiera terminado haciendo un yaoi XD. Más bien pertenecen a Matsuri Hino. Así también el título de esta historia se basa en una canción de mi grupo favorito: The Rasmus. ¿Novedad? ¿Dónde? XD.

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Dangerous kind Cap. 1 "El descubrimiento de lo que soy".

Destrucción.

Los primeros recuerdos que vienen a mi mente se resumen solo en eso.

La humanidad se conducía sin remedio a un triste final previsto por pocos y creídos por aún una menor cantidad de personas. Años, días y números eran recitados por películas y libros pero, todo era como un cuento de terror ó de ficción que solo servía para entretener a la afición. Pero, como siempre, los cuentos suelen tener algo de verdad que difícilmente logramos apreciar solo hasta que los vemos hechos realidad. Y eso precisamente fue lo que nos sucedió a todos.

Una gran oleada de destellos de colores y olores nos envolvieron en cierta mañana de octubre, provocando que miles de ojos ya no se abrieran más ante el sol matinal y los que tuvieron la gracia de hacerlo (aunque francamente no sé si llamarlo de esta manera sea lo más correcto) se enfrentaron a un mundo cambiado, en ruinas, con impotencia de no saber qué hacer y con la locura subsiguiente.

Pero, algunos tuvimos una dicha diferente, inaudita e incomprensible. Fue como si la naturaleza misma nos dotara de nuevas armas previendo la gran catástrofe que se avecinaba, como una nueva evolución, por llamarlo de una manera más simple. Nosotros nos convertimos en un nuevo eslabón en este complejo procedimiento, en el nuevo escalafón en la pirámide de la sobre vivencia. La súper vivencia del más apto. Creo que esta fue la razón por la que seres como nosotros aparecimos repentinamente en este mundo infestado de muerte y dolor, no pudiendo evitar que nuestras almas se imbuyeran de estos mismos.

Eso fue el nacimiento de los vampiros.

En un principio yo no sabía lo que sucedía y no encontraba una razón lógica tras todos esos sucesos y mucho menos sabía si allá afuera existían más como yo ó si estos se encontraban tan aturdidos y abrumados por los cambios que mi cuerpo sufría de vez en vez. Solo sabía que en este mundo estaba solo.

Permíteme contarte lo que fue el inicio de nuestros tiempos…

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El cuerpo me dolía horrores y mis ojos parecía que se negaban a abrirse ante mis ordenes, no podía moverme y el silencio se extendía ante mis oídos como un doliente zumbido. No entendía qué era lo que estaba pasando y mi mente era un barullo de miles de pensamientos. Por extraño que suene, no eran mis propios pensamientos. Más bien, eran mucho muy ajenos a mí. Mis sentidos podían percibir el llanto lejano de niños, clamando a viva voz por sus madres y madres que, angustiadas lloraban a sus perdidos hijos.

Más allá de ellos, podía notar la suave respiración de personas que se encontraban bajo escombros pesados e inaccesibles, esperando con resignación la muerte. A otros que con dificultad lograban salir de las sombras de los edificios carcomidos por el fuego y a otros más acurrucados en un rincón con la mirada fija hacia la nada.

Soledad. Desesperación. Eso era, en resumen lo que yo mismo sentía y lo que todos compartíamos. Quizá ahora que todos teníamos el mismo pensar y el mismo sentir podríamos unirnos más y así hacer una utopía. Con ese pensamiento y ese deseo, comencé a moverme de mi aprisionamiento. Quería que mis ojos pudieran ser testigos de ese sueño hecho realidad, quería ser parte de ese fantasía. Debía.

Al primer movimiento sentí un gran escozor que comenzó en mi pierna derecha y que se extendió como reguero de pólvora por todo mi cuerpo. Al parecer algo la había quebrado. Me quedé quieto por unos minutos, pensando confusamente qué debía hace exactamente. Pedir ayuda, no era del todo lo correcto. Días atrás ya lo había intentado y solo la nada fue lo que recibí, supongo que eso fue una clara demostración de que todos en el edificio estaban muertos ó como mínimo se hallaban en las mismas circunstancias que yo como para prestarme ayuda.

A mi mente volvió el deseo de formar parte de la creación de una nueva sociedad sobre la Tierra y eso fue suficiente para alentarme a hacer un mayor esfuerzo, sin importarme cuanto era mi dolor. Me arrastre por el estrecho camino que me dejaba las vigas y los escombros, obligando a mi cuerpo a moverse. Brazo derecho al frente, ahora el brazo izquierdo, impulsar con mi pierna buena y aguantar el dolor de la contraria y para ello tuve que apretar los dientes. El gesto provocó que estos se clavaran en mis labios y un hilillo de sangre brotó de ellos.

La sensación que aquello me provocó fue impactante, un sentimiento desconocido, abrumador y hasta aterrador me envolvió. Fue como.. como si los nervios se enloquecieran, provocándome sudor y temblores. Agaché la cabeza, apoyándola sobre mis manos hechas puños y mis ojos se apretaron en busca de un consuelo pero, lo que noté fueron miles de agujas de colores que fueron en aumento, hasta envolverme. Creo que grité, no sé si de miedo ó de..un extraño placer que envolvió a mi mente y a mi alma junto con aquella segadora luz.

No supe cómo pero, mi cuerpo se dio la vuelta hasta quedar sobre mi espalda, la cual por cierto, terminó arqueándose. Creo que también la saliva comenzó a salir como espuma de mi boca abierta completamente y los dedos de mis manos se engarrotaron. Nuevas sacudidas llegaron y, al momento de abrir mis ojos, seguramente dilatados, mi garganta dejó escapar un rugido poderoso. Caí inconsciente.

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No sé cuánto tiempo había pasado desde aquel extraño suceso en mí, quizá varias horas ó quizá hasta días. Pero, de lo que estaba realmente seguro es que yo había cambiado totalmente.

Por ejemplo, antes no podía ver nada en medio de aquella oscuridad y, por eso mismo la mayoría del tiempo prefería permanecer con los ojos cerrados. Pero, ahora, alcanzaba a divisar algunas siluetas, como los dedos de mis manos que ahora parecían ostentar una extrañas y finas uñas largas que antes no estaban ahí. 'Bueno', pensé, 'quizá se traté de que han crecido naturalmente, después de todo no he tenido tiempo de hacerme la manicura'. (Sí, claro que me reí ante tal bobada).

Después me di cuenta de que el dolor de mi pierna había desaparecido y que incluso el hueso había vuelto a su posición original. Entonces, comenzó la sed. No una sed eventual de beber agua. No, esta era mucha más intensa, casi al punto de llevarme a la locura, a la perdición. Y fue esta misma la que me obligó a reptar nuevamente bajo los pedazos de cascajo. Para mi sorpresa, lo hice con una facilidad que anteriormente no pude lograr. Sin embargo, me encontré con un nuevo obstáculo.

Solo salir al exterior la luz vespertina laceró mis ojos de una forma que por casi me deja ciego. Supuse por un instante que se debía al hecho del tiempo que permanecí en tinieblas así que decidí a probar a mirar la luz desde mi escondite a fin de acostumbrarme poco a poco. Pero, aquello no pareció funcionar, cada que trataba de abrir mis orbes estos parecían quemarse como si un hierro incandescente se pegara a ellas. Desistí de mis esfuerzos, pues extrañamente un sopor comenzó a invadir mi ser, quedándome tendido en el acto.

Para cuando abrí los ojos de nueva cuenta, ya la luz nocturna reinaba el lugar y esta vez mis ojos se sintieron a gusto. En ese instante comprendí otra cosa: que mi nueva transformación me ataba a la oscuridad de la noche, que me había convertido en una criatura de las sombras. Quedé en meditación por un momento, para descifrar cómo llamarle a ese nuevo estado. Casi y me eché a reír a carcajadas porque una palabra se sobre puso a cualquier otra.

Vampiro.

Mis labios pronunciaron la inverosímil palabra en un murmullo, como si me asustara de mis propios descubrimientos ó como si no quisiera aceptarlo. Pero, me consolé con la idea de que aún no bebía la sangre de cualquier otro ser vivo para mi sobre vivencia, por no hablar de los grandes colmillos que solían aparecer en ellos. Pero, y entonces, ¿qué era esa sed inextinguible que volvía a aparecer y que me ponía tan tenso?

Mis manos sudaron en frío. Tenía que confirmarlo.

Me levanté, tambaleante. Percibiendo con mayor intensidad los pensamientos de las personas lejanas a mí. El corazón me latió a mil al notar una débil presencia a unos cuantos metros de distancia. Y como si mis pies tuviesen voluntad propia, me llevaron hasta el lugar. Mis labios resecos se entre abrieron al ver el pequeño y frágil cuerpo de un niño como de siete años, atrapado en medio de chatarra de lo que anteriormente había sido un lujoso auto. Por un instante, me quedé contemplándole, convenciéndome de que ya estaba muerto pero, de manera casi imperceptible le escuché quejarse.

Mi primera reacción fue acercarme para auxiliarle.

-No te preocupes ya te ayudo a salir de aquí- le dije para tranquilizarlo y mis manos presurosas echaron abajo lo que le aprisionaba. Mis oídos hipersensibles captaron el crujir de algo, como rompiéndose. No, no se trataba de la fibra de vidrio rota, más bien era..

Me eché hacia atrás al ver la horripilante escena. La cadera del niño estaba totalmente desecha, dejando a la vista el hueso de esta y la piel putrefacta comenzaba ya agusanarse. Era un milagro que el chico aún sobre viviera.. un milagro y un castigo para él. Sentí pena, lo que me llevó a mecer sus cabellos castaños, mi mano se sintió pegajosa y la voltee para observarla.

Sentí como un golpe en mi corazón, golpe que retumbó hueco y vibrante en mis oídos al percatarme de que lo viscoso que sentía no era otra cosa que sangre.

Bebe de él, me dijo una vocecilla en mi cabeza. Bebe de él y termina con su sufrimiento. Será un acto de humanidad..

Pero, ¿qué piedad puede haber en quitarle la vida a una criatura indefensa? Cerré los puños y los ojos, los cuales se llenaron de lagrimas al escuchar imperceptible el quejido adolorido del niño.

'Por favor.. mátame.. duele, ya no quiero..'

¡No, no, no!

'Papá y mamá.. se han ido. Por favor, mátame'.

¡Sí, sí, hazlo!

Toma su alma..

De golpe el olor del líquido me llenó y mis encías comenzaron a doler, mis ojos parpadearon un par de veces y todo pareció teñirse de rojo a mi alrededor. El olor me enloqueció y me abalancé sobre el cuerpo maltratado del pequeño, agarrándolo por la muñeca. Me acerqué a ella e instintivamente me la llevé a la boca, clavando de manera brutal mis colmillos. De todas formas, él ya no podía experimentar más dolor, ¿ó sí? Y me lo llevé, hasta el último rastro de su sangre. Creo que seguí adherido, bebiendo, aún después de que ya no había nada, como el niño que aún relame el envase vació de chocolate.

Repentinamente, un sollozo me invadió y comencé a derramar lagrimas a raudales. ¿Qué era lo que había hecho? ¿En que me había convertido?

En un vampiro..

¡NO!

Eso solo pasaba en los cuentos de terror, en las locas imaginaciones de los escritores. Eso no podía ser cierto. Esto tenía que ser un sueño, una pesadilla. Sí, eso tenía que ser.

Pero, bebiste sangre.. la sangre de él..

¡No, no, no, no!

Sí, la bebiste y la disfrutaste..

Pero, solo fue porque tenía que liberarlo, estaba sufriendo.. mucho.

¿De verdad? Lo hiciste porque lo necesitabas.. porque lo deseabas.. y lo volverás a hacer.

No, esa fue la primera y la última, no lo volveré a hacer jamás. ¡Jamás!

Una risita.

Me levante, en respuesta al incremento de las carcajadas.

-¡JAMAS LO VOLVERÉ A HACER, ¿ME ESCUCHASTE?!- grité al viento, pensando que me tenía que estar volviendo loco por estar sosteniendo una discusión conmigo mismo, sino es que con el solo motivo por lo que discutía ya era mero echo para pensarlo.

Pero, supongo que gritar me sirvió de algo porque dejé de escuchar esa quisquillosa voz. Me levanté del lugar, aliviado y con la idea en mente de buscar a más sobre vivientes y convenciéndome de que lo que había hecho era solo un acto de desesperación por no tener con qué alimentarme. ¿No antes se había sabido de un grupo de personas que se alimentaron de carne humana en medio de insipientes montañas heladas?

Di unos cuantos pasos para alejarme de la escena, cuando me pareció escuchar como un suspiro de alivio. Me volví de inmediato, notando el cuerpecito del niñito, lánguido y frío. ¿Era mi imaginación ó ese suspiro de alivio provenía de él, como dándome las gracias por haberlo liberado? Un escalofrío recorrió mi espalda y me marché a paso rápido.

Y me sorprendí nuevamente. La debilidad que experimenté al salir del edificio en donde me encontraba atrapado, había desaparecido totalmente. Sintiéndome caliente en la totalidad, como si un suave fuego se mezclara con mi sangre y se extendiera por todo mi cuerpo. Me sonreí satisfecho y, al darme la vuelta para continuar mi camino mis ojos se abrieron de sorpresa al verme en el sur de la ciudad. Pero, ¡si hacía un par de segundos me encontraba en el centro! No podía creerme que en cuestión de casi un parpadeó hubiese llegado hasta ese lugar. Tenía que haber alguna clase de error, así que me propuse a hacer un nuevo experimento. Decidí que en esta ocasión me dirigiría a donde anteriormente se encontraba mi casa (a esas alturas, simplemente era inimaginable que aún permaneciera de pie), al otro lado de la urbe. Creo que más tardé en pensarlo que en lo que ya estaba parado frente a lo que era el fraccionamiento de departamentos donde solía vivir.

Una alegría como de niño me acometió que hasta me atreví a dar unos saltitos pero, otra nueva fascinación se me presentó. Lo que tenía que ser una inocente cabriola resultó en un gran salto que por poco y llegué al techo del edificio de cinco pisos de la unidad habitacional. Si me lo proponía, ¿llegaría hasta el cielo mismo? Me reí de mi ocurrencia.

No solo del cielo, puedes llegar hasta donde tú lo desees.. ¿No te das cuenta de que ahora eres como un dios..?

¿Dios?

Sí, ¿ó crees que hay otros como tú?

¿Por qué no? Cabe la posibilidad.

Jum, ¿por qué no lo compruebas entonces?..

Otros como yo, quizá que comprendan el porque nos convertimos en esto, que tengan una respuesta. Quizá que hasta nos lidere, guiando nuestros pasos como un Cristo.

Ilusionado, más que con la idea de formar una utopía alrededor del mundo, bajé de un solo paso del tejado. Mi camino en la búsqueda de otros semejantes apenas comenzaba…

CONTINUARA….

Notas de la autora:

No puedo dejar de imaginarme la canción de opening al finalizar este capítulo, como si se tratase de un largo prólogo a la serie n.n

¿Y bien? ¿Qué les pareció el comienzo? La casi ausencia de diálogos y los sentimientos de un confuso Kaname qué no sabe lo que ha pasado. Solo con la certeza de que la humanidad casi se ha extinguido. Más de este mundo pos apocalíptico y de posiblemente la aparición de cierta castaña consentida: Yuuki. ¿Cómo es eso si estamos narrando el pasado? Pues sigan leyendo el fic y lo sabrán n.n

No se les olvidé dejarme un review, para bien ó para mal, por fais u.u

Matta au!