Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a RUMIKO TAKAHASHI,
'De chica a chico'
Kagome estaba perdidamente obstinada.
A pesar de que su mamá amenazaba con rechazarla, y sus mejores amigos Miroku, Sango e Inuyasha (su ex-amor) enloquecieron, ella había seguido adelante y así lo había hecho.
Se amarró el pelo y compró el uniforme para hombres.
Incluso había envuelto su pecho con vendas para hacerlo más plano y donó todos sus hermosos vestidos y faldas.
Y en el último acto de desafío, juró que de ahora en adelante iba a usar ropas holgadas que fueran por lo menos de talla 'L', a pesar de que fuera 'S'.
Esto no lo hacía porque estuviese en una etapa rebelde de su vida, ese no era el motivo.
Tampoco era porque su mamá rechazó en darle dinero.
Ni mucho menos porque había decidido que a sus 15 años iba a convertirse en lesbiana.
Todo lo hacía por un chico.
Un chico gay.
Por la quinta vez de esa mañana, Kagome miró su reflejo en el espejo y con una sonrisa satisfecha, se marchó al colegio.
Al principio, sus amigos ni siquiera la reconocieron. Cuando les dijo quien era
(e incluso se negaron a aceptar su identificación de estudiante), se quedaron boquiabiertos, gritaron y movieron sus cabezas decepcionados.
En realidad, ninguno de ellos sabía cuál era la razón de por qué lo había echo.
'Simplemente no puedo creerlo, Kagome', exclamó Sango, cuando pasaban junto a un grupo de chicas que se estaban riendo contemplando a Kagome. 'Esto es ridículo'
'No, no lo es' argumentó Kagome, metiendo su lengua infantilmente.
Sango suspiró, levantó una ceja y dijo: 'Odio admitirlo, pero… te ves bien como un chico.'
Kagome sonrió ante el cumplido. 'Gracias. Sólo espero que sea lo suficientemente bueno para… 'no alcanzó a terminar la frase cuando vio a una persona especial, vestido con el uniforme de chicas y con un montón de maquillaje.
Jakotsu.
La razón por la que se había vuelto loca.
Sango parpadeó. '¿Hola, Kagome? ¿Quién o qué tu esperas que es lo suficientemente bueno para? ¿Hola?' trató de pellizcar la mejilla de Kagome, pero no hubo respuesta.
'Hmm… ¿Gome?' Aún continuaba llamando a Kagome por el apodo que más odiaba. Sin embargo Kagome seguía parada en un estado de trance.
Por el rabillo de su ojo veía a Sango hablándole, sintió como pellizcaba su mejilla (sintió que había sido extremadamente grosera), pero de lo que sea que Sango haya dicho le entró por el oído y le salió por el otro.
A pocos metro de allí, en frente de la clase estaba Jakotsu coqueteando con uno de los mas guapos de esa clase (Kagome estaba en la misma clase que el)
No creía que esto le afectara, pero sucedió. Sentía una punzada de celos, y de repente salió de su trance y empezó a caminar.
Era el momento de hacer su plan.
