DISORDER
Esquizofrenia. Enfermedad mental caracterizada por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida de contacto con la realidad. Antes de dar un diagnóstico, hay que observar la presencia por más de seis meses de los siguientes síntomas: ideas delirantes, lenguaje desorganizado, alucinaciones, síntomas negativos y catatonia u otro comportamiento anormal. De igual manera, primero se deberá descartar la presencia de otros trastornos mentales, del ánimo, consumo de sustancias y otras afecciones medicas generales que afecten a la corteza cerebral.
—Lo siento mucho, señora Saotome —dijo el médico para después agregar— Recuerde que no todo está perdido. Empezaremos con el tratamiento lo más pronto posible, y si todo va bien y la respuesta de su esposo a los medicamentos es la que esperamos, no tendrá mayor problema que acudir a la consulta de manera constante.
Akane solo asintió y se levantó con prisa, le urgía irse de esa clínica lo más pronto posible.
Dio las gracias y salió del consultorio. En la sala de espera estaba Ranma, quien miraba atentamente el techo, como si algo de su interés se encontrará ahí. No le sorprendió. Era la misma escena que había observado durante los últimos 14 meses.
En seguida, una enfermera se acercó.
—Señora, le hemos aplicado un antipsicótico a su marido para que así no tenga problemas en llevarlo de regreso a casa. La dosis fue pequeña y se administró solo para calmar un poco la agitación. Aquí está la receta y esta tarjeta, cuando vaya a la farmacia muéstrela y le darán un descuento. —Y se retiró.
Akane se acercó a Ranma y se preguntó cómo es que la vida puede cambiar de un día a otro, sin esperarlo, sin estar preparado y sin más visiones que el fracaso.
—Vamos Ranma, tenemos que volver a casa.
—¡Oh, Akane! ¡Vamos! Me comenzaba a aburrir aquí ¿Podemos llegar a la heladería? —Ranma se levantó pesadamente y Akane lo siguió. A decir verdad, él seguía luciendo como una persona sana, más no era así, y Akane se alegraba que de que al menos todavía la reconociera.
7 MESES ANTES.
Fue en una tarde de julio cuando Akane se dio cuenta de que el comportamiento de Ranma, con quién llevaba cuatro años de matrimonio no era normal. Había notado como a veces se perdía en sus pensamientos y que otras observaba el techo asustado, como si hubiera algo o alguien estuviera atosigándolo.
Este comportamiento se había presentado desde hace unos siete meses, pero cada vez se hacía más frecuente y los episodios en los que Ranma se perdía, eran más duraderos.
No le había tomado importancia por el hecho de que Ranma era sumamente distraído y perdía atención con frecuencia.
Pero todo cambio ese mismo día.
Ella se encontraba tendiendo la ropa ya lavada y a su vez, reflexionaba la posible causa del comportamiento de su marido. Aprovechó el que Ranma estuviera descansando en el patio para realizar dicha tarea y a su vez, para vigilarlo un poco ya que su comportamiento la tenía preocupada. En un ligero descuido, Ranma desapareció de su vista. Aquello la sobresalto.
—¡Ranma! ¡¿Ranma, en dónde estás?! —No hubo respuesta, lo que le pareció extraño.
Entró a la casa. Buscó en cada recámara existente, en el baño, en el dojo, el patio delantero, y no lo encontró. Pensó en la posibilidad de que él hubiera salido fuera del hogar, pero recordó que había un lugar que había olvidado revisar: la cocina. Se dirigió hacia allá esperando encontrar a su esposo rebuscando en la heladera o bebiendo un poco de agua, pero en su lugar, la escena que se le presentó, la dejo horrorizada: el hombre estaba intentando cercenar su brazo izquierdo con afilado cuchillo para cortar carne.
Inmediatamente corrió a su lado y le quitó el instrumento.
—¿¡Qué demonios haces!? —
Ranma la miró, no supo que hacer y entonces su rostro se llenó de pánico. Quiso arrebatar el cuchillo a Akane, pero ella lo lanzó lejos junto con la canasta que contenía el resto de los instrumentos de cocina y a su vez le impidió el paso.
—¡Quiero que me expliques que demonios te pasa Ranma!
Acorralado, él habló.
—La chica pelirroja me amenazó. Dijo que si no hacía lo que ella decía, te mataría. No tuve opción Akane, no quiero que nada te pase.
Y lo que siguió fue el deseo de no haberse enterado de nada. ¿Por qué alguien querría hacerle daño a ella? O aún peor, ¿quién rayos era "la chica pelirroja" a la que Ranma se refería? ¿Por qué en lugar de enfrentarse como siempre, se dejó manipular? ¿Qué coño estaba pasando?
No pudo pensar más. No tenía tiempo, las heridas de Ranma eran profundas y sangraban demasiado. Como pudo amarró una franela que usaba para limpiar en el brazo de él para tratar de frenar la hemorragia, y después corrió hacia el teléfono para llamar a una ambulancia, había pensado en la posibilidad de salir en busca de su vecina, quien era enfermera, pero bajo la creencia de que algo estaba mal con Ranma, dejarlo solo no era una opción. Solo esperaba a que el cuerpo de emergencia arribara rápido a su residencia.
Disorder Capítulo 1: Inicio.
