NA: Esto iba a ser un Drabble cortito y eso, pero ha quedado como que 400 palabras más largo de lo que se supone que un Drabble reglamentario debería ser y tal. Es una pequeña dedicatoria a mi chico favorito, que irónicamente se identifica con Tavros LOL casi suena a que me rio de él. (En el fondo te quiero nene). Aquí espero los no reviews….x3

Exuse me por los errores que puedan haber, soy guapa y me merezco la redención. XDDDDDDDDDDDD


Las dos chicas yacían sobre el colchón, se habían pasado toda la tarde jugando a roll con sus otros colegas. Vriska estaba aburrida y todo el rato le hacía preguntas a la bola 8 que ella misma le había regalado a Kanaya años atrás.

La luz se filtraba por la ventana y daba a incidir sobre la Vogue del mes de Noviembre. Kanaya se desperezó levantándose de la cama y tomando la revista de moda. Le encantaban aquellos vestidos de corte clásico que se habían puesto de moda. No podía evitar imaginarse a Vriska enfundada en uno de aquellos trajes con falda de tubo y escote recatado, sabía que no era para nada el estilo de ella, pero sabía que con aquellas caderas pronunciadas y su cinturilla de avispa estaría preciosa con aquel estilo.

Ojeó la revista con brío, no estaba tratando de leer los estúpidos consejos enfocados a un tipo de mujer que nada tenía que ver con ella, solo miraba las imágenes.

— El otro día soñé que éramos monstruos— dijo la chica dejando de nuevo la revista sobre la mesilla de noche. — Era raro, porque teníamos cuernos y la piel gris, además de que tú tirabas a Tavros por un acantilado.

—A veces no me faltan ganas— contestó Vriska agitando la bola 8 y con una sonrisa irónica pintada en la cara.

Kanaya rió, sabía que Tavros estaba algo enamorado de Vriska. No es que se pudiera decir que Tavros y Kanaya compitieran en pos del amor de la chica de las gafas, pero quizás solo era porque él era bastante memo y Kanaya no creía tener ninguna posibilidad.

— No seas mala — negó con la cabeza la chica del pelo corto. A menudo, cuando estaban solas quería decirle lo mucho que le gustaba, no porque le correspondiera, solo para deshacerse de la terrible desazón que le producían sus sentimientos— No, era un sueño muy raro porque tú me gustabas mucho, pero tú parecías elegirle a él.

Aquello era lo más cerca a lo que los nervios de Kanaya le dejaban expresar sus sentimientos hacia la morena.

—¿Si? Qué raro — Vriska se incorporó y lanzó la bola 8 contra la pared. No había dejado de contestar negativamente a la misma pregunta que rondaba por su cabeza, esperaba que se rompiera.

La del cabello largo sonreía y se pasaba la lengua por los dientes pensativa, Kanaya la miraba en silencio. A veces se pasaban horas sin hablar, sentadas en la misma habitación y lo raro era que ninguna de las dos se sentía incomoda por ese hecho.

Vriska se movió hacia adelante con movimientos felinos quedándose a poca distancia de la otra chica.

— Por esta vez, si la suerte no está de mi lado tendré que hacer que lo esté — dijo quitándose las gafas y mordiéndose el labio. Acto seguido, Vriska se abalanzó a los labios de Kanaya, agarrándola del pelo y empujándola para que se tendiera. La chica del pelo corto la rodeó por la cintura, saboreando sus labios y acariciando la figura de su pequeña obsesión.

La de los largos cabellos se separó de Kanaya por unos segundos y la miró burlona.

—Tavros..— bufó en una mofa Vriska para volver a besar los labios de otra.