JUGANDO A QUERERNOS

By Darla Asakura


Capitulo 1

EL COMIENZO DEL JUEGO

Un chico alto, atlético, de hermosos ojos azules y cabellos negros, algo largos, caminaba rápidamente, hacia donde aquel papel que empuñaba en una de sus manos le invitaba a ir; su apariencia distraída, le daba cierto aire de ternura y candidez. Se detuvo cuando al llegar al punto señalado, se encontró con una melena larga y rubia, lo único que realmente lograba vislumbrar de la chica, sentada en las grandes raíces que sobresalían de un viejo árbol, cercano a la casa de los gritos, en Hogsmeade.

La rubia levantó el rostro, echando su cabello hacia atrás en un gesto inconsciente, y le miró con un muy definido brillo burlón, en sus grandes ojos azul grisáceos, que se asemejaban al mar en medio de una tormenta, soltando un hondo suspiro, sin dejar de mirarlo. El joven sonrió y alzó por un momento los ojos al cielo, para luego volver la mirada al frente otra vez y comenzar a hablar pausadamente.

No me digas... otra vez planearon todo, para que nos encontráramos.

Así es... Estoy segura de que fue idea de Harry.

Yo creo que es Hermione... Daría cualquier cosa, con tal de verme, bien lejos.

Luna sonrió extrañada, mientras el moreno se dirigía hasta el tronco y se sentaba a su lado.

¿Crees que si les decimos que somos novios, nos dejarían en paz?

Tal vez... lo he pensado mejor, y creo que no solo Harry está metido en esto, sin duda Ginny también metió las manos; haría cualquier cosa, para verme al fin, con un novio.

Lo de Ginny, lo entiendo... pero ¿por qué estás tan segura de que Harry está involucrado?

Pues... está intentando por todos los medios, demostrarme que no intercambia palabras conmigo, únicamente por ser la mejor amiga de su novia.

Que locura...

Neville emitió un pequeño silbidito y Luna vio como una ardillita bajó corriendo del árbol, para treparse por la pierna derecha del joven, siguiendo su camino hasta llegar a su hombro. El le miró encantado, y sacó de su chaqueta unas galletas, que hizo migas en su mano, ofreciéndoselas a la criatura, quien comenzó a comer de inmediato. La chica los miraba como ausente, él era un buen chico, lo sabía... pero lamentablemente para los dos, no sentían más el uno por el otro, que una extraña conexión, pues de la primera reacción que tuvo Neville al conocerla en el expreso a Hogwarts, dos años atrás, no quedaba nada; de hecho, era de los pocos, a quienes no les importaba ser visto en compañía de la extraña chica de largos cabellos rubios, cuyo comportamiento nadie entendía. El animal terminó de comer y miró al joven agradecido, para luego subir al árbol.

Vamos...

Le invitó a levantarse, tendiéndole una mano.

¿A donde?

A las Tres Escobas, te invito una cerveza.

Está bien.

Luna se colocó un gorro para protegerse de la nieve, y luego, tomó la mano del joven, dedicándole una sonrisa soñadora.

Alguna vez, quiero ir allí...

A la Casa de los Gritos... pensé que te asustabas con facilidad.

Bueno, eso piensan todos... pero sólo lo represento para ver, quien es de verdad mi amigo y quien no.

¿y que soy yo?

Mi futura novia, según veo...

Ambos rieron sonoramente, claro nadie igualaba a Luna Jamás, con sus carcajadas repentinas que contagian, luego de que te acostumbras.

Después de entrar al bar y pedir un par de cervezas, los dos amigos se sentaron y comenzaron a hablar sobre las tonterías de costumbre, Neville escuchaba a Luna, que contaba entusiasmada, una de tantas historias de sus frecuentes viajes, en busca de criaturas asombrosas... nadie podía aburrirse con ella, si tenía la mente abierta, por supuesto.

Neville...

Sí?

¿Aun sigues con preferencias hacia las Gryffindor?

¿a qué viene esa pregunta?

Es una simple pregunta, sólo responde...

Murmuró la chica, cuando se levantaban, para caminar con dirección a la barra. Él la miró, algo dubitativo. Mientras ella observaba como le pagaba a la mujer que atendía, para luego seguirlo fuera del lugar.

Pues, depende de que Gryffindor hables...

Así que lo admites.

Ok... siempre me gustó la prefecta de mi casa.

Lo sabía... sabía que siempre te había gustado Hermione.

- No siempre... ya no.

Ah no?

No... pero creo que ella piensa que me sigue gustando, y por eso hace de cupido.

Luna lo miró, mientras caminaba a su lado y guardó silencio por un minuto.

¿Qué ocurre, Luna?

Nada... este, dile que ya no sientes nada por ella.

Lo intento... nunca me deja terminar de hablar.

Y dicen que yo soy loca.

Suspiró la chica con molestia, para diversión del muchacho a su lado. Ella lo miró, y él dejó salir una carcajada, retorciéndose de risa.

Te estás riendo de mí.

No... solo, espera Luna...

Siguió riéndose Neville, y echó a correr, al ver la cara de luna, quién echó a correr detrás suyo.

Los dos adolescentes, parecían niños pequeños jugueteando, mientras esquivaban a la gente y a muchos de sus compañeros, por las atestadas calles de Hogsmeade, Neville miraba hacia atrás y reía, al ver que la rubia no le podía alcanzar... entonces sintió de repente como su cuerpo se enlentecía y sin más cayó derrumbado en el suelo, por el peso de Luna sobre su espalda.

No se vale... usaste magia.

Nunca dijiste que las varitas no estaban permitidas.

Dijo la chica, aun sobre él, cuando quedaron frente a frente. Él rió ante las cosas que decía la chica y ella sonrió a su vez, olvidándose de la posición en la que se encontraba.

Vaya... yo sabía que algún día nuestros esfuerzos darían frutos, pero no pensé que sucediera tan rápido.

La voz de Harry Potter, sacó a la pareja de amigos de su ensimismamiento. El joven de ojos verdes, lentes y cabellos negros, estaba justo en frente suyo, mirándoles fijamente, pero no estaba solo, a su lado y de su mano, su pelirroja novia Ginny, esbozaba una sonrisa traviesa.

Luna y Neville se miraron y al percatarse de porque los miraban de aquella forma, decidieron ponerse en pie; el chico pelinegro, prácticamente la cargó para levantarla, en el momento exacto en que la otra pareja de Gryffindor hacía acto de presencia, en aquel apartado.

Hola chicos.

Saludó Neville, tranquilamente... Luna miraba extasiada a sus, ahora, dos mejores amigos. Se veían bien juntos.

¿De que nos perdimos?

Preguntó Ron, abrazando a su novia, e intercambiando curiosas miradas con su mejor amigo y su hermana.

No lo sé¿Tienen algo que contarnos?

Murmuró placidamente Ginny. Los ojos de Luna y Neville se encontraron nuevamente y con cierto aire de complicidad. Entonces él habló.

No creo que nada que les podamos decir, pueda sorprenderlos¿o sí?

La ultima frase fue para la rubia, quién captó de inmediato la idea de su amigo y cómplice, por lo que sonrió ampliamente, aparentando más locura que la que solía mostrar.

Pues quizá no lo que podamos decir, pero sí, lo que podemos hacer...

Dijo claramente con su voz ensoñadora acompañada de cierta picardía, que nunca antes se percibió en ella; al tiempo que dio un pequeño salto, para rodear el cuello de Neville y buscar sus labios, quién no pareció sorprenderse, por la facilidad con que la sostuvo por la cintura, alzándola unos cuantos centímetros por encima del suelo y correspondiendo a su beso dulcemente.

Los espectadores de aquel beso entre el tímido Gryffindor y la loca de Ravenclaw, no daban crédito a sus ojos. Aquello era demasiado rápido e inusual, hasta para Luna... y ni que decir de Neville; era cierto que fueron ellos los principales responsables de que eso sucediera, porque hicieron hasta lo imposible, por juntar a ese par... pero aun así... resultaba increíble su desenhibimiento.

Luna y Neville se separaron lentamente, con una sonrisa en los labios. Él estaba algo sorprendido, la chica besaba bien y además se moría de ganas por verle la cara de idiotas a sus amigos, "Los cupidos". Ella estaba encantada, fue bonito... pero mejor era, que si Harry, Hermione, Ron y Ginny, pensaban que ellos eran una pareja real... finalmente los dejarían en paz. El moreno la depositó con suavidad a su lado, pero sin alejar sus manos de la mínima cintura de avispa de la joven Ravenclaw.

Que podemos decir...

Comenzó a hablar Neville, pero fue interrumpido por Ron.

Hey Neville, vaya que eres un tigre... el único que a podido domar a esa fierecita... grrrrr!

Luna quiso decir algo para defenderse, pero antes de que pudiera pronunciar palabra, una pequeña pelirroja se le colgó del cuello.

Luna, es genial... quiero decir, wow!

Gracias, supongo. ¿No me vas a decir nada, Harry?

Sí amor, di algo.

Harry abrió la boca para hablar y luego volvió a cerrarla, porque Hermione se le adelantó.

Pues yo sí tengo algo que decir: Ya era hora y muchas felicidades... Neville, Luna, les deseo lo mejor y creo que Harry, piensa igual.

Dijo la castaña, depositando un beso en la mejilla de cada uno de los "novios".

Pues... sí, claro. Felicidades...

Además fue su idea.

Completó su novia, dirigiéndose hacia él.

¿Ah sí?

Musitó Neville, mirándolo de reojo.

Este... no todo, ellos también...

Empezó a defenderse Harry, por la cara de su amigo, no parecía contento de que se entrometieran en su vida, pero entonces Luna, fue hacia él y le dio en beso en la mejilla, cortándolo enseguida.

Gracias.

El chico se sonrojó levemente y miró a la nueva pareja, que ya se alejaban el uno con los brazos enredados en la cintura del otro, seguida por Hermione y Ron, y suspiró tranquilo.

Vamos nosotros también¿no, Harry?

Sí... claro.

Contestó él, mirando el hermoso y pecoso rostro de su novia.

Luna y Neville sonreían con malicia.

¿por qué hiciste eso?

¿Tú por qué crees?, para que ya nos dejaran tranquilos y tu no tengas que preocuparte más por Hermione Granger.

Él rió, esa chica y sus ocurrencias, pero fue divertido.

¿Crees que con eso baste?

Pues... tendremos que fingir, un tiempo... pero luego se les pasará.

El chico volvió a reír quedamente.


Nota de la Autora:

Aquí está otro fic de Harry Potter... espero que les guste.

Att.

Darta Asakura.