I wouldn't hold my breath if I was you

'Cause I'll forget but I'll never forgive you

Don't you know? Don't you know?

True friends stab you in the front!

-"True Friends", Bring Me The Horizon.

New Problem @ School (Parte 1)

LUNES:

Estaba finalmente de vuelta en Monster High, tras todo un semestre de intercambio en Japón. Allá todo resultó mucho mejor de lo que esperaba, conoció mucha gente nueva y tuvo la dicha de volverse una de las chicas más populares del lugar, rodeada siempre de un séquito de fieles compinches tanto a la hora de hacer shopping como al momento de ayudarse en las tareas; aquellas cinco vampiresas que la vieron entrar por primera vez a su preparatoria compartirían un grato recuerdo de sus momentos juntas, al igual que ella, por toda una eternidad. Quizá.

Pero ahora volvía a un lugar que, gracias a sus fieles amigas de siempre, sus cómplices, sus compañeras de aventura, sus hermanas de diferentes padres, era como un segundo hogar para todas ellas, menos en la clase del Sr. Rotter, en cuyo caso preferirían estar en cualquier otro lado, incluso en clase de Ciencias Locas. Tal vez no en Matemáticas Paranormales. Supongo se entiende lo que quiero decir.

Suena el oxidado y odiosamente ruidoso timbre de percusión; Draculaura se dirige a la primera clase de aquel mes de marzo. Y por suerte, es Alquimia III. No es que sea la mejor en la materia, sino que la profesora, una garbosa harpía de plumaje dorado, es bastante ligera de carácter y gusta de ayudar con puntos a cambio de trabajo extra. No sería mala la temporada aquí.

Tal ves porque llegó con el tiempo justo, tal ves era el apuro que tenía por llegar al aula, pero ella aún no ha visto a ningún conocido por ahí. Ni al entrar al instituto, ni al tomar las cosas necesarias de su inmenso casillero especial, y eso le parecía extraño.

Al fin, acomodándose hasta atrás del salón debido a que ya estaba todo ocupado, vio a su siniestra a Frankie, quien la saludó con un fuerte abrazo e intentando hacer el mayor silencio posible:

-¡Draculaura, hola!¡Ya te extrañaba!- la monstruo de Frankenstein sonreía con los ojos cerrados, bamboleándose su torso de lado a lado con entusiasmo por ver allí a la vampiresa ya en persona.

-¡Yo también te extrañé amiga, pensé que no te iba a ver hoy!- dijo emocionada Lala.

-Jajaj, tranquila, ya ves que estoy aquí, y en una sola pieza, jejej- alejándola y sonriéndole aun.

-¡Ay Frankie, la semana pasada todo estuvo de espanto por allá, déjame contarte...!

-¡Señorita Stein, señorita Dracula, por favor no hablen en clases! Lo que estoy diciendo ahora mismo es muy importante para el resto del semestre, les pido un poco de atención, gracias...

Con suavidad inusitada la harpía les llamaba la atención a las dos, y en respuesta apenas dieron un par de risitas mirándose divertidas:

-Disculpe profesora...- terminó por decir Frankie cortesmente.

Y así la profesora continuó dando las instrucciones hasta el final de la clase.

Ambas chicas salieron de clase, y charlaron de aquella semana que a Draculaura le fue imposible darse el tiempo de conectarse por Skype ya que había pasado su tiempo en casa de la abuela de una de sus amigas vampiresas en Japón, al parecer en una antigua aldea en medio del bosque, como a 50 kilómetros de la histórica Hiroshima.

Seguían hablando cuando en los casilleros se encontraron a Lagoona y a Gil. Estaban discutiendo, y no parecía cualquier tontería. Decidieron quedarse a un par de metros, sin llamar su atención. Los gritos se podían escuchar hasta el techo:

-¡Ya estoy harta!¡Harta!¡Harta de que me trates como a cualquier pasatiempo!

-¡Eso te lo estás inventando tú sola Lagoona!¡Escúchate!¡Estás fuera de control!

-¡¿Ah sí?!¡¿Y eso a mí que me importa?!¡No me cambies el tema!

-¡Ya basta, no armes una escena!

-¡Tú no armes una escena! (ahogos) ¡¿Cómo es posible que después de todo lo que hemos pasado juntos tú me hayas estado negando frente a tus padres durante todo un año?!-su voz comenzaba a debilitarse y a entrecortarse, a la vez que las lágrimas empezaban a desbordarse como una cascada de sus verdes ojos.

-Eso no...-Gil no podía ocultarlo; lo habían agarrado con las manos en la masa hace apenas un par de días. Él también comenzaba a mostrar una pesarosa vacilación en su voz.

-¡Por eso nunca querías llevarme a tu casa!¡Sabías que si lo hacía te oiría hablar de cómo tú y yo ya no eramos nada!¡Eres un cobarde, un vil y sucio cobarde!¡Y mientras me prometías el mundo y me besabas...y me tocabas, y decías que me amabas!¡Solo era tu juguete, y yo fui una tonta al creerte, al creer que cambiarías, al creer que no te avergonzabas de mí!¡No quiero saber ni cómo hablabas de mí con tu nueva novia Lorna, "uy sí la mestiza idiota esa, seguro cree que vamos a tener una vida juntos, yo solo me la quiero coger, cuando me aburra la dejaré"...MALDITO!

La chica marina hervía de rabia y tristeza, y estalló mandándole la más poderosa y, de no haber estado su casco de respiración, dolorosa bofetada de su vida a Gil, causándole una fractura enorme al aparato, y tirándolo a él al suelo. Aún con todo, el chico comenzó a incorporarse:

-¡Ella no es mi novia, ya te lo he dicho!¡Eres tú!

-¡Mentiroso! exclamó ella llorando...

-Lagoona, mi pececita, sé que no debí ocultar lo nuestro de nuevo, yo iba a decírselos, por favor debes creerme...

-¡Basta!¡Ya no mientas más!¡Esta es la última vez que me vienes con eso!¡Ya no seré tu dama de compañía, infeliz!¡No me pongas sobrenombres bonitos nunca más en tu vida!¡No soy ni tu pececita ni tu nada!¡Dile esas mierdas a la zorra esa!

-Lagoona...

-¡TE ODIO!¡MISERABLE, TE ODIO!...

Ya la chica se estaba desmoronando completamente, y sus últimas fuerzas las estaba invirtiendo en pegar con los antebrazos al pecho de Gil. Él sabía que esta metida de pata ya era demasiado. Su rostro era de gran dolor, y el agua que se filtraba del casco era como cataratas de inútil arrepentimiento. Trataba de contener los embates penosos de aquella grácil mujercita marina:

-Mi amor, por favor, perdóname, yo te amo, te amo...-Gil comenzó a llorar ahi parado, tomando los brazos de ella con sus manos.

-No...me toques...Gil. Nunca vuelvas a tocarme. Nunca vuelvas a hablarme- ella se soltó violentamente de su agarre, y cabizbaja le dio la espalda; dio los primeros pasos lejos de él cuando volteó a medias y le dijo con la misma voz vacía:

-Hoy saliste de mi corazón, y jamás volverás a entrar. Nadie volverá a entrar.

Lagoona tenía el rostro reseco, el maquillaje corrido formando un sombrío tatuaje en su piel, una expresión apática y una mirada con ojos que daban miedo de lo apagados que estaban. Ya no quedaba nada tras esa mirada.

Ella solo se fue por el pasillo, caminando lento, mirando al horizonte, hacia la clase que le correspondía, cargando los libros abrazados a ella.

Había una multitud reunida en torno a aquel espectáculo. Pero nadie dijo nada. Heath, quien había estado con Gil antes de que empezara la pelea, hizo como un ademán de levantar la mano para decir algo, pero el chico lacustre solo se arrojó de rodillas al suelo y cerró los puños con fuerza.

-Lagoona...-musitó Draculaura extendiendo un brazo e intentando acercarse. Frankie la tomó de los hombros suavemente para que se detuviera.

-No es buen momento. Hablaremos con ella en la cafeterroría más tarde.

-Pero nos necesita.

-Lo sé Lala. Lo sé.

El agua seguía derramándose, y formando un charco. Mientras los alumnos y algunos maestros se dispersaban para continuar sus actividades, Heath se acercó apenado a su amigo, y formando vapor con sus pisadas le puso una mano en un hombro:

-Viejo...ehmmm, no sé qué decir en este momento, pero...

-No digas nada. Esto es mi culpa. Y ahora ya no hay nada que pueda hacer.

-Creo que es mejor...

-¡¿Qué?!¡¿Qué es mejor?!

Heath se asustó de la mirada fulminante de Gil, y levantándose dijo vacilante:

-Es mejor que vayamos a clase. Estamos llegando tarde.

El chico flama sonrió como intentando animar al otro chico, pero Gil solo agachó la mirada y comenzó a seguirlo, metiendo las manos en sus bolsillos:

-Perdón amigo, estoy enojado conmigo mismo.

-Descuida viejo. Está bien.

En la cafeterroría, Draculaura se hallaba sentada con una botella de agua mineral, su tubo con pastillas de suplemento hemático, y un plato de purulenta ensalada de coles carnivoras de olor algo rancio, ya junto a sus amigos; Clawdeen, que había estado con ella, Frankie y Ghoulia en la clase de Lenguas Muertas de la que acababan de salir, lucía un nuevo atuendo; chaqueta de cuero morada, blusa con manchas de leopardo, collar hecho de triángulos plateados con borde en oro, pendientes triangulares similares, y dos piercings cónicos dorados casi en la punta de sus orejas de loba, así como una minifalda vinotinto con 3 bordes ondulantes, y unos tacones altos de plataforma violetas con correas estilo romano hasta las pantorrillas:

-Sé que normalmente adoro mis diseños de ropa, pero en esta ocasión no estoy demasiado segura...

-Pues a mí me encanta. Creo que luce terrorífico...- le respondió Spectra.

Ella había escrito ya acerca de la ruptura definitiva entre Lagoona y Gil en el Chisme Fantasmal, de una forma tan al estilo de la prensa rosa que ruborizaría a la mismísima Bubblera Waters. Ya todo el mundo se había enterado, aunque difícilmente alguien en la zona del conflicto habría sido capaz de ignorarlo.

Allí también estaban Cleo y Ghoulia, discutiendo alguna clase de asunto importante, hasta que Spectra llamó la atención sobre el atuendo de Clawdeen:

-Es asustasombroso, sí, pero obviamente jamás será capaz de igualar mi espléndida presencia real- respondió señalándose en forma vanidosa, siendo ello en parte hecho en un tono de broma para molestar un poco a su amiga. Era obvio por su risita silenciosa al final de sus palabras.

Las chicas rieron por aquel chascarrillo un par de segundos al igual que los chicos que las acompañaban. Allí estaban Clawd, Deuce, Heath, Thad, Jackson, Moe y por supuesto, un derrotado Gil, quien aprovechó el momento para sentarse en silencio en un sitio de aquellas dos mesas unidas.

Cuando los demás notaron su presencia, ahora resaltada por la venda aislante puesta sobre la fisura de su casco, todos se miraron entre sí algo incómodos, pero Abbey se armó de valor para decir lo que nadie más quería:

-Ey, tú, niño de agua dulce; no finjas que no escucharme porque ahora mismo vas a explicarnos qué haber pasado hace un rato en pasillo...

-He sido un cobarde todos estos años. Soy un cobarde. Eso pasa- le respondió Gil sin levantar la mirada.

-Vaya. No pensé que tú ser tan poco hombrecito. Me das lástima.- ella entonces solo volvió a prestar atención a su plato, ignorándolo.

-¡Abbey! No seas tan dura con él...

-Está bien Frankie, ella tiene razón. Lagoona merece un hombre de verdad. Es verdad. Lo que dijo de mis padres y yo es cierto.

-Espera, ¿entonces lo de que ocultaste su relación a tus padres durante el último año es verdad? ¡Eso no está bien Gil!Pensé que ya habías arreglado eso y que ellos lo habían aceptado. Que no te importaba lo que dijeran de ustedes.

-Mentí Clawd. Jamás lo aceptarán. Ellos de hecho amenazaron con echarme de casa si no terminaba con ella. Yo no quería. Por eso lo volví a ocultar de ellos. Eso no significa que no la ame...encima, en ese tiempo, lo hicimos por primera vez.

Clawdeen se incorporó y puso las manos sobre la mesa, para a continuación señalarlo:

-Mira muchachito. En primer lugar, el haber escondido a tu novia significa que no la amas; en segundo lugar si tanto te importa Lagoona y querías evitar que te echen hubiese sido preferible que terminaras con ella por el buen lado en vez de engañarla e ilusionarla solo por tu calentura...al menos ahora serían amigos.

-¡Clawdeen!

-Perdona hermanito pero es la verdad...

Se sentó y entonces Ghoulia dijo en zombie con sus gruñidos y quejidos:

"Es posible que la ames, pero si realmente tus padres iban a hacer lo que dices con tal de no aceptarla, hubiese sido mejor que nunca te hicieras novio de ella. Es ilógico. Sé que es nuestra amiga pero en tu lugar yo habría evitado una relación que por más satisfactoria que fuese acabaría haciéndola sufrir"

-Ella tiene razón- dijo Cleo -nunca te esforzaste por intentar que tus padres aceptaran a Lagoona, y aún así seguiste intentándolo con ella solo para mentirle al final y venderle polvo de momia. La verdad yo creo que deberías darle bastante espacio a ella antes de que venga hacia acá...

La princesa, con su mirada molesta hacia Gil, señaló la barra de comidas, donde Lagoona, quien había acabado de llegar a la cafeterroría, recibía estofado de camarón falso con puré de patatas y ojo de carpa.

-¡Pues sabes qué, en ese caso tú tampoco deberías venderle "polvo de momia" a Deuce, ¿o acaso no es verdad que tu padre no acepta que sean novios?

-¡Pues yo, al contrario que tú, no me avergüenzo de mi Deucey ni soy una cobarde igual a tí a la hora de defender mi relación!

-¡Eres una...!

-¡Wow, wow, wow! No le hables así amigo; ¿sabes qué? creo que ya es hora de que te vayas de aquí...-Deuce se había levantado molesto y sus serpientes mordían el aire en forma amenazante mientras lo señalaba. Heath entonces añadió:

-Lo siento viejo, pero tiene razón; creo que por ahora es mejor que salgas a tomar algo de aire. En sentido figurado.

Gil se resigna a irse sin acabar de comer cuando Lagoona se sienta a la mesa y lo mira directamente:

-¿Qué hace este aquí?- pregunta ella apáticamente sin dejar de mirarlo.

-Ya me voy.

-¿Oyeron algo? Yo no- y entonces Lagoona comenzó a comer.

Cleo y Deuce se molestaron con Gil pero los demás estaban preocupados por aquella situación, aunque a Abbey y Clawdeen les parecía que aquel patán no debería volver a sentarse con ellos.

Frankie tomó la palabra:

-Lagoona. Esto no es necesario. No vale la pena que odies a Gil y te amargues por él. Además él hizo lo que pudo para estar contigo, y a diferencia de ustedes yo no creo que sea un oportunista cobarde-

-Frankie tiene razón. No podemos juzgarlo así; es nuestro amigo, y no es malo- replicó Draculaura.

-Sí me sienta mal que Gil haya hecho las cosas de este modo, pero él de seguro ntentaba protegerte Lagoona, no quería exponerte al odio de sus padres- añadió Jackson.

Spectra no decía nada, solo escuchaba la conversación muy atentamente.

-No es por justificar a su amigo pero entiendo que esté así por la pelea que tuvo, es obvio que le afectó- dijo Thad.

"Yo iré a ver si ya está más tranquilo" tras unos quejidos, Moe entonces se levantó y salió hacia el patio.

"Tampoco yo impliqué que Gil ya no me cayera bien. La gente comete muchos errores. Y yo sé que él es buena persona" continuó Ghoulia.

-Disculpen que los interrumpa-Lagoona habló-pero ese amigo suyo que mencionan no me importa en los más mínimo. Preferiría no oir su nombre cuando hablemos. No sé por qué pero me indigesta escuchar ese nombre...-y siguió tomando su agua de tamarindo.

-En algún momento deberás perdonarlo- le respondió Frankie.

-¿A quién?- replicó Lagoona.

Frankie no dijo nada más; sabía que no tenía caso. Al menos por el momento, no podría arreglar las cosas entre esos dos. Mientras tanto, todos acabaron de comer, y fue la directora Buenasangre quien se acercó a la mesa con una expresión muy seria:

-¿Aún están aquí chicos? El receso terminó hace 5 minutos. Vayan a clase de inmediato.-La directora solo se limitó a colocarse la cabeza en el lugar.

Todos se espabilaron y fueron a paso celero hacia sus salones...

MARTES:

Al siguiente día, sonó el timbre de salida a las 3 de la tarde como siempre, y todos los estudiantes comenzaron a retirarse como una densa multitud de zomboys a sus casas. Gil ese día lo había pasado cual infierno a fuego lento.

Al llegar, Clawd no lo saludó con el entusiasmo de siempre, y Deuce directamente lo ignoró al verlo, haciéndole conversa a Holt sobre una fiesta en la que este iba a ser el DJ esa noche. Heath habló con él un rato un par de horas después sobre que debía controlarse; era irónico que él lo dijera, pensó Gil. Eso hasta que llegó Abbey y le cruzó el brazo llevándoselo; ella solo le dijo un seco "Hola" sin siquiera voltear a verlo, y se fue dejándolo allí.

Ya en el gimnasio, el entrenador les hizo dar vueltas alrededor de la pista de casketball; en eso Manny se puso a su lado y lo empujó haciéndolo caer de cara mientras los otros chicos cerca se reían de él y le pasaban de largo. Luego jugaron un partido, y sus amigos esta vez no lo escogieron; jugando para el otro equipo estuvo a punto de encestar pero Simon Clops llega y dándole un codazo lo hace doblarse de dolor y soltar la bola. El entrenador pita falta y los saca a ambos de la clase; irían a detención todo el resto de la semana.

En la cafeterroría no tuvo más opción que sentarse en una mesa él solo con las miradas de lastima y desprecio así como las burlas ocasionales de los otros estudiantes. Las siguientes horas él se ocultó en las catacumbas a sufrir por su error, y aunque Johnny y Operetta lo vieron entrar, no se acercaron, solo mirándose entre ellos y encaminandose a la camara donde solían tocar su música. Escuchando órgano y violín, Gil se acurrucó al borde de un manantial subterráneo y se quedó allí hasta la salida.

Dirigiendose hacia el salón de detención, es interceptado por Spectra, quien le pone la mano enfrente:

-Alto ahí Webber. Tengo que hablar contigo...

-¿Qué quieres?¿No te bastó publicar mi desgracia en tu blog?

-Yo sólo cumplo mi labor informativa, Gil. No tuve intención de dañar tu reputación. Fuiste tú mismo quien lo hizo; ambos sabemos eso.

-Mejor déjame solo...

-Eso no. Ya te dije, debo decirte algo...

-Bien. Pero rápido. No quiero que me castiguen otra semana por nada...

-Entiendo cómo debes sentirte...

-¡No lo sabes!¡No sabes lo que es que todos te abandonen por tus errores!¡No sabes cómo es saber que no puedes hacer nada para arreglar las cosas!

-¡Claro que lo sé!¡El miedo a que por ser una chismosa todas tus amigas te dejen de lado!¡El que un día disemines un rumor tan horrible que no puedas remediar lo que hiciste! Y ahora calla y escúchame...

-¿Qué mas da?- musitó él bajando la vista.

-Sé que debes pensar que te hemos abandonado y que todo está perdido; pero la verdad es que los chicos aún te aprecian y te quieren, pero necesitan tiempo para lidiar con esta situación; debes entender que a nadie le gustó lo que hiciste, pero no te odiamos. Yo escuché como Frankie incluso trató de defenderte, y Jackson. Hasta Moe fue a buscarte ayer para que volvieras con nosotros, pero no te encontró. Cada quien se está tomando esto de forma distinta, pero aunque algunos todavía están resentidos por lo que pasó, sé que en el fondo aún te consideran su amigo.

-Por favor no sigas. A partir de ahora debo recibir mi merecido por lo que le hice a Lagoona; y nada podrá hacer que me perdone. Vi su mirada, ya no hay nada para mí en ella. Y mis amigos, entiendo que ya no quieran perdonarme; los otros tampoco deberían hacerlo. Lo único que puedo hacer es mantenerme alejado. Adios Spectra.

El chico la atravesó y siguió de largo. La fantasma solo lo miró con pena, y sabía que no podría hacer mucho más.

Era de noche, y las chicas una vez más habían organizado una pijamada en casa de Cleo; Estaban Frankie, Draculaura, Clawdeen, Ghoulia, Abbey, Spectra, y sorprendentemente, Lagoona.

La chica marina estaba sentada sobre la cama, puesta una mascarilla misteriosa en la cara, con Frankie acomodándole unos rulos en su rubia cabellera, Draculaura pintándole las uñas de las manos y Clawdeen las de los pies:

-Gracias por esta noche mis amores, (sollozos) en verdad lo necesitaba...

-No es nada, Lagoona. Siempre estaremos aquí para tí.-Draculaura se limitó a sonreír divertida.

-Es cierto. Y haremos todo lo posible por que te sientas mejor.-agregó Frankie.

-Eso tenlo por seguro chica. Con esto te aseguro que quedarás preciosa, y mañana todos se horrorizarán al ver a la nueva y glamorosa tú...

Clawdeen se sentía orgullosa de lo que estaba haciendo con Lagoona y su transformación estética. Ella fue quien lo planeó, y se ayudaba de las chicas para acabar más rápido de arreglarla.

-Pero por favor ya deja de llorar por ese sujeto. Arruinarás tu mascarilla; ya lo dejaste out, olvídate de él...

Cleo había dicho eso desde el suelo, donde se encontraba jugando su juego de mesa favorito en forma encarnizada intentando ganarle a Abbey, otra vez.

Mientras tanto Spectra recibía ayuda de Ghoulia con una tarea del señor Rotter en el escritorio al otro lado de la habitación; él casi nunca ponía A, pero se había suavizado mucho desde aquel día en que mandó a hacer un reporte sobre la importancia de estudiar en Monster High y lloró de alegría con las tareas que recibió.

La fantasma comenzó a cambiarle el tema a la zombie:

-Oye Ghoulia, aún me siento mal por Gil, sé que no hizo lo correcto, pero me apena mucho que se haya quedado solo...

"Él se lo buscó Spectra. Y sí, a mí me causa consternación igualmente"

-¡Debe haber algo que podamos hacer!

-No hay que hacer nada- dijo entonces Lagoona, quien se frotaba los ojos intentando dejar de lagrimear, pero sin expresar tristeza en el rostro -sé de que hablas cariño, pero solo fue un sueño, no, una pesadilla, una en la que soñé en el amor de mi vida, y me desperté sabiendo que no era más que un fraude. Todo fue un sueño...

-No defiendo lo que hizo, pero no puedes evitarlo para siempre; debes perdonarlo, y te lo digo como amiga, que eso te hará más bien a tí que a él. Además, él tampoco merece acabar la preparatoria como un apestado.

-¿Y eso qué? Niño de agua dulce se lo merece por romper corazón de Lagoona y mentirle.

-Me quitó las palabras de la boca; además ya se le cayó la careta. Ahora sabemos que no es más que un vulgar.

-Pienso igual. Su actitud solo demostró quién es él en realidad.- Cleo refunfuñó.

-Eso no es cierto. Gil es un buen chico, cuyos padres no aceptan sus decisiones; no quiso dañar a nadie, él solo quiso estar contigo.

-Yo la verdad ya no le creo, ni siento nada por él. Pero quizá Frankie tiene razón en algo; debo perdonar. Sin embargo, nada volverá a ser igual entre ambos. Jamás. Eso se acabó.- Siguió tallándose un enrojecido ojo y se sonó la nariz con una caja de pañuelos.

"¿Quieres decir que tu y Gil quedarán solo como amigos cordiales?"

-Ni como amigos. Ni como nada. Pero ustedes no deberían dejarlo de lado por nuestra ruptura. Él ha sido buen amigo con todos, y eso sí se lo reconozco...

MIÉRCOLES

Ya era hora de la clase de Ciencias Locas, y los chicos se sentaron en sus lugares a la vez que el Sr. Hackington comenzaba la clase con su rasposa voz y su típica cara molesta medio tapada por un antifaz de pieles con apariencias inquietantemente humanas:

-Muy bien mocosos, espero que hayan traído los reportes que les pedí el lunes, o de otro modo tendrán doble F, jajajajajajajaj...

Los chicos comenzaron a sacar los deberes de sus maletas:

-Ghoulia ¿hiciste mi reporte?

La zombie asintió y le dio unas hojas impresas a Cleo, quien las tomó como si fuera su última oportunidad para ello. De forma altanera la egipcia fue a dárselas al profesor, quien la miró con desdén para luego tomar los siguientes documentos que los estudiantes le iban entregando.

Era como cualquier día en Monster High; Cleo bostezaba en clase y se reclinaba en su silla cruzando los brazos mientras Ghoulia hacía las anotaciones de la clase, que luego ella le pasaría a su mejor amiga; o así sería supuestamente...

"Nunca más"

Ese fue el pensamiento que cruzó la compleja mente de Ghoulia...y al mismo le siguió una vorágine de recuerdos, dagas que se clavaban en sus putrefactos surcos cerebrales y los calentaban al rojo vivo.

-¡Ghoulia! ¿Hiciste la tarea que te pedí?

-Ten, carga estos libros, y esto también...

-Hola amiga, ¿Ya hiciste mi proyecto de ciencias?

-Ven aquí, dame ese reporte, tengo que entregarlo

-¿Ya tienes listo mi ropero y ordenaste mis zapatos?

-¡Ghoulia, necesito que compres esto por mí..!

-Ghoulia, ¡ve a mi casa de inmediato!

-Ghoulia...

-Ghoulia...

-Ghoulia...

Habían sido 6 años. Seis años de pasar noches sin dormir con tal de hacer trabajo doble. Seis años de tener que recordar un itinerario entero de cosas que no debería estar haciendo y consumían su tiempo libre. Seis años de no tener el valor de decirle a su familia y a la directora lo que realmente pasaba. Seis años de estrés constante en pos de recibir la mezquina amistad de alguien que se aprovechaba de ella. Seis años de permitir que Cleo de Nile abusase de ella como quisiera, y todo por una miserable muestra de simpatía que no valía el esfuerzo que le costaba complacerla.

Y mientras la veía regodearse como una larva angurrienta que hollase en una llaga llena de pus, ella cerró con fuerza los ojos, rechinó sus dientes y comenzó a arañar el mesón frente a sí.

Algunos monstruos comenzaron a mirarla, incluso Cleo comenzó a reparar en ella y en su pose similar a la del incteíble Hulk cuando está por transformarse:

Amiga, ¿estás bien?...

Cleo extendió su mano, y entonces fue que sucedió. La bomba estalló:

"¡¿Y desde cuándo te interesa?!¡¿Desde cuando me consideras tu amiga en realidad?!¡No soy más que tu esclava!"

Todos en la clase se sorpendieron, conteniendo el aliento del asombro; el señor Hackington se puso furioso viendo a Ghoulia allí parada y gritando en clase:

-¡Señorita Yelps, no me importa lo que esté pasando aquí, pero es mejor que se siente de inmediato antes de que la mandé a la dirección!

"¡Hágalo, es justo lo que quiero ahora!" gritó ella alzando los brazos como quien arenga a un volcán a hacer erupción.

-¡Entonces fuera de aquí. Y vuelve con justificación o no vuelve a entrar a esta clase!

Ghoulia se fue totalmente iracunda del salón, y los demás seguían sin salir de su asombro.

-Cleo, ¿de qué estaba hablando?¿a qué se refiere con que eso de ser una esclava?- le pregunta Draculaura.

-No me digas que te has estado aprovechando de ella de nuevo- reprochó Clawdeen.

-¿Quién yo? No sé de que están hablando. Debe ser que está molesta por otra cosa, no lo sé- responde con cínica soltura la princesa.

-No me sorprendería la verdad...

Era Toralei, quien estaba oyéndolo todo junto a las gemelas.

-Tú no te metas en esto. A tí no te incumbe.- Cleo respondió.

-Pero claro que me incumbe. Si lo que más deseo es que todo el mundo vea la clase de víbora que eres.

-Basta Toralei. No empeores las cosas- le respondió Frankie.

"Gil no será el único que pague las consecuencias de sus actos..."

A la oficina de la directora Buenasangre entró entonces la zombie, con una marcada ira en el rostro, pero también determinación. Era hora de confesar:

"¡Directora! Debo decirle esto. Ya no puedo encubrir más esta injusticia..."

-¿A qué te refieres Ghoulia?

La directora se le acercó y la tomó del hombro, consternada. Fueron a su escritorio, y entonces la estudiante comenzó:

"Cleopatra de Nile ha estado haciendo trampa...y es por mi culpa"

-Explícate mejor, jovencita.

"Desde que comenzamos la secundaria, yo he estado haciendo todas las asignaciones de Cleo por ella. Es por ello que siempre nos apuntábamos a las mismas clases..."

-¿Cómo es posible?¿Y tú por qué lo hiciste?

"Porque fui inmadura, e insegura. Quería que ella fuera mi amiga, y acabé siendo utilizada. No me importaba recibir dinero por lo que hacía, yo no lo pedí, y ella no me lo dió; todo lo hice para que ella fuera buena conmigo..."

-¡Ghoulia, lo que me estás diciendo es algo demasiado grave!¡Llamaré a la señorita de Nile ahora mismo!

"No por favor. No lo haga ahora. Ya no quiero verla nunca más. Yo le dí mi afecto sincero. Y ella se aprovechó de mí. Y todo por mi propia idiotez; y el problema más grave con ello es que no tengo pruebas para respaldar esta acusación; apenas sí puedo probar que hice las tareas de hoy por ella"

Ghoulia sacó su portatil, y mediante un USB morado con alitas de murciélago le entregó los archivos plagiados y las capturas de pantalla que probaban que ella tenía estos en su computadora.

-Muy bien señorita Yelps. Pero este hecho implica que usted también recibirá una sanción por hacer una tarea por otra persona. Es lo máximo que puedo hacer con las pruebas que me está dando. Ambas tendrán F este trimestre, y visto que esto te afecta negativamente, te suspenderé el resto de la semana para que puedas quedarte en casa.

"Gracias directora. Usaré mi tiempo libre para buscar otra escuela. Tal vez también pueda recuperar el resto de la evidencia, pero estoy seguro que los de Nile evitarán que la expulsen o que vuelva a repetir toda la secundaria"

La zombie tenía la mirada en sus pies, pero perdida en sus ojos nebulosos; suspiró aliviada, pero a la vez frustrada.

-Bien. Es una lástima que vaya a dejarnos; usted era nuestra mejor estudiante...-la directora casi podía sentir la gran tristeza en Ghoulia; se podía ver en su expresión mientras, después de haberle dado la notificación de suspensión, la veía marchar más rígida que de costumbre.

-Espera. ¿No quisieras primero despedirte de tus amigas antes de irte?

"No, señorita Buenasangre. Mi amistad con ellas sucedió gracias a Cleo. Por tanto, tampoco son mis amigas realmente. Y menos si se enteran de lo que le he dicho"

Y con eso último cruzó el umbral de la dirección.

Recorrió los pasillos vacíos, los casilleros cerrados; fue al suyo y puso todo en su mochila. Miró los altos techos, las lúgubres paredes, y finalmente la inmensa puerta principal de envejecida, casi petrificada, madera de nogal, tachonada de enormes y antiguos clavos. Sería la última vez que vería todo eso.

"Hasta nunca Monster High"

Tras llamar a su madre para que viniera a recogerla, el modesto autito Kia Río llegó al enorme estacionamiento del colegio y la llevó a casa. Viendo la furia de su progenitora, ella solo ladeó el rostro y tras darle el papel, no dijo palabra alguna.

El receso pasó como de costumbre; las chicas y sus novios llegan, un par de ellos juntan dos mesas para que todos quepan; mientras tanto, los demás se sirven de la extraña comida en la barra. Luego de que ellos se sientan a comer, los que se quedaron van por sus platos; en esta ocasión les tocó a Frankie y Draculaura esperar a los demás:

-Esta semana no ha empezado demasiado bien, ¿o sí Frankie?

-Para nada amiga.- mientras tanto un tentáculo amarillo le servía un estofado de erizo Haggis con guarnición de puré de pasto semidigerido.

-El señor Rotter y el señor Hackington me pusieron C- y D en mis tareas...

-En mi caso B y A-; no son mis mejores notas para empezar un semestre.

-Hablando de tarea, aún pienso en lo que acaba de pasar en clase.

Acabó de hablar, y llegaron a la vitrina de los helados; Draculaura no sabía de donde escoger.

-Es cierto; Ghoulia no se veía nada feliz después de gritarle eso a Cleo.

-Pero ella insiste en que no sabe lo que le pasó.

Frankie tomo su copa de helado, napolitano, y se puso por fuera de la fila a esperar que la vampira escogiera.

-Una cosa a la vez, Lala. Primero debemos hacer lo que acordamos con Lagoona.

En eso, Draculaura por fin se decidió por un sabor.

-Es cierto. Ehm yo quiero de menta con chocolate señora...

-Señorita, muchacha, señorita...

-Jejej. Disculpe (susurro: no me sorprende).

Y que lo dijeran. Aquella era la nueva encargada de servir los almuerzos en la cafeterroría; después de un incidente en el que las cocineras le ponían una fórmula para darle mal sabor a la comida con tal de no tener que cocinar mucho, la directora creó primero un club de ayudantes de cocina. Eventualmente se decidió que no era suficiente, y el colegio contrató a alguien más. A ella. Era una monstruo enorme, robusta, de un vivo color amarillo, con dos tentáculos superiores y ocho inferiores. Tenia cabellos rojos recogidos por una red, una boca enorme llena de afilados dientes, y usaba anteojos polarizados en nacar. Era amargada como las otras, pero era más amable con los estudiantes que ellas; de hecho fue desde que ella llegó que se agregó helado y postre en general al menú.

En tanto, las dos chicas regresaron con los demás. Por un buen rato el grupo de amigos, dejando lo de Ghoulia para después, no restándole importancia, discutió qué hacer con respecto a Gil:

-Muy bien chicos; ¿ahora qué haremos respecto a Gil?

-Lo que hizo estuvo mal, pero no deberíamos ser tan duros con él. Es un buen amigo- respondió Clawd.

-De seguro estaba demasiado enojado el otro día; odié que le gritara a mi Cleo, pero supongo que debería volver a llevarse con nosotros. Después de todo, él no es así siempre.

-Es cierto hermano. Gil debería seguir siendo nuestro amigo- dijo Holt.

-Si mi Deucey dice que lo acepta de vuelta, yo también. Puedo entender el dolor que siente ahora mismo. Yo lo he sentido. Pero todo le saldrá bien al final, como a mí, claro.

-Yo creo que deberíamos perdonarle lo del otro día; no podrá hacerlo de nuevo de todas maneras ¿o sí?- agregó Heath

-Pues no debería. Ya creo yo que niño cobarde de agua dulce estar recibiendo suficiente castigo por lo que hizo. Yo perdonarlo si Lagoona hacerlo.

-Yo igual. Ha sido un patán y solo si Lagoona acepta que vuelva a ser nuestro amigo yo también lo haré.

-Yo si quiero que las cosas vuelvan a ser como antes- exclamó Draculaura.

"De acuerdo" añadió Moe sin prestar atención; buscaba desde hace horas hablar con su novia, pero esta seguía sin contestarle llamadas ni mensajes.

-Pues bien -habló Frankie- si todos están de acuerdo con eso, sólo falta que Lagoona decida.

Todos los chicos voltearon a verla.

-Mis problemas con él solo son míos, a fin de cuentas, y de todos modos ustedes mis niños me apoyarán ¿cierto?

-Aquí estaremos- aseguró Clawdeen.

Tras acabar de comer, Frankie se dirigió a la muchacha marina:

-Ya es hora- dijo señalando su reloj, sin dejar de mirarla.

-Sí. Está bien, cariño. Deseenme suerte...

Se dirigieron directo a una mesa en los límites del comedor externo. Gil se encontraba sentado solo, absorbiendo las hojuelas bocadillo para peces mediante una sonda que salía de su casco. Lagoona se acercó a él por un lado, quedándose como a un metro de distancia:

-Ey, tú, energúmeno. Escúcha bien lo que te voy a decir, porque sólo lo haré una vez...

-Ehm...

Ella le hizo un gesto de stop con la mano.

-Lagoona, ¿pero qué haces? no acordamos hablarle así- le susurró Frankie al oído.

Lagoona le puso la mano en frente de sus labios haciendo un gesto de silencio. Entonces continuó:

-Hablé con los demás hace un rato, y ellos acordaron perdonarte con una condición; que nunca más te portes como un idiota con ellos. Ahora mismo puedes volver a sentarte en la misma mesa y hablarles, en la misma mesa...que yo.

Gil se puso feliz al escuchar aquello:

-Gracias chicos. Yo también lo siento por mi actitud del otro día. Lagoona yo...

Y mientras se paraba de su asiento para acercarse, ella le hizo otro stop:

-Alto ahí, no te emociones. Quiero que te quede clara una sola cosa- y alzando la voz lo señalo con una mano mientras ponía la otra en la cintura- pienso fingir que lo que hubo entre nosotros jamás sucedió, y tú jamás podrás dirigirme la palabra de nuevo. Olvidaré quién eres y lo que fuiste para mí, pero jamás, óyeme bien, jamás pienso perdonarte por lo que hiciste.

La expresión del chico volvió a ensombrecerse por esto último, y evitó esa mirada que le apuñalaba el corazón como un picahielo muy afilado. Entonces él se limitó a seguir a las chicas hacia las mesas de adentro. En eso Lagoona le dijo, sin volverse a mirarlo:

-Y por cierto, el cómo hagas para recuperar tu reputación es problema tuyo. Haré hasta lo último para que ninguno de nosotros te ayude con eso.

Frankie la había desconocido por completo al oirla decir todo lo anterior tan fríamente. Se sentía muy triste; las cosas no mejoraron como ella hubiese querido.