Miro la cuidad bajo sus pies, era enorme, oscura y de cierta forma, era brillante. Aquella cuidad que era suya, que siempre sentía que estaba justo ahí, bajo sus pies. Se dio unos minutos para contemplarla, como todos los días, unos minutos para apreciar su propio mundo, la que prometió proteger celosamente, Gotham.

Lanzo un suspiro y se volvió para mirar a su espalda, ahí estaba ella, Spectre. La había conocido quizás hace unos 4 meses, era una vigilante decente, tenía buen estilo de pelea y le había enseñado algunos trucos, tenía potencial y él no iba a desperdiciarlo.

-¿siempre la miras como si fuera tuya?

-es que es mia

Tenía una sonrisa que le alegraba, una sonrisa pegajosa, que siempre lucia con un labial rojo oscuro junto a su piel pálida, tenía un corsé de kevlar que él le había conseguido, unos pantalones ajustado con botas, una chaqueta con capucha y guantes para no dejar ni una sola huella. Se sentó a su lado y se quitó la capucha dejando caer su cabello oscuro por su espalda, lleno de onda. Busco en una bolsa de papel y le entrego un sándwich envuelto en una servilleta y tomo uno para ella. Acepto sin decir nada y comenzó a comer, era casi una tradición tomarse un descanso mientras que comían un bocadillo, hablando alguna que otra cosa. Luego de comer ella se acercó a él y deslizo su dedo por la frente del pelinegro

-tienes un moretón

-¿preocupada?-dijo con una leve sonrisa

-claro que si-busca en su bolsillo y le aplica un poco de crema- con esto ya por la mañana no tendrás ni un solo rasguño

-t-tengo que irme-dijo levemente sonrojado- el deber llama

-tus súper amigos, dirás-dijo riendo antes de levantarse- ok… nos vemos entonces, Robin

Dio un largo suspiro y comenzó a andar por la cuidad hasta encontrarse con sus amigos, Superboy que se mantenía la mayoría del tiempo en el aire, en lo que Damian creía firmemente que era el simple hecho de que él podía y que ellos no. También ahí estaba Colín Wilkes, que estaba devorando algunas galletas sentado en el suelo, eran sus mejores amigos y cada vez que podían salían a patrullar o solo a reunirse, sobre todo en la pequeña cueva que tenía Damian en un viejo edificio, el que tenía una sala con una mínima cocina y una habitación. Era lo suficiente para que ellos se reunieran y jugar algunos videojuegos o comieran un bocadillo

-es tan hermosa, admítelo… mucho más sensual que Babs o Steph-hablo Abuse a Robin

-ni siquiera lo había notado

-te derrites por ella-dijo el pelirrojo riendo

-creo que … ella es más linda-dijo Superboy

Jon apunto a una pantalla gigante que ilumina a lo lejos, pasaba una propaganda de una empresa de tecnología, la que se basaban sobre todo en equipo médico y rescate, fue cuando apareció ella, Kat Watson. Tenía el cabello hasta los hombros, castaño y los ojos verdosos, siempre con una sonrisa. Jon soltó un suspiro antes de que desapareciera su imagen mientras Colín lanzaba una sonora risa

-¿Kat Watson? ¿te gusta Kat Watson?

-es linda ¿qué tiene de malo?

- ¿además de que es inalcanzable? -dijo Colin– ella es dueña de su empresa solo con 20 años, una empresa multimillonaria, si no es que más, Oxford doctorado con honores y además mucho antes de lo normal, ella misma diseña sus cosas, incluso está envuelta en proyectos de la nasa

- es amable y muy sociable-dijo el pelinegro tranquilo

- ustedes tienen química, eso sin negarlo, por eso todos especulan su relación secreta-hablo Jon

-pero no la tenemos -dijo con el ceño fruncido el pelinegro-dejen de hablar de eso, idiotas

No era que no estuviera interesado en Kat, solo que todos tenían razón, ella parecía intocable, era tan respetada por todos, raramente se escuchaba un mal comentario de ella. Parecía la chica correcta, la que su padre aprobaría de inmediato, y quizás era eso lo que le impedía formalizar cualquier cosa entre ambos.

La mañana siguiente se levantó adormilado, solo deseando quedarse unos minutos más cobijado entre las sábanas, pero el mayordomo fue persistente hasta que logro sacarlo de la cama hasta una buena ducha.

Salió hasta la cocina para comenzar a comer lo que Alfred le había preparado mientras le recordaba algunas cosas sobre su viaje. Su primera feria de tecnología solo, tenía algunas cosas geniales que mostrar, pero esta era su primera vez solo en algo como esto, todos estaban expectante a ver si triunfaba o fracasaba.

-y recuerde no tener esa expresión arrogante en su rostro

-solo estoy leyendo lo que me dejaste Alfred-suspira- no es para tanto

-no habrá nadie supervisando, y todos sabemos cómo actúan los jóvenes con hormonas alborotadas

- ¿hormonas alborotadas? -frunce el ceño- ¿de qué hablas?

-escuche claramente a él joven Wilkes hablar de una chica anoche, al parecer no sabe aún apagar su comunicador

-Kat Watson-suspira

-espero que la trate como una dama, ya he tenido el placer de hablar con ella

-¿tu?

-sí, el amo Bruce se interesó en ella hace unos años, le dio un empujo por así decirlo… muy amable, debería considerarlo

- ¿ella solo llego y hablo contigo?

-si, a pesar de que yo me encontraba en una esquina, ella se acercó a preguntarme como estaba y si quería alguna cosa, eso fue cuando fuimos a verla a su casa

-lo pensare Alfred

-invítela a cenar, conózcala y si no, se hará buena publicidad

Si su padre se lo hubiera dicho, no hubiera hecho caso, si uno de sus hermanos le hubiera dicho algo así, aun menos, pero era Alfred. Era quien le había cuidado tanto tiempo, quien siempre se preocupaba por él, mimando incluso ahora cuando se revisó el bolsillo noto tenía unas galletas con chispas de chocolate, por él, lo haría.

Apenas bajo del avión trataron de pregunta por él, estaba lleno de periodistas y entre ellos, su amigo, Jon White, pero no iba a hablar ahora, paso a prisa y se subió al auto que se suponía tenia para él, pero a su lado se encontrar una mujer que le miraba divertida

-Katherine...

-Damian-dijo riendo- es una coincidencia bastante extraña ¿no?

-¿quieres que me baje?

-no-sonrió- seguro podemos compartir ¿Dónde vas?

-Langham ¿tu?

-Waldorf Astoria-sonrió- ¿pero que tal un almuerzo primero?

-por que no