Hola! Este es mi primer fanfic espero que les guste, pero sobretodo que me digan que opinan y si es buena idea que lo continue. Gracias (c:=
Tu fotografía
Fue algo impulsivo pero te vi ahí parado, tan concentrado y calmado. Tenias la mirada perdida en tu celular, y tus ojos brillaban con ternura, supe bien que estabas contestando un mensaje de tu hijo. Antes de que me dijeras que era Parker, lleno de orgullo y entusiasmo, yo lo pude leer en tu sonrisa. Si, de alguna manera leerte a ti me es algo fácil, incluso natural. Tal vez mis habilidades sociales no son las mejores, y leer al resto del mundo se me hace algo complejo, pero a ti te conozco mejor que a mí misma y me aterra.
Te veías exactamente como me gusta verte, y quería mantenerte así en mi memoria. Pero no me basto, tenía mi celular en la mano y tome la foto. La verdad es que me sentí como una niña haciendo una travesura sin sentido. De repente el calor invadió mi cuerpo. Provocas en mí sentimientos a los que no estoy acostumbrada.
El resto del día fue irónicamente un placer y a la vez un martirio. Te tuve a mi lado por horas, y normalmente me se controlar, evito saltar sobre ti y devorarte a besos. Pero hoy solo pensaba en la foto, en donde la iba a poner, en lo bien que te veías, en lo que esa foto me hace sentir.
Tú lo notaste, lo sé porque durante todo el trayecto me estuviste mirando inquietantemente. Jamás había pasado tanto tiempo contigo en un mismo lugar. Es casi asfixiante, respirar constantemente tu aroma y no poder embriagarme de él bebiendo de tu pecho. Viajar contigo es siempre interesante, pero 10 horas en auto fueron interminables. La idea de tus manos sobre mi piel, daba vueltas en mi cabeza una y otra y otra vez.
Hay una razón por la que elijo viajar en primera clase, mientras tu estas en turista, cuando viajamos en avión, y es que me conozco y sé que la sensación de tu cuerpo tan cerca del mío por más de unos minutos puede hacer que mi mente se nuble por completo.
Es hilarante como suceden las cosas, desde que te conocí mi mundo se volvió incierto y lleno de cambios drásticos. Nunca estoy segura de poder cumplir con mi agenda, solía llevar un horario perfectamente establecido hasta que tú empezaste a aparecerte de manera inesperada a cualquier hora del día, con algo interesante o con cualquier pretexto. Hoy en día ya no me importa la razón solo me importa ser tu compañera y acompañarte a donde sea.
Esta mañana apareciste frente a la puerta de mi departamento, me entregaste el archivo de un caso y dos horas después ya estábamos en tu auto camino a un pueblo prácticamente olvidado en busca de respuestas. En qué momento decidimos viajar por carretera no lo recuerdo y no sé que me hiso pensar que sería una buena idea. Me duelen la espalda y la cadera por estar tanto tiempo sentada. Mis muslos se sienten pesados y mi pies dormidos. Y a pesar de todo el malestar que mi cuerpo padeció durante el viaje, lo volvería a hacer por el puro gusto de estar encerrada en un pequeño mundo en el que solo estamos tu y yo, y alrededor no hay nada más que kilómetros de vegetación y nada cercano a muerte y dolor.
Una vez que llegamos al pueblo, me entretuve en analizar la evidencia del caso y fue un poco más sencillo estar junto a ti y concentrarme en algo más que no fuera tú entrepierna. Esa es la realidad, te deseo y daría lo que fuera por tenerte una noche entre mis brazos, enlazados con las piernas entre las sabanas bañadas de nuestro aroma y humedad después de mostrarte todo lo que significas para mí.
Son las 11 de la noche y no pienso en otra cosa. Ya intente concentrarme en el caso, ya llame a Ángela, ya leí, ya escribí una serie de ideas para mi nuevo libro y aun así no dejo de detenerme cada minuto a ver tu foto. Ya no sé como contener las ganas de quemarme con tu piel. Veo tu foto, y observo cada detalle, tu cabello, tu sonrisa, tu boca, esa boca que me hace morderme el labio y gemir ligeramente al imaginarla besándome centímetro a centímetro. Amo el traje nuevo que compraste, y con el que sales en esta imagen. Los chalecos hacen que tu pecho se vea aun más firme y sensual. Marcan tu cintura y llevan mi vista directamente a tu cinturón, hacia esa hebilla que me ha provocado noches de desvelo. Bajo la mirada hasta recorrer tú entrepierna, y recuerdo la ves que te vi desnudo. Eres un hombre increíblemente excitante. La boca se me seca al pensar en lo delicioso que debe de ser tu miembro.
Antes de perder la razón decidí escribirlo todo, ya que no tengo el valor de decírtelo. Necesito sacar tanto deseo de mi sistema, antes de perder la razón. No sé si ver tu foto de nuevo e intentar satisfacer mis necesidades por mí misma, o bañarme en agua helada antes de que mi temperatura se eleve a niveles peligrosos. Mañana me esperan otras 10 horas de camino de regreso a casa, ya que aquí no conseguimos nada útil. Dudo mucho de mi capacidad de aguantar ese viaje sin desmayarme, no tan pronto.
No se supone que el leyera esas palabras, pero una vez más el creía en el destino.
