Sabia que aún estaba viva, el dolor producido por mi tobillo izquierdo lo confirmaba. Tenia que abrir los ojos, pero un extraño miedo de ver algo de lo que no estaría de acuerdo me acompañaba en mi esfuerzo por separar mis parpados. Poco a poco mi iris fue admirando el cielo gris que se dibujaba ante mi, lo admire por unos segundos y después incline mi cabeza hacia mi cuerpo, quería averiguar que me causaba ese extraño y punzante dolor en mi tobillo, mi blusón estaba desgarrado, dejando a descubierto parte de mi sostén, no le di importancia.
Con una gran esfuerzo me senté para poder mirar mejor mi cuerpo, en mi abdomen habían rasguños, pero la mayoría ya habían cicatrizado. Por fortuna mis jeans seguían ahí, en mi rodilla había una mancha rojiza que bajaba hasta mi espinilla, mis pies estaban desnudos, ni calcetines ni zapatillas. Una extraña marca en forma de arcoíris se había plantado sobre mi tobillo, comprendí que era eso lo que me causaba ese dolor agonizante.
Traté de ponerme de pie, pero el dolor me lo impedía, solo logre arrastrarme debajo de un pino para sentarme y recargarme sobre el tronco. No sabía si saldría viva de este bosque, solo sabía que el dolor no pararía hasta dentro unas horas. Delante de mi paso una ardilla a un costado de mi pie, tenia demasiada hambre, pero, era mas mi sed. Por instinto mi mano se alzo y arremetió contra la ardilla, la alcance a tomar de su cola esponjada, con mi otra mano la tome de su cabeza y con un girón de mis manos en dirección contraria, la ardilla dejo de moverse.
Era muy extraño, la carne de este animal no era mucha, pero nunca paso por mi mente ingerirla hasta que de la comisura de mis labios la sangre de la pobre ardilla caía gota tras gota, pero, por fortuna, la sed había cesado. Intente de nuevo levantarme y ahora lo hice de una manera fenomenal, increíble, lo había logrado, al final de la acción di un pequeño salto que provocó que mi cráneo se estampara con una rama, la rama se rompió lanzando astillas por todos lados, y mi cabeza estaba intacta. Quede atónita con lo sucedido.
Corrí hacia un sendero que se lograba ver hacia lo lejos, mi velocidad era imposible, me detuve 2 segundos después, mire mis manos, mi cuerpo, todo estaba como nuevo, menos la cicatriz de mi tobillo. Lance una patada a un pino que estaba cerca de mi. El suelo se simbró y miles de chillidos salieron de la copa del pino junto con decenas de pajarracos y, el pino se rindió ante mis ojos y cayó al suelo. "Seguro es un sueño" pensé me pellisque mi brazo derecho, pero no sentí dolor, lo intente de nuevo pero con aún mas fuerza y no senti nada. Había corrido demasiado en esos 2 segundos que la carretera estaba a unos ocho metros.
Hola...¡ Pues notaran que este capítulo es muy pequeño pero solo es algo así como la introducción, espero que les guste, mas adelante Rihnoa conocerá a Edward y Bella.
