La oficina del coronel era bastante silenciosa aquella mañana. Solo se oían el boligrafo de Mustang firmando papeles, la pistola de Hawkeye cuando el alquimista se detenía, y los maullidos de un gato callejero que jugaba con Al. Ningun grito, ningun insulto, ninguna amenaza.
Ed se tuvo que ir en misión sin su hermano esa mañana, ya que era algo que requería extrictamente la presencia de un alquimista de estado, nadie que no fuera del ejercito habría podido ir, por lo que el Elric menor se vió obligado a quedarse en Central. Luego de despedirse y de hacerle unas recomendaciones a su hermano como "no hagas idioteces" y "no te metas en problemas", la armadura había tomado el camino de regreso al cuartel, pero se detuvo en un callejón.
Alguien había abandonado un gato en una caja, y conociendo Al, ese gato no se quedaría allí.
Hawkeye y Mustang se sorprendieron bastante cuando el chico, sentado en la oficina, sacó un gato del interior de su armadura, como no se habían dado cuenta? Al parecer su hermano mayor debía tener alguna especie de sexto sentido oculto para darse siempre cuenta de cuando el menor escondía algun animal. Por esa vez lo dejaron quedarse con el gato el tiempo que se tardara Edward en terminar su misión, sabiendo cuanto Alphonse quería a los gatos y cuanto Edward odiaba que los metiera en su armadura, además de vez en cuando no le haría daño sentirse más como un niño.
Aún teniendo ese cuerpo privo de emociones, era facíl ver como el chico estaba tranquilo y feliz en ese momento, casi como un chico normal. Seguramente habría sonreido de poder hacerlo.
-Alphonse, puedo hacerte una pregunta?-
-Hm?-
-Porque sigues recojiendo los gatos callejeros si Acero no quiere que lo hagas?-
-Realmente no lo se, creo que es porque me siento como ellos.- respondió muy tranquilamente la armadura, sin dejar de mimar al gato. El alquimista de fuego lo miró bastante confundido. –un gato callejero no tiene casa, siempre está hiendose de un lugar a otro buscando lo que necesita, no tiene ninguna familia por la cual detenerse en alguna parte, como mi hermano y yo; no se apoyan en nadie que no les esté ofreciendo ayuda. Me gusta pensar que haciendo esto estoy ayudando a alguien como nosotros, aunque no logre hacer mucho.- concluyó el Elric con un tono bastante confundido. Era resignación? Era tristeza?
-Ayudando a alguien como ustedes?- los dos militares no pudieron contener una sonrisa. La preocupación de ese chico hacia los demás ignorando su condición era admirable. El coronel se le acercó apoyandole una mano en la cabeza, tal como lo haría con un niño pequeño. –eres igual a ese camarón de tu hermano.- Alphonse no pudo contener una risita, y Hawkeye ante esa escena no escondió una calida sonrisa.
"Aunque sigas negandolo, ya eres como un padre para ellos coronel." Y se alejó un momento para no arruinar el momento tan tierno. Justo como entre padre e hijo.
