MONSTER NATION 2

(Parte Uno)

Escrito por Federico H. Bravo

REPARTO

Jackie Earle Haley…Freddy Krueger

Derek Mears…Jason Voorhees

Tyler Mane…Michael Myers

Doug Bradley…Pinhead

Scout Taylor-Compton…Jessica Kimble

Tom Savini…Sheriff Ed Landis

Jamie Lee Curtis…Laurie Strode

Lisa Zane…Maggie Burroughs / Kathryn Krueger

Bruce Ramsay…Dr. Paul Merchant


Prologo

El Pentágono. Día.

Sala de Reuniones.

Los cuatro hombres reunidos en la habitación esperaron hasta la llegada del General para tomar asiento ante la mesa. Una vez que el anciano militar ocupó su puesto, la reunión dio inicio oficialmente.

-Caballeros… lo que van a ver y oír es material altamente clasificado, al que pocos tienen acceso. Confío en su discreción y lealtad para con las Fuerzas Armadas y este país al hacerlos participes de ello – dijo el General. Hizo una pausa. Los cuatro hombres asintieron – Muy bien – continuo – Hace algunos meses atrás, el Gobierno autorizó al difunto Dr. Emil Hammond la implementación de un proyecto secreto no convencional para destruir definitivamente al terrorista Osama Bin Laden y a la red de Al-Qaeda. El proyecto consistió en la captura y el reclutamiento a la fuerza de un equipo de psicópatas sobrenaturales de los que asumo, ya han oído hablar alguna vez…

-Freddy Krueger, Jason Voorhees y Michael Myers – dijo uno de los cuatro hombres, un sujeto alto y musculoso.

-Había un cuarto. Un sujeto inclasificable al que llamaremos "Pinhead" – siguió explicando el militar – Todos juntos fueron "utilizados" como una suerte de arma no convencional para acabar totalmente con los responsables del 11-S. Funcionó. Bin Laden y sus talibanes son historia, pero luego pasó algo…*

* (Para mas datos, leer mi anterior Fanfiction "Monster Nation". Nota del autor).

-Déjeme adivinar – intervino otro de los hombres. Llevaba la cabeza rapada y su mirada era muy astuta – Se fueron de control.

-Es una forma sutil de decirlo, sí – el General asintió gravemente – Los sujetos, a los que creíamos eliminados durante la operación, demostraron ser huesos duros de roer. Ni bien terminada la misión, se cobraron la vida de varias personas, entre las que podemos incluir al mismo Dr. Hammond – el militar repartió entre los cuatro sujetos carpetas gruesas con papeles – Estos son los estudios de Hammond. Los análisis de la personalidad de cada uno de estos sicóticos redactados por la desaparecida Dra. Angela Vargas están incluidos. Los leerán y estudiaran atentamente, antes de partir cada uno por separado en la misión que voy a asignarles.

Los cuatro hombres se miraron entre sí, sin decir nada. Finalmente, el más joven de ellos habló.

-General, permiso para preguntar.

-Concedido. Hable.

-Estamos acostumbrados a manejarnos en equipo. ¿Por qué desea enviarnos por separado a una misión?

-Por los riesgos que existen – le explicó – Caballeros, ustedes son lo mejor de lo mejor que la Armada tiene. Están entrenados por el Ejército para lidiar con situaciones extremas y poco convencionales. Pues bien, está será una tarea que requerirá de sus talentos, pero por separado.

-¿Y que tarea seria?

-Cazar y acabar con estos cuatro psicópatas.

Silencio. Nadie dijo nada. Todos se miraron.

-Caballeros, ustedes serán los encargados de destruir de una vez por todas, y para siempre, a Jason Voorhees, Michael Myers, Freddy Krueger y al ser conocido como Pinhead.


Cuando la reunión acabó, los cuatro hombres se juntaron en una habitación aparte para hablar. Eran un equipo formidable, aguerridos, y más de una vez estuvieron en acciones militares en conjunto. Esta sería la primera vez que actuaría cada uno por su cuenta.

-Sigo pensando que es mala idea – dijo uno de ellos.

-Bruce Williams, tu pesimismo me conmueve – dijo en broma el mas alto y musculoso de ellos – Cualquiera diría que tienes miedo.

-¿Y no seria lógico tenerlo? No me vas a decir, Arnold, que a ti un poco de "cosa" no te dan estos tipos – Bruce le mostró una foto de Jason. Su compañero la miró, enarcando las cejas.

-¿Cosa? ¿Este payaso con mascara de hockey? ¡JA! Es pan comido. Yo me encargaré de él.

Bruce lo miró. Arnold Schwartz era un tipo realmente extraordinario. Alto, musculoso, de origen austriaco, había escalado posiciones muy rápidamente en el Ejército. Si podía decirse que el equipo de los cuatro tenía un líder, ese debería ser el viejo Arnold. Pero pese a su prominente masa muscular e impronta de fisicoculturista, Bruce sabia que su amigo tenía un gran corazón.

Por ejemplo, en un operativo en Irak había salvado la vida de más de cien personas e, incluso, se decía que combatió a puño limpio con varios soldados enemigos bastante peligrosos… y les ganó.

Si existía alguien capaz de enfrentar a Jason Voorhees y vencerle, ese debería ser él.

-Suerte con eso – dijo otro de sus compañeros. Mostró la foto que tenia entre sus manos – Este es el que me toca.

Todos observaron el rostro cubierto por una mascara blanca de Michael Myers.

-Te sentara bien el viaje a Illinois, John – bromeó Bruce – Dicen que Haddonfield es una bonita ciudad… sobre todo, en las noches de Halloween.

-Muy gracioso, muy gracioso – John miró a su compañero meneando la cabeza – No cambias mas, ¿sabes? Siempre haciendo chistes tan malos.

Bruce rió. Le devolvió a su amigo la mirada, estudiándolo detenidamente.

John Stallon, "Rocky", para sus amigos más íntimos, si bien no era tan alto como Arnold, sí podría competir con él en musculatura. El mote de "Rocky" se lo había ganado por su extraordinario parecido físico con Rocky Balboa, el conocido boxeador de la película de cine.

John era un tipo comúnmente reservado. No era propenso a muchas demostraciones afectuosas en público, pero Bruce sabia que como en el caso de Arnold, Johnny era un buen hombre.

-En todo caso, este me toca a mí – Bruce suspiró. Mostró la foto que tenia. Era una instantánea de un tipo con sombrero y el rostro quemado de manera atroz – No está nada mal. Freddy Krueger… he oído historias espantosas sobre este tipo.

-Guárdatelas para ti – el mas joven del grupo volteó su foto para que todos la vieran – El tipo que me tocó a mí tiene mala pinta, ¿no? Es algo como: "miren, AMO el dolor".

La foto de Pinhead no le hacia ni remotamente justicia al terror que despertaba su sola presencia a quienes lo convocaban. Sin embargo, Vincent Disel, el cuarto y último miembro del grupo, no parecía asustado. Más bien parecía pronto a empezar con la misión que el General les había encargado a cada uno: destruir a aquellos monstruos.

Por un largo minuto, los cuatro amigos guardaron silencio, ponderando la difícil tarea que tenían por delante. Todos ellos eran buenos tipos; de existir una definición de "héroes" en los diccionarios, debería llevar la foto de ellos cuatro.

-Vamos a morir, ¿saben? – dijo John.

-Que sea con estilo – bromeó Bruce otra vez – Si me muero, quiero que sea cargándome al cabrón de Krueger conmigo para siempre.

-Muy bien – Arnold tomó su carpeta con toda la información que existía sobre Jason – Tengo un vuelo que tomar a Crystal Lake. Chicos, suerte a todos y cuídense. Si esto sale bien, habremos liberado al mundo de un gran mal.

Les tendió la mano. Todos se la estrecharon.

-Lo mismo digo yo – John asintió – Parto ya mismo para Haddonfield.

-Siempre quise visitar Ohio en esta época del año – Bruce miró a Vincent - ¿Y tú? ¿Dónde te toca ir para encontrarte con el alfiletero?

Vincent leyó su legajo.

-Amigo… no te lo creerías si te lo cuento.

Con aquellas palabras, el cuartero se separó. Les esperaba una ardua tarea, cuyo resultado seria incierto hasta haberla llevado a cabo.


PRIMERA PARTE

"Viernes 13"

1

El viaje de Arnold hacia Crystal Lake fue normal y sin contratiempos. Era una zona entre Massachussets y Nueva York, con una pequeña población llamada Forest Green en las inmediaciones. No era un pueblo muy grande pero sí atractivo para cualquier turista que deseara visitarlo. Eso, si obviamos la leyenda de Jason.

Los bosques adyacentes a Forest Green eran los que tenían mala fama; en ellos, Voorhees había cometido sus innumerables crímenes que tan triste fama le dieran tanto a él como al gran lago cercano.

Con un coche alquilado, Arnold llegó a Forest Green por la tarde. Se hospedó en un motel del poblado y aprovechó los momentos de libertad de los que disponía antes de ejecutar la misión para repasar la información existente que el Pentágono tenia sobre Jason.

Casi a su pesar sintió cierta fascinación por su objetivo. Según los datos, Voorhees era virtualmente imparable. Pese a que en la ultima ocasión su cuerpo fue hecho pedazos, se las arregló para transferir su alma a uno nuevo, con el cual volvió a las andadas, masacrando brutalmente a varios guardias militares en su sangriento camino de escape, de regreso a Crystal Lake.

Arnold leyó esto y mucho más. Se preparó para encarar una difícil tarea. Si tenía éxito, aquella maldad tan terrible causada por semejante engendro durante años y años terminaría.

Un par de datos inéditos sobre Voorhees llamaron su atención. Con sumo cuidado, los repasó para no equivocarse. Se trataba de lo siguiente: Jason tenía una media hermana.

Fruto de una relación clandestina de Elías Voorhees, su padre, con otra mujer, la chica había nacido apenas unos años después de que Jason se ahogara en Crystal Lake.

Luego que la mala fama del asesino comenzara a extenderse por la región, Diana Voorhees (tal era su nombre) renegó de su apellido y se lo cambio por Kimble.

Según el informe del Pentágono sobre el caso Voorhees, un hombre, un tal Creighton Duke, una especie de cazarrecompensas sicótico arrestado por el FBI, declaró en cierta ocasión que solo un miembro de la familia Voorhees podría parar al engendro.

-Un Voorhees le dio la vida; otro Voorhees es lo único que puede quitársela – dijo Creigthon. Eso significaba que solo los miembros del linaje de Jason podían pararlo y que, mientras no ocurriera, el asesino enmascarado nunca podría descansar en paz ni ver apaciguada su infinita sed de sangre.

Arnold ponderó todo esto antes de actuar. Si todo era cierto, era seguro que Voorhees también lo sabría… por lo que la vida de Diana Kimble estaba en peligro.

Jason la eliminaría para que nadie pudiera usarla contra él.

Era urgente, imperioso, actuar cuanto antes. Primero lo primero. Debería contactar con Diana y protegerla. Después, buscar la forma de erradicar a aquél engendro diabólico de la faz de la Tierra para siempre.