¿QUE VALE MAS?

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Personajes de JK. Rowling.

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Advertencias: Mundo alterno, Violencia, Violación, Muerte de un personaje

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Summary: Draco lo tenía todo, dinero, una carrera y una vida resuelta hasta que conoció a ese chico de ojos verdes. Draco/Harry SLASH


Capitulo 1 – La ley al estilo Malfoy


" Lic. Draco L. Malfoy "

Era la inscripción que se leía fuera del despacho donde en ese preciso momento dos jóvenes sudorosos se colocaban sus ropas.

-Te puedes largar Blaise, tengo que trabajar- dijo el rubio a su compañero

-Pe.. pero Draco –paso saliva el antes mencionado – Acabamos de hacer el amor

Draco, que en esos momentos se colocaba bien su corbata volteo con gesto divertido

-En primera Blaise, yo no pedí nunca que te acostaras conmigo, te recuerdo que tu te me ofreciste como cualquier ramera y en segunda ¡madura imbecil!, fue solo un acostón... admito que me la chupaste como ningún otro y que tu trasero es de lo mas apetecible. Pero nada mas

-Estas jugando... verdad... – Blaise se encontraba a punto de romper en llanto, Draco llego al punto máximo de su paciencia y saco su chequera del cajón de su escritorio llenándolo con rapidez

-Toma y largate ahora mismo, no te quiero volver a ver cerca de mi- Dijo extendiendo el papel en el cual se podía leer una muy considerable cantidad, el muchacho lo tomo y salio dejándolo por fin en paz.

"Así son todos", pensó y fue hacía su escritorio

Ahí estaba Draco Lucius Malfoy, un joven apuesto de cabello rubio y con un porte digno de la realeza, hijo del aristócrata empresario Lucius Malfoy, que a pesar de esto, había hecho de su hijo un hombre frío y ambicioso pues desde su mas tierna infancia jamás le facilito las cosas dejando que este luchara por conseguir lo que quería. Era por esto que Lucius se jactaba de haber hecho un gran trabajo con su hijo pues hacía dos años ya, que Draco se había graduado de la carrera de Derecho como el mejor promedio de su generación y pasaron solo algunos meses para que se le otorgara el grado de especialista en Ciencias Penales.

En su presente era uno de los abogados mejor cotizados de Inglaterra era por esto que a su corta edad tenía todo lo que deseaba, un departamento en la zona mas exclusiva de la ciudad, un carro deportivo que era envidia de sus colegas, las ropas mas finas y caras de Europa así como sexo fácil y seguro con todos, mujeres y hombres, de la alta sociedad londinense que el quisiera, teniendo únicamente que dedicarles una sonrisa coqueta y ya... su diversión nocturna estaba garantizada.

Había pasado noches enteras estudiando, había llorado al no obtener las calificaciones que esperaba y su orgullo había sido pisoteado miles de veces por profesores prepotentes pero al final se había levantado orgulloso con una mención honorífica y una especialidad. Así que consideraba que todo lo que tenía era lo justo por tanto tiempo de sufrimiento y no le importaba la opinión de los demás ni a quien tuviera que pisotear en su camino hacía el éxito. El se lo había ganado.

-Ahora a trabajar- dijo para si fastidiado, y abrió uno de los folders que tenía sobre su mesa, tenía que preparar su discurso de cierre para el juicio de la mañana siguiente y el idiota de Blaise solo lo había entretenido y en ese momento el timbre de su teléfono sonó

-Señor Malfoy

-Si Angelina- respondió a su secretaria, muda testigo de sus interminables conquistas

-Le recuerdo que tiene una cita hoy con el juez Cornelius Fudge en su despacho.

- Demonios, lo había olvidado, gracias Angie

Minutos después salio un presuroso Draco quien aún iba luchando con su portafolios pues no lo lograba cerrar

–Hasta mañana Angelina, ya puedes cerrar y cancela mis citas de mañana porque supongo que me voy a pasar todo el día en los juzgados.

La secretaria no alcanzo a responder pues su jefe ya se encontraba fuera, solo sonrió. A su consideración su jefe era solo un muchachito presumido que tenía que encontrarle el sentido a la vida, pero en fin, ella solo era su secretaría y seguro le cerraría la puerta en sus narices o peor aún... la despediría si se le ocurría comentar algo así que no se arriesgaba pues una nena de 3 años la esperaba en su casa cada noche. Ser madre soltera era bastante complicado.

"5 minutos tarde, demonios" pensó después de presentarse con el secretario del juez Fudge

-En un momento lo atenderá

-Gracias

En ese momento sonó su celular, para su alegría era Bellatrix Lestrange esposa se su defendido

-Si señora, buenas noches ... si todo esta bien. De hecho me parece conveniente informarles que voy a querer un millón mas para mañana... muy bien, me parece perfecto, nos vemos en el juzgado. Adiós

-Licenciado Malfoy, ya puede pasar – El secretario abrió la puerta de la oficina de su jefe esperando que el visitante pasara

-Juez Fudge – Draco extendió su mano hacia el hombre que se acababa de levantar de su silla para recibirlo – Muchas gracias por atenderme

-No me agradezca Abogado- y le indico la silla frente a él

-¿No quiere tomar nada?

-No, estoy bien, gracias

Ese era el típico protocolo que se debía llevar a cabo cada vez que alguien entraba en esa oficina

-Muy bien Draco... te puedo llamar así verdad

-Claro juez Fudge – dijo con su mejor tono de conquista marca Malfoy, el odiaba hacer esto pero de alguna manera tenía que ganar su caso

Paso media hora de conversación vanal sobre el estado de salud de Malfoy padre y la hermosa fiesta de navidad a la que habían invitado al juez cuando este inicio la conversación sobre el caso Lestrange

-Sabes Draco, y que esto quede entre nosotros dos únicamente

"perfecto" la chispa de la victoria hizo sonreír al joven –¿Que pasa señor?

-Aún no he llegado a una resolución sobre tu caso, he de admitir que el abogado Lupin ha sabido enfrentarse a ti

-Maldito andrajoso- murmuro Draco para si –Fudge lo miro divertido

-Estoy seguro de que usted encontrara finalmente al señor Lestrange inocente – respondió educadamente

-Claro Draco... y parece que tu estas muy comprometido con esto – Fudge lo miro con lasciva mientras que su mano se posaba en la entrepierna del rubio

Minutos después se encontraba apoyado contra el escritorio mientras que Fudge lo penetraba con fuerza una y otra vez antes de terminar dentro del joven.

El juicio había concluido y Draco, tal y como lo esperaba, había ganado el caso, la cara de Lupin era algo que jamás iba a olvidar, ese momento justo cuando el juez había dicho que las pruebas presentadas no habían mostrado mas que especulaciones en contra del señor Lestrange así que no había mas que declararlo inocente. La sala se vio envuelta en un gran tumulto, pues algunos periodistas querían entrevistar a los señores Lestrange, mientras que otros se acercaban a tomar las impresiones Remus Lupin quien había perdido el caso frente al que había sido su alumno años antes.

-Licenciado Lupin ¿Qué opina de la resolución del juez Fudge?

-Abogado Lupin ¿Qué opina de que su ex alumno Draco Malfoy lo haya vencido...

Las preguntas resonaban en su cabeza mientras caminaba hacía la salida del edificio

-Sin comentarios- Su taxi ya lo esperaba, la diferencia con el joven Malfoy era evidente, Lupin era profesor de la universidad y solo tomaba casos especiales, de personas que no podían pagar quien los representara. Su espíritu bondadoso no lo había llevado a tener fama y riqueza sino una carrera larga llena de sinsabores pero el esperaba con fé que en algún momento la justicia fuera para todos y no solo para personas poderosas.

Los periodistas se rindieron y fueron a abordar a Draco

-Señor Malfoy, ganó uno de los casos mas complicados de este año ¿cómo se siente?

Draco regreso su mirada y observo a la periodista evaluando su pregunta, la mujer dio unos pasos hacía atrás. Sonrió mostrando su perfecta dentadura blanca

-Pues simplemente que la justicia se hizo presente. No mas comentarios

Una lluvia de preguntas lo siguieron hasta que se subió en su carro y salio a toda velocidad del lugar.

Así era la ley, la ley estilo Malfoy

Eran altas horas de la noche cuando escucho que tocaban a su puerta

-Que demonios...- Se levanto de su cama y coloco presuroso su bata

–Ya voy!, ya voy... - ¿Quién demonios osaba en tocar SU puerta?, a ESAS horas de la noche; abrió con prontitud y ahí frente a el se encontraba su viejo maestro de la universidad Remus Lupin

-Oh vaya, pero si es usted profesor, pase... esta en su casa - La malicia se notaba en su gesto

-Draco, necesito hablar contigo

-Claro, pero antes ¿Desea tomar algo? – indico el sillón de su recibidor

-Agua, por favor – Draco lo miro decepcionado pero sin decir nada camino hacía su cocina trayendo consigo la bebida pedida por el recién llegado

-Y bien, debo decir que esta no es una visita muy común – miro el reloj sin el mas mínimo reparo, como queriendo hacer notar lo poco adecuado de su visita

-Disculpa, yo se que es bastante tarde pero tenía que hablar contigo, no podía postergar mas esta platica

-Lo escucho- se sentó en una silla mientras que tomaba de su copa llena de licor

-Draco, yo se que piensas que lo que haces esta bien pero te tienes que dar cuenta, hoy ayudaste a dejar libre a un asesino. Sabes que Lestrange fue quien mando a golpear a ese señor... por dios Draco... dejo a su esposa embarazada y a 2 niños mas. ¿Qué piensas que va a poder hacer ella?, la comida para sus niños, su educación. – tomo un poco de agua – No se lo que hiciste para que el juez lo declarara inocente pero se que estas conciente de que no fue lo correcto...

Draco no dijo nada, solo espero hasta que el mayor termino de hablar

- "Como abogado defensor no se debe cuestionar al cliente, solo se debe ser lo suficientemente listo para ganar..." – respondió recitando de manera mecánica las palabras de uno de sus libros – "... se debe ser analítico y saber manejar los recursos disponibles..."

-Draco, por dios – miro al joven exasperado

-No Lupin, ya no, te recuerdo que dejaste de ser mi profesor hace años y no puedes venir a mi casa a estas horas a darme clases de moral, cada quien hace con su vida lo que le place y para ser sincero yo te admiraba. Te admiraba hasta que me di cuenta del poco valor que tienes, pregonando siempre tu asqueroso cántico de paz e igualdad. Madura Lupin, ya estas en edad- paso saliva furioso – Ahora largate de mi departamento

Los ojos de Draco eran fríos y mostraban la furia que sentía, camino con pasos largos hacía la puerta y la abrió esperando que el otro hombre saliera

- En algún momento te vas a dar cuenta Draco y cuando eso pase estaré ahí para ayudarte

Draco respondió con un bufido y cerro con fuerza creando un estrepitoso sonido.

-Estupido- Dijo lanzando la copa hacía la pared

Esa noche Draco Malfoy ya no pudo dormir, el reloj marcaba las 6 en punto cuando decidió tomar una ducha. Era sábado y el no trabajaba nunca los fines de semana, a no ser que un futuro cliente le extendiera un cheque con una buena cantidad que comprara su precioso tiempo... pero no, como ese cliente no se había presentado aún se puso unos jeans y una camiseta deportiva disponiéndose a una larga caminata.


Continuara ...

Espero que les haya gustado, por favor dejen comentarios y den opiniones acerca del rumbo que va tomando la historia.

Besitos. n.n