bueno, esto aunque parezca un sesshoumaru!centric no lo es. en realidad hay otro personaje que aunque no revelo, si doy pistas y es un poco obvio. Al final diré quién es por si no lo observan.

hay minúsculas después de puntos seguidos y aparte.


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Hay una gran mesa. Es larga y casi infinita. casi porque a veces siente calor y en su lado no hay ventanas. Sólo un rincón oscuro y unos ojos que lo ven todo.

(sus ojos, dos piedras que quieren descifrar la geometría del universo, quieren alcanzar fin del mundo, quieren ser lo más lejano)

Pero siente calor. A veces. El calor es insoportable. Es pegajoso y sucio. cansino. Como el amor. No lo sabe pero lo ha visto. Su padre, derrumbado de tanto soportar las costillas de aquella mujer en sus manos cayó rendido bajo la madera ardiente.

(engullido por la fuente de su poder. amor, alguna vez lo mencionó.

tan borroso y tan efímero que Sesshoumaru cree que es una ilusión.

Él no quiere ser una ilusión.)

Sus dedos sienten la calidez. Un hormigueo, es compañía. Clava las garras en la mesa queriendo destruirla. Cruje pero no se rompe. (La madera necesita fuego) Sesshoumaru está frío.

(y no es lo suficientemente fuerte para destruir la energía que mueve al cosmos.

Son muchas cosas. Tantas y tan incomprensibles que es imposible tocarlas o imaginarlas.

Él no puede separarse más.

)

La mesa no es lo suficientemente infinita. Sesshoumaru se niega a aceptar ser alcanzado por ese calor. Por algo invisible y abstracto, por algo que no puede ver ni tocar.

Se niega a ser devorado.

Pero el calor va cogiendo forma. poco a poco, por los contornos. Empañado porque sus ojos también pueden cegarse.

(él decide que creer, que mirar, que seguir

Nadie es dueño de su alma)

lentamente se va convirtiendo en fuego. No es brillante como Sesshoumaru –no obnubila, no destiñe tristemente- sino que es colorida e intensa. Cercana y absorbente, terriblemente hambrienta.

(él se niega a estar incompleto

Los inmortales no pueden ser parcialmente humanos)

Pero el calor tiene telas sanguinolentas que surcan sus contornos creando filamentos invencibles. Hilos sólidos que se entretejen años tras años entre la astilla de la mesa.

(Son hebras rojas que lo unen al calor, allí en los tobillos, desde que nació.

No se pueden romper

Cada minuto se forman nudos y Sesshoumaru no los ve, pero saben que están ahí)

Él quiere mantener esa distancia negra que los separa, pero no quiere que nada lo ate a ese calor. Entonces la mesa la necesita porque los aleja, pero al mismo tiempo no quiere nada en medio.

No quiere un puente.

(sólo un vacío

una pared

un infierno

para que nunca puedan estar cerca)

Lastimosamente para Sesshoumaru no hay nada de eso. Los hilos son demasiado resistentes, incluso más que la mesa –su preciado escudo-.

Saca las garras. La mesa no se puede destruir (no, al menos lo mantiene al otro lado del infinito)

Las malditas hebras nunca se romperán. Y el calor se hace más fuerte, y es rojorojorojo.

(sus ojos como los suyos)

Las garras le arden.


El personaje es Inuyasha. No, NO es incesto.