Disclaimer: Ni K Project ni sus personajes me pertenecen. Misaki Yata es totalmente exclusivo de Fushimi Saruhiko.

Advertencias: Ninguna.


Las cinco fases de Yata Misaki

Fase uno: Negación ̴

- Maldito mono, cómo se atreve a comenzar una pelea si no va a terminarla, tsk.

Kamamoto rodo los ojos ante las continuas quejas de Yata, sólo para proseguir limpiando la herida del brazo del castaño con un algodón.

- Dijiste que recibió una llamada por parte de Scepter 4, debió de haber sido algo importante –tomó otro algodón bañándolo en alcohol.

- ¡Pero eso no le da derecho para irs…¡arde! –soltó un grito al sentir el alcohol ingresando por su herida.

- Te lo ganas por andar peleando toda la vida –terminó diciendo Kamamoto mientras buscaba una venda en el botiquín que tenía encima de la barra del bar.

- Lo hubiera derrotado si hubiéramos podido terminar de pelear –soltó un suspiro- ¡Maldito rey azul y sus llamadas!

-Yata-san, acaso no será que te gusta Fushimi y te molestaste porque te dejo solo –inquirió con una mirada suspicaz el rubio. Y con esas palabras el color rojo subió por toda la cara de Misaki, mientras los demás chicos de HOMRA que se encontraban ahí comenzaron a reír expectantes por una respuesta.

- ¡¿Ah?! ¡Cállate! ¡No me gusta el maldito mono ese! –gritó con sus mejillas color granate mientras amenazaba a todo presente con los puños ardiendo en llamas, literalmente. Y dicho eso se retiró a su habitación, no quería seguir escuchando las estupideces que pensaba Kamamoto. Porque era más que obvio que a él no le gustaba Saruhiko.


Fase dos: Ira ̴

Cerró con fuerza la puerta, por no decir que la azotó, poniéndole inmediatamente el seguro.

- ¡Ah! ¡¿Cómo puede decir eso?! –se llevó las manos a la cabeza mientras exclamaba a todo pulmón.

- A mí no me gusta el mono de Saruhiko –tomó una almohada estampándola contra la puerta.

Sentía tanto enojo dentro de sí que no tardo en saltar a la cama, tomado otra indefensa almohada; y pensando que esta era Fushimi comenzó a golpearlas.

- No-me-gus-tas-es-tu-pi-do-mo-no –cada silaba que pronunciaba era un golpe, y así pronto la almohada comenzó a abrirse dejando salir las plumas del relleno.

Después, comenzó a rodar de un lado a otro en la cama, jalando las sabanas a su paso, mientras gritaba improperios y maldiciones.


Fase tres: Negociación ̴

El cuarto se encontraba hecho un desastre por donde se le viese. Había almohadas y plumas por doquier, la cama se había quedado sin sabanas y varias cosas se encontraban tiradas por todo el piso.

Por su parte Misaki se encontraba más calmado, tirado junto a la cama con ambas piernas arriba de esta. Su pecho subía y bajaba al compás de su respiración, a la vez que abrazaba una de las almohadas sobrevivientes.

- No me puede gustar Saru, es imposible –intentaba auto convencerse.

- Y esa sensación de cuando lo veo ha de ser porque pese a su traición era mi mejor amigo, y pasamos buenos momentos juntos, aun le estimo –hizo una falsa sonrisa- Si eso ha de ser.

Abrazó más la almohada intentando ocultar su sonrojado rostro mientras volvía a rodar de un lado a otro por la habitación.


Fase cuatro: Depresión ̴

Se encontraba sentado sobre la cama, con una manta cubriéndolo.

- Pe-pe-pero es un chico –susurraba- Y no cualquier chico, es un loco psicópata sádico acosador obsesivo compulsivo maniaco depresivo.

Colocó su rostro entre sus rodillas.

- Pero a pesar de todo solíamos llevarnos bien y sus ojos son hipnóticos y…y…y…me-me gus…pero…pero…

Un aura depresiva lo rodeó.

- No-no puede ser.


Fase cinco: Aceptación ̴

Acababa de terminar de poner en orden su cuarto, optando por acostarse sobre la cama.

En eso sonó su celular, y en al acto se giró hacia un lado para poder tomarlo.

Su corazón comenzó a latir rápidamente y sus ojos se abrieron al darse cuenta que se trataba de Saru. No tardó mucho en contestar.

- Bueno.

-"Mi-sa-ki-"

- ¿Qué quieres mono?

- "Tsk, tengo cupones para la nueva tienda de helados".

- ¿Y?

- "Hoy te abandone en medio de una batalla".

- Como si me importara.

- "Tsun-tsun…que lindo eres".

- ¡Cállate!

- "¿Entonces?"

- Yo-yo-yo…

- "¿Nervioso? Eres adorable, me encantas Mi-sa-ki ̴"

- No digas esas cosas ¡Tonto!

- "Tsk, que pena, yo quería ir a comer un helado con Misaki".

- Mono estúpido ¿cu-cuándo te dije que no iría?

- "Genial, estoy afuera del bar, no te demores Mi-sa-ki ̴ chu*"

Colgó su celular, dejándolo con las mejillas más que rojas, acaso, acaso eso último fue… ¿fue un beso?

- Mono tonto, no sé cómo puedes gustarme -comentó inconscientemente, mientras caminaba rumbo a la puerta.

Se paró en medio del camino, dejando a penas sus dedos rozar en el picaporte, percatándose de lo que acababa de decir.

Acababa de terminar las fases hacia la aceptación.

- Maldición…es verdad…me-me gusta.

The End


Hola aquí les dejo este pequeño fic que nació después de una clase de Psicología, y en disculpa por no haber podido actualizar ni antier, ni ayer, ni hoy, mi otro fic, pero me está costando el capítulo 7.

Espero que les haya gustado. Nos vemos!