Les seré muy sincera, esta historia iba a ser algo completamente diferente a esto, pero la idea simplemente se me metió a la cabeza y no se fue. Tenia que escribir aunque sea el prologo, y después de muchas dificultades para que quedara como quería, aquí esta al fin.
una historia que actualizare muy de vez en cuando porque es muy larga y pesada, para poder dar algo de calidad y que no se aburran, tomara tiempo hacer un buen trabajo.
En especial porque el protagonista es un Oc, y se que normalmente las historias así aburren o no llaman la atención, pero el punto es que el protagonista cuente su historia y la historia del pasado. Abra capítulos flashk back para algunas cosas, otras solo serán mencionadas y bueno..eso.
Advertencia: No tiene mucho caso ocultar que pareja es la del trasfondo porque es muy obvio, esto es un Hiccelsa. Asi pues, el primero que hago pero no el ultimo. No eh visto las series de HTTYD, solo las películas, así que a eso me apego.
si alguien tiene sugerencias, datos o algo de las serie de televisión que quiera compartir para hacer todo este mundo mas extenso son bien venidos.
sigo aprendiendo, criticas son bien recividas.
ya veré como es recivido el fic, tal vez lo borre o tal vez se quede, todo depende de como se den las cosas.
Prologo: Esto es…
Berk estaba sufriendo la peor tormenta de nieve que hubiera visto en mucho, mucho tiempo.
El pueblo se encontraba completamente paralizado ante las ráfagas que azotaban la tierra, de tal forma que, aunque un ser humano o dragón salieran a serle frente serian irremediablemente derribados. La única razón por la que las construcciones no cayeron bajo el peso de la nieve y viento combinado fue por los firmes cimientos, que fueron pensados para tormentas similares, pero más benévolas.
Al principio del día solo se pudo ver un gran nubarrón gris, pesado y oscuro que tomaba todo el horizonte de vista al mar. Era sin duda una vista impresionante, pero no algo que no se hubiera visto de vez en cuando, esas veces en las que una tormenta de nieve seria particularmente difícil.
Así que naturalmente cada vikingo sabía lo que tenía que hacer, y procedió a guardar el ganado, tomar madera y preparar las herramientas para cortar hielo, las pieles y cualquier suministro que escasearía a partir de ese instante. Los dragones captaron el mensaje naturalmente, cada uno alzo la vista y el olfato en dirección a la tormenta venidera, para acto seguido ir a resguardarse, ya sea a casa o al pequeño nido comunal que la aldea tenia, y que por obvias razones se hallaba fuertemente atendida por unos cuantos hombres y mujeres que se aseguraban de que sus amigos tuvieran las mismas comodidades.
El invierno era duro para todos, dragón o humano por igual.
Por eso era necesario una sana preocupación, los vikingos sabían mas que nadie que pelear contra las fuerzas de la naturaleza solo traerían muerte, el enojo de los dioses. Puede que tuvieran problemas de terquedad, o que no fueran los mas listos, pero sin duda, sabían cuáles eran sus límites.
Para cuando la primera ráfaga de viento golpeo la costa no habrían pasado mas de unas cuantas horas desde el primer vistazo a la tormenta, que para ese momento había avanzado de una forma preocupante. Por lo general, las tormentas a esa distancia llegaban en un día o dos, considerando lo densas que eran, era un tiempo corto, pero razonable.
Esta tormenta sin embargo había llegado en un solo día, lo que ocasionó que los habitantes se vieran confundidos por ello, asiendo así que intensificaran el trabajo, aun entre los primeros momentos en los que la tormenta tocaba tierra y hacia todo más difícil.
No podían parar, tenían el tiempo contado, casi nada para poder abastecerse y asegurarse de que llegarían a sobre llevar el estar aislados del comercio, que ganado y personas murieran. Con tan poco tiempo, la idea inicial de poder hacerle frente lo mejor posible esa situación se hacía cada vez más difícil.
Con el tiempo cada uno fue parando posteriormente, conforme el cielo se oscurecía y la nieve hacia imposible el ver más allá de unos cuantos metros.
La primera nevada fue feroz y desgarrante, casi como un golpe físico. Se llevó consigo cualquier cosa que no estuviera bien sujeta al suelo, y ocasiono que cada dragón gimiera acongojado, viendo hacia arriba mientras la nevada golpeaba los techos, como si cada golpe fueran fuertes y pesados pasos, de algo que se acercaba y causaba nerviosismo en ellos.
Esa primera noche fue difícil, nadie pudo dormir.
Los padres abrigaron a sus hijos, encendieron las chimeneas y se aseguraron de que nunca se apagaran. Los mas viejos se encomendaron a los dioses por si no sobrevivían a esa helada, y el resto se limito a temblar ante el frio que entraba por cada pequeña abertura y que parecían pequeños dardos al contacto con la piel.
El lamento del viento fue el compañero constante en cada rincón de Berk, barrio todo centímetro de tierra que toco, trayendo consigo escarcha y hielo. Los niños jurarían a partir de entonces que el invierno hablaba, con gritos desgarrantes que congelaban lo que la nieve no.
Al día siguiente el sol no salió.
Nadie se sorprendió con eso, pero cuando la oscuridad ni el hielo amaino si no que creció con el tiempo, fue que el pueblo comenzó a preocuparse.
¿Qué estaba mal?
-¡Esto es una completa locura!- Snotlout luchaba contra las ráfagas de viento que lo empujaban constantemente al frió suelo, pero sin mucho resultado. No pudo avanzar mas de un par de metros en todo este tiempo.
Y es que la tormenta estaba siendo irreconocible, ya no era algo que pudieran catalogar como natural, aunque quisieran.
La oscuridad era más que abrumadora, el aire frio en contacto con la piel era como ser golpeado por fuego, ya varios habitantes habían presentado quemaduras por el frio, en las partes expuestas de piel. La nieve se volvió granizo pesado en algún punto de la tarde y por más fuego que hubiera en las casas todo se estaba congelando, literalmente.
El hielo sello ventanas y la nieve acumulada amenazaba con llevarse cuesta abajo a varias construcciones por su peso, ningún ser vivo se atrevía a salir, era una sentencia de muerte más que segura.
Sin embargo, ahí estaba el, luchando junto al resto para ir en dirección a la casa de Gothi a pedir ayuda, o asesoramiento con todo esto que estaba pasando, y que ciertamente estaba asustando a todos.
Dos días, solo dos días de una tormenta monstruosa que no paraba y que solo crecía segundo a segundo, y ya había tres muertos por el golpe de frio. Solo en los inviernos más crueles y áridos había tanta mortalidad, y de repente, en menos de una semana ya estaban falleciendo.
Se estaban muriendo y no sabían cuando iba aparar esto.
-¡A este paso, nos congelaremos por completo antes de llegar a Gothi!-La voz molesta de Tuffnut sonó apenas, acallada por los fuertes vientos y el pedazo de piel que usaba para protegerse la cara de las posibles quemaduras por fio.
-¡Fue una pésima idea salir!- Su gemela que se empeñaba en caminar sin sostenerse de algo, se vio repentinamente derrumbada al suelo después de esa declaración, llegando a ser empujada aun en su posición a causa del viento, retrocedió todo lo que había avanzado en cuestión de segundos. -¡Maldita sea!-
-¡No hay tiempo de quejas, hay que tomar acción!- Astrid se dedico a volver por su compañera entre pasos resbaladizos y empujones de la ventisca. Por suerte el granizo había parado un momento, aprovechando esto fue que salieron- ¡Si nos detenemos, entonces es seguro que moriremos!-
-¡Uf!, ¡pues espero que su titulo de anciana sabia del pueblo no sea una exageración!- Levantándose y con un poco de dificultad para respirar la gemela Thorson se tomo un momento antes de seguir- de verdad espero que ella tenga una solución- Este ultimo comentario fue solo para ella y para Astrid, quien la vio lo mejor que podía través de la nieve.
Y aun así pudo leer entre líneas su mensaje : "Sin Hiccup, ella es nuestra única opción".
-¡Avancen, con algo de suerte llegaremos antes del fin de semana!- Snotlout que dirigía el pequeño grupo se dio la vuelta para apurarlas, y de una vez comenzar a caminar. Se estaba congelando, literalmente podía sentirlo y verlo en cada uno, con la escarcha que se formaba en su ropa y piel, el tono pálido azul que desterraba al rosa de todo su cuerpo. Si no comenzaban a caminar ya, morían en menos de media hora.
El par de rubias asintió sin replicar nada verbalmente, pero una vez que estuvieron lo suficientemente cerca, Ruffnut golpeo al pelinegro lo suficientemente fuerte como para derribarlo y ocasionar que el también patinara de espaldas hacia atrás.
-¡No estamos para juegos tontos, avancen!- Y ahora como nueva cabecilla del grupo fue el turno de la joven Hofferson para apresurar el paso.
Esta vez nadie replico, y todos comenzaron a avanzar lo mejor que podían por el piso congelado.
A su paso era obvia la destrucción que la tormenta estaba causando, con casas literalmente bajo nieve y cuyos habitantes abandonaron para ir al gran comedor, que se convirtió en un refugio temporal. Aunque por desgracia no era un lugar mucho mejor, tenía una estructura más resistente y grande, pero fuera de eso estaba sufriendo tanto daño como las casas del pueblo.
El hielo y la nieve se estaban comiendo a Berk, y se encontraban frente a muchos problemas a los cuales no podían darles una adecuada solución.
Astrid solo podía esperar a que la anciana pudiera usar sus dotes mágicos para detener esto, si era un castigo de los dioses, si la naturaleza desato su furia sin razón aparente, si podía ser reparado, esperaba que Gothi lo supiera.
Necesitaba que la mujer lo supiera, si no, ¿Qué aria?, ¿Qué harían?.
Ahora, solo esperar a que los dioses no los dejen desamparados.
-¿Pero qué?- La confusa voz de Fishlegs la saco de sus pensamientos, solo para notar como detenía sus pasos para ver a algo al frente y arriba de ellos.
Intrigada giro a esa dirección y lo que vio ocasiono que abriera sorprendida lo ojos y que todos en conjunto pararan su marcha. Pues frente a ellos la casa de Gothi esperaba en lo alto, pero esta tenia una gran hoguera en el patio delantero.
El viento no apagaba el fuego, y las llamas parecían estar llamando al cielo. Era impresionante, no solo por el echo de que el fuego no se extinguiera ante la ventisca, lo era el brillo, claro y cálido aun desde la distancia.
Como un faro.
Al grupo le tomo un tiempo salir del estupor de semejante visión, pero rápidamente se recuperaron al ver la pequeña figura de la mujer aun lado del fuego, viendo directamente al cielo. Como si el infierno de hielo desatado no fuera nada, y esperara algo con paciencia.
Su bastón estaba bien sujeto y sus trenzas grises se movían al viento, su temple era envidiable y hasta algo preocupante, si es que el ver a una anciana en medio de una tormenta de nieve sin mucho abrigo era algo normal.
-¡Vamos, ya estamos cerca!- Y a ese grito de animo el grupo avanzo lo que le quedaba, antes de llegar a las faldas del pequeño monte donde la mujer vivía, y que ahora veían solo tenía unas pequeñas escaleras para llegar donde estaba ella.
-¿Quién diablos pensó esto?-Snotlout estaba molesto, pues era obvio que subir seria igual o per que caminar hasta ahí.
-Al mal paso darle prisa- Y con esa simple frase, los gemelos se dedicaron a empezar a subir sujetos con los pies y manos, asemejando aun bebe que gatea.
Aun con eso, sus pies resbalaron un par de veces, recibiendo unos cuantos golpes en el mentó con un escalo congelado.
-Y-yo mejor aquí me quedo- Intentando huir fue detenido por el cuello de su abrigo por Astrid, quien no dejaba de ver los intentos de los gemelos para llegar arriba.
-Buen intento Ingerman, pero vienes con nosotros-
La oscuridad era interrumpida por el blanco que llovía del cielo.
Era el llanto mas triste que hubiera oído y visto.
Así que se quedó ahí en su puesto esperando firmemente, con una manta a sus pies y todo listo para el arribo.
Podía oírlo, cada vez más cerca y sorteando un mar de tormentas. Lo que no pudo escuchar fue al grupo que llegaba por un costado suyo y luchaba contra la naturaleza lo mejor que podían sin mucho excito.
Fue demasiado tarde cuando ellos estuvieron lo suficientemente cerca de ella, la primera en intentar hablar sobre el ruido de las voces y el viento fue Astrid, quien venía al frente del grupo.
Pudo oír lo que tenía para decir en honor a la verdad, pero en su lugar se limito a darle unos segundos de su atención para luego posar su vista en el cielo, eso era más apremiante.
-¡Gothi, sé que es grosero venir sin avisar pero…!- Algo contrariada por ser directamente ignorada por la mujer, la joven intento ser lo más respetuosa que la situación se lo repitiera. – ¡Queremos ver si puede hablar con nosotros un momento!-
-¡De preferencia adentro!-
-¡Si, me congelo!-
Claramente ignorándolos centro su mirada en busca del mas mínimo cambio en la ventisca.
-¡Oiga!-
Pero antes de que cualquiera pudiera hablar de nuevo un rugido se oyó.
Frente a todos la tormenta se abrió, a sus ojos unas alas potentes abrieron su camino empujando la ventisca como si fuera una cortina. El azul resplandeciente quebró la noche junto a otro rugido.
La cría maligna del relámpago y la muerte misma estaba ahí en toda su potencia y majestuosidad.
Aun al estar tanto tiempo en compañía de Toothless y su jinete, siempre era impactante verlo en su modo alfa, después de todo, siendo solo una furia nocturna era lo suficientemente intimidante.
-¿Hiccup?- La voz incrédula de alguien rompió el asombro inicial de semejante llegada. ¿ya estaba de vuelta?, ¿Por qué no mando un mensaje de que llegaría?, ¿Por qué se aventuro a sortear semejante tormenta?, ¿Qué era tan apremiante?.
Un nuevo rugido fue la única respuesta sacudiéndolos a todos en el interior, para al momento siguiente ser empujados por la fuerza con la que el dragón cayo. Fue un ruido seco que empujo hielo y nieve con él, en sus alas podía verse resto de escarcha y hielo, pero ninguna herida visible.
En un ruido pesado de metal y correas su jinete bajo.
El primer impulso al ver su figura cubierta de su armadura- que al igual que su dragón, estaba cubierto de pedazos de la tormenta- fue ir directo a él. No lo habían visto en días, después de ese viaje tan repentino al sur del que no dijo nada.
Todos olvidaron el frió, la tormenta, las dudas y el miedo. Solo querían ir a golpearlo con preguntas, y tal vez uno que otro golpe físico verdadero.
Pero en lugar de eso se detuvieron en cuanto se percataron de que no los estaba viendo. Se giro directamente a Gothi mientras sostenía algo contra su pecho, bajo de la capa de piel de oso.
Inmediatamente fue seguido por Toothless que uso una de sus alas como protección contra las ráfagas de viento, rodeándolo así casi por completo. A paso seguro fueron a donde la anciana quien ya tenia en manos una manta gruesa, y con una mirada sin ninguna palabra asintieron en saludo.
La mujer mayor hizo amago de querer tomar con la manta lo que Hiccup tenia bajo la capa, pero con su única mano libre la detuvo, en un gesto algo brusco, como si cualquier cosa que estuviera demasiado cerca fuera una amenaza. La mujer comprendió eso y se limitó a asentir de nueva cuenta y señalo a su choza, donde el fuego cálido podía verse.
Ninguno podía ver su rostro o sus ojos trasvés del casco, pero por el comportamiento rígido y a la defensiva, era obvio que era algo muy serio. Por ello nadie interrumpió el extraño encuentro y se limitaron a ver que era lo que estaba pasando.
Aun así, cuando su jefe y la mujer comenzaron a caminar ignorándolos por completo ya no pudieron quedarse cayados.
Aunque la tormenta estaba perdiendo fuerza en sus gritos.
-¿Hiccup?, ¡¿dónde estuviste, cabeza hueca?!- Snotlout fue el primero, sintiéndose con el derecho de reclamar antes que nadie luego de que buena parte de las responsabilidades fueron dadas a él. Aun que claro que al final el jefe suplente fue Astrid, con la ayuda de valka y Gober. ¡pero eso no importa!, ese maldito se había ido sin una palabra, dejándolos a su suerte.
Pero no obtuvo ninguna respuesta del castaño que junto a la anciana ya habían cruzado la puerta de entrada, con el furia nocturna a sus espaldas como fiel sombra.
-¿Ahora no hablas?- Molesto se cruzó de brazos viéndolos desde su lugar, pensando seriamente en si sacar su martillo o no.
Tal vez con un golpe o dos recuperaba los modales.
-¿A dónde fuiste?, dejaste un montón de proyectos pendientes y sin supervisión- Fishlegs, preocupado más que nada por el trabajo en la aldea que en los viajes de realización de su amigo empezó a seguirlo con pasos débiles. Después de todo, Hiccup nunca abandono sus responsabilidades como jefe cuando tenia que salir, ya sea como diversión o por trabajo. – La academia necesita de mas maestros, preparados de preferencia, y los suministros para el invierno no están completos- Y ahora menos, con esta tormenta todo estaba congelado hasta la muerte.
Venían problemas muy serios.
Pero su amigo se limito a seguir a la mujer que esperaban, supiera la respuesta con respecto a la tormenta antinatural por toda la casa. Mientras esta movía cosas, sacaba mantas, cuencos y hierbas con una agilidad y velocidad impresionante para su edad.
-¿Cómo se supone que debemos de tomar todo esto?- Ahora fue la gemela Thorson quien se plantó aun lado, cerca suyo esperando así que se dignara a verlos, pero en un abrir y serrar de ojo Toothless se interpuso en medio, dándole una mirada de advertencia que los descoloco a todos.
¿Por qué actuaba como si fueran un peligro potencial para Hiccup?.
Dando un paso atrás y siendo flanqueada por Tuffnut, todos volvieron a quedarse en silencio.
-Hiccup, ¿Qué es lo que pasa?- Astrid empezó a avanzar tentativamente a donde el par silencioso se encontraba. Avían parado su marcha, y Gothi tenía en sus manos una nueva manta, grande y suave. Aun lado un cuenco con agua tibia y su bastón recargado en un mueble.
Esperaba que Hiccup le entregara algo con las palmas y brazos abiertos, pero el no hizo mucho movimiento, pareció apretar mas fuerte lo que tuviera en su brazo cubierto, que ahora veían estaba a la altura de su pecho.
-¿Qué es…- Que riendo ver mejor cual era el objeto que claramente era el punto de enfoque de las dos personas, avanzo unos pasos rodeando la mesa central de la casa, en dirección al flanco derecho del castaño. Cuando un gruñido suave le alerto que Toothless estaba tras de ella, volteando un momento para verlo, pudo notar como le daba la misma mirada de advertencia que le dedico a Ruffnut, pero que como aquella vez, no cargaba hostilidad real, si no precaución.
Le pareció a como los padres dragón reacciona a cualquiera que se acerque a su cría.
Te veo.
Con un asentimiento que reflejo que entendió el mensaje volvió su atención al intercambio del dúo. Hiccup suspiro levemente, apenas pudo verlo por su cercanía, cuando empezó a sacar la que guardaba tan celosamente, y le costaba desprenderse.
Cuando quedo descubierto y fue recibido por los brazos de la mujer que con una sonrisa tranquilizadora comenzó a checarlo, fue que todo el aire de su cuerpo pareció esfumarse.
-¿Q-que?- Fue lo único que salió en un murmullo incrédulo, que quiso fuera un grito para ver si era una especie de sueño o algo extraño.
Pero no.
Al ver su reacción los pasos de sus amigos se oyeron tras de ella, peleando por poder ver desde atrás de su espalda. callaron en cuanto vieron lo que se sostenía con la manta cálida.
-¿Eso es…?-
-Es…-
Afuera la tormenta paro por completo, la última nieve cayendo como delicadas hojas, sin ningún rastro de la tormenta que hasta hace unos momentos fue.
La noche se volvió monocromática, solo blanco y negro era el paisaje general.
Y adentro de esa choza todo color que se podía ver era pálido rosa enmarcando unas regordetas mejillas, y una pelusa rubio platino.
-Un Bebé...-
taraaaaaan!
ven, algo obvio no?
Me quebré la cabeza pensando un modo de hacerlo mas misterioso, pero me di cuenta que era mejor la entrada dramática.
Es decir, un furia nocturna, en un modo alfa, atravesando una tormenta monstruosa de nieve. es lo suficientemente dramático, no?
En fin, la historia ya esta en mi cabeza, y me encanta, pero me temo que seria un poco largo, fácil mas de unos veinte capítulos, y todos de una extencion considerable. ¡este fue el prologo mas pequeño que pude escribir!, de verdad, esto da para mucho.
La idea vino con la canción Touch of ice de frozen, que evoluciono aun fic Hiccelsa solo de ellos dos, pero por algún motivo me pareció mejor modificarlo hasta que quedo esto. Todo un misterio por resolver, uno muy grande.
Que les párese?, merece seguir o mejor lo borro?.
