Notas de autor: Siglos sin escribir algo, o publicarlo xD. Did you miss me? xD Siento pena. ¡He deshonrado a mí vaca! Pero bueno, es hora de cumplir, aunque no estoy nada conforme con esta serie. Me estoy muriendo de sueño, pero si no la publico ahora, se me iba a juntar con los otros miles de retos que tengo pendientes.
Two-show-two-drabbles.
Para Bisca y su hermosa familia *corazones*
Palabras: 484. Esto apesta XD
Fairy Tail no me pertenece, es de Hiro Mashima y este fic corresponde a la actividad: Sobre gustos no hay nada escrito del foro Cannon Island.
Adivina, adivinador
Capítulo I: Adivinanzas
No le gustan
—¡Adivina, adivinador! —su pequeña hija saltaba emocionada mientras alzaba sus manitas con mucho entusiasmo.
Ella arqueó una ceja y mordió su labio inferior. Adivinar no le gustaba, aunque básicamente tuviera el mismo concepto de disparar con un arma. Solo tenía que apuntar y atinarle al objetivo.
Pero, para las adivinanzas no tenía tanto tino. Además, de que a veces no eran gratas para ella. ¡Ella era mala adivinando! ¡Y más las intenciones de Alzack! Por eso no le gustaban, le daban migraña.
Pero a su hija, jamás le cortaría las alas. —¿Qué cosa? —se agachó y acarició la pequeña cabeza de Asuka.
La niña se sonrojó y tomó aire para gritar. —¿Qué tiene el rey en la panza?
Asuka sonrió, eso sin duda era obra de Alzack, los dos jugaban así. Fingió meditarlo unos segundos y después se dio por vencida. —No lo sé. ¿Qué tiene?
—¡El ombligo! —soltó como si fuera más inteligente del mundo.
La risa cantarina de su hija la contagió y por un momento, se permitió disfrutar esa inocencia.
—¡Adivina, adivinador! —repitió su hija.
—Alguien despertó de buen humor —sonrió.
—¡Papá me enseñó muchas adivinanzas! —confesó con orgullo —¡Quiero decírselas a todos los del gremio!
Le sonrió con mucho cariño.
—Adivina, adivinador ¿Qué le dijo un pez a otro pez? —siguió con el juego.
—No lo sé… —golpeteó su barbilla con su dedo índice —¿Qué le dijo?
—¡Nada! —soltó una carcajada.
Rió con ella. —Deberíamos ir al gremio para que digas tus adivinanzas —estaba segura que el maestro y los demás, se sorprenderían con la inteligencia de Asuka.
La pequeña niña se alarmó, su papá le había pedido jugar con su mamá toda la mañana. Tenía que decir más adivinanzas para distraerla. —Adivina, adivinador… —repitió y siguió jugando con su madre —¿de dónde vienen los bebés?
—No lo… —la de cabello verde se interrumpió y parpadeó con incredulidad. ¿Su pequeña e inocente hija le había preguntado qué? ¿Alzack le había preguntado eso? ¿En verdad? —¿Dónde está tu papá?
Infló sus mejillas de manera infantil. —¡Así no se hace! ¡Mamá es mala para las adivinanzas!
Rodó los ojos. —Adivina, adivinador… —por un momento se sintió patética —¿dónde está tu padre?
Alzó los hombros como respuesta a que no lo sabía. Y después, salió corriendo de ahí. Ella, en cambio, se dejó caer en el pequeño sofá que adornaba su sala.
Bisca suspiró un tanto aliviada (porque no respondería a esa adivinanza y porque no le daría respuesta). Aunque algo la preocupaba y esto era el alcance de su pequeña, dulce e inocente hija. ¿Por qué hacía esas preguntas a tan temprana edad? Ella sabía que eso iba a suceder, pero no tan pronto.
Pero, le abrumaba más el hecho de que Asuka había dicho que su padre le enseñó muchas adivinanzas y ¿Esa era una? ¡Alzack no se medía! ¡No debió hacerlo!
¡Por eso odiaba las adivinanzas, ahora con más razón!
Fin.
Creo que el reto era viñeta o drabble, y como soy condenadamente floja: ¡DRABBLE!
