• Los personajes de Naruto no me pertenecen.

• One-shot

• Sakura/Hinata.


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Rosa y Añil

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Bostezo ampliamente, ocasionando que unas pequeñas lagrimitas salieran de sus ojos. Tallo con delicadeza ambos, borrando las pequeñas gotas saladas. Tenía sueño, no iba a negarlo. Sabía que era su culpa, todo por ilusa. Como siempre se había quedado esperando a Naruto hasta altas horas de la noche. Sin poder evitarlo, pues el sueño estaba pudiendo más que ella, termino rendida en el sofá de la sala. Unas horas después se levantó y con resignación fue dormir a su habitación, sola, como siempre.

—¡Himawari, Boruto! — lanzó un grito, esperando a que ambos bajaran por sus almuerzos. Boruto tenía entrenamiento con su equipo y Himawari debía ir a la academia ninja, hoy era el primer día de su pequeña.

Sonrió con dulzura. Ambos estaban creciendo muy rápido... y Naruto no estaba lo suficiente en casa como para verlos crecer.

Sabía que el estaba trabajando muy duro al ser Hokage y que no podía ser egoísta pues sabia de antemano que ser Hokage siempre había sido el sueño de Naruto. Quería apoyarlo, quería sentirse bien con eso pero las cosas ya no estaban funcionando. Independientemente de que Naruto fuese Hokage, su matrimonio ya no era lo que fue hace unos años.

Apenas y lo veía y cuando llegaba a estar sola con el en una habitación, el acababa dormido. Aceptaba, con toda la pena, que estaba necesitada. Queria sentirse mujer de nuevo. No recordaba la ultima vez que habían tenido sexo y eso la frustraba demasiado.

Suspiro con pesar. Estaba conciente de que pareciese que le importaba mas el sexo que el pero, no era así. Solo queria un poco de... eso.

Con treinta años se sonrojo con solo pensar en sexo. A veces las personas nunca cambian.

—¡Gracias! —exclamo Boruto sorpresivamente para Hinata. El chico tomo la bolsa de papel y después le dio un rápido beso en la mejilla a su madre para eventualmente salir corriendo hasta la salida.— ¡Hasta luego Okaa-chan! ¡Llego tarde! —después de eso se escucho un portazo.

Hinata frunció el ceño.— Ese niño, le e dicho millones de veces que no azote la puerta.

—Ya sabes como es Okaa-chan — dijo la niña mientras reía tiernamente. Tomo su bolsa de comida y después le dio un abrazo a su madre.

—¿Estás segura de que quieres irte sola, Hima-chan? Yo puedo llevarte...

—No, me iré con unos amigos Kaa-chan.

"¿Amigos?" Se preguntó al escucharla.

—¡Nos vemos al rato Okaa-chan! — exclamó la niña ya caminando hasta la puerta, sacando de sus pensamientos a Hinata.

—¡Ah! ¡Hasta luego amor! — se despidió atropelladamente antes de escuchar la puerta siendo cerrada. Después de eso, el silencio absoluto la invadió.

Ahora sus tardes estaría en soledad sin su pequeña hija. Se estaba quedando muy sola.

Bajo la mirada y puso su mano sobre su pecho.

Después de unos minutos, salió de su pesar para salir a la realidad. Era ama de casa, debía limpiar y hacer sus quehaceres. Ahora mas que nunca extrañaba ser ninja. Tal vez en un par de años, podría serlo de nuevo.

Sonrió ante su idea.


Después de limpiar y ordenar la casa, se dijo que podría tomar una ducha. Una vez que quito el sudor y cualquier suciedad, salió de la regadera para secarse y ponerse sus ropas habituales.

Secó su cabello, puso crema en todo su cuerpo, cepillo sus hebras azulinas y después se miró al espejo. Una pregunta paso por su mente cuando se vio en el, ¿Naruto la encontraba atractiva? No lo sabía, pues él hace mucho que no le decía lo bonita que se veía o cosas por el estilo.

Hizo un mohín y se miró de pies a cabeza. Tal vez debería... una idea pasó por su cabeza y después sonrió animada. Medio corrio a la cómoda y saco de ella su viejo atuendo. Ese que no usaba desde que tenía veinte años. ¿le quedaria todavia?

Quito lo que ya se había puesto y de inmediato se fundo con el short corto y la blusa sin mangas color lila. Todo le quedo como anillo al dedo. Al parecer no había engordado tanto a pesar de haber tenido dos hijos. Eso hizo que su ánimo se incrementara un poco. Se miro al espejo y pensó que la ropa jamás le había sentado tan bien como en ese momento.

Sonrió radiante, haciendo de esa sonrisa la mas bonita de ese dia.

Justo cuando iba a pensar si quedarse con esa ropa en resto del dia o volver a la habitual, el timbre eléctrico hizo que olvidara esa interrogante de inmediato.

—¡Voy! —exclamo para después ir hacia la puerta a zancadas. Abrio rapidamente esta, encontrándose con quien menos se esperaba ver esa mañana.

— Sakura-chan — pronunció con asombro —¡Que sorpresa! Hace días que no te veo.

Sakura sonrió nerviosamente — Lo siento, e estado... — calló un segundo y su rostro se torno serio. Al otro segundo ya había levantado la mano mientras la agitaba, indicando que no importaba.

Hinata parpadeo preocupada.—Pasa Sakura-san.

—Eh, gracias — dijo mientras Hinata le sonreia y se hacia a un lado.

Una vez dentro de la casa, ambas fueron hasta el living. Pasaron unos minutos hasta que Hinata fue hacia la cocina y volvio con una tetera y dos tazas.

—¿Como esta Sarada-chan? — pregunto Hinata mientras servia te, tratando de armar una conversacion con su peli rosa amiga.

—Ella está bien, tan...— pensó unos segundos antes de hablar — tan ella —soltó una risita —¿Y Boruto?

—El también está bien —respondió Hinata mientras se sentaba a un lado de Sakura —. Aun tengo problemas con el sobre su comportamiento, pero se que cambiara cuando madure.

—Es sobre Naruto de nuevo, ¿No?

Al escuhar eso, Hinata deja caer la mirada, respondiendo a la pregunta con ese acto.

—Ese idiota, no se como puede hacer ese tipo de cosas —apreto el puño desocupado —. Deberia pasar mas tiempo con sus hijos, el si puede...

Al escuchar eso, Hinata alzo la mirada.—¿Sasuke...?

—No ha venido en un largo tiempo — respondio Sakura —. Sarada no esta bien con eso.

—Me imagino —bajo la mirada directo al te humeante que mantenia en sus manos —. Y...¿Tu?

Al escuchar esa pregunta, Sakura alzó la mirada con sorpresa.—¿Yo?

—Si, ¿como sobrellevar esto sin... romperte?

—Sarada — contesto simplemente antes de darle un sorbo a su te —. Y tu, sobre llevas todo esto por Himawari y por Boruto, Hinata.

Hinata miró a Sakura con los ojos llorosos.— Ya no se que mas hacer...—susurro apretando su taza de té —. Ni siquiera se si el... si el aun me ama.

Sakura contrajo su rostro de dolor. Dejo la taza de te en la mesita de centro.

La oji perla alzó la mirada con sorpresa al sentir la mano de Sakura sosteniendo la suya con fuerza. Sus lágrimas corrían libremente por sus mejillas y las de Sakura ya estaban amenazando con salir de sus preciosas orbes jade.

Al ver esa mirada, sintio una profunda confianza hacia Sakura asi que sin poder evitarlo empezo a soltar todo lo que su corazon habia guardado por tantos años.

—Rara vez lo veo y cuando viene a casa simplemente me pasa de largo y se va a dormir. Se que llega cansado pero ni siquiera saluda a los niños apropiadamente y eso me duele mas que nada.

Supo que Sakura la estaba apoyando cuando sintio un leve apreton en su mano. La mano de la Haruno era tan calida y comoda que la tranquilizaba un poco mientras se desahogaba.

—Me siento tan sola, se que tengo a mis niños y se que no debería de sentirme así pero... es inevitable no sentirme sola como mujer. Hace tantísimo que Naruto no me toca y hasta a veces he pensado que me engaña —cubrió sus ojos llorosos con la mano desocupada —. Se que no debería pensar eso de él, y que él es incapaz de eso porque el simplemente no es así pero... ya no se que pensar — dijo entre sollozos.

— Te comprendo tan bien Hinata, se lo que sientes, de verdad lo se. Sabes que Sasuke apenas y viene a la aldea, jamas a pasado tiempo con Sarada y yo... yo me siento cada vez menos mujer — Sakura bajó la mirada ante la perlada de la Hyuga —. A veces me pregunto por que tuvo sexo conmigo si después me iba a dejar sola y embarazada... tal vez ya no le gusto. Tal vez no soy y nunca e sido lo suficiente bonita para el... — a ese punto, Hinata pudo observar las lágrimas que escurren por las mejillas de Sakura.

Sintio tanta empatia por ella. Estaban en la misma situacion, ambas con anelo de ser queridas y de querer. Ambas sufriendo en silencio para que sus hijos pudiesen vivir tranquilamente y sin rencores en sus corazones. Ambas velando por la imagen de hombres que no se detenian ni un segundo en pensar en ellas.

—Sakura-chan, tu eres preciosa — se animó a decir, sorprendiendo gratamente a la peli rosa —. Yo no entiendo muy bien por que Sasuke-san no está en la aldea contigo pero eso no te hace menos mujer o menos bonita. El se lo pierde — aseguro apretando su mano —. Estas llena de virtudes y si él no quiere quedarse entonces... no se que haces con él —bajo la mirada —. Disculpa que te diga esto pues se que lo has amado desde siempre pero, te mereces mas que migajas.

Sakura miró con los ojos brillosos a la Hyuga.—Lo mismo va para ti Hinata-chan. Tu te mereces más que el atolondrado de Naruto. Cuando te casaste con el pense que cambiaria aun que fuera un poco pero sigue siendo el mismo idiota —dijo sin importarle que sonara grosera —. Tu tambien eres muy hermosa Hinata-chan, lo digo enserio... — sin poder evitarlo ambas se sonrojaron ante lo dicho por la Haruno. Sakura soltó una risilla y volteo hacia otro lado — Eres tan bonita que sin duda me gustaría que fueras mi novia si yo fuese hombre...— al darse cuenta de lo que había dicho, deshizo el agarre de la mano de Hinata y tapo su boca con ambas manos mientras sus ojos se abrieron como plato.

Hinata frente a ella la miraba con un fuerte sonrojo hasta el cuello.—Sa-sa-sakura-chan, no te avergüences —agitó ambas manos mientras se sonreía avergonzada —. Se que lo dijiste para hacerme sentir bien, solo eso...

—Es que no lo dije solo para hacerte sentir bien...— murmuró entre dientes, con las mejillas pintadas en color carmín y sus ojos jade mirando hacia el suelo.

Ante la confecion, Hinata se sobresaltó en su lugar.—¿De-de-de verdad?

Sakura asintió en la misma posición.

Después de unos segundos de silencio, Hinata suspiro y miró firmemente a Sakura.—No necesito ser hombre para que me gustes...— soltó entre dientes, con los ojos cerrados y el rostro apunto de estallar en llamas.

Sakura la miró con los ojos muy abiertos. Su corazon comenzo a palpitar de manera acelerada y su respiración se tornó agitada. ¿Había sido eso una declaración? Trago saliva con fuerza.

De un momento a otro se dedicó a mirar detalladamente a su amiga peli azul. Al mirarla pudo notar que traía sus ropas de misión, esas que usaba hace años. Se preguntó cómo es que después de tanto podían seguirle mirando tan bien. Trago saliva nuevamente y decidió seguir el juego, curiosa por saber qué más pasaba.

—Note que... llevas tus ropas de misión. Las que usabas hace años.

Ante lo dicho por la peli rosa, Hinata se sobresaltó y se miró avergonzada.—¡Cielos! No me di cuenta de que no me cambie antes de abrir la puerta... qué vergüenza.

—¿Vergüenza? ¿Por qué? — preguntó con impresión la Haruno.

—Seguro se me debe de ver del asco...— susurro tristemente mientras se abrazaba a sí misma.

Sakura frunció el ceño.—¿Cómo puedes decir eso? Cuando te vi lo primero que pensé fue que se te mira estupendo, como siempre.

Al escuchar la respuesta de la peli rosa, Hinata no pudo evitar sonrojarse aun mas por el alago. —¿Co-como siempre?

Sakura se sobresalto sobre su lugar al escucharla. Asintió apenada mientras volteaba hacia otro lugar.—Siempre te ves muy bien, Hinata. Todos lo notan, la aldea lo nota, los hombres y las mujeres lo notan. Yo lo noto.

—Sakura-san...—musitó Hinata al no tener una respuesta para lo que su amiga había soltado. Se aclaró la garganta y miró a Sakura con una sonrisa ladina — Tu tambien te ves bien siempre Sakura. Eres muy atractiva.

Después de esas palabras, ambas quedaron en un profundo silencio. Cada quien con sus respectivos pensamientos. Cada quien con un sonrojo que llegaba hasta el cuello y las orejas. Cada quien sintiendo los latidos locos de sus corazones y esas mariposas que hace años que no sentían.

—Yo... creo que debería de irme. No he terminado de asear la casa y si Sarada se da cuenta seguro me dice algo — rió con nerviosismo la oji jade mientras se levantaba del sofá, siendo imitada por Hinata.

—Oh, esta bien Sakura-san — respondió Hinata con una tierna sonrisa —. Por favor, vuelve cuando quieras. Siempre estoy en casa así que me vendría muy bien tu compañía.

Sakura sonrió tenuemente y después asintió.

Después de unos segundos mirándose la una a la otra, Sakura reacciono y trato de caminar torpemente hacia la salida. Al estar tan nerviosa no se percato de que la mesita que se mantenía frente a ellas iba a provocar un accidente.

Sin tiempo de reaccionar, su pie se atoro con una de las patas de la mesa, provocando que se fuese a caer de frente.

Al ver esto, Hinata actuó con rapidez, situándose frente a ella y extendiendo sus brazos para que cayera segura entre ellos. Lo que no recordaba es que ella estaba igual de nerviosa que Sakura.

—¡Waaaaa! — gritaron a la par.

Sakura fue abriendo lentamente sus ojos para darse cuenta de que estaba encima de Hinata. Ambas manos estaban sosteniendo su peso a los lados de la cabeza de su amiga. Sus piernas se mantenían a horcajadas sobre ella. Sentirla tan cerca y ver como ella la miraba con un lindo sonrojo hicieron que tragara saliva. Estaba sintiendo un cosquilleo bajo su abdomen.

Mientras tanto, Hinata solo observaba con sorpresa a la Haruno. Su respiración comenzó a tornarse agitada y más aún cuando observo los hermosos ojos de su amiga observandola. Quiso gritar de bochorno al sentir como se estaba excitando.

—Sa-sa-sakura-san...— musito agudamente.

Sakura se sobresalto sobre Hinata al reaccionar. ¿Que mierda estaba haciendo? ¿Porque no quería alejarse de ella?

Y más importante aún, ¿Porque se estaba excitando?

—Yo... — comenzó a temblar de nerviosismo —. Lo lamento Hinata-chan, debí de ser más cuidadosa...

—¡No, no! Fue un accidente, no ahi de que disculparse — apresuró a decir la Hyuga ya más relajada.

Al ver la sonrisa que Hinata había dibujado sobre su rostro, supo que no podría controlarse. Por más que quisiera los sentimientos ya estaban a flor de piel y ella era muy expresiva. Suspiro temblorosamente, cerró los ojos y se inclinó hacia Hinata con rapidez.

Hinata abrió los ojos como si de un par de platos se trataran. Su rostro comenzó a parecer un gran tomate y su respiracion se volvio muy agitada.

Sakura tenía sus labios sobre los de ella.

Sakura la estaba besando.

Se quedó estática por unos segundos. No sabia que hacer. Su moral le decia que debia parar aquello pues además de que estaba casada estaba el hecho de que Sakura era su amiga... y ambas eran mujeres.

Pero su otro lado le suplicaba que no fuese a parar aquello, su lado perverso le decía que disfrutara el momento, por muy mujeres que fueran. Se merecían pasar un momento así. Se merecen ser amadas.

Lentamente cerró ambos ojos y se dejó llevar por el que ahora era un casto e inocente beso. Llevo ambos brazos hasta el cuello de Sakura y comenzó a acariciar las cortas hebras rosadas. Quiso sonreír cuando escucho un pequeño suspiro.

Después de unos segundos fueron obligadas a separarse debido a la falta de aire que no las dejaba continuar con aquel beso.

El sonido del beso siendo roto fue lo último que se escuchó de ambas.

Observaron la mirada de la otra, perdiéndose profundamente en el mar de sentimientos que transmitía cada una.

—¿Esto esta bien? — preguntó súbitamente la oji luna.

— No lo se — Sakura contestó con sinceridad —. Pero... ¿Acaso eso importa?

Hinata no dudó en negar. No importaba lo que estaban haciendo. No importaba que estuvieran casadas con un par de hombres que a penas y veían, no importaba que fueran amigas, y no importaba que fueran del mismo sexo. Lo único que importaba, era que querían volver a sentirse amadas.

—Sabes qué es lo que quiero ahora, ¿cierto? — pregunto ahora Sakura, mirándola con seriedad.

Hinata lo sabía, sabía que venía y también sabía que ella también quería eso que venía a continuación. Lo deseaba tanto que no lo dudo ni un segundo. Olvido el errado matrimonio que tenía y decidió entregarse completamente a esa mujer, pues sabía que ella era una de las personas que jamás la dañara.

—Si — susurro mientras llevaba su mano hasta su propia camisa y la alzaba lentamente —. Yo tambien lo quiero.

Sakura tragó saliva. No pensó que eso fuese a llegar tan lejos, pensó que Hinata la rechazaría pero se encontraba con la gran sorpresa de que ella estaba igual de deseosa. Llevó su mano lentamente hasta el blanco y suave abdomen de Hinata, se dedicó a rozar con delicadeza dicha zona mientras escuchaba los suspiros de la fémina.

Observó como ella terminaba de quitarse la blusa para quedar solamente en un sostén de encaje color lavanda. Sabía que sus pechos eran grandes, pues por más que intentara ocultarlos era imposible, pero verlos solamente con el sujetador hizo que pensara que eran aún más grandes de lo que aparentaba con sus ropas puestas.

Se impresiono cuando sintió las suaves manos de Hinata sobre su torso, tratando de quitar su blusa color rojo.

Le sonrió ladinamente para después quitarla ella misma, quedando en un sostén color azul turquesa.

Se percató del gran sonrojo que Hinata tenia, asi que no pudo evitar reír ante la inocencia que aun tenia la ex Hyuga.

—No es gracioso —refunfuño para después hacer un puchero con los labios.

—Es que te ves muy linda sonrojada, Hina-chan — le confesó con una sonrisa antes de llevar sus manos hacia su espalda para desabrochar su sostén, dejando a la vista sus pequeños pechos.

Hinata no pudo evitar sentir calor en su parte intima al ver los pezones rosados y erguidos. No entendía, ¿Desde cuándo le gustaban las mujeres? ¿Por qué estaba tan exitada?

Llevo sus manos hasta los pechos de la peli rosa para comenzar a amasarlos y masajearlos, sintiendo como los pezones de Sakura se ponian cada vez mas y mas duros.

Sakura soltó un pequeño quejido al sentir los dedos de Hinata pellizcar con delicadeza sus pezones. Involuntariamente comenzó a mover sus caderas sobre el estómago de Hinata, tratando de aliviar su ya creciente libido.

—Levanta un poco tu espalda — pidió Sakura sin dejar de moverse sobre ella.

Hinata obedeció, sintiendo de inmediato las manos de Sakura desabrochando su sostén. Sintió el una pequeña brisa golpear sus ahora desnudos senos, provocando que la piel se le pusiera de gallina.

Sakura admiro los grandes senos de Hinata. Sus pezones estaban erguidos y rozados, proclamando atención. No se hizo del rogar e inclinó su rostro hasta los grandes pechos para comenzar a lamer toda la blanda carne.

La espalda de Hinata se arqueaba sobre el suelo al sentir con placer la lengua de Sakura recorrer cada centímetro de su pecho. Llevó su mano hacia la cabellera de Sakura para presionarla suavemente hasta sus pechos, diciendo con esta acción que no se separará.

La oji jade lamio, chupo y mordisqueo los pezones, haciendo que se pusieran rojos como dos cerezas. El camino de sus labios descendió hasta el cuello de la Hyuga, la cual se encontraba con la boca entre abierta, sacando de vez en cuando uno que otro pequeño gemido.

Hinata llevó sus manos hasta el trasero de Sakura y comenzó a apretarlo. Le daba pena hasta pensarlo pero admitía que siempre pensó que Sakura tenía un muy buen trasero.

Gimió cuando sintió a Sakura succionar su lóbulo. Su intimidad estaba palpitando fuertemente y sabía que sus bragas debían de estar completamente mojadas. Supo que Sakura también estaba igual o mas mojada que ella al sentir la humedad que se impregnaba en su abdomen.

Al parecer Sakura sabía lo que pensaba pues se levantó de sobre ella y comenzó a deshacerse de sus pantalones, dejándola solamente en unas bragas a juego con su sostén. Queria ver mas asi que sin pena se incorporó del suelo y se puso de rodillas frente a Sakura. Tomo sus caderas y comenzó a besar y lamer las piernas de Sakura, recibiendo como premio unos gemidos y caricias en su cabellera.

Llevo sus manos hasta el inicio de la braga y la bajó lentamente, dejando a la vista su vagina siendo adornada por unos cortos bellos rosados. Sonrió con deseo y sin esperar demasiado llevo sus dedos hasta el húmedo interior de Sakura.

—¡Ahh! — gimió cuando Hinata comenzó con el suave coito de sus dedos. Comenzó a respirar más agitadamente al sentir que las embestidas se hacían cada vez mas rápidas, más certeras, más hasta el fondo. Grito con más fuerza al sentir la húmeda lengua de Hinata sobre su clítoris, chupandolo y lamiendo como si de una paleta se tratara.

Hinata se mantenía devorando su coño, fascinada por el delicioso sabor. Metió su lengua lo mas profundo que pudo, ganándose mas gritos y gemidos de su compañera. —Abre las piernas — le pidió en un inocente susurro, provocando que la lujuria de Sakura creciera.

La peli rosada obedeció y abrió las piernas un poco, solo para sentir como Hinata sacaba sus dedos de su interior y ponía sus manos en sus caderas. —Joder... — susurro agudo al sentir la lengua de Hinata recorrer toda su vulva.

La oji luna simular embestidas con su lengua mientras mantenía las caderas de Sakura en un vaivén. Chupo y mordió, sintió como la vagina de Sakura comenzaba a chorrear y supo que ella había llegado al clímax cuando escuchó un potente gemido. Movió rápidamente su mirada hacia el rostro de Sakura, encontrándose con una imagen sumamente excitante.

Sus ojos estaban en blanco y boca estaba semi abierta mientras de esta escurría un leve hilo de saliva. Una de sus manos estaban apretando uno de sus pechos y otra estaba estimulando aún el clítoris.

—¡Oh, dios! — grito de placer mientras aún movía lentamente sus caderas. Sus piernas comenzaron a sentirse temblorosas así que lentamente se sentó en el suelo.

Hinata observaba embelesada los senos de Sakura, los cuales están subiendo de arriba a abajo mientras eran cubiertos por una fina capa de sudor. Se mordió el labio con deseo y comenzó a quitar su short y sus bragas, quedando completamente desnuda ante la mirada de Sakura.

Sakura queria mas, aun no estaba satisfecha. Lo supo cuando vio a Hinata totalmente desnuda, lo supo cuando sintió su intimidad palpitar deseosa de nuevo.

Una vez terminada su labor de deshacerse de sus últimas prendas, comenzó a dirigirse hasta Sakura a gatas.— Sakura-san, creo que sigo yo — le dijo una vez estuvo encima de ella.

Sakura sonrió ante esa Hinata, la cual estaba cegada por el placer. Llevó sus labios hasta los de ella y comenzó a besarla con fiereza. Metió su lengua, exploró toda su cavidad. El beso era tan apasionado que unos delgados hilos de saliva comenzaron a deslizarse por sus mentones.

La peli rosa deslizó su mano por las curvas de Hinata y se dirigió lentamente hasta su intimidad, metió dos de sus dedos y sonrió de medio lado cuando escucho como comenzaba a gemir de placer.

se agarró fuertemente de sus hombros, enterrando sus uñas en la piel de Sakura. Eso le gusto en vez de que le molestara.

Movió sus dedos una y otra vez, cada vez aumentando mas y mas la rapidez de sus movimientos.

Hinata estaba arqueandose del placer. Sabía que llegaría al clímax en pocos minutos y que ese sería uno de los mejores de su vida. Lamentablemente para ella, Sakura aun no permitiría que llegará al ansiado orgasmo.

Retiro rápidamente los dedos para después escuchar un quejido de disgusto por parte de Hinata.

Sakura le sonrió perversamente y la tumbó en el suelo. Abrió sus piernas, dejando expuesta la intimidad de Hinata, la cual se hallaba brillosa debido a los fluidos que salían de ella.

Le sostuvo las piernas al aire, separadas.

Hinata la miraba con duda y curiosidad. Con el rostro completamente mojado y con los pechos brillosos por una pequeña capa de sudor. Abrio los ojos desmesuradamente y solto un grito de placer al ver como Sakura se montaba en su intimidad, pegando completamente su vagina contra la suya.

Grito más fuertemente cuando sintió el suave vaivén que Sakura había iniciado. Abrio la boca mas no emite ningun sonido, sus pechos se movían suavemente ante el falso coito provocado por la peli rosa.

Sakura no estaba mejor. Sus ojos estaban entrecerrados y su respiración era agitada. Se movía encima de Hinata, sintiendo como si clitoris se estimulaba ante el húmedo y delicioso contacto de la vagina de Hinata. Sonrió de medio lado cuando sintió las manos de Hinata sobre su cadera. Esta trataba de moverse más rápido y ella estaba totalmente dispuesta a cumplir sus deseos.

Abrió aún más sus piernas y se acomodó mejor entre ellas. Froto su intimidad contra la de Hinata con más velocidad, sintiendo como los fluidos comenzaban a adherirse a su piel, sintiendo la humedad bajar por sus piernas.

Sin moverse, llevó sus manos hasta los senos de Hinata y comenzó a pellizcar y masajear los erguidos pezones.

Hinata estaba retorciéndose de placer bajo ella, haciéndola sentir orgullosa de sus actos sexuales.

Verla con el rostro sonrojado y con la saliva escurriendo de sus labios, solamente hicieron que se excitara aun mas y que moviera mas rápido sus caderas.

Ambas gritaban de placer, estando al borde del éxtasis. Sus corazones bombean la sangre con velocidad y sus intimidades estaban apunto de explotar. No aguantaron más.

El orgasmo golpeó primero a Hinata, quien contuvo un potente grito con su mano. Sus ojos estaban en blanco y su espalda estaba arqueada. Su otra mano rasguñaba el suelo mientras sentía el mejor clímax de su vida.

Sakura no tardó en secundaria, gritando agudamente sin importarle que alguien pudiera escucharlas. Siguio moviendose un buen rato encima de ella hasta que no pudo mas y cayo rendida en sus brazos.

Ambas respiraban con dificultad, sus frentes estaban perladas del sudor y sus corazones no querían parar de latir vertiginosamente.

Una vez un poco recuperadas del acto, Sakura levanto su cabeza para quedar frente a la mirada cristalina de Hinata.

—Prométeme que volveremos a hacer esto.

Hinata parpadeó un par de veces antes de sonrojarse hasta las orejas.—¿E-eh?

—¿A caso no te gusto?

—¡Cla-claro que me gusto! ¡Me encanto! —se apresuró a decir. Le había fascinado, no habían palabras para describir lo que había sentido. Podía asegurar que... ni Naruto había hecho que se excitara tanto —. Pero... ¿Y Naruto-kun? ¿Sasuke-san...?

Sakura puso su dedo contra sus labios.—Si ellos no se enteran entonces no pasa nada, Hinata-chan...—le susurró antes de juntar sus labios contra los de ella.

Hinata se impresionó por un momento y lo pensó un poco antes de corresponder, pero...¡A la mierda! Era hora de que pensara en ella también, era momento de ser querida, de ser egoísta.

Correspondió el beso con pasión, sintiendo la lengua de Sakura juguetear con la suya. Después de una lucha de lenguas, Sakura se había separado de sus labios para mirarla profundamente con sus ojos jade.

Hinata tragó saliva cuando miro la picara mirada de Sakura.

—Segunda ronda.


N/A: Aquí con una pervertida historia más. Hace mucho que quería escribir algo Yuri y pues, por fin se me cumplió. Pero estaba pensando que no solo puedo dejarla en one-shot, si no que la puedo expandir un poco más. ¿Ustedes que opinan? ¿Quieren mas capitulos de mi perversidad? o ¿La dejo así tal cual? Habrá lemon :3 Ustedes mandan.

¡Nos leemos!