Disclaimer: Skip Beat no me pertenece.
Nota: La historia se desarrolla en un universo alterno
No es correcto
Kyoko era una mujer casada, lo era desde hace siete años cuando después de la muerte su padre su madre la obligo a casarse para que un hombre se ocupara del negocio familiar, su esposo era Fuwa Sho y lo odiaba con toda su alma, originalmente su hermana Kanae era quien se convertiría en la esposa de ese hombre, lo cual estaba bien para toda la familia, la misma Kanae decía que ya que el amor no era algo que le interesara realmente en la vida un matrimonio por conveniencia era perfecto, pero todo se vino abajo cuando el maldito mimado decidió que quería como esposa a la hija menor.
A diferencia de Kanae que era muy fría cuando se hablaba de amor Kyoko era una soñadora, deseaba que un día llegara el hombre de su vida y así poder formar una familia a su lado, bueno mas bien que volviera a ella, cuando era niña un día en sus paseos por el bosque se encontró con un niño rubio de ojos verdes, hablaron y se volvieron amigos, durante dos semanas se vieron todos los días y se enamoraron, incluso si eran tan solo unos niños era un amor puro y hermoso, cuando Kuon tuvo que partir lo hizo con el corazón de Kyoko mientras ella se quedo con el de él, ambos se despidieron con la promesa de encontrarse una vez mas.
Por ese motivo cuando Kyoko se entero que se casaría lloro y le suplico a Saena que no la obligara a hacer eso, pero ella era mujer fría que le interesaban más los negocios que los sentimientos de su propia hija, así que sin miramientos a la edad de quince años la caso con un hombre que detestaba con todo su ser. "Es un matrimonio ficticio, un acuerdo legal", le había dicho en muchas ocasiones su madre antes de la boda, "Lo siento Kyoko, si madre lo permitiera yo tomaría tu lugar" tal vez su hermana no creyera en el amor, pero si la quería mucho a ella y la consoló por las noches mientras lloraba hasta caer dormida.
Una vez que entendió que no tendría salvación su corazón se comenzó a llenar de odio, en los pocos meses antes de la boda se volvió una mujer completamente diferente, su frialdad casi podía competir con la de su madre. El día de la boda ella estuvo completamente seria, no sonrió ni una sola vez, "Esto es un negocio y en los negocios no se necesita sonreír" es lo que le respondió a su esposo durante la fiesta cuando le reclamo. Una vez que se termino todo Sho la llevo a la que seria su nueva casa "La prepare especialmente para ti" le había dicho su esposo una vez que llegaron, se habían encontrado en muchas ocasiones en los meses antes de la boda, muchas veces Kyoko le pidió que desistiera pero él siempre le respondía que no lo haría.
Era su esposa mas no su mujer, desde el primer día en que llegaron a esa casa durmieron en habitaciones separadas, al principio Sho pensó que era por miedo ya que en ese entonces Kyoko solo tenia quince años pero ella misma lo saco de su error, "Puedo ser tu esposa pero jamás seré tu mujer y si eso te molesta bien puedes pedir el divorcio", le había dicho Kyoko con voz burlona, "Yo te amo", le había dicho Sho en varias ocasiones, pero eso no le importaba a ella, si estaban destinados a ese infierno ambos serian infelices a su manera.
Durante todo el tiempo que llevaban casados Sho la había engañado en muchas ocasiones, sin embargo eso no le importaba. Su puesto en la empresa era el de relacionista publica, su hermana era la directora y Sho era el presidente, un día se encontró con Kuon, por fin después de tantos años lo volvió a ver, era el representante de una empresa en el extranjero con la que se relacionarían y lo seguía amando, pero ya no era un simple amor infantil era algo mucho mas fuerte. Le había contado a su amigo como llego a ser la señora Fuwa y como era realmente el matrimonio que muchas personas consideraban perfecto, a él no necesitaba mentirle y a su lado toda la frialdad que construyo a lo largo de su infeliz vida de casada se esfumaba.
"No es correcto", se dijo e a si misma el día en que fue al apartamento de Kuon y que la tarde de amigo se convirtió en algo totalmente diferente, la conversación se convirtió en un juego de seducción, en miradas cargadas de amor y cuando los labios de Kuon atraparon los suyo se volvió a decir que eso no estaba bien, casi por un segundo pudo mantener ese pensamiento, por un momento pensó que podía detener aquello, sin embargo cuando los fuertes brazos de su amigo rodearon su cintura todo pensamiento coherente desapareció. Ese día le había permitido a Kuon llegar a donde su marido jamás había llegado, podía sonar cruel pero sinceramente no se arrepentía de lo que había hecho. Habían pasado dos años desde esa ocasión y sus encuentros habían seguido, ella no hacia eso por deseo o despecho como Sho, ella realmente amaba al hombre que le permitía sentirse completa.
"Un día serás completamente mía", le había dicho Kuon en muchas ocasiones, en tres meses terminaba el contrato que su madre le había obligado a firmar antes de casarse, en tan solo tres meses podría divorciarse, su madre esperaba que para ese entonces ella ya estuviera enamorada de su esposo, realmente nunca pudo comprender que ella jamás lo amaría. Una vez que se divorciara rompería contacto con su madre y se iría a vivir con Kuon a Estados Unidos, se había equivocado mucho y estaba consiente de eso, tal vez una vez que se fuera Sho dejaría de tener esa obsesión hacia ella y encontraría a la indicada, en esos momentos solo deseaba su libertad, ahora que se veía tan cerca podía volver a imaginar la vida de cuento de hadas que tanto había soñado.
Fin
Perdón por haber creado a una Kyoko así. No estoy de acuerdo con el hecho de que las personas sean infieles, solo que esta historia la cree porque he leído y visto muchas historias de matrimonios arreglados donde por arte de magia terminan enamorados perdidamente, así que quise escribir algo diferente.
Si les gusto o lo odiaron (que es lo mas seguro) déjenme un comentario (me encanta leerlos aun si son amenazas de muerte XD)
Gracias por leer c:
