Hola, les traigo un fic un tanto raro (^^U)… Espero que lo disfruten.

Hetalia ni sus personajes me pertenecen, solo los utilizo para fines de entretenimiento y diversión.

Llévame en tus recuerdos.

-¡Hey Lovi!- gritaba un niño de 8 años a su amigo que iba adelante- ¡Espérame Lovi~!- decía en una sonrisa.

-¡Maldición, no me digas Lovi! ¡Soy L-O-V-I-N-O!- grito sonrojado el chico. Tenía unos 10 años y ese niño le provocaba varios sentimientos raros…

-Jeje, es que decirte Lovi es lindo~- decía el niño con una enorme sonrisa. Su nombre era Antonio, y quería a Lovino demasiado.

-Hum- dijo mientras desviaba su rostro sonrojado. La sonrisa de Antonio provocaba eso.

-¡Lovi~! ¡Estas rojo como un tomate! ¡Fusososo~!- dijo mientras daba una sonrisa más grande y pockeaba las mejillas del otro. Paro entonces, viendo el rostro de Lovino sonrojado, viéndolo con unos ojos diferentes a los normales. Acerco su rostro y le regalo una sonrisa.

Ahora el sonrojo de Lovino sobrepasaba todo. Desvió su mirada a los labios de Antonio, pero fue un error. Esos labios lo llamaban, y se preguntaba "¿A que sabrán los labios de Antonio?". Tener a ese niño ahí, delante de él… tener sus sentimientos confusos, provocaron que lo besara. El beso era pequeño, casto e inocente.

Después del beso, Lovino observo el rostro de Antonio: ¡era un poema! Tan dulce y sonrojado. Pero, tenía dudas; ¿Qué tal si no fue lo adecuado? ¿Y si se molesto Antonio? Pensó triste, pero entonces, Antonio se hecho en sus brazos, abrazándolo si su vida dependiera de eso.

-Lovi, te amo- dijo llorando abrazándolo todavía. Lovino solo pudo sonreír, el correspondía a sus sentimientos.- ¡Prométeme Lovi!- tomo el rostro de Lovino para que este lo viera.- ¡Prométeme que cuando crezcamos nos casaremos, tendremos hijo y nos amaremos! ¡Y haremos pasta y paella! ¡Prométemelo! –lloraba el pequeño, ocultando su rostro en el pecho del mayor.

-Te lo prometo Antonio- dijo, acariciando su cabello, reconfortándolo y dándole una sonrisa. Eso se oía maravilloso, y también es lo que quería… Tener a Antonio siempre- Pero maldición, deja de llorar- bueno, aunque no cambiaria mucho. Mostro de nuevo una sonrisa y lo beso de nuevo, de una manera dulce.

Odio esa sonrisa de tu rostro… porque es la razón de amarte.

Odio esos ojos tuyos… porque me dan el temor que me los quieran quitar.

Amo tu sonrisa… que es mi alegría.

Amo tus ojos… porque son mi tesoro.

Aun así… conservo estos recuerdos en mi mente por ese día… y aun así te amare…

~°~°~°~°~°NIA°~°~°~°~°~

-¡Papi! ¡Papi!- llamaban dos pequeños niños a un Lovino adulto que estaba en la cocina; aparentaba unos 35 años.

-Si Tony, Louis, ¿Qué sucede?- se agacho a la altura de los pequeños. Estos aparentaban unos 8 años.

Ellos eran Anthony y Louis. Eran hermanos gemelos, pero aun así tenían sus diferencias. Anthony era el mayor, tenía el cabello castaño oscuro, ojos esmeraldas y la piel un poco bronceada. Lovino le decía Tony. Louis era el menor; tenía el cabello castaño rojizo, ojos ámbar y una piel un poco más blanca que la de su hermano. Ambos eran hijos de Antonio y Lovino.

-¿Iremos con mamá hoy papi?- pregunto inocente Tony, haciendo que su padre le acariciara su cabello.

-Si Tony, hoy iremos a visitar a tu madre al cementerio.- dijo en un tono triste Lovino.

-Maldición, te lo dije tonto- dijo en un puchero Louis. Tony se arrojo a su hermano, abrazándolo; este solo se sonrojo y soltó una sarta de maldiciones.

-Fusososo~, te ves tierno hermanito- restregó su mejilla en la de su hermano.

-¡C-cállate tonto!- dijo, ya que Tony no lo dejaba hablar.

Lovino miraba esto con una sonrisa. Esos pequeños eran su tesoro, y los de su amado bastardo. Hoy era el día en que lo visitaba cada semana al cementerio, y no había día en que lo olvidara… ese bastardo se había quedado en su corazón.

Antonio murió cuando nacieron los gemelos; el decidió que era lo correcto, ya que eran el fruto que con tanto amor Lovino y él habían procreado. Decidió sacrificarse por sus vidas, y antes de morir, hizo que Lovino le prometiera algo:

-Me prometes que los cuidaras- dijo llorando, ocultando esos ojos esmeraldas de los que tanto Lovino amaba.

-Te lo prometo Antonio, y te prometo que siempre te amare por el resto de mi vida y hasta que me muera- lloro. No soportaba desperdicie así.

-Yo también te amare, y te prometo que los cuidare desde donde este- lloro tomando el rostro de su amado.- "Siempre llévame en tus recuerdos Lovi"- sonrió por última vez.

-Siempre lo hare bastardo- beso a su esposo, sabiendo que sería el ultimo que ambos se entregarían con amor.

-Te amo Lovi.

Y fue el último que le dijo a su amado. Dejando que su amado se encargara de cuidar el tesoro de ambos.

-Cállate idiota- decía Louis, tratando de quitar a su hermano de encima.

-Antonio- suspiro Lovino. Vi a sus hijos, y luego dirigió su mirada al cielo- ¿Espero que nos estés cuidando idiota?- sonrió- Nuestro tesoro está creciendo rápidamente. Te extrañamos- soltó unas pequeñas lagrimas- Te sigo amando… y aun te llevo en mis recuerdos- sonrió, algún día se volverían a ver y estarían juntos de nuevo.

~°~Fin~°~

No me maten por matar a Toño –corre- Snif, se me vino a la mente, y no se me ocurrió mejor personaje que Antonio para esto, así que per favore, no me maten, ¿si?

Díganme si les gusto, o si quieren que me tire a un barranco, me siento culpable por matar a Toño TT-TT.

¿Review TTwTT?